Nicaragua/ Abril 2018. El parto de una rebeli髇 pol韙ica y social [Yader Luna y Juan Carlos Bow]
Ernesto Herrera
germain5 en chasque.net
Mar Abr 16 00:15:53 UYT 2019
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Correspondencia de Prensa
15 de abril 2019
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Nicaragua
El parto de una rebeli贸n ciudadana que inici贸 en abril: cr贸nica de las primeras horas de la protesta
Las 168 horas que despertaron a Nicaragua
Yader Luna/Juan Carlos Bow
Confidencial, 14-4-2019
https://confidencial.com.ni/
脕lvaro Conrado, Darwin Manuel Urbina, Amaya Coppens, Lesther Alem谩n, Irlanda Jerez, Alex Vanegas o Miriam del Socorro Matus (do帽a Coquito) son nombres que, antes del 18 de abril de 2018, viv铆an en el anonimato de la normalidad. Hoy, casi un a帽o despu茅s, la realidad de Nicaragua no se explica sin ellos y otros muchos nicarag眉enses, que salieron a las calles a rebelarse contra un r茅gimen que quiso imponer unas reformas al Seguro Social, y que quiso callarlos con golpes, balas, c谩rcel y torturas.
El 18 de abril, un grupo de ancianos, que reclam贸 por sus pensiones, fue golpeado brutalmente, en Le贸n. Y en Managua, j贸venes universitarios, profesionales, adultos mayores, activistas y periodistas fueron atacados por turbas y polic铆as. Esta vez, la represi贸n no call贸 las protestas. Una d茅cada de descontento social y pol铆tico acumulado, estall贸 en unos d铆as. En las calles se juntaron los reclamos por autonom铆a universitaria, elecciones libres y transparentes, la renuncia de Ortega y Murillo, justicia, democracia y libertad.
Muerte, persecuci贸n y exilio
La rebeli贸n ciudadana desnud贸 la crueldad y sin sentido del r茅gimen. La brutal represi贸n de polic铆as y paramilitares desol贸 y desangr贸 a Nicaragua: 325 asesinados, m谩s de 3000 heridos, decenas de desaparecidos, m谩s de 800 presos pol铆ticos y alrededor de 60 000 exiliados por la persecuci贸n pol铆tica.
A la lista de nombres an贸nimos se sumaron otros conocidos: los periodistas Miguel Mora, Luc铆a Pineda Ubau, Carlos Fernando Chamorro; los l铆deres campesinos Francisca Ram铆rez, Medardo Mairena, Pedro Mena; los sacerdotes Edwin Rom谩n y Silvio B谩ez. Presos ilegalmente, perseguidos u obligados a exiliarse, por denunciar los abusos de un r茅gimen d茅spota, acorralado y se帽alado internacionalmente de cometer cr铆menes de lesa humanidad.
Lo que comenz贸 como una protesta por unas reformas al Seguro Social, deriv贸 en un grito por libertad y democracia. Fueron 168 horas, en las que propios y extra帽os vieron a cientos de j贸venes, adolescentes, adultos y ancianos protestar c铆vicamente, mientras el Gobierno respond铆a con muerte.
A esas horas, le han seguido meses de represi贸n y persecuci贸n gubernamental. La dictadura, desenmascarada, impuso un Estado policial de facto, donde protestar y expresarse libremente est谩 criminalizado. La situaci贸n pol铆tica tambi茅n amenaza con llevar a pique la econom铆a nacional.
Para evitar un mayor colapso y por presiones extranjeras, el r茅gimen se ha sentado a rega帽adientes a dos intentos de di谩logo nacional con la opositora Alianza C铆vica por la Justicia y la Democracia, donde convergen actores surgidos de los primeros d铆as de lucha, sociedad civil, campesinos, estudiantes, activistas y sector privado. Sin embargo, Ortega sigue aferrado al poder, a punta de represi贸n, y no parece dispuesto a irse.
As铆 fueron las 168 horas que, a partir de aquel 18 de abril, despertaron a Nicaragua.
16 de abril: Las reformas al INSS
Al atardecer de ese d铆a, el presidente del Consejo Directivo del Instituto Nicarag眉ense de Seguridad Social (INSS), Roberto L贸pez, anunci贸 sorpresivamente y de forma unilateral, un incremento sustancial en los aportes de la Seguridad Social 鈥3.5% para la patronal y 0.75 para el laboral鈥 una deducci贸n de 5% de las pensiones para los nuevos jubilados en concepto de cobertura de enfermedades y una reducci贸n de las pensiones futuras en aproximadamente 12%.
La medida caus贸 de inmediato controversia entre los nicarag眉enses, que empezaron a quejarse de la inminente quiebra de la instituci贸n y de c贸mo les sacar铆an m谩s dinero de sus bolsillos.
L贸pez insisti贸 que las reformas estar铆an destinadas a 鈥済arantizar a trabajadores y pensionados, los derechos que les corresponden鈥, pero no present贸 ning煤n estudio, ni mencion贸 el objetivo recaudatorio. Tampoco anunci贸 ninguna medida para recortar los crecientes gastos administrativos de la instituci贸n conocida como la 鈥渃aja chica鈥 del Estado, ni un plan para rendir cuentas sobre sus cuestionadas inversiones.
Lo que m谩s sorprendi贸 a muchos, fue que el titular del INSS indic贸 que despu茅s de haber sostenido cuatro encuentros con el sector privado no llegaron a ning煤n acuerdo, pues la empresa privada ped铆a que se negociar谩 la reforma fiscal y la del Seguro Social al mismo tiempo, por lo que se romp铆a la pol铆tica de 鈥榙i谩logo y consenso鈥 que los directivos del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) invocaban para justificar su alianza econ贸mica con el Gobierno.
17 de abril: El r茅gimen sordo
La vicepresidenta Rosario Murillo orden贸 a sus partidarios y trabajadores estatales realizar caminatas y plantones en las rotondas, para apoyar las reformas.
Mediante una circular, explic贸 que todos deb铆an quedar claros de que la decisi贸n del Gobierno, en 鈥渆sencia鈥, 鈥渘o aumenta la edad de jubilaci贸n; no aumenta el n煤mero de semanas cotizadas y se mantiene el pago del treceavo mes a los trabajadores pensionados y jubilados鈥.
Ortega desoy贸 el llamado de detener el paquetazo de reformas al INSS y mand贸 a publicarlo en el diario oficial La Gaceta. As铆 formalizaba el aumento al aporte de trabajadores y empleadores, la disminuci贸n de las futuras pensiones y la creaci贸n de un tributo ilegal a las pensiones de los jubilados.
18 de abril: Nicarag眉enses a las calles
Tras la oficializaci贸n de las reformas, jubilados de todo el pa铆s mostraron su inconformidad. En Le贸n, por la ma帽ana, se convoc贸 a una marcha en la que protestar铆an por la reducci贸n de sus pensiones.
La marcha inici贸 frente al INSS y durante su recorrido fue interrumpida por un grupo de turbas orteguistas, que agredieron f铆sicamente con golpes y pedradas a los ancianos.
Las im谩genes de los abuelitos maltratados fueron el detonante de nuevas manifestaciones ese mismo d铆a. El pueblo se indign贸 al ver c贸mo las turbas agred铆an con impunidad. Las fotograf铆as y videos de los maltratos se viralizaron en redes sociales.
A las cinco de la tarde, un grupo autoconvocado se reuni贸 frente a Camino de Oriente. Agentes de la Polic铆a, fuerzas de choque y miembros de la Juventud Sandinista reprimieron con palos, tubos y piedras a j贸venes y adultos que protestaban contra las reformas.
Las fuerzas de choque progubernamentales, plenamente identificadas, desataron una brutal golpiza, que dej贸 once periodistas agredidos, dos de ellos con heridas de gravedad, y varios j贸venes y jubilados lesionados.
Mientras los antimotines reprim铆an con gases lacrim贸genos a los ciudadanos en Carretera a Masaya, en frente de la Universidad Centroamericana (UCA), universitarios que tambi茅n protestaban empezaron a ser acosados.
Los portones de la UCA se abrieron para resguardar a los estudiantes, que iban a ser agredidos con tubos y piedras por las turbas.
Los motorizados continuaron en frente de la universidad hasta casi las 8:25 de la noche. Cubr铆an su identidad con los cascos puestos en sus cabezas, y estaban armados con bates y tubos. La calma regres贸 a la capital hasta las nueve de la noche.
Sin embargo, en Le贸n, y otros recintos universitarios en las principales ciudades del pa铆s, se conoci贸 que los dirigentes de la Uni贸n Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN) estaban obligando a los j贸venes de esos centros de estudios a salir de sus cuartos para apoyar una marcha en favor de Ortega. Muchos de ellos, la misma noche, huyeron de los internados, y la ciudadan铆a sigui贸 en vilo, desde las redes sociales, c贸mo sal铆an hasta en pijamas, con tal de no ser utilizados por el r茅gimen. Fue la primera de muchas noches largas.
鈥#OcupaInss, un precedente de Terrorismo de Estado.
19 de abril: Los primeros muertos
Desde la ma帽ana, las protestas del d铆a anterior se trasladaron a las universidades de Managua. La Universidad Nacional Agraria (UNA), la Universidad Nacional de Ingenier铆a (UNI), la Universidad Polit茅cnica de Nicaragua (Upoli) y la Universidad Centroamericana (UCA) se levantaron exigiendo la derogaci贸n de las reformas a la Seguridad Social.
Territorios que durante a帽os hab铆an callado y eran controlados por la UNEN, af铆n a Ortega, hab铆an despertado, y se dio inicio a una protesta que intent贸 ser silenciada por las fuerzas policiales.
El reclamo tambi茅n hizo eco en otras ciudades del pa铆s, que empezaron a manifestarse contra la medida gubernamental. Por segundo d铆a consecutivo, agentes de la Polic铆a, fuerzas de choque y miembros de la Juventud Sandinista reprimieron con violencia en diferentes puntos de Managua, Masaya y Estel铆 para deshacer las manifestaciones ciudadanas. Mientras Ortega callaba en su b煤nker de El Carmen.
Adem谩s de la represi贸n, el r茅gimen empez贸 la censura de medios de comunicaci贸n. Cerca del mediod铆a, la se帽al del canal 100% Noticias 鈥攁hora clausurado y confiscado鈥 fue suspendida del servicio de televisi贸n por cable. Horas m谩s tarde, tambi茅n fue suspendido el Canal 12, donde se transmit铆an los programas de televisi贸n Esta Noche y Esta Semana.
Enfrentamientos entre universitarios y ciudadanos autoconvocados que respondieron a la represi贸n dejaron un saldo de tres muertos: el estudiante de secundaria Richard Pav贸n, en Tipitapa; el joven trabajador de un supermercado, Darwin Urbina, y el antimot铆n Hilton Manzanares, ambos en las cercan铆as de la Upoli.
鈥os muertos de la represi贸n que Daniel Ortega oculta.
La reacci贸n oficial permaneci贸 dominada por la esposa de Ortega y vicepresidenta Rosario Murillo, quien intervino en dos ocasiones a trav茅s de los medios oficialistas, para condenar (v铆a telef贸nica) los actos de violencia e intent贸 desprestigiar las protestas que calific贸 de 鈥渙portunistas鈥.
鈥淧uchitos鈥, 鈥渧and谩licos鈥, 鈥渉ormiguitas鈥, llam贸 a los manifestantes que tomaron son descalificaciones como halagos por lograr la incomodidad del r茅gimen. Los 鈥減uchitos鈥 ya protestaban en varias de las principales ciudades, como Masaya, Matagalpa, Granada, Le贸n, Jinotepe, Estel铆, Camoapa (Boaco), Rivas y Bluefields.
20 de abril: Disparaban a matar
El tercer d铆a de protesta nacional fue uno de los m谩s sangrientos. En Managua, hubo ataques contra las universidades. Pero el foco m谩s represivo se concentr贸 entre la UNI y la Catedral Metropolitana. Decenas de universitarios se enfrentaron a antimotines por la ma帽ana. Hubo una pausa durante el mediod铆a y el inicio de la tarde. En ese lapso los manifestantes incendiaron algunos 鈥溍boles de la vida鈥, plantados sobre la Avenida Tiscapa.
Los manifestantes lograron botar una de las pesadas estructuras de metal, cuyo costo es de 35 000 d贸lares por unidad, en una acci贸n que result贸 simb贸lica al impactar contra el pavimento: Quemaban y botaban el s铆mbolo del Gobierno. La escena se repetir铆a d铆as despu茅s en distintos puntos de la capital.
Por la tarde, los polic铆as arremetieron con brutalidad contra los estudiantes atrincherados en la UNI, y muchos se refugiaron en la Catedral. 25 j贸venes fueron asesinados ese d铆a, entre ellos el estudiante de secundaria, 脕lvaro Conrado, que lleg贸 para entregar agua a los manifestantes.
De acuerdo con el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales (GIEI), el adolescente de 15 a帽os recibi贸 dos impactos con armas de fuego, uno en la boca y otro en el cuello. El socorrista que lo atendi贸 narr贸 que 茅l les dec铆a: 鈥渘o puedo respirar, me duele respirar鈥.
En Masaya, continuaron las protestas y la modalidad represiva, desplegada por las fuerzas de seguridad, mut贸 del uso de balas de goma y gases lacrim贸genos a armas de fuego con proyectiles de plomo, de acuerdo con el informe del GIEI.
Cinco personas fueron asesinadas por de armas de fuego, y al menos trece resultaron heridas en Masaya. Por la ma帽ana, manifestantes destruyeron e incendiaron las instalaciones del 鈥淐omandito鈥 del barrio Monimb贸.
En Estel铆, hubo enfrentamientos entre manifestantes y efectivos de la Polic铆a Nacional, que actuaron junto con grupos de choque afines al Gobierno. Dos estudiantes fueron asesinados por disparos de armas de fuego: Franco Valdivia Machado, de 24 a帽os y Orlando Francisco P茅rez Corrales, de 23.
Durante la protesta tambi茅n recibi贸 un disparo C茅sar No茅 Castillo Castillo, quien falleci贸 el 12 de mayo por la gravedad en la herida.
En Le贸n, ocurrieron dos incendios en el marco de las protestas. El primero fue en el edificio del CUUN, que se propag贸 a otros locales contiguos, entre ellos, el 鈥淏illares Lezama鈥. Dentro de este local fue encontrado al d铆a siguiente, un cuerpo calcinado, que luego fue identificado como el estudiante Cristhian Emilio Cadena, integrante del CUUN. Horas despu茅s, unas turbas quemaron la Radio Dar铆o, en plena emisi贸n, cuando hab铆a varias personas en su interior.
Murillo irrumpi贸 en los canales oficialistas, a las 9:30 de la noche de aquel viernes, para anunciar que aceptaban 鈥渆l llamado鈥 del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) a 鈥渞einstalar la mesa de di谩logo鈥, despu茅s que el presidente de ese gremio empresarial encabezara por la tarde una conferencia de prensa en la que convocaba a una marcha nacional.
21 de abril: Ortega rompe el silencio
El cuarto d铆a de las protestas c铆vicas tambi茅n fue una jornada mortal: 16 m谩s fueron asesinados, seg煤n confirm贸 el informe del GIEI.
El periodista 脕ngel Gahona, director del noticiero El Meridiano, en Bluefields, recibi贸 un disparo en la cabeza, mientras transmit铆a en vivo el desenlace de una protesta en esa ciudad.
Tras el asesinato, testigos indicaron que Gahona fue impactado por un disparo de un agente policial. Sin embargo, meses despu茅s por su muerte fueron culpados los j贸venes blufile帽os Brandon Lovo y Glen Slate, condenados a 23 a帽os y medio, y 12 a帽os y seis meses de c谩rcel, respectivamente.
Gahona fue asesinado de noche, cuando se intensificaron los ataques policiales contra los ciudadanos autoconvocados de Bluefields, lo que fue una constante en las protestas que se mantuvieron en Managua, Matagalpa, Diriamba y Jinotepe.
En Managua, las protestas en la Upoli se extendieron a zonas aleda帽as, como los sem谩foros de la Colonia Miguel Guti茅rrez, donde se protagoniz贸 una batalla campal entre j贸venes y agentes policiales, que dejaron varios heridos.
Una veintena de sacerdotes, encabezados por el cardenal Leopoldo Brenes y el obispo auxiliar de Managua, monse帽or Silvio B谩ez, llegaron a la catedral para dar su apoyo a unos estudiantes, que se hab铆an resguardado en el templo ante los continuos ataques de los antimotines y turbas sandinistas.
鈥淵o quisiera agradecerles en nombre de la Iglesia, porque ustedes son la reserva moral que tenemos鈥, dijo B谩ez.
Por la ma帽ana y parte del mediod铆a, comerciantes de los mercados de Masaya, Le贸n, Chinandega y Granada sacaron su mercader铆a por temor a saqueos durante la noche, tal y como se hab铆an comenzado a producir el viernes.
Ante la escalada de violencia en varios puntos del pa铆s, la embajada de Estados Unidos en Nicaragua emiti贸 la primera alerta de viaje, en la que afirm贸 que eran 鈥渃omunes鈥 los delitos violentos como el asalto sexual y los robos a mano armada. Esta alerta se ha mantenido desde entonces.
Ese s谩bado, Ortega compareci贸 en p煤blico por primera vez desde el estallido de las protestas. El mandatario se帽al贸 a los ciudadanos autoconvocados de ser 鈥渕anipulados鈥 por un partido pol铆tico, en referencia al Movimiento Renovador Sandinista (MRS). Tambi茅n dijo que peque帽os grupos de la oposici贸n obtienen dinero de Estados Unidos para conspirar contra su Gobierno, restando valor al car谩cter autoconvocado de las protestas.
Ortega tambi茅n acus贸 a los manifestantes de ser unos 鈥渄elincuentes鈥 y de 鈥渄esconocer la historia鈥 del pa铆s. 鈥淟a juventud desconoce, porque no vivieron los horrores de la guerra鈥, mencion贸.
Sin embargo, justific贸 la reforma al INSS y afirm贸 que fue 鈥渦n problema heredado鈥, aunque en realidad su Gobierno, en 2007, recibi贸 un Seguro Social con un super谩vit.
22 de abril: Sin marcha atr谩s
El quinto d铆a de protestas inici贸 con unos saqueos y disturbios en supermercados, tiendas de electrodom茅sticos y negocios de algunos mercados. Varios de los asaltos se dieron con presencia policial en los alrededores y fueron reportados en directo por medios oficialistas, que sab铆an de antemano donde se realizar铆a el robo.
El adolescente de 16 a帽os, Jesner Josu茅 Rivas, fue asesinado en el barrio La Fuente. Muri贸 de varios disparos de armas de fuego, pero a los familiares le dieron una autopsia que dec铆a: 鈥渉erido con arma blanca鈥. Los familiares ya denunciaban la manipulaci贸n con las muertes. Empezaba el r茅cord de impunidad.
Ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro, de Roma, el papa Francisco pidi贸 ese domingo el 鈥渇in de la violencia鈥 en Nicaragua. 鈥淓stoy preocupado por cuanto est谩 sucediendo en estos d铆as en Nicaragua, donde, tras una protesta social, se han producido enfrentamientos que han causado algunas v铆ctimas鈥, dijo el pont铆fice.
A帽adi贸: 鈥淢anifiesto mi cercan铆a en la oraci贸n a ese amado pa铆s y me uno a los obispos en el llamamiento a que cese toda violencia, se evite un in煤til derramamiento de sangre y las cuestiones abiertas se resuelvan pac铆ficamente y con sentido de responsabilidad鈥.
Desde la ma帽ana, y a lo largo del d铆a, se formaron largas filas de clientes en supermercados, gasolineras, farmacias y cajeros autom谩ticos. Los ciudadanos buscaban como abastecerse ante la posibilidad de un conflicto de mayor escala. Algunas gasolineras colgaron el c谩rtel de 鈥淎gotado鈥.
Al inicio de la tarde, el presidente Ortega junto a empresarios extranjeros de zonas francas anunci贸 la revocaci贸n de las reformas al Seguro Social.
Cientos de heridos y decenas de muertos despu茅s del inicio de las protestas, Ortega se echaba para atr谩s en su plan por 鈥渟alvar鈥 de la quiebra al INSS 鈥攁 la que su Administraci贸n llev贸鈥. Sin embargo, advirti贸 que 鈥渆so no significa que nos quedamos sin respuesta para el Seguro鈥.
鈥淗ay duelo para el pa铆s. Que no se siga derramando sangre de nicarag眉enses鈥, solicit贸 el presidente, que en los meses posteriores orden贸 el ataque de paramilitares para desmontar los tranques y barricadas levantadas por la poblaci贸n, y hoy a煤n los justifica.
Los muertos y heridos siguieron en aumento. La derogaci贸n de las reformas al INSS, ya no bast贸 para detener la protesta, que hab铆a mutado en un clamor nacional que un a帽o despu茅s mantiene claro el clamor contra la dictadura de Ortega y Murillo: 鈥淨u茅 se vayan鈥.
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