Hong Kong/ Desafío sin precedentes. Una masiva lucha por las libertades [Macarena Vidal Liy]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Jul 2 00:01:08 UYT 2019


  _____

Correspondencia de Prensa

2 de julio 2019

 <https://correspondenciadeprensa.com/> https://correspondenciadeprensa.com/

redacción y suscripciones

 <mailto:germain5 en chasque.net> germain5 en chasque.net

  _____



Hong Kong



La protesta eleva a un nivel sin precedentes el desafío a Xi



Los manifestantes aseguran que no van a rendirse en la lucha por las
libertades



Macarena Vidal Liy , desde Hong Kong

El País, 2-6-2019

https://elpais.com/



Entre gritos de júbilo, entraron los primeros en un goteo. Después, con más
puertas abiertas, los demás. Tras horas golpeando los cristales e
improvisando arietes con vallas y las propias placas protectoras que había
colocado la Policía, los jóvenes manifestantes, para su sorpresa, habían
tomado este lunes el Parlamento de Hong Kong y creado con ello el incidente
político más grave en la excolonia británica desde su traspaso a soberanía
china. Precisamente el día en que se cumplían 22 años de la devolución, para
hacer la situación más sangrante a los ojos del Gobierno autónomo y los de
Pekín.



Al principio no se lo creían. Daban por seguro que, en algún momento, de
alguna parte, saldría la policía de Hong Kong con todo el equipamiento
antidisturbios y les obligaría a disolverse con cargas, porras y gas
pimienta, como había hecho otras veces; esa misma mañana había ocurrido así.
Para su sorpresa, la policía desapareció y les dejó hacer. Primero rompieron
los cristales, golpeándolos durante horas. Después consiguieron levantar la
pesada cortina metálica que protegía las puertas de la sede del legislativo
autónomo.



Los centenares que entraron no encontraron tampoco resistencia dentro. Los
agentes de policía que se habían encerrado en el Parlamento horas antes
habían desaparecido. La euforia dio lugar a los destrozos. Pintadas con
spray, despachos arrasados. En el hemiciclo, una pancarta negra —el color de
esta incipiente revolución, o de este vandalismo, según las distintas
opiniones— con el mensaje en cantonés “no hay violencia de la gente, la
única violencia es la del Gobierno”. Bajo ella, una bandera de la época
colonial y varios pósteres con la imagen de Carrie Lam, la jefe del Gobierno
autónomo, cubierta de mensajes sarcásticos. Tras ella, varias pintadas:
“Carrie Lam, dimite”. El símbolo del Gobierno hongkonés, cubierto de pintura
negra.



“Es la crisis política más grave que ha vivido Hong Kong en décadas”,
opinaba en el hemiciclo el diputado pro-demócrata Eddie Chu, que apoya a los
estudiantes y acudió al Parlamento a dialogar con ellos. “Ahora Lam tiene
que decidir cómo resolverla. Puede usar la violencia, que esperamos que no:
no necesitamos la intervención de la policía o el ejército chino. Pero
también puede abrir un proceso de negociación política, que sería la manera
correcta”.



Cerca de la medianoche, llegaba la respuesta. La Policía empezaba a cargar
con gases lacrimógenos en el exterior de la Cámara. La treintena de jóvenes
que aún quedaba dentro optó por la salida. Hasta entonces, habían estado
debatiendo qué pasos tomar y habían considerado la posibilidad de permanecer
toda la noche en la sede legislativa. Unos repartían agua; otros, comida. A
su marcha, quedaron amontonados en el hemiciclo botellas vacías, envoltorios
y bolsas llenas de suministros que no habían llegado a consumir.



La gran incógnita es qué ocurrirá a partir de mañana. La ocupación del
Parlamento carece de precedentes y los destrozos han sido numerosos. Ni
Carrie Lam, ni Pekín, van a permanecer indiferentes. Y los manifestantes
aseguran que no van a rendirse. Ya de madrugada en Hong Kong, la jefa del
Ejecutivo condenó en rueda de prensa la "extrema violencia" y el "total
desprecio por el Estado de derecho" de los manifestantes y anunció que
"llevará ante la justicia a quienes hayan cometido actos ilegales". Por su
parte, el jefe de la Policía explicó que los agentes se inhibieron porque
los manifestantes usaron "tácticas violentas" que les obligaron a una
"retirada táctica". Stephen Lo aseguró que no quisieron usar la fuerza
mientras había manifestantes dentro del Parlamento para evitar riesgos, como
una posible avalancha, y que al tratarse de un recinto cerrado, no podían
emplear algunos de sus recursos, como gases lacrimógenos.



Tras las protestas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró
que los manifestantes que tomaron el Parlamento de Hong Kong quieren la
democracia. "Buscan la democracia y creo que la mayoría de la gente quiere
la democracia. Desafortunadamente, algunos gobiernos no quieren la
democracia", dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca. Por su parte, una
portavoz del Departamento de Estado de EE UU  instó "a todas las partes a
abstenerse de la violencia", recoge France Presse. "El éxito de Hong Kong se
basa en su estado de derecho y respeto a las libertades fundamentales,
incluyendo la libertad de expresión y la reunión pacífica", dijo.



Un indicio de que Pekín se encuentra furioso y las medidas pueden ser muy
duras llegaba por boca de un comentario del periódico chino Global Times,
propiedad del Partido Comunista. El diario, de línea habitualmente muy
nacionalista, asegura que los participantes en el asalto son unos
“camorristas”. Esa protesta ha dañado la legislatura y perjudicado la imagen
de Hong Kong como un centro financiero internacional. “Es una línea roja que
no se puede cruzar de absolutamente ninguna manera”.



Los manifestantes no se declaraban arrepentidos. “No nos quedaba otra
opción. Estamos aquí para protestar contra el poder autoritario”, aseguraba
en el hemiciclo un joven que solo quiso identificarse, entre risas, como
“Señor Libertad”. Como todos ellos, tenía buen cuidado en cubrir su cara con
una mascarilla, y la cabeza con un casco por temor a represalias de la
Policía. “No somos violentos. Esto ha venido forzado por el rechazo, una y
otra vez, de Lam a escuchar nuestras demandas”.



Esas demandas han ido evolucionado desde que comenzaron las movilizaciones
ciudadanas el mes pasado. Una primera gran manifestación, el 9 de junio,
reunió a un millón de personas según los organizadores para protestar contra
el proyecto de ley de extradición, que hubiera permitido por primera vez la
entrega de sospechosos a cualquier país, incluido China. Quienes se oponían
a la medida temen que pueda socavar las libertades de que disfruta Hong
Kong, inexistentes en la China continental, gracias al principio “un país
dos sistemas” que Pekín acordó con Londres para que rigiera el territorio
autónomo hasta 2047.



La disolución por la fuerza de la Policía de la concentración del día 12
amplió las demandas. Desde entonces, exigen también la dimisión de Lam, que
no se presenten cargos contra los detenidos en esas protestas y una
investigación independiente sobre el comportamiento policial aquel día. Que
la jefa del Gobierno anunciara que el proyecto de ley quedaba suspendido
“sine díe” y presentara disculpas -tras una nueva manifestación, esta vez de
dos millones según los manifestantes- no sirvió para nada. Cada vez más
frustrados por lo que consideran falta de respuesta del gobierno, ahora
reclaman una reforma del sistema de democracia indirecta que impide que los
ciudadanos elijan a los candidatos a primer ministro, y sufragio universal.



No reclaman independencia -un deseo muy minoritario entre ellos-, pero sí
conservar el sistema de libertades con el que han crecido, con el que se
identifican y que temen perder con mayor o menor rapidez ante la presión
china.



“Hay que entender que los chicos que estamos viendo dentro del legislativo
están extremadamente frustrados y desesperados. Esa desesperación ha llegado
al punto de que ya tres jóvenes han decidido poner fin a su vida, y han
dejado notas en las que decían que ya no sabían qué hacer porque no
entendían la falta de respuesta de las autoridades, no podían ver una
salida”, apuntaba, también en el hemiciclo, el veterano diputado
prodemócrata Fernando Cheung. “Ven que pasa el tiempo, que millones de
personas se lanzan a la calle a plantear sus peticiones, pero nadie les hace
caso, que no consiguen que el gobierno les conteste”. “Entiendo por qué han
hecho esto”, afirmaba el legislador, “están dispuestos a hacer cualquier
cosa con tal de que el Gobierno les responda”.



Esta mañana, Cheung intentó negociar con la Policía que no utilizara la
fuerza para disolver la primera manifestación juvenil que, a primeras horas,
intentaba bloquear los festejos oficiales por el aniversario del traspaso de
la soberanía y rodear el legislativo. Fue en vano. La policía cargó y varias
personas quedaron heridas. Aunque los jóvenes se apuntaron un tanto
simbólico: consiguieron retirar la bandera china del Legislativo y
sustituirla por la bauhinia negra, la flor de Hong Kong que ellos han teñido
de luto para hacerla su símbolo.



Otra manifestación masiva



Los acontecimientos en el Parlamento de Hong Kong eclipsaron la
manifestación anual del 1 de julio, que marca el aniversario del retorno a
la soberanía china y que suele utilizarse para plantear todo tipo de quejas
contra el Gobierno autónomo y contra Pekín. En esta ocasión, continuaba
presente la demanda de las dos grandes marchas que en junio reunieron cada
una a más de un millón de personas: exigir que se retirase definitivamente
el proyecto de ley de extradición y la dimisión de la jefa del Gobierno
autónomo, Carrie Lam.



La de este lunes batió el récord de una manifestación de aniversario, según
los organizadores: participaron 550.000 personas, 50.000 más que la marca
anterior. Pero la asistencia bajó con respecto a las multitudinarias marchas
del mes pasado contra el proyecto de ley de extradición.



La tensa situación en el Parlamento obligó a los organizadores, por
instrucciones de la Policía, a modificar la ruta de la marcha. Bajo un
fuerte calor de más de 30 grados, los participantes recorrieron el centro de
la ciudad con gritos de “¡Carrie Lam, dimite!”, “¡Abajo la ley de
extradición!”, “¡Libertad para Hong Kong!”. Muchos llevaban carteles en los
que se mostraba una caricatura de Lam con los colores de la bandera china y
encerrada en una jaula de bambú.



Ham, de 26 años y administrativo en un hospital, ya había participado en
todas las grandes manifestaciones del último mes. “Tenemos que hacer oír
nuestra voz. Es nuestro futuro. Si la ley de extradición se aprueba,
cambiará nuestra vida diaria, nuestra capacidad de expresar nuestras
opiniones si no le gustan a China”, opinaba.



El joven se declaraba comprensivo hacia los más radicales: “Este es un
movimiento sin líderes, cada uno hace lo que le parece que debe hacer para
presionar al Gobierno y a China. Si ellos quieren hacerlo de esta manera,
que lo hagan”.

  _____





---
El software de antivirus Avast ha analizado este correo electrónico en busca de virus.
https://www.avast.com/antivirus


------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20190702/e39ab006/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa