EEUU/Israel/ Los evangélicos, Trump y la diáspora judía estadounidense [Barry Sheppard]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mie Jun 6 15:15:10 UYT 2018


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Correspondencia de Prensa

6 de junio 2018

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Estados Unidos/Israel



Los evangélicos, Trump y la diáspora judía estadounidense



Barry Sheppard *



A l´encontre, 1-6-2018

http://alencontre.org/

Traducción de Faustino Eguberri - Viento Sur

http://www.vientosur.info/



El 14 de mayo, mientras tiradores de élite israelíes cometían una masacre en
Gaza, Trump inauguraba simbólicamente la embajada de los Estados Unidos en
Jerusalén [estaban presentes para representarle su hija Ivanka y Jared
Jushner]. El Primer Ministro israelí Netanyahu, también presente en la
ceremonia, felicitaba calurosamente a Trump. Dos pastores protestantes
participaban también, uno para entonar la oración de apertura, el otro para
la oración de cierre.



Estos dos ministros provienen de los evangélicos cristianos blancos de
extrema derecha. Ambos son muy conocidos por su antisemitismo declarado y su
apoyo a Israel. Se habría podido suponer que Trump les había convocado para
esta inauguración con el objetivo de reafirmar a su base entre los
evangélicos blancos, y que Netanyahu aceptó su presencia a la vez que la
desaprobaba tácitamente dado su antisemitismo



Pero esta hipótesis es errónea. Estos pastores representan, en efecto, no
solo a un sector de la base de Trump, sino también a un sector de la base de
Netanyahu en los Estados Unidos. Según un reciente artículo del New York
Times, el apoyo de estos evangélicos blancos de derecha se ha vuelto más
importante para el establishment israelí que el de los judíos
estadounidenses.



Un artículo de Moshe Machover (1), un judío israelí antisionista que vive
actualmente en Gran Bretaña, publicado en el Weekly Worker, afirma que la
relación entre los judíos estadounidenses e Israel se vuelve cada día más
tensa. Esta tensión ha aumentado bajo el gobierno de derechas de Netanyahu.



Durante muchos decenios, la mayoría de las personas judías estadounidenses
han apoyado de forma acrítica la política de Israel. Por supuesto, ha habido
siempre un abanico de diferentes puntos de vista entre los judíos
estadounidenses a propósito de Israel. La gente judía de izquierdas, en
particular la socialista, se ha opuesto desde hace mucho a la opresión del
pueblo palestino por Israel. Nuevas organizaciones de defensa de los
derechos de los y las palestinas, como la Jewish Voice for Peace (JVP), se
han desarrollado rápidamente durante el último decenio y su audiencia ha
aumentado. A raíz de la masacre de Gaza, la JVP ha organizado, con
organizaciones árabes y otras, unas 75 manifestaciones en ciudades de todo
el país.



En el otro extremo del abanico, estaban los partidarios de la línea dura del
gobierno de Israel. Pero, según Machover: “un abismo creciente -que se
parece más a un cisma- se ha creado en el seno de esta parte de la comunidad
judía que ha sido prosionista y muy ardiente en su apoyo a Israel, pero que
se aleja ahora muy rápidamente […]. La cita siguiente, publicada el 18 de
abril, no es una de las más extremas. Es muy reveladora, pues viene de Jane
Eisner, redactora jefa del más importante periódico judío estadounidense,
Forward…. Debido a su posición, escribe muy discreta y diplomáticamente. El
título de su artículo es: “Es hora para Israel de reconocer que los judíos
de la diáspora están ya en su casa”. Es algo que los sionistas no quieren
oír”.



“El artículo comienza así: “El Estado de Israel tiene 70 años -bastante más
allá de sus dificultades de crecimiento; está fuerte, confiado y seguro. Los
judíos de América del Norte siguen estando ahí -fuertes, confiados y seguros
a su manera. Pero la relación entre los dos mayores comunidades judías del
mundo es cada vez más tensa, y en este día del aniversario de la
independencia, es objeto de numerosos debates sobre la cuestión de saber si
-y cómo- esta relación podría ser restaurada algún día”. Es el lenguaje más
fuerte que se atreve a utilizar”.



Otro artículo de un miembro del comité de redacción de Forward citado por
Machover es titulado “Mi sionismo se debilita con cada expulsión”. Se
refiere a la expulsión de militantes de derechos humanos por Israel. El
artículo comienza así: “Tengo la impresión de estar sobre un banco de hielo
que estaría fundiéndose. Durante decenios he amado a Israel. Quiero que
prospere como país ilustrado y respetuoso de los derechos humanos. Y sin
embargo resulta que cada día me resulta más imaginable un día en el que yo
(o quizás mis hijos) no querría ya ir allí”.



Machover añade: “Otro artículo que he leído recientemente se titula:
“Avergonzado de ser judío”. No pienso que estas personas lo piensen
verdaderamente, pero las acciones de Israel tienen ciertamente un efecto
sobre la gente judía estadounidense”.



Otro factor es que a la mayor parte de la gente judía de los Estados Unidos
no le gusta Trump y su racismo, ni el antisemitismo de sus partidarios
Alt-Right (derecha y extrema derecha en EEUU ndt). Recordad la marcha
nacionalista blanca en Charlottesville, en Virginia, en la que la gente que
se manifestaba gritaba “los judíos no nos reemplazarán”. Trump dijo que
había “buena gente” entre esos manifestantes. Los y las judías
estadounidenses temen también, con razón, el antisemitismo de los
evangélicos pro-Trump. Otro artículo de Jane Eisner declara sin ambages:
“Israel puede apreciar la política de Trump, pero constituye un desafío para
los valores americanos -y judíos”.



Machover añade: “Querría subrayar la dimensión religiosa de esta escisión.
Un reciente editorial (18 de mayo) en el periódico israelí Haaretz explica
que Netanyahu cometía un enorme error al colocarse al lado de los
evangélicos contra la mayor parte de los judíos estadounidenses […]. Pero no
es la única dimensión religiosa de la escisión […]. La aplastante mayoría de
los judíos estadounidenses practicantes están alineados en una perspectiva
de reforma, bajo una forma liberal o más conservadora del judaísmo. Por el
contrario, en Israel, el rabinato estrictamente ortodoxo tiene el monopolio
de todas las cuestiones religiosas judías. Insultan a menudo a las judías
estadounidenses que visitan Israel y quieren rezar ante el muro del Monte
del Templo. Mientras que los y las judías americanos […] rezan juntos, el
rabinato ortodoxo no lo permite. Así, cuando las mujeres quieren rezar ante
el muro sagrado, son expulsadas. ¡Es la persecución religiosa de los judíos
por Israel! […].



Para coronarlo todo, el gobierno israelí propone ahora un proyecto de ley
que concederá a los tribunales rabínicos israelíes el poder sobre las
personas judías no israelíes. Esto no sería muy bien recibido entre la
población judía de los Estados Unidos”.



A medida que estos lazos se debilitan, el establishment israelí considera
cada vez más a los evangélicos como una base entusiasta de apoyo en el seno
de la población estadounidense, como muestra la acogida de sus
representantes por Netanyahu durante la apertura de la embajada de los
Estados Unidos. El número de evangélicos americanos era mucho más elevado
que el de judíos estadounidenses.



Desde hace decenios la política estadounidense asegura un apoyo militar,
financiero y político a Israel como puesto de vanguardia del imperialismo en
Medio Oriente. El sionismo de los evangélicos está fundado en su creencia de
que la vuelta de los judíos a Palestina y la creación de Israel representan
el cumplimiento de una profecía bíblica y son necesarios para la llegada de
Armageddon [una batalla catastrófica, eventualmente planetaria], pero esta
creencia se compagina muy bien con la política estadounidense.



El antisemitismo evangélico no entra en absoluto en conflicto con su
sionismo, puesto que quieren que toda la gente judía abandone los países en
los que se encuentra (incluyendo los Estados Unidos) para ir a Israel. Tras
Armageddon, todos los judíos reunidos en Israel que no se hayan convertido a
la versión evangélica del cristianismo arderán en el infierno.



Según Machover, este antisemitismo evangélico, y el antisemitismo actual
bajo la presidencia de Trump, es “algo que la gente judía detesta”. “Sin
embargo, Netanyahu no se preocupa por este antisemitismo que hace estragos
en los Estados Unidos -o en otras partes del mundo. Para él, tanto mejor
para Israel, puesto que anima a un mayor número de judíos a “volver” a
Israel. No es exactamente una actitud que la gente judía de los Estados
Unidos aprecie”.



* Barry Sheppard es miembro de Solidarity en el Área de la Bahía de San
Francisco.



Nota de A l´encontre



1/ Moshe Machover nació en 1936 en Tel Aviv. Es matemático de formación.
Fundó en 1962 la organización socialista Matzpen. Enseñaba matemáticas en la
Universidad Hebrea de Jerusalén. Se desplazó a Londres en 1968, donde ha
enseñado lógica matemática en el King´s College de Londres y filosofía en la
Universidad de Londres.

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