Los Nuestros: Angel Fanjul (1927-2009) otro "Arcángel" que se va [Hugo Moreno]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Mayo 3 09:53:29 UYT 2009


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3 de mayo 2009
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Los Nuestros

Angel Fanjul: otro "Arcángel" que se va (1927-2009)
 
Hugo Moreno *
 

"No se puede vivir sin metas, sueños, ilusiones o ideales; o sea, sin tratar de rebasar o trascender lo realmente existente. No se puede vivir, por tanto, sin utopías. No pudo vivir sin ella don Quijote, pero tampoco -como demuestra el final de la obra genial de Cervantes- pudo vivir sin ella, Sancho." (Adolfo Sánchez Vázquez).
 
El 29 de marzo de 2009 falleció Angel Fanjul (Heredia), en Ituzaingó, provincia de Buenos Aires. Tenía casi 85 años. Con él - como Alberto Sendic, Gabriel Labat, José Lungarzo, Alberto J. Pla y muchos otros - desaparece una figura de una generación de militantes latinoamericanos. Forman parte de esa cohorte de "Arcángeles" evocados por Paco Ignacio Taibo II, en su hermoso libro así titulado, personajes casi desconocidos u olvidados, con sus tenacidades, sus esperanzas, sus ilusiones, y también sus desencuentros con los proyectos originales, sus cualidades y defectos. De cualquier modo, vidas ejemplares. 
 
Angel Fanjul nació en Tucumán, en el noroeste argentino, el 24 de marzo de 1927, hijo de una familia de clase media modesta. Su padre era empleado ferroviario y su madre maestra. Hizo sus primeras armas políticas en 1944, cuando cursaba sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Tucumán. Ese año fue elegido secretario de la Federación de Estudiantes Secundarios. y después, ya estudiante en la Facultad de Derecho de la Universidad de Tucumán, ocupó el cargo de presidente de la Federación Universitaria regional. Se diplomó como abogado en 1950.
 
Su militancia comienza en el Partido Socialista. Luego, junto con Dora Coledesky -que fue su compañera de toda la vida- integraron un grupo trotskista fundado por Esteban Rey. Este se había establecido en el Norte del país, orientando su trabajo político hacia Tucumán y Salta. Después de una tentativa de "entrismo" en el PS, que terminó con su expulsión, el grupo constituyó el Movimiento Obrero Marxista (MOR). A pesar de sus exiguas fuerzas, desempeñó un importante rol en la huelga azucarera de 1948, encabezada por la Federación de Trabajadores de la Industria Azucarera (FOTIA), lo que valió que Perón denunciara la "mano trotskista de Esteban Rey" como instigador del movimiento.
 
El MOR se disolvió poco después y la mayor parte de sus miembros se integraron al Grupo Cuarta Internacional (GCI), fundado por Homero Cristalli (Posadas). Así lo hicieron Angel y Dora, luego de una corta experiencia en el Grupo Obrero Marxista (GOM) de Hugo Bressano (Nahuel Moreno). En 1951, Angel y Dora fijaron su residencia en Buenos Aires, donde nació su hijo, Angel Francisco Fanjul (Paco), fallecido accidentalmente en 2005. Fanjul fue miembro de la dirección, apoderado legal y director de Voz Proletaria, órgano del Partido Obrero Revolucionario (Trotskista) - la "sección argentina" reconocida como tal en el Congreso Mundial de 1951. Esta corriente intentó, desde 1945, comprender el peronismo y buscó una implantación en la clase obrera y los sindicatos, sin perder la identidad trotskista y defendiendo su programa con una perspectiva internacionalista.
 
El POR (T) y el Buró Latino-Americano (BLA) colaboraron estrechamente con la dirección de la Internacional, cuyo principal dirigente era Michel Raptis (Pablo). Los acercaban la sensibilidad frente a la "revolución colonial", así como la convicción que había que contruir un "partido mundial" con secciones integradas en el movimiento real de masas. Esta colaboración duró diez años. La prisión de Pablo y Santen, en 1960-1961, detenidos en Amsterdan por el apoyo al FLN argelino, creó las condiciones para una escisión, ya latente en el VI Congreso Mundial (1960). La ruptura se concretó en la Conferencia de Abril de 1962 convocada por el BLA y realizada en Montevideo.
 
Hasta entonces, en el núcleo central del BLA no existían diferencias fundamentales. Los documentos, resoluciones, así como la correspondencia, lo atestiguan. La interacción entre el jefe y su medio -el uno alimentando al otro- puede explicar cómo militantes obreros e intelectuales de valor, siguieron casi ciegamente la deriva de Posadas. 
 
Esos años fueron marcados por la revolución cubana. Sus efectos encontraron eco en toda América Latina. La solidaridad con Cuba pasó a ocupar un primer plano. Los trotskistas del BLA apoyaron desde el primer momento. Fanjul participó en Chile, a fines de 1959, a la reunión preparatoria del Primer Encuentro Internacional de Juventudes, convocado por los cubanos, y luego al Congreso en La Habana que tuvo lugar en 1960. El recordaba siempre esta experiencia. La delegación trotskista libró una importante batalla, basada en el sostén a la revolución, pero al mismo tiempo opuesta a la política y al modelo del "socialismo" burocrático. Esto motivó el ataque agresivo de los estalinistas, agresión que fue parada gracias a la intervención del  "Che" Guevara. En los tres meses que residió en Cuba, Fanjul pudo entrevistarse con el "Che" y éste lo acompañó al aeropuerto cuando su regreso a Argentina, hecho significativo.
 
1968, ese año clave en la historia del siglo pasado, fue  el de la ruptura entre Fanjul y Posadas. Este último escribió un artículo acusando a la dirección del POR (T) de apoyar la intervención soviética en Praga. Voz Proletaria se había pronunciado efectivamente en ese sentido, siguiendo una orientación que el mismo Posadas había definido. Se exigió una autocrítica que Fanjul nunca aceptó. Tanto él como Dora Coledesky fueron entonces expulsados ignominiosamente del partido. Sin embargo, a fines de 1968, cuando la policía uruguaya detuvo un grupo de militantes, entre ellos a Cristalli-Posadas, Fanjul propuso sus servicios como abogado, viajó a Montevideo y obtuvo la libertad de los presos. En el curso de las gestiones, Posadas ofreció a Fanjul su reintegro a la organización, propuesta que éste rechazó rotundamente. Esta  actitud dice más sobre su calidad política y humana que muchos escritos o resoluciones. 
 
En 1970, Fanjul organizó con Dora y otros compañeros, el grupo denominado "Fracción bolchevique" y luego "Nuevo Curso", que editó un periódico del mismo nombre. El Secretariado Unificado (SU), entretanto, había reconocido al PRT de Bressano (Moreno) y de Roberto Santucho como sección argentina, siguiendo la orientación pro-castrista y guerrillerista adoptada en el IX Congreso Mundial (1969). (Conviene recordar que esta orientación fue abandonada después, aunque sus consecuencias fueron irreparables). 
 
En Argentina, era un período marcado por luchas contra la dictadura (1966-1973), el ascenso del movimiento obrero y la aparición de las primeras organizacions políticas armadas. En 1969, esta la situación desembocó en el "Cordobazo", el levantamiento semi-insurreccional de la ciudad de Córdoba, al que le sucedieron otros. 
 
La dictadura cayó finalmente en 1973. Un acuerdo entre el general Lanusse, jefe de la Junta Militar, y Perón, abrió la perspectiva de la convocatoria a elecciones. El 11 de marzo de 1973, Héctor Campora, delegado personal de Perón y candidato del Frente Justicialista, fue elegido presidente con cerca del 50 % de los votos. Sin embargo, la "primavera camporista", no duró mucho tiempo. El retorno de Perón al país, el 20 de junio, se tiñó de sangre con la masacre de Ezeiza. La extrema derecha del peronismo daba el primer paso para afirmar su hegemonía y  control del movimiento. Cámpora, sin margen de maniobra, presentó la renuncia  apenas  49 días después de su asunción. Perón lo sucedió, reelegido presidente, gobernando hasta su muerte el 1º de julio de 1974. 
 
La descomposición del peronismo se acrecentó. La presidencia de Isabel Martinez de Perón fue acompañada por una grave crisis económica y el comienzo de la represión, organizada desde el aparato del Estado y los sindicatos peronistas. Fue constituída entonces la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) que asesinó en pocos meses a cientos de militantes. El 24 de marzo de 1976, las fuerzas armadas instauraron una nueva dictadura (1976-1983). El pretexto de la lucha contra la "subversión" -ERP y Montoneros-  ocultaba, en realidad, una empresa destinada a la restructuración del capitalismo. Se trataba de aplastar toda posibilidad de oposición política y social. El saldo fue el asesinato y las "desapariciones" de 30.000 personas, en un inédito sistema de "secuestro-tortura-desaparición". 
 
En el entorno de Angel y Dora comenzaron a caer compañeros. Uno de los primeros fue Raúl Premat, que venía del MOR de Buenos Aires y se había alejado tempranamente del posadismo. Poco después fue el turno de Dardo Zelarayán, viejo amigo de la época de Tucumán, así como varios otros. Con una frágil organización, aislados, sin medios materiales, Angel y Dora no tenían otra alternativa que el exilio, decidido por el grupo. En septiembre 1976, se instalaron en Francia. Allí se incorporan a la LCR donde militaron hasta la caída de la dictadura en 1983, después de la derrota en las Malvinas, que abrió la ocasión para el regreso al país a comienzos de 1984. 
 
En Francia, Fanjul, pertenecía al Comité Central y a la Comisión de Control de la LCR, así como al Comité Ejecutivo Internacional (CEI) de la Internacional, pero participaba también regularmente de las reuniones de la TMRI (la tendencia marxista revolucionaria internacional). Esta estaba animada por Michel Pablo, con quien Angel y Dora habían establecido una relación política y amistosa desde su estadía en el Chile de Salvador Allende. 
 
En ese período, importantes diferencias opusieron Fanjul a la mayoría de la  dirección nternacional y de la LCR. Entre otras, sobre la invasión soviética a Afganistan (1979) y luego -particularmente importante- sobre la guerra de las Malvinas (1982). En ambos casos, la mayoría  apoyó tanto una como otra. En cambio, Fanjul y sus compañeros se opusieron, así como los militantes que habían quedado en Argentina. No fue el caso de toda la izquierda argentina, que se embarcó alegremente en la aventura militar, salvo raras excepciones. Fanjul, con Michel Lequenne (Hoffman) y Denis Berger, entre otros, formaron la denominada "T. 3" de la LCR, también llamada "H-H." (Hoffman-Heredia). Angel y sus compañeros editaban entonces la revista Divergencia y participaron de las organizaciones de solidaridad, como el "Grupo de abogados en el exilio" (GAEF). Angel trabajaba en los archivos de la LCR y de la Cuarta, la edición de Inprecor y en otras tareas, como medio de subsistencia con un modesto salario. Vivían con Dora en un departamento HLM (sigla en francés de Alojamiento de Alquiler Moderado) de la municipalidad de Bagnolet, en la periferia popular de París.
 
Al regreso a Argentina, continuaron la actividad relanzando el grupo "Nuevo Curso". Se integraron después a una formación más amplia, el grupo "Democracia Avanzada" que realizó varias publicaciones. Raúl Alfonsín, candidato del Partido Radical, había obtenido el 30 de octubre 1983, 52 % de los votos, contra el candidato peronista Italo Luder (40 %). Alfonsín se impuso con una clara formulación antimilitarista y antiautoritaria. Los sectores populares votaron contra la dictadura y las experiencias del pasado. Por el "nunca más". La izquierda tradicional (PC y PS) fue barrida, así como las organizaciones "trotskistas" existentes, el Partido Obrero (PO) y el Movimiento al Socialismo (MAS). Todos ellos habían participado al sostén de la aventura militar en las Malvinas, y el PC y el PS, para colmo, habían llamado a votar por Italo Luder. 
 
Pero Fanjul no se hacía ilusiones. Señalaba las paradojas de Alfonsín, la importancia de la apertura democrática y el juicio a las Juntas Militares, pero también los límites sociales y políticos que le impedían ir más lejos. Criticó las leyes de la "obediencia debida" y de "punto final", impuestas por levantamientos militares y que frenaron el juicio y la condena de la dictadura y sus agentes. En 1989, agotada esta experiencia por razones diversas, entre ellas la dura oposición del sindicalismo peronista y también la fuerte presión militar, el peronismo volvió al poder. La elección de Carlos Menem como presidente (1989-1999), enterró las veleidades discursivas de un populismo tardío, para dejar paso a la política del neoliberalismo, o sea, la culminación de la reestructuración capitalista iniciada en 1976.
 
Angel siguió analizando la nueva situación política, escribió numerosos artículos y notas sobre el tema, tratando al mismo tiempo de mantener el funcionamiento de un equipo, un cuadro organizativo aunque fuera a veces informal. Había rechazado hace mucho el culto del "partido" revolucionario, grande o pequeño, como demiurgo de la historia, así como del "jefe" o la dirección infalible. Su adhésion al marxismo crítico, en ruptura tanto con la vulgata estalinista como con el trotskismo dogmático, le permitían una mirada mucho más profunda. Sus convicciones tenían como premisa que la recomposición del movimiento social, después de las derrotas del mundo de ayer, debía ser obra de su propia auto-organización, sin negar la importancia de la lucha y la organización política. 
 
Soportando con estoicismo su enfermedad, que agravaba sus antiguos problemas físicos, desplazándose con dificultad, golpeado por la prematura muerte de Paco, no perdió nunca la lucidez, la curiosidad y la voluntad de acción que caracterizaron su vida. Seguía siempre, con cierta aflicción, los avatares de la Cuarta Internacional y en particular la evolución del trotskismo argentino, en la diversidad de sus grupos. Angel vivía, en su casa de Ituzainzó, rodeado del cariño de Dora y su familia, los nietos, los compañeros y amigos de una larga trayectoria común. Sabía que el viejo dilema "socialismo o barbarie" era más pertinente que nunca. Pero no perdía su optimismo de siempre, convencido que las contradicciones del capitalismo -llevadas al paroxismo de su expansión mundial- contenían siempre los gérmenes de la revuelta y de la revolución social. Angel Fanjul se extinguió así, como había vivido toda su vida, comprometido con la causa de la emancipación humana, como un revolucionario internacionalista consecuente. 
 
París, 25 de abril de 2009.
 
* Hugo Moreno, miembro del Consejo Editorial de Sin Permiso, es docente-investigador en Ciencias Políticas de la Universidad de Paris 8 - Vincennes en Saint-Denis.boletín solidario de información - edición internacional


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