Grecia/ no al nuevo memorándum, no a la austeridad, no a las privatizaciones [DEA - Comité Central de Syriza]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Jul 16 17:07:22 UYT 2015


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Correspondencia de Prensa

boletín informativo – 16 de julio 2015

 <mailto:germain5 en chasque.net> germain5 en chasque.net

A l’encontre – La Breche

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Grecia

"No al nuevo memorándum, no a la austeridad, no a las privatizaciones"

Red Network (DEA)

La mayoría del Comité Central de Syriza rechaza el acuerdo

Declaración de 109 miembros (de 201) del Comité Central de Syriza

A l´encontre-La Breche

http://alencontre.org/

Traducción de Viento Sur

Este 15 de julio en Grecia es un día de protesta contra el tercer plan de
austeridad impuesto, de facto, por el conjunto de las instituciones
internacionales; es decir, el Eurogrupo (reunión informal de ministros de
finanzas de la UE), el BCE, el FMI y el Consejo Europeo. Es verdad que el
gobierno de la gran coalición alemana (CDU/CSU-SPD) dispone de un peso
preponderante. Pero más allá de las divergencias que expresan intereses de
segundo orden, todos los gobiernos de la UE han avalado este diktat. Era
preciso infligir una derrota al gobierno griego cuya columna vertebral es
Syriza.

Este 15 de julio es también un día de protesta contra la aceptación, situado
entre la espada y la pared, del programa plurianual de austeridad por parte
del ministro Alexis Tsipras. Ayer por la noche, Tsipras declaro por TV que
"el no creía en ese acuerdo" pero que no había otra solución y que no había
que salir del euro.

Convocada por Adedy (Confederación sindical de la función pública) este
mediodía se ha celebrado la primera manifestación en Atenas . La
manifestación ha partido de la plaza Klathmonos para desembocar en la plaza
Syntagma. El lema era "No al nuevo memorándum. No a la austeridad. No a las
privatizaciones. Luchemos hasta la victoria". Gregoris Kalomenis, miembro de
la dirección de Adedy ha centrado su discurso en la necesidad de continuar
luchando contra la austeridad, sea cual sea el gobierno. La organización de
"masas" del KKE (Partido Comunista), el PAME, ha organizado otra
manifestación. Este sectarismo provoca una división irresponsable entre las
y los asalariados. Esta tarde está convocada una concentración a las 19:30
ante el Parlamento, justo a la hora en que se debatirá este tercer
memorándum.

Se multiplican, también, las declaraciones de las secciones locales y
regionales de Syriza en contra del acuerdo . Un documento contra el mismo ya
ha reunido la firma de 109 (de los 201) miembros del Comité Central de
Syriza; es decir, una mayoría absoluta. El secretario de organización de
ésta organización, Tassos Koronakis, se ha manifestado contra el acuerdo y
ha exigido la dimisión del gobierno y la puesta en pie de un gobierno de
transición hasta que se realicen nuevas elecciones en noviembre. Para que
"coincidan" en el tiempo con las elecciones en el Estado español con, hemos
de confesarlo, ilusiones sobre la posición de la dirección de Podemos. 

Las Corriente de izquierda (Lafazanis) y la Red Network se oponen a esta
propuesta ya que implica una aplicación "transitoria" del acuerdo. Ambos
llaman a rechazarla.

Es teniendo en cuenta estos elementos como hay que leer la declaración de la
Red Network (DEA), difundida hoy, cuya traducción publicamos a continuación.
La Red Network forma parte de la Plataforma de izquierda junto a la
Corriente de Izquierda, en el seno de Syriza. (Redacción de A l’encontre)

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¡No a otro memorándum en nuestro nombre!

Red Network (DEA)

Apenas una semana después del masivo Oxi! (No) en las urnas del referéndum
del 5 de julio (61,3 %), el núcleo dirigente del gobierno y Alexis Tsipras
han vuelto de las "negociaciones" de Bruselas aceptando un terrible
memorándum, social y fiscalmente más duro que los dos precedentes (2010 y
2012) y en el que destaca su carácter colonial.

Este memorándum amenaza con atropellar a la mayoría social que vive de su
trabajo y que a lo largo de los últimos años ha sufrido políticas de
austeridad extrema bajo los dos memorándum precedentes que destruyeron lo
que quedaba de las conquistas sociales conquistadas hace muchos años.

Tsipras y su gobierno han traicionado el aplastante No del pueblo griego, al
firmar un acuerdo bastante peor que el propuesto por Juncker [Presidente de
la Comisión Europea] y que, tal y como lo pedía el gobierno, fue rechazado
en el referéndum del 5 de julio.

Este memorándum, con unas cláusulas coloniales sin precedentes, completa el
desastroso empeño de transformar Grecia en una colonia de la deuda en el
seno de la Unión Europea. Se trata de un deshonor para la izquierda porque
ha sido aceptado en su nombre, tanto por la dirección de Syriza (como por el
gobierno dirigido por él), después de llegar al gobierno como consecuencia
de su compromiso histórico a favor de la abolición de los memorándum y del
rechazo de la austeridad.

Este nuevo memorándum, desde el momento en que transforma a Syriza en un
gobierno de austeridad, con cada vez más ministros pro-austeridad (sobre
todo si se aparta a los ministros de izquierda y se abre la puerta a los
partidos de la derecha austeritaria), en la práctica, pone patas arriba al
gobierno dirigido por Syriza (no solo programáticamente sino también
políticamente).

Además tendrá un efecto destructivo para la propia Syriza: ejerciendo
chantaje sobre Syriza para que se convierta en la campeona de la aplicación
de las políticas de austeridad; rompiendo sus lazos con la mayoría de la
clase obrera y enfrentándole a ella; transformándole en un partido
social-liberal, un partido de la austeridad y del autoritarismo.

El nuevo memorándum implica un doble ataque a los principios fundamentales
de la izquierda y de su fuerza moral; engaña a la gente que creía en sus
promesas (que no son de última ahora) de abolir los memorándum y de derrotar
a la austeridad; y, también, a toda la gente que ha contribuido al
aplastante No que se expresó en el referéndum.

El acuerdo da carta de naturaleza a la austeridad y a los partidos
pro-austeridad ofreciéndoles la oportunidad de afirmar que Syriza y la
izquierda han acordado un memorándum peor que los suyos. Además, constituye
un obstáculo en la lucha contra el capitalismo local e internacional,
haciéndoles aparecer como insuperables, capaces de derrotar y humillar a un
gobierno de izquierdas.

Por todas estas razones, el nuevo memorándum conlleva un serio riesgo de
generar una desilusión masiva en el seno de la izquierda y en los movimiento
sociales, alimentando el riesgo de que ese descontento popular sea explotado
por la derecha, la extrema derecha y los fascistas.

Si el acuerdo alimenta todos estos riesgos, cuyas primeras consecuencias ya
son visibles, es importante luchar para acabar con él. El potencial para
bloquear y revertir el nuevo memorándum y, también, para izar la bandera de
la izquierda que algunos, de forma criminal, quieren echar por tierra, es
grande.

El pueblo del No -esa fuerza popular masiva, la alianza de clase de las y
los trabajadores, de los pobres y de la juventud que emergió en la batalla
del referéndum- sigue ahí y nos muestra que la voluntad para luchar, así
como la cólera que generan sus condiciones de vida, no solo existe sino que
ha aumentado en el seno de la sociedad. La dirección de esta lucha contra el
nuevo memorándum puede recaer en nuevas manos. Esto significa que la lucha
continuará con el mismo objetivo de siempre: abolir los memorándum y
revertir la austeridad.

También en Syriza, continúa existiendo la Syriza de izquierda y su alma
radical. El gobierno y el ala moderada del partido consideran, con razón,
que esta izquierda puede ser un obstáculo en la gestión y la puesta en
marcha del nuevo memorándum y profieren amenazas en torno a medidas
disciplinarias y de expulsión. Exigen disciplina en torno a las decisiones
del partido.

Ahora bien, para la izquierda, lo más importante es la disciplina en torno a
su programa y a su estrategia política, que comporta la derogación de los
memorándum, revertir la austeridad, renunciar al pago de la deuda y poner en
pie las medidas básicas del programa de Tesalónica de Syriza (hecho público
en setiembre de 2014). Es decir, una disciplina en torno a los principios y
valores inviolables de la izquierda, así como una disciplina a las
decisiones colectivas adoptadas en torno a esas dos cuestiones.

En Syriza, eso significa una disciplina al programa de su Congreso
fundacional y a sus compromisos preelectorales, al programa de Tesalónica y
al mandato popular recibido en las elecciones de 25 de enero y con el No del
5 de julio.

Nosotros somos la Syriza que respeta todo esto y que hace un llamamiento a
la disciplina a quienes osan pisotear el doble mandato popular así como los
principios, los valores y las decisiones colectivas de Syriza. Para la
izquierda, la disciplina no significa una disciplina a las decisiones
arbitrarias del "líder" y del pequeño círculo que gravita en torno a él.

Ha llegado la hora en que Syriza se implique en la lucha e impida la
desastrosa decisión de firmar un nuevo memorándum.

Por último, pero no menos importante, también existe la izquierda que no
está en Syriza, la de los movimientos sociales y la del voto No.
Cualesquiera que sean los errores cometidos y los desacuerdos que hayan
podido existir entre nosotros, durante estos últimos años hemos estado
juntos en la calle y en las luchas y hemos ganado la batalla del referéndum
del 5 de julio. En este nuevo ciclo de luchas sociales y políticas, podemos
y debemos trabajar codo con codo.

Esta es nuestra lucha y, también y al mismo tiempo, la lucha contra la
desmoralización y la decepción y a favor de un nuevo compromiso por nuestra
parte en la lucha de masas. Sin moralismos, porque se trataría de nuestro
"deber", sobre la base tanto de la razón como de la imaginación, con la
convicción realista de que, juntos, el pueblo del No y el partido del No que
es Syriza, las fuerzas de Syriza y, también, las fuerzas del resto de la
izquierda (esas para las que No significa No, y para las que no puede ser
transformado en un "puede ser" o, peor aún, en un Si), podemos ganar. Juntos
podemos dar esa batalla y también ganarla.

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La mayoría del CC de Syriza rechaza el acuerdo. ¡La lucha continúa!

Declaración de 109 miembros (de 201) del Comité Central de Syriza

El 12 de julio se ha producido un golpe de Estado en Bruselas. Ha quedado
demostrado que el objetivo de los dirigentes europeos era infligir un
castigo ejemplar a un pueblo que imaginó una via distinta a la austeridad
extrema del modelo neoliberal. Se trata de un golpe de Estado dirigido de
forma directa contra las reglas más elementales de la democracia y de la
soberanía popular.

El acuerdo firmado con las "instituciones" se dio tras las amenazas de
asfixia económica inmediata. Representa un nuevo memorándum que impone
condiciones de tutela odiosa y humillante, que destruyen a nuestro país y a
nuestro pueblo.

Somos conscientes de las presiones -hasta la asfixia- que se han ejercido
durante las negociaciones sobre la parte griega. Sin embargo, consideramos
que el NO del pueblo obrero durante el referéndum no autoriza al gobierno a
ceder ante las presiones de los acreedores.

Este acuerdo no es compatible con las ideas y los principios de la
izquierda; pero, ante todo, no es compatible con las necesidades de las
clases trabajadoras. Esta propuesta no puede ser aceptada por la afiliación
y los cuadros de Syriza.

Exigimos una reunión urgente del Comité Central y llamamos a la afiliación y
a las y los cuadros y diputados de Syriza a mantenerse unidos en el partido
sobre la base de nuestros compromisos programáticos y las decisiones
adoptadas en nuestra conferencia de Atenas el 15 de julio de 2015.

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