Estado español/ PSOE: ¿nueva socialdemocracia o recambio de élite? [Jaime Pastor]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Lun Mayo 22 23:43:59 UYT 2017


  _____  

Correspondencia de Prensa

22 de mayo 2017

Boletín Informativo

https://correspondenciadeprensa.wordpress.com/

redacción y suscripciones

germain5 en chasque.net

  _____  

Estado español

¿Nueva socialdemocracia o recambio de élite? 

Jaime Pastor *

Viento Sur, 22-5-2017

http://www.vientosur.info/

Las primarias celebradas este 21 de mayo marcan sin duda el inicio de una
nueva etapa en la historia del PSOE. El tiempo dirá si se limitará a un
cambio en la elite dirigente de este partido o si, por el contrario, anuncia
la entrada en una fase en la que el social-liberalismo llegue a ser cosa del
pasado para poder estar a la altura de la respuesta que exige acabar con el
Gran Saqueo. Quizás al final acabe siendo lo primero o una vía intermedia
que de nuevo lleve a la frustración, pero la partida acaba de empezar y no
podemos ser indiferentes a su desenlace. 

Cabe empezar reconociendo que, frente a la beligerante campaña desplegada
por la coalición de intereses que derrocó a Pedro Sánchez el pasado 1 de
octubre, la victoria de la mayoría de la militancia del PSOE en las
primarias de ayer es sin duda una buena noticia para quienes aspiramos a
echar a Rajoy y a seguir desafiando a un régimen en crisis. Basta leer hoy
editoriales como el que publica el diario El País ((“El ‘Brexit’ del PSOE”)
para comprobar la desesperación del establishment ante un resultado que
considera “nos sitúa ante una situación muy difícil para nuestro sistema
político”. 

En efecto, aunque mucha es la distancia que separa a Sánchez de Corbyn o de
Benoît Hamon, como ya comentábamos en otro artículo 1/, este resultado
confirma la tendencia, común a otros países, a la rebelión de las bases
socialistas frente a la creciente crisis de identidad y de proyecto que
sufre esta corriente desde los tiempos al menos de la “tercera vía”, uno de
cuyos pioneros fue –no lo olvidemos- Felipe González. 

Se consuma así la deslegitimación del papel de muleta del PP que ha jugado
la Gestora del PSOE desde su abstención ante la investidura de Rajoy en un
contexto en el que la nueva ola de escándalos de corrupción ya deja pocas
dudas sobre su naturaleza sistémica -mezcla de neocaciquismo (Naredo) y
“capitalismo políticamente garantizado” (Sebastián)- y, más concretamente,
sobre el carácter criminal del partido del gobierno. Una derrota, la del
“felipismo” en sus sucesivas versiones (aunque Susana Díaz quiera consolarse
ahora con su victoria pírrica en Andalucía), que se produce además en
vísperas de la probable aprobación de unos Presupuestos que van a seguir
profundizando la fractura social y con el desafío del referéndum sobre la
independencia de Catalunya en el centro de la agenda política. Razones todas
ellas que justifican sobradamente las mociones de censura que en el Congreso
y en la Asamblea de Madrid ha presentado Unidas Podemos, con el apoyo de un
amplio abanico de organizaciones sociales y una simpatía popular innegable. 

Aun no apoyando ahora estas mociones, es evidente que si Pedro Sánchez ha
ganado, él sabe que no lo ha logrado con el viejo discurso social-liberal
que defendió en el pasado, sino con otro que prometía una “nueva
socialdemocracia” mediante una dura crítica al capitalismo neoliberal y unas
propuestas neokeynesianas, buscando así sintonizar con el rechazo popular a
las políticas austeritarias. Ésa es la responsabilidad que tiene que asumir
ahora superando así la falta de credibilidad que tiene hoy su partido, como
bien reconocía Josep Borrell en un texto reciente 2/. 

Es cierto que en la última versión de su documento “Por una nueva
socialdemocracia” quedaron suavizadas algunas de sus propuestas, como la
necesidad de tener en cuenta a otras fuerzas políticas –refiriéndose
implícitamente a Podemos- o el reconocimiento de Catalunya como “nación”
(ahora reducida exclusivamente a su carácter “cultural” obviando su vocación
de sujeto político soberano ya incuestionable). Empero, la lectura que la
militancia ha hecho de su disposición, finalmente exitosa, a retornar a la
Secretaría General ha estado asociada sin lugar a dudas a la voluntad de
confrontar con Rajoy y con sus recortes a derechos sociales y servicios
públicos, así como a la necesidad de encontrar una salida democrática al
“choque de trenes” catalán-español. 

El reto principal que tiene, por tanto, el relegitimado líder del PSOE es
responder al clamor popular y demostrar que, a diferencia de lo que dijo el
diputado “susanista” Miguel Ángel Heredia 3/, su verdadero enemigo es el PP.
Si opta consecuentemente por ese camino, o sea, por echar a Rajoy de la
Moncloa sin esperar a nuevas elecciones, tendrá que reconocer que la
relación de fuerzas parlamentaria es la que es y, por tanto, que la
presentación de una moción de censura buscando acuerdos con Unidas Podemos
(UP) y otras fuerzas, incluidas las independentistas, en torno a un programa
antiausteritario y democratizador es la única posible hoy. Obviamente, esa
iniciativa debería apoyarse en la conformación en las calles y en los
centros de trabajo de un bloque social firmemente decidido a movilizarse a
su favor. Ése es el sentido que debería tener la adaptación de la “vía
portuguesa” que ha defendido Sánchez a la realidad española, no resignándose
así a las “líneas rojas” que ahora quieran volver a imponerle las baronías y
los lobbies empresariales. 

Así que si el primer desafío que tiene Pedro Sánchez es practicar un modelo
de oposición distinto del defendido por la Gestora, éste está estrechamente
unido también a la necesidad de subordinar a las baronías autonómicas que le
han hecho frente a una estrategia que han demostrado hasta ahora
sobradamente que no comparten. La legitimidad de su victoria le obliga a
ello pero no le va a ser fácil lograrlo, ya que son muchos los intereses (y
no sus “méritos” o “razón”, como pretenden los editorialistas de El País)
que están en juego. El desarrollo del próximo Congreso será sin duda el
primer test de hasta qué punto esas baronías están dispuestas a resistir o,
por el contrario, aceptarán someterse a la decisión de la mayoría. Desde
luego, no van a optar por una u otra vía sin recurrir a los incentivos
selectivos (clientelismo,…) con que todavía cuentan desde su peso
institucional,, aunque ahora no les hayan dado todos los frutos que
esperaban. 

No van a faltar, desde luego, las presiones a favor de un frente común
contra Podemos en nombre de garantizar una “unidad interna” y una falsa
“estabilidad política” que están saltando por los aires. Si éstas logran
imponerse en el futuro, triunfará de nuevo la hipótesis de un PSOE que se
vería renovado en su élite dirigente, como ocurrió en el Congreso de
Suresnes de 1974, pero para acabar asumiendo su ya viejo papel como “partido
de Estado”. Si así fuera, se vería alejada la posibilidad de echar a Rajoy
y, con ella, la ilusión por el “cambio” que hoy predomina en las filas
socialistas se vería pronto sustituida por una nueva frustración y el
declive difícilmente irreversible de este partido. La “nueva
socialdemocracia” quedaría así abortada antes de nacer. 

Para Podemos y las confluencias mucha es también la responsabilidad a asumir
en esta nueva etapa. La victoria de Pedro Sánchez ofrece la oportunidad de
un diálogo con la militancia socialista desde el respeto y la búsqueda de
acuerdos pero también, por qué no, desde la legítima competencia por la
hegemonía en torno a la construcción de un bloque por el cambio que no acabe
conduciendo a la mera “regeneración” del régimen. Porque, como escribíamos
al principio, en estos tiempos de Gran Saqueo y ascenso de las extremas
derechas, no caben vías intermedias entre el despotismo oligárquico, por un
lado, y la aspiración, por el otro, a una ruptura democrática, social,
ecológica y feminista con esta España y esta Europa oficiales. En ese camino
quizás logremos recuperar –y también resignificar- lo mejor de viejas
palabras como “socialismo” y “democracia”, las mismas que dieron origen a
una socialdemocracia digna de ese nombre en el siglo XIX. 

* Jaime Pastor es profesor de Ciencia Política de la UNED y editor de Viento
Sur. 

Notas 

1/ “El PSOE, entre el inmovilismo y la alianza con Podemos”, viento sur,
04/04/2017, www.vientosur.info/spip.php?article12434

2/ “La realidad es que la socialdemocracia es percibida hoy, en el mejor de
los casos, por parte de sus antiguos votantes como una opción menos mala,
menos perjudicial para sus intereses que los neoliberales…pero,
evidentemente, ser menos perjudicial no es algo que provoque entusiasmo”
(Los idus de octubre, Los libros de la catarata, Madrid, 2017, p. 157). 

3/ En una reunión interna (luego, filtrada a los medios gracias a una
grabación) el todavía Secretario General del Grupo Parlamentario Socialista,
Miguel Ángel Heredia, declaró que “el PP es el adversario del PSOE, pero el
verdadero enemigo es Podemos”.  

  _____  

 



---
El software de antivirus Avast ha analizado este correo electrónico en busca de virus.
https://www.avast.com/antivirus
------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20170522/5dbcac44/attachment.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa