Francia/ Acto XII de los chalecos amarillos [Alma Bolón]
Ernesto Herrera
germain5 en chasque.net
Sab Feb 9 22:38:38 UYT 2019
_____
Correspondencia de Prensa
9 de febrero 2019
<https://correspondenciadeprensa.com/> https://correspondenciadeprensa.com/
redacción y suscripciones
<mailto:germain5 en chasque.net> germain5 en chasque.net
_____
Francia
Acto XII de los chalecos amarillos
El tuerto rey
Llevan tres meses manifestándose contra el gobierno de Emmanuel Macron y a muchos de ellos se les han mutilado ojos, pies y manos en una represión brutal. El sábado pasado marcharon sobre todo contra el uso de los lanzadores de balas defensivas, con los que las “fuerzas del orden†francesas atacan a los manifestantes con una violencia inédita desde 1968.
Alma Bolón, desde ParÃs
Brecha, 8-2-2019
https://brecha.com.uy/
Con ese inoxidable don francés gracias al que existir y representar la existencia se enlazan y borran precedencias o jerarquÃas, el sábado pasado tuvo lugar el llamado “acto XII†de las protestas de los chalecos amarillos. En este caso, la denominación teatral dada a cada una de las movilizaciones de quienes desde hace tres meses llevan adelante una sabatina (re)presentación de su determinación polÃtica estuvo más justificada que de costumbre.
En esta oportunidad, falsos y verdaderos heridos desfilaban para representar la saña represiva; los falsos, disfrazados y maquillados con ojos emparchados y mejillas sangrantes de ketchup, representaban a los numerosos heridos por aproximadamente 1.900 chalecos amarillos. Porque sucede que Macron –“elegido†con el argumento extorsivo que supuso declarar preferible cualquier cosa antes que el “fascismo†de Marine Le Pen– resultó ser un presidente golpeador, que ataca a los manifestantes con una violencia inédita desde 1968.
En particular, heridos e ilesos denuncian el uso de las púdicamente llamadas “armas intermediarias†(es decir, entre los cachiporrazos y los balazos), que, prohibidas en varios paÃses de la Unión Europea, están permitidas en Francia, paÃs en el que su stock crece, sobre todo si se trata de los lanzadores de balas defensivas (Lbd, variante de las flash-balls), ahora lanzadas con el beneplácito del Consejo de Estado, que el viernes 1 de febrero confirmó estar conforme con su uso, a pesar de los pedidos de supresión formulados por varios organismos de derechos humanos. El tiro tendido, en lugar de parabólico, de las granadas lacrimógenas y los Lbd supuestamente reservados para defender la integridad fÃsica de los policÃas fueron usados contra manifestantes notoriamente pacifistas, como sucedió el sábado 26 de enero con Jérôme Rodrigues, un chaleco amarillo que recibió un tiro de un Lbd en un ojo, mientras invitaba a sus compañeros a retirarse hacia lugares sin black blocks a la vista. A fines de diciembre, en la ciudad de Marsella, mientras intentaba cerrar las persianas de su casa para protegerse de los gases lacrimógenos lanzados contra los chalecos amarillos, Zineb Rom-dhane, de 80 años, recibió en su rostro impactos de granadas que le produjeron la muerte.
En el paÃs de los ciegos
Una de las primeras vÃctimas de los Lbd fue en Nantes, en 2007, cuando un liceal de 16 años, que entonces se manifestaba contra la reforma universitaria (la ley Lru) directamente inspirada en el proceso de Bolonia y en la sujeción universitaria a criterios empresariales, recibió un tiro que le dejó el ojo, pero le llevó la vista. Hoy, entre los chalecos amarillos, es alto el número de a quienes se les han mutilado pies, manos y ojos, y los grupos de socorristas voluntarios que acompañan las movilizaciones sabatinas reparten ante cada carga policial gotas y dosis de suero fisiológico para calmar la vista en compota debido a los gases.
De ahà que entre los eslóganes fatÃdicamente ocurrentes de estos dÃas figuren “en el paÃs de los ciegos el tuerto es rey†o “esto es democracia, rompe los ojosâ€. La diversidad e inventiva de las consignas escandidas en grupo o inscriptas en un sinfÃn de soportes, que incluyen los chalecos amarillos propiamente dichos y banderolas de todo tipo y forma, muestra la extensión del hartazgo que en lo inmediato produjo Macron –someramente tratado de “presidente empleado de la banca Rothschildâ€â€“ y que más profundamente produce un mundo que sólo ofrece trabajo y consumo, cuando ofrece algo.
Por esto, consignas que reclaman la reimplantación del impuesto a las fortunas, suprimido por Macron, o un sistema fiscal más justo, que permita una mejor redistribución de la riqueza, coexisten junto con consignas de mayor abstracción y alcance –“si no hay justicia, no hay pazâ€, “quien siembra vientos recoge tempestadesâ€, “Macron, tu jihad contra los pobres no pasaráâ€, “primer aviso en 2005, revolución en 2019â€, “barrios populares y mundo ruralâ€, “comé, adelgazá: la publicidad vuelve esquizofrénicoâ€, “hermoso como una insurrección impuraâ€, “Macron = Louis XVIâ€â€“, que muestran un mundo que ya no va, crecientemente inverosÃmil.
En ese elenco de denuncias, reivindicaciones, burlas y bravatas, se reserva un lugar notorio para la prensa y el sistema judicial, acusados de sumisión ante un Poder Ejecutivo omnipotente. De igual modo, el también inoxidable culto francés a la singularidad habilita a que cada uno diga lo suyo a propósito de lo que a todos involucra, y de esta manera se hacen presentes entre los manifestantes de los sábados en ParÃs los manifestantes de los viernes en Gaza.
Una multitud de posiciones
La decisión macroniana de ir a paso de carga contra los respetables restos del Estado de bienestar, que a la salida de la Segunda Guerra Mundial el gaullismo concedió a los comunistas para evitar un mal que imaginaban peor (una Francia bajo batuta soviética), y el palpable sinsentido de una vida en que el espÃritu fue cooptado por las industrias culturales han logrado reunir un amplio arco de voluntades dispuestas a hacer de la calle, nuevamente, un lugar de encuentros ines-
perados, en los que el espÃritu se pone de nuevo a soplar. La Navidad pasada hubo chalecos amarillos que prefirieron esperar la medianoche en el frÃo de las rotondas, compartiendo vituallas de supermercado, antes que abotagarse en los sofás delante de la tevé.
Ese arco que incluye a quienes blanden retratos del Che Guevara en rojo y negro y a quienes piden una fiscalidad más social no sólo es extenso, sino que además abarca una multitud de posiciones intermedias o ambiguas. La prensa que quisiera separar al buen chaleco amarillo pacifista y vÃctima del black block enteramente concentrado en su empresa de demolición suele ignorar a quienes, sin romper vidrieras ni mobiliario urbano, permanecen en la vuelta sin alejarse mucho de los “casseurs†(rompedores), que, uniformados de negro, se manifiestan con violencia.
PolicÃas y flores
El sábado, horas después de que la Place de la République fuera desalojada por la PolicÃa y el “acto XII†hubiera concluido, en el persistente tufo a gas lacrimógeno, un policÃa de una compañÃa Crs (compañÃas republicanas de seguridad), antaño temible y hoy superada en ferocidad por otros cuerpos policiales, intentaba obsequiar un ramo de flores a una transeúnte, mientras explicaba que, al recibirlas de regalo de manos de un chaleco amarillo, habÃa dicho que se las ofrecerÃa a alguna señora.
Y aunque en la vÃspera de la manifestación en las redes sociales se habÃa instado a demostrar un ánimo fraterno con las “fuerzas del orden†llevándoles flores, y aunque haya quienes opinen que entre los Crs hoy hay unos cuantos que están a un paso de vestir chaleco amarillo, lo que más se oyó el sábado fue: “Todo el mundo detesta a la PolicÃaâ€, eslogan escandido junto o separado de: “ParÃs, levantate, sublevateâ€.
En el paro general y la manifestación por la Rue de Rivoli que partieron en dos la tarde del martes, confluyeron los convocantes sindicales Cgt y Sud más una pléyade de grupos trotskistas, ecologistas, anarquistas y de chalecos amarillos. Las consignas ocurrentes volvieron a florearse, aunque probablemente la que mejor resume ese encuentro sea “fin de mes, fin del mundoâ€: la dificultad de tantos de llegar a fin de mes no es ajena a las dificultades planetarias, puesto que se trata del mismo sistema que depreda por igual vidas humanas y sistemas ecológicos.
* Docente de LingüÃstica Aplicada y Literatura Francesa en la Universidad de la República (Udelar). Es autora de varios libros y artÃculos sobre lengua, discurso y literatura comparada. Integra el colectivo Prohibido pensar.
_____
---
El software de antivirus Avast ha analizado este correo electrónico en busca de virus.
https://www.avast.com/antivirus
------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20190209/daa3053f/attachment-0001.htm
Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa