Grecia/ ¿quien ocupará la Villa Maximos? (Charles-Andre Udry)

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mie Sep 23 11:23:43 UYT 2015


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Correspondencia de Prensa

boletín informativo – 23 de setiembre 2015

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A l’encontre – La Brèche

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Grecia

 

¿Quien ocupará la Villa Maximos?

 

Charles-André Udry *

 

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Traduccion de Viento Sur

 

http://www.vientosur.info/

 

 

Alexis Tsipras, a la cabeza de una Syriza pro-Memorándum, ha salido vencedor
de las elecciones anticipadas al 20 de septiembre de 2015. Ahora bien, John
Henley, del The Guardian, atribuía a Maarten Verwey el papel de inquilino -o
al menos de coinquilino- de la Villa Maximos, la residencia del primer
ministro. Pero, ¿quien es Maarten Verwey? Se trata de un funcionario
holandés del Ministerio de finanzas, que estuvo en Chipre y ahora está a la
cabeza de la task force (grupo de trabajo) de la Unión Europea que se ha
instalado en Atenas. El Memorándum firmado por Tsipras el 13 de julio
-adoptado por una amplia mayoría parlamentaria [en la legislatura]
precedente (Syriza, Griegos independientes, Nueva Democracia, Pasok y de To
Potami)- obliga al gobierno a contar con el acuerdo previo de la Comisión
Europea, el Banco Central Europeo y el FMI a la hora de adoptar el conjunto
de leyes que sirva para aplicar un nuevo programa de austeridad. Maarten
Verwey sera el procónsul de los acreedores y de sus instituciones.

 

Es por eso que, con toda razón, Romaric Godin define a la coalición salida
de las elecciones -Syriza y Griegos independientes- "de mayoría para aplicar
el memorándum firmado por Alexis Tsipras. Un acuerdo que determina de forma
muy concreta la tarea del próximo gobierno que apenas tiene margen para
definir nada. En octubre, de acuerdo con el punto 2.1 del memorándum, Alexis
Tsipras deberá presentar un presupuesto suplementario para 2015, un proyecto
de presupuesto para 2016 y un "plan presupuestario" hasta 2019 "basados en
un paquete de medidas cuantificadas y reformas estructurales de calado y
creíbles". El texto del acuerdo describe una gran parte de esas medidas,
sobre todo una segunda reforma de las pensiones y la supresión de varias
prestaciones". En una palabra, los derechos democráticos de los ciudadanos y
ciudadanas griegos tiene el estatus que se otorga a la población en un país
colonial.

 

Tsipras: el emisario

 

Todos los comentarios insisten sobre el índice de abstención, 43,43 %, el
más alto desde el fin de la dictadura en 1974. Syriza ha obtenido el 35,46 %
de votos (145 escaños, contando el bonus de 50 para el partido ganador);
Nueva Democracia, 28,10 % (75); Amanecer Dorado (neonazis) 6,99 % (18);
Pasok-Dimar, 6,28 % (17 escaños), KKE (PC) 5,55 % (15 escaños); To Potami,
4,09 % (11 escaños); Griegos Independientes, 3,69 % (10 escaños); Unión del
Centro, 3,43 % (9 escaños). La Unidad Popular -partido creado entre otros
por la Corriente de Izquierda y Red Network que contaba con el apoyo -como
candidata- de Zoe Konstantopoulou, ex presidenta del parlamento- no ha
logrado más que el 2,86 % de los votos y, por tanto, no tendrá
representación parlamentaria al no haber superado la fatídica barra del 3 %.
El inesperado acceso al parlamento de la Unión del Centro, del Vassilis
Leventis, que en enero obtuvo el 1,79 % de votos, es un expresión de la
deriva politico-mediática: en su candidatura, Leventis incorporó a 6
miembros directos de su familia y a otros candidatos sin ninguna experiencia
política. (El País, 21/09/2015)

 

No está en nuestras manos realizar una "sociología" de los resultados
electorales como la que se aventuran a realizar algunos politólogos. Sin
embargo, podemos avanzar la constatación realizada por militantes activos de
la Unidad Popular: el giro de 180 grados operado por la dirección de Syriza
tras el referéndum del 5 de julio -aunque ya se perfilaba desde el 20 de
febrero- ha suscitado una desorientación fuerte entre los asalariados y
asalariadas y entre quienes se identificaron con la perspectiva de hacer
frente a las políticas de austeridad, con la que se presentó [Syriza] en
enero de 2015.

 

En el seno de la Unidad Popular se ha subestimado, en parte por el shock
producido por el "no" del 5 de julio, el sentimiento de la enorme dificultad
para hacer frente al conjunto de los mecanisos internos y externos de la
máquina austeritaria existente en las capas populares. Ahora bien, como ya
señalamos en otros artículos, la movilización social estaba estancada desde
finales de 2012. Como fruto de ello, la voluntad de bloquear los efectos
socialmente mortales de los dos primeros memorándums (2010 y 2012), se
manifiesta a través de la delegación en el gobierno simbolizado en la
carismática persona de Tsipras. A esto se añade la fatiga propia que generan
los imperativos cotidianos derivados de la necesidad de reorganizar la vida
en casi todos sus facetas. El éxodo obligado de entre 400 000 y 500 000
personas, en muchos casos cualificadas, revela también la pérdida de vigor
del denominado tejido social y la dificultad de proyectarse hacia el
porvenir, que tuvo un breve paréntesis en los 15 días anteriores al "no" del
5 de julio (61,3 % a favor del "no"). Así pues, existen elementos que
explican la abstención.

 

La dirección de Tsipras ha sabido aprovechar tanto de la inercia del proceso
de delegación a favor de Syriza, como del rechazo, aún presente, hacia los
"viejos partidos del sistema". Partiendor de ahí, en el centro de la campaña
desarrollada por el aparato en torno a una Syriza gubernamental se ha
impuesto un tema: frente a los diktats de los acreedores somos los únicos
que pueden mitigar sus efectos sociales y estar dispuestos a negociar una
reestructuración de la deuda. Como lo confirman los resultados, este mensaje
ha calado. A pesar de lo que suponían algunos análisis, la desafección
militante que ha sacudido de forma clara a Syriza no ha influido en los
resultados electorales. Si bien se ha producido la transformación [de
Syriza] en partido pro-memorádum, con el resultado de una ruptura parcial de
la coalición militante, la alternativa ha llegado por la vía de un aparato
político-clientelar e institucional.

 

En el clima socio-político dominante en Grecia, se necesitaba ser un
académico y partidario del "voto racional" para pensar que un sector social
amplio votaría en base a prever de forma lúcida los efectos concretos del
conjunto de las medidas derivadas del memorándum. Más aún cuando el control
del tiempo electoral estaba en manos del aparato salido del gobierno de
Syriza y que la Unidad Popular tuvo que organizarse precipitadamente, con
una capacidad de comunicación, vinculada a una red social activa, débil; los
comités por el "no" del referéndum [los comités unitarios que se organizaron
para la campaña del referéndum] no se consolidaron. Salvo raras excepciones,
la difusión del mensaje de la UP no era clara.

 

Más alla de los resultados globales

 

Un examen esquemático de algunos resultados en algunas de las
circunscripciones electorales puede que resulte útil.

 

En los dos distritos de Atenas (A y B) se pueden observar, porcentualmente,
los siguientes resultados:

 

-Syriza: 31,55 y 35,21 (en enero de 2015, obtuvo 33,61 y 37,09)

-Unidad Popular: 3,58 y 3,77

-KKE: 5,83 y 6,80 (en enero: 6,04 y 6,93)

-Amanecer Dorado: 6,91 y 5,64 (en enero: 7,05 y 5,73)

 

En los dos distritos del Pireo (A y B, respectivamente):

 

-Syriza: 33,62 y 42,05 (en enero de 2015, obtuvo 34,40 y 42,06)

-Unidad Popular: 2,95 y 3,77

-KKE: 5,14 y 7,94 (en enero: 5,27 y 8,18)

-Amanecer Dorado: 7,83 y 8,49 (en enero: 7,44 y 7,80)

 

A primera vista, aun cuando no exista un estudio sobre la transferencia de
votos, siempre y cuando ello sea posible, la distribución de los votos a los
partidos no se ha visto alterada por la presencia de la Unidad Popular en
estos cuatro distritos significativos. Aunque es cierto que en el distrito
de Atenas A, la presencia de candiatos mediáticos de Unidad Popular -como el
caso de Zoe Konstantopoulou- explica probablemente el relativo retroceso de
Syriza.

 

En cuando a los neonazis de Amanecer Dorado, constituyen la tercera
formación política en el parlamento. El lider de Amanecer Dorado, Niko
Michaloliakos, ha insistido sobre la importancia del resultado de su
organización -cuyo proceso judicial por haber "desarrollado una actividad
criminal", iniciado en abril de 2015 se alarga en el tiempo- aun cuando
"teníamos a todo el sistema contra nosotros" (bbc.co.uk). Los slóganes
recuperados por Michaloliakos y los protavoces de Amanecer Dorado, se
centraban en torno a dos temas: " No al memorándum. No a la inmigración
ilegal, no permitiremos que ellos nos conviertan en una minoría en nuestro
propio país". A nivel nacional, Amanecer Dorado ha pasado del 6,28 % (17
escaños) en enero a 6,99 % (18 escaños) en septiembre. Su progresión es
visible tanto en distritos fronterizos del norte como Evros (del 5,7 % en
enero al 8,71 % en septiembre) como en una isla como la de Lesbos (4,66 % a
7,78 %).

 

El Memorándum llama al orden

 

Desde que Tsipras anunció la formación de un gobierno de coalición con
Griegos Independientes -es decir, una repetición formal del precedente-,
Martin Schulz, presidente del Parlamento europeo, no dudo en atacar a
Tsipras afrimando: " He telefoneado por segunda vez a Tsipras para
preguntarle por qué volvía a reproducir la coalición con ese extraño partido
de extrema derecha." No basta con el proconsul Maarten Verwey. Schulz, como
otros eurócratas, quieren una coalición con el Pasok y To Potami para
garantizar una mayor estabilidad gubernamental.

 

Los representantes institucionales y políticos de los acreedores conocen la
agenda política y legal derivada del memorándum. Cada decisión será
"supervisada" y la cuestión de la "reestructuración de la deuda" servira
para marcar la pauta al gobierno de forma permanente. Podemos desarrollar,
de forma resumida, la agenda. En lo inmediato habrá que revidar el
presupuesto suplementario para 2015 y fijar las líneas fuertes de los
presupuestos hasta 2019. A finales de octubre o principios de noviembre, los
inspectores bendecirán el recién nacido presupuesto realizado bajo su
supervisión. Después se sucederán: la reforma de pensiones con un primer
plazo en enero de 2016; una reducción drástica, el 22 %, de la financiación
de los hospitales públicos, según informa la asociación de médicos, etc.
Para los acreedores y la clase gobernante griega, la prioridad para este
otoño será la recapitalización de los bancos griegos y evitar un "bail in"
(rescate interno) que implicaría, si la recapitalización [externa] no se
realiza antes de diciembre de 2015, que los llamado depósitos garantizados
(hasta 100 000 euros) ya no lo estén. Va de suyo que los depósitos
superiores de 100 000 euros se han evaporado entre 2010 y 2015. El gobierno
de coalición, representado por Tsipras, será el capitán de un barco en el
que no controla el timón. No está excluido que como consecuencias de las
turbulencias socio-políticas, se plantee la exigencia de una ampliación de
la coalición [gubernamental], incluso bajo la forma de gobierno de "unidad
nacional".

 

Una primera etapa para la Unidad Popular

 

Se pueden sumar los votos obtenidos por las formaciones a la izquierda de
Syriza: KKE, Unidad Popular y Antarsya. Por el momento la única conclusión
de esa operación aritmética es la siguiente: en Grecia existe un conjunto de
militantes significativos que disponen de una red social. Ésta será puesta a
prueba en los próximos meses. Durante la fase electoral, la traducción
política del "no" del 5 de julio no pudo concretizarse. Para eso, tienen que
existir lo que se define como razones objetivas.

 

Por lo que respecta a la Unidad Popular, hará un balance colectivo. El punto
de vista adoptado en las intervenciones por varios de sus portavoces
[durante la campaña electoral] sobre el tema euro vs dracma parece haber
beneficiado a la ofensiva de la dirección de Syriza. Para los sectores
populares, la cuestión más comprensible y resentida en lo inmediato era el
de los efectos de la política de austeridad. Presentar, a partir de ahí, la
salida del euro como una necesidad imperiosa para alcanzar esas
reivindicaciones vitales que hacían referencia a las necesidades sociales,
era lo políticamente más creíble. Hacer del Grexit el punto central de la
campaña política supone situar en el punto de partida del programa la
conclusión última de una batalla de clase contra el sistema
político-económico e institucional del euro. Ahora bien, la eficiencia de
esta pedagogía programática en términos de acumulación de fuerzas sociales
es dudosa. En el mismo sentido, una vez hecha la caracterización general de
la deuda como ilegítima, insostenible y odiosa, la relación entre el rechazo
a reembolsarla -ni siquiera una fracción de la misma, y de las necesidades
sociales cuantificables inmediatas (sanidad, educación, etc.)- constitye laa
articulación necesaria para crear una identificación concreta entre el
rechazo de la deuda y las necesidades vitales.

 

Sin duda, en las semanas que vienen, la Unidad Popular definirá su
configuración política como frente político. Corresponde a quienes la
impulsan mejorar su capacidad para vincularse con las resistencias sociales
que puedan emerger bajo los golpes brutales de la aplicación del tercer
memorándum. En ese sentido, la dimensión, por lo menos europea, del combate
que se da en Grecia es un reto que se dirige a las fuerzas de la izquierda
radical a escala continental. 

 

* Economista y profesor universitario suizo, marxista revolucionario con una
destacada participación en ATTAC y en la organización de los inmigrantes
indocumentados de su país. Editor de la revista La Breche y de los Cahiers
libres, dirige la dinámica editorial Page deux y escribe regulamente para
distintas publicaciones de su país e internacionales.

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