Libia/ !apoyo incondicional a la insurrección del pueblo de Libia! [MPS - La Breche]

ernesto herrera germain5 en chasque.net
Dom Feb 27 12:46:53 UYST 2011


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boletín solidario de información
Correspondencia de Prensa 
27 de febrero 2011
Colectivo Militante - Agenda Radical
Gaboto 1305 - Montevideo - Uruguay
redacción y suscripciones: germain5 en chasque.net

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Libia

¡Apoyo a la insurrección del pueblo de Libia!

 
Movimiento Por el Socialismo (MPS, Suiza)
La Breche, 26-2-11
www.alencontre.org/
Traducción de Ernesto Herrera - Correspondencia de Prensa



1. La ola de revoluciones democráticas - donde la primera etapa se cruzó en Túnez y Egipto - viene acompañada de movilizaciones de distinta amplitud en un número creciente de países del Magreb y de la península Arabica. Las clases trabajadoras de Túnez y Egipto se esfuerzan en concretar sus demandas democráticas y sociales y de deshacerse de los restos aún visibles antiguo del régimen. En Libia, desde el 17 de febrero (en realidad a partir del 15), estalló un verdadero levantamiento contra el poder dictatorial del coronel Mouammar Kadhafi. 

Más allá de las noticias dispersas ¿los medios de comunicación televisados informan de los hechos? Las fórmulas más corrientes: ¡"el caos reina! "; ¡"se asiste a un desencadenamiento de violencia! ". En Libia, hay una ¡clase de "violencia ciega" entre "tribus"! He aquí la traducción: una postura eurocentrista, que exhala racismo.

Ahora bien, las masas levantadas de Libia pretenden revertir  - inicialmente las "manos desnudas" - un régimen despótico y destruir los pilares de su aparato de Estado represivo. ¿Qué nombre dar a tales acontecimientos? Una revolución. Es decir, hay  masas populares de una parte y, del otro, el Estado de Kadhafi con sus mercenarios, que destroza con armas pesadas a un pueblo en marcha. 

Ciertamente, el desarrollo de tal revolución no permite predecir su futuro, ni el de la brutalidad sin límites con la cual el déspota y sus esbirros pueden aún reaccionar. Pero, claramente, no se trata "de un caos". Nuestra solidaridad incondicional debe expresarse con la lucha para los derechos civiles, cívicos y sociales que se afirman en esta revolución. 

El término "caos" no es elegido aleatoriamente por los regímenes occidentales que, desde hace unos años, habían aumentado las compras (ya antiguas) de petróleo y de gas y aumentado masivamente las ventas de armas al régimen del "Guía" de la revolución verde. 

2. Una de las diferencias importantes entre las revoluciones democráticas en Túnez y Egipto y la actual revolución en curso en Libia, es simple de percibir: en Libia es atacado el núcleo duro del poder represivo, policial y militar. Arriesgando explotar. En todas las cancillerías occidentales una cuestión se plantea: ¿existe un grupo funcionarios y oficiales - entre los tantos que han desertado - apto para garantizar una "transición controlada", como en Egipto o Túnez? Para ¡evitar "el caos"! Eso sobre todo teniendo en cuenta que los vínculos entre las fuerzas represivas del régimen de Kadhafi y las fuerzas armadas de los Estados Unidos o de Europa son desde hace tiempo cualitativamente más frágiles que en Egipto o en Túnez. Otra diferencia. 

No es una casualidad que las condenas de las masacres emitidas por los gobiernos occidentales se hagan oír con más fuerza cuando se acentúa el hundimiento del poder despótico. 

Un embajador libio tras otro fueron dimitiendo, de Suecia a Indonesia pasando por Francia. El embajador agregado de la misión libia en la ONU, Ibrahim Dabbashi, habla, el 21 de febrero, de "genocidio" y "pide a los países del mundo entero supervisar atentamente toda transferencia de dinero procedente de Libia". El 22 de febrero, en la noche, el Ministro de Interior, el general Abdul Younis, renuncia. Afirma apoyar lo que él denomina "la revolución del 17 de febrero". El Ministro de la Justicia (sic) lo había precedido. Youssef Sawani - el consejero del hijo de Kadhafi: Saif AL-islam Kadhafi - hizo lo mismo. 

Todos estos tránsfugas de última hora no disponen de una gran credibilidad para garantizar "una transición" si se derroca al dictador y su clan es liquidado. No obstante, ciertamente, serán reclutados para una "transición en orden". Sus dimisiones, muy públicas, son por otra parte de las ofertas de servicio.

3. En tal contexto - más allá de las lágrimas de cocodrilos vertidas debido "a la utilización desproporcionada" (sic) de la fuerza contra los manifestantes - en el seno de la Unión Europea y la Casa Blanca se carbura para que las reservas de petróleo y gas así como "el nuevo poder" caigan en buenas manos. Estas intenciones de las potencias imperialistas tendrán algunas dificultades de concretarse en Libia, a muy corto plazo, por las razones indicadas anteriormente. 

Por ahora, la prioridad para las y los que están del lado de las masas populares que luchan contra el poder masacrador, consiste en apoyar todas las ayudas médicas que pueden aportarse desde Egipto a Tobrouk, Benghazi, etc. Médicos egipcios ya lo comienzan a hacer, desde el 24 de febrero: 24 ambulancias de las unidades de emergencia. Lo mismo sucede para la ayuda alimentaria. El refugio debe estar garantizado en Túnez para aquellos libios que tienen necesidad de escapar de los crímenes de los esbirros kadhafistas. El congelamiento y la confiscación de los bienes de Kadhafi debe hacerse inmediatamente y estas sumas devueltas, mañana, al pueblo de Libia. Una ruptura de todos los contratos comerciales pasados con el régimen debe concretarse. El cese de las compras de petróleo y gas debe entrar en vigor. Todas las entregas de armas deben paralizarse. Los distintos gobiernos deben impedir la entrada de mercenarios a Libia. Esto puede ayudar, concretamente, al pueblo libio a tener un control (contra las maniobras imperialistas) sobre el proceso revolucionario que está en desarrollo y por el cual ya pagó con millares de muertos y heridos.

4. La otra faceta de la actitud ante esta revolución en Libia es, a menudo por una conveniencia política, camuflada. Es necesario recordar algunos hechos a los que manifiestan "su emoción" cuando se dirigen a los representantes diplomáticos en Suiza del régimen del presidente Chávez de Venezuela. Parece necesario. 

Sobre el sitio del "Gobierno Bolivariano de Venezuela", con fecha del 1 de septiembre de 2009, se afirma esto: "A su modo de ver [del presidente Hugo Rafael Chávez Frías], su homólogo Mouammar Kadhafi está creando un modelo propio de desarrollo, un socialismo propio, un socialismo libio, cosa que pocos países obtuvieron. "Chávez menciona, en la misma declaración, como otros "modelos propios de socialismo" los de Nasser o de Fidel Castro. 

Por otra parte, Fidel Castro, en uno de sus escritos semanales con fecha del 21 de febrero de 2011, declara que "será necesario esperar el tiempo necesario para conocer de verdad lo que hay de verdad y mentiras o de semiverdades en lo que se nos dice de la situación caótica (sic) en Libia". Saca una conclusión: "Lo peor ahora sería hacer silencio sobre el crimen que la OTAN se prepara a cometer contra el pueblo libio. Para los jefes de esta organización belicista, hay urgencia. Es necesario denunciarlo." 

Es decir, la urgencia no es denunciar la matanza de las "fuerzas de seguridad" del coronel Kadhafi contra el pueblo libio, ni elegir el campo del levantamiento popular. Habría que pronunciarse  contra la intervención. futura ¡e hipotética de la OTAN que va "a ocupar Libia"! Ya que la situación, como lo dicen los medios de comunicación occidentales, ¡es "caótica"! 

Fidel Castro, para mejor argumentar, cita en su artículo al ministro venezolano de Asuntos Exteriores, Nicolás Maduro. Este último expresó al pueblo libio el deseo de encontrar "en el ejercicio de su soberanía, una solución pacífica a sus dificultades, de tal modo de preservar su integridad y la de la nación, sin injerencia del imperialismo". Ahora bien, ¿cómo podía ejercer su soberanía un pueblo oprimido, reprimido, incluso torturado - como lo son los refugiados encerrados en los campos de retención libios financiados por Italia y Europa - que no dispone de constitución, del derecho a formar partidos políticos, ni sindicatos, ni tener una prensa libre? Es para llorar cuando un representante principal pronuncia estas infamias a nombre de la ¡dicha "revolución bolivariana"! 

Estos recordatorios son tanto más necesarios cuanto que el régimen libio a instaurado, desde 1988, "el premio Mouammar Kadhafi de los derechos humanos". Un premio quién debería honrar a "las personalidades y las organizaciones que desempeñan un papel destacado en el ámbito de los derechos humanos". En 1998, Fidel Castro recibió este premio; en 2000 el premio fue para Evo Morales que todavía no era presidente  de Bolivia, y para el Centro Europeo para el Tercer Mundo (CETIM) de Ginebra; en 2004 lo recibió Hugo Chávez y en 2009 Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, ¡quién acaba de apoyar, sin reserva, a Kadhafi! La "realpolitik"  que ofrece, al menos, un sillón confortable - en lugar de la acción propia e independiente de los trabajadores y de las masas populares - continúa afectando a una determinada izquierda con motivo de esta revolución en Libia. 

5. La economía libia se desplomó. En efecto, su funcionamiento se basaba de sobra en el trabajo de 60.000 personas provenientes de Bangladesh, de 30.000 filipinos, de 23.000 tailandeses, de 18.000 hindúes, de 33.000 chinos en los sectores de la construcción e infraestructuras; sin hablar de los egipcios y tunecinos. Ahora bien, estos trabajadores huyen en masa del país. Una parte de la exportación del gas y del petróleo no está ya bajo control del poder en la región de Cyrinaica El régimen perdió una pierna. 

Kadhafi utilizó mucho las alianzas entre tribus (Warfallah, Kadhafa - la suya - y Makarha) en la organización del poder y la distribución de puestos y del control de algunas zonas geográficas. Pero será abusivo presentar a la sociedad libia actual como un "simple conglomerado de tribus". Esta "descripción" simplista y reduccionista tiene por objeto reforzar las posiciones de las potencias que querrían legitimar distintos tipos de intervenciones y, sobre todo, las soluciones de continuidad reciclando elementos claves del régimen. 

6. La población combatiente de las distintas ciudades, al Este y ahora al Oeste, logró cambiar los poderes locales. El 24 de febrero, Kadhafi alegó - con un aire de tirano descompuesto - un complot de conspiración de !Al Qaida! Todavía puede utilizar a la Brigada Khamis para cometer otra carnicería. Ahmed Kadhafi Al-Dam, un primo del coronel y uno de los más altos responsables del régimen, rompió con él y denunció "las graves violaciones contra los derechos humanos". El ex Ministro de Justicia Moustafa Abdel Galil, en la ciudad de Al Baida (al este) puso en guardia contra la posibilidad de utilización de armas químicas, con un componente genocida; lo que exigiría, si eso pasara, de romper el brazo del que lo ordena. Ese es lo que está en el espíritu de lo que explica Alain Gresh en su blog de Le Monde Diplomatique. (1) 

Por el momento, manifestar la solidaridad con el pueblo libio tanto en los países occidentales como en el "mundo árabe", consiste en aislar al dictador y apoyar al pueblo libio de las formas más amplias y visibles posibles. Y dejar atrás en Europa a los delirios semi-racistas sobre !el flujo de inmigrantes! 


1) Nota de Correspondencia de Prensa: ver artículo de Alain Gresh, "¿Es necesario intervenir militarmente", Correspondencia de Prensa, 25-2-11.

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