Brasil/ la calle contra la política de Dilma Rousseff [Antonio Jiménez Barca]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Lun Mar 16 20:59:35 UYT 2015


  _____

Correspondencia de Prensa

boletín informativo – 16 de marzo 2015

 <mailto:germain5 en chasque.net> germain5 en chasque.net

A l’encontre – La Breche

 <http://www.alencontre.org/> www.alencontre.org

  _____

Brasil

La calle contra la política de Dilma Rousseff

La protesta contra la presidenta en São Paulo es la más multitudinaria de la
democracia

Antonio Jiménez Barca, desde São Paulo

El País, Madrid, 16-3-2015

http://internacional.elpais.com/

En el vestíbulo de la estación del metro Faria Lima, en São Paulo, al lado
de la ventanilla de los billetes, una señora de unos 50 años vestida con la
camiseta amarilla de la selección brasileña enarbola un cartel en el que
arremete contra la corrupción de Petrobras, la marcha de la economía y,
sobre todo, contra la —a su juicio— culpable de todo, la presidenta de
Brasil, Dilma Rousseff. No dice nada. No grita nada. Ni siquiera se mueve
hacia el andén. Solo muestra el cartel. Un hombre de la misma edad vestido
con ropas más pobres, de una clase social más baja, se dirige a ella y le
dice: “Dilma no se va a ir porque ella no robó”.

La señora del cartel mira al hombre y no le contesta, sigue muda con el
cartel extendido durante un rato, con el gesto de alguien muy enfadado. Se
llama Liliana, es psicóloga. “Dilma nos ha mentido. Pinta un país de color
de rosa en la televisión. Dijo una cosa en la campaña, y ahora hace otra.
Sube los impuestos. Y la luz. Y la educación sigue muy mal, y el transporte,
y todo. Me gustaría vivir en el país que ella describe. No pido su
impeachment [destitución]. Pido que diga la verdad a la gente”. Después,
Liliana enrolla el cartel y se suma al río inmenso de manifestantes que se
dirige a la línea que lleva a la Avenida Paulista, en el corazón de São
Paulo, epicentro de la protesta contra Rousseff y su partido, el PT, en todo
el país.

Un millón de personas solo en São Paulo, según la policía, y 210.000 según
el sistema de medición utilizado por el diario A Folha de São Paulo, a las
que hay que sumar varias decenas de miles más repartidas por todo Brasil,
salieron este domingo a la calle para gritar, sobre todo, “Fuera Dilma”. La
de São Paulo constituye la más multitudinaria de la democracia brasileña.
Muchos, como la psicóloga del cartel, no piden directamente la destitución
parlamentaria de la presidenta —origen remoto de la protesta— sino que
buscan expresar un rechazo a la marcha de un país y a la actitud de una
presidenta.

Los manifestantes que este domingo abarrotaron la principal avenida de São
Paulo pertenecen a las clases medias más educadas, mejor preparadas y más
informadas del país. Son médicos, profesores, informáticos, vendedores,
dueños de comercios, abogados propietarios de negocios o estudiantes, entre
otros. La inmensa mayoría vestía la camiseta de la selección nacional de
fútbol y muchos se envolvían en banderas brasileñas. Se quejaron de que el
país coquetee con la recesión, se quejaron aún más de que el Gobierno haya
subido los impuestos, haya ordenado recortes y haya engordado las tasas de
la gasolina y de la luz. Pero, sobre todo, se quejaron de que la presidenta
les ignore: “En el discurso del domingo pasado Rousseff dijo que la culpa de
la crisis la tienen los otros países, no asumió sus culpas de la corrupción
y dijo que había que hacer recortes cuando en la campaña electoral ni los
había mencionado. Nos toma por tontos. Y eso no”, decía José Arménio, un
vendedor de material quirúrgico de 35 años.

La mayoría de los asistentes pensaba igual. Otros recordaban que Rousseff
había mencionado solo de pasada la corrupción que carcome la principal
empresa del país, la petrolera Petrobras, como si ella no hubiera dirigido
el país en los últimos cuatro años o no hubiera sido ministra de Energía
antes de eso.

El incontestable éxito de la manifestación pone una pelota peligrosa en el
tejado de un Gobierno ya de por sí atribulado. No ya por la petición de
impeachment (pocos líderes políticos de la oposición se muestran favorables
por razones jurídicas y políticas) sino por el enorme, creciente y público
rechazo social —o de esta parte de la sociedad— que experimenta Rousseff,
reelegida —por un extrecho margen— hace tan solo cinco meses. La legislatura
va a ser dura. Hace dos días, una marcha convocada por los sindicatos en
apoyo a Rousseff congregó en São Paulo poco más de 40.000 personas. Y muchas
de ellas se manifestaron, además, en contra de las medidas del ministro de
Economía, el liberal Joaquím Levy, el liberal artífice de los programas de
ajuste.

Así, a la economía atascada, a la política enfangada (por la oposición del
Congreso) y a la corrupción rampante, a Rousseff se le ha levantado un nuevo
frente imprevisible: el de las protestas masivas callejeras. Y a juzgar por
el número de manifestantes que han salido a la calle, no va a detenerse
aquí.

  _____





---
Este mensaje no contiene virus ni malware porque la protección de avast! Antivirus está activa.
http://www.avast.com


------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20150316/ca02f6fd/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa