Brasil/ Brumadinho: seis meses de un crimen sin reparación [Pedro Stropasolas]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Jul 30 00:04:51 UYT 2019


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Correspondencia de Prensa

30 de julio 2019

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Brasil

 

Brumadinho: seis meses de un crimen sin reparación

 

De los 944.000 afectados, menos del 10% recibe el auxilio de emergencia de
la empresa Vale, fijado en un salario mínimo.

 

Pedro Stropasolas, desde Brumadinho, Minas Gerais

Brasil de Fato, 26-7-2019

https://www.brasildefato.com.br/espanol/

 

La bocina irrumpe en la ciudad del grito sofocado. Es el ruido del tren de
la empresa Vale que corta Brumadinho, en el estado de Minas Gerais. Señal de
que el mineral no para, corre por las vías férreas en dirección al
extranjero. Ese tren, en sentido contrario a toda una región de Brasil
destruida por la minería, no guardó luto durante los últimos seis meses. Al
contrario, lo que se ve, se siente y se respira en la ciudad atestigua el
lamento de una madre Andreza, que perdió a su hijo: “El celo por la vida no
forma parte de la minería. Donde hay minería, sólo ella sobrevive”.

 

El 25 de enero de 2019, alrededor de las 12h30, la Represa I de la mina
Córrego do Feijão se rompió en Brumadinho. Construida por elevación – el
método menos seguro y más barato –, la estructura de más de 40 años era
administrada por Vale desde 2003. Se identificaron 248 muertos. Otros 22
cuerpos continúan enterrados bajo 12 millones de metros cúbicos de relaves
de minería.

 

Pasados 180 días del rompimiento, las 944.000 personas afectadas, con
diferentes niveles de intensidad, intentan retomar sus vidas. Viven en los
18 municipios cortados por el rio Paraopeba, por donde el lodo recorrió 305
km hasta el municipio de Felixlândia, aún el estado de Minas Gerais.

 

Primero fue el ruido del lodo y la destrucción. Después, los helicópteros.
Hoy, son las máquinas que no paran de excavar y quitan el sueño a los
sobrevivientes.

 

En el poblado de Córrego do Feijão, donde la sede de la mina operaba, la
comerciante Sara de Souza Silva tiene la única papelería. El comercio no
abre desde que la represa se rompió. Los cuadernos, mochilas y otros
materiales escolares permanecen guardados, en la penumbra.

 

Ella lamenta que la minera no haya actuado correctamente ni para evitar la
avalancha de lodo, ni para reparar los daños que causó en la localidad con
cerca de 400 moradores, 27 de los cuales murieron en la tragedia.

 

La comerciante Sara de Souza Silva tuvo que cerrar la única papelería del
poblado. El comercio no abre desde el rompimiento de la represa

 

“Es muy triste para nuestra comunidad. Son problemas de salud, psicológicos,
en personas ancianas, niños con heridas en el cuerpo, por causa del lodo,
del aire. Y Vale no ha hecho nada por nosotros”, relata la moradora, que
tuvo un perjuicio de R$ 20.000 ( en el período de vuelta a clases.

 

En el Parque da Cachoeira, barrio que antes era reconocido por la producción
de legumbres, seis huertas fueron tragadas por el lodo. En cada una de
ellas, con una media de 15 hectáreas de plantación, trabajaban cerca de 10
familias.

 

Las hortalizas producidas en las 18 hectáreas de la propiedad de Adriana
Leal abastecían comercios de la capital, Belo Horizonte, a 60 km de allí. El
trabajo en la huerta, ella cuenta, era de domingo a domingo e involucraba a
otras 11 familias. Todos se quedaron sin ingresos, sin tierra para plantar y
sin agua para irrigar.

 

Quedaron las deudas de los préstamos y con los proveedores. “No tenemos
ingresos para pagarlas. Hasta para recomenzar es difícil. Todo fue
destruido. Nuestra tierra está totalmente cubierta. Lo que sobró de área
productiva no podemos usarlo porque dependemos del agua”, explica la
agricultora.

 

La Defensoría Pública Estadual de Minas Gerais (DPE-MG) ha prestado atención
individual a las familias afectadas desde el día 28 de enero y constatado la
ocurrencia de varios daños como consecuencia del rompimiento de la represa.

 

Además de los perjuicios a la salud mental y física, las personas que no
murieron con el lodo perdieron sus viviendas u otros patrimonios. Toda la
producción local de alimentos fue comprometida y nadie puede lavar su comida
ni cocinar con el agua que sale del grifo.

 

“Tenemos varias dificultades con Vale. Hay relatos de empleados muy
educados, pero que no cumplen los plazos. No hay respuestas, la información
es confusa. Hay relatos de violencia en las comunidades por parte de
empleados de Vale. También constatamos la dificultad de acceso a los
derechos ya conquistados, como el bono de emergencia. Las personas llegan a
los puntos de apoyo en Vale y reciben la respuesta de que no tienen derecho,
cuando si tienen”, explica la defensora Carolina Morishita.

 

Erguida en las márgenes del rio Paraopeba, la economía de la pequeña Mario
Campos también está basada en la agricultura familiar. El municipio dejó de
ser un granero para la región y puede ser nunca recupere ese puesto.

 

“Las personas tienen miedo de comprar los alimentos del municipio. Todos
creen que están siendo regados con el agua del río”, relata Andreza
Rodrigues, única concejala – entre los nueve del municipio – con un familiar
muerto en la tragedia.

 

La nostalgia aprieta al hablar de su hijo Bruno, de 26 años, uno de los
trabajadores de Vale tragados por el lodo mientras almorzaba en el
refectorio de la empresa. Sólo en Mario Campos, 20 personas murieron – una
más que los 19 muertos después de la ruptura de la represa en Mariana, en
2015.

 

“Nunca recibí una llamada de Vale. Todos nuestros hijos salieron de casa
saludables, con proyectos de vida. Y nadie se contactó conmigo, ni con las
otras familias”, cuenta.

 

La concejala forma parte de la comisión de familias de los desaparecidos,
grupo creado en marzo, después de una reunión convocada por el Ministerio
Público del Trabajo (MPT), en la Cámara Municipal de Brumadinho. Según ella,
la lucha es para que no cesen las búsquedas. “Porque el dolor es cada vez
mayor. Cada día es una eternidad. Estamos muriendo un poco cada día”, se
desahoga.

 

La comisión presiona para que se envíen más bomberos y para que el Instituto
Médico Legal (IML) tenga acceso a aparatos para reconocimiento – una de las
demandas esenciales es la presencia de canes en las operaciones de búsqueda.

 

“Hubo semanas sin ningún perro, y los perros son responsables por más del
90% del éxito de las búsquedas. Muchos se enfermaron en contacto con el lodo
y no pudieron regresar. Nuestra agenda es que se compren perros donde sea,
pero los perros no pueden ser un factor para la falta de éxito ni postergar
el encuentro de nuestras joyas”, argumenta la concejala.

 

Cerca de 124 fragmentos de cadáveres están en el Instituto Médico Legal en
proceso de identificación. El más reciente fue concluido el día 11 de junio,
asociado a una víctima identificada en febrero. Por lo menos 30 partes de
cuerpos pasaron por varios análisis de DNA sin que fuera posible finalizar
el reconocimiento.

 

Víctimas sin reparación adecuada 

 

Eloá Magalhães, militante del Movimiento de Afectados por Represas (MAB por
sus siglas en portugués) en la región de Brumadinho, cuenta que los
trabajadores se unieron para evitar que hubiera atraso en las reparaciones,
como en el crimen de Mariana (MG), en 2015.

 

“Primero, el MAB consiguió sacar a las empresas tercerizadas de Vale del
proceso de identificación de los afectados”, recuerda.

 

El MAB consideraba que, si el levantamiento hubiera sido realizado por
instituciones públicas, sin vínculo con Vale, habría mayor posibilidad de
garantizar los derechos de las víctimas de la ruptura de la represa de la
mina Córrego do Feijão.

 

“Construimos comisiones de afectados dentro de las comunidades para poder
participar en las negociaciones del acuerdo preliminar con Vale junto al
Ministerio Público y a la Defensoría Pública. Este esfuerzo resultó en la
conquista del bono de emergencia para parte de los afectados”, completa
Magalhães.

 

Vale dice que ha actuado con “enfocada totalmente en la reparación de
daños”, con acciones que incluyen indemnizaciones, donaciones a órganos
públicos y personas damnificadas, asistencia médica y psicológica, compra de
medicamentos, entre otros servicios. En total, se invirtieron R$ 1.500
millones (US$ 397 millones) en servicios ambientales, materiales de salud,
transporte y otros costos logísticos, según la empresa.

 

El 30 de abril, Vale anunció la creación de una Dirección Especial de
Reparación y Desarrollo, con más de 400 empleados, para coordinar el
restablecimiento socioeconómico y ambiental de los municipios afectados.

 

Según la DPE, 98.146 personas reciben de Vale un salario mínimo mensual. El
pago está previsto en el Término de Acuerdo Preliminar (TAP), firmado entre
la minera y la DPE, el 20 de febrero. El número representa menos del 10% del
total de afectados, de acuerdo con el levantamiento del MAB.

 

Acuerdo en riesgo 

 

Hasta el momento, se gastaron R$ 2.300 millones (US$ 609 millones) en
servicios ambientales, suplementos del área de salud, transporte y otros
costos logísticos. Cerca de 256 familias están alojadas en viviendas
provisionales, hoteles, posadas o casas de amigos y parientes.

 

El día 15 de julio, Vale aceptó firmar junto al MPT un acuerdo de
indemnización por daños morales a las familias de 242 víctimas fatales.
Padres, hijos y cónyuges de los trabajadores muertos recibirán R$ 700.000
(US$ 185.000) cada uno. Las y los hermanos tendrán derecho a R$ 150.000 (US$
39.700).

 

Además de esto, deberán recibir R$ 400 millones (US$ 106 millones) a título
de daño moral colectivo. Con la firma del acuerdo, Vale consiguió liberar R$
1.600 millones (423 millones dólares).de cuentas bloqueadas.

 

Se trata de la mayor indemnización por daño moral individual de la historia
de la justicia laboral brasileña, según el procurador Geraldo Emediato de
Souza.

 

El acuerdo, sin embargo, puede no entrar en vigor, ya que está en conflicto
con la reforma laboral aprobada durante el gobierno de Michel Temer (MDB),
que restringe este tipo de pago a 50 salarios mínimos (el salario mínimo son
252 dólares). El Supremo Tribunal Federal (STF) deberá deliberar sobre el
tema el día 3 de octubre.

 

La Vale no para 

 

Mientras tanto, en el mundo de los negocios, las actividades de Vale en
Brumadinho no cesaron. Además de la mina Córrego do Feijão, desactivada
luego del rompimiento de la Represa I, la empresa posee la concesión de
otras cuatro reservas de minerales en la región: Jangada, Mar Azul, Capão
Xavier y Capim Branco. Son 308,5 millones de toneladas de mineral de hierro,
con alto grado de pureza.

 

Solo en el primer trimestre de 2019, Vale produjo 72,87 millones de
toneladas de hierro. En mayo, el valor de la tonelada del mineral alcanzó
US$ 100, la mayor cotización en cinco años.

 

La empresa es la líder mundial en la producción de mineral de hierro y de
níquel. En el período entre 2008 y 2017, acumuló ganancias aproximadas de
57.000 millones de dólares, casi 220.000 millones de reales.

 

Casi todo mineral extraído en Brasil es para la exportación. En 2018, Vale
tuvo ganancias líquidas de 25.657 millones de reales (6.789 millones de
dólares), por medio de la producción de 384,6 millones de toneladas de
mineral.

 

En que pese el esfuerzo de la empresa por expandir sus actividades en otras
regiones del país, 80% de sus 133 represas de mineral de hierro están
localizadas en Minas Gerais.

 

Otras cuatro represas de Vale en el estado ya alcanzaron el nivel máximo de
peligro, con riesgo de rompimiento inminente.

 

Antecedentes 

 

El inicio de las actividades en la mina Córrego do Feijão se dio en 1956,
por medio de la Companhia de Mineração Ferro y Carvão. Desde 2003, es
gerenciada por Vale.

 

La represa que se rompió no recibía más relaves desde 2015. En diciembre de
2018, sin embargo, después de que Vale solicitara una licencia de operación,
la Cámara de Actividad de Minería del Consejo Ambiental de Minas Gerais
permitió que la empresa recuperase el mineral de hierro dispuesto entre los
relaves.

 

Con esa alternativa, las minas Jangada y Córrego do Feijão, que poseían
capacidad de 10,6 millones de toneladas por año, pasaron a 17 millones de
toneladas por año, reduciendo la vida útil de la represa. La idea de Vale
era reminerar los relaves contenidos en la Represa I y depositar las sobras
en el propio foso de la mina.

 

La mina Córrego do Feijão generaba 613 empleos directos y tenía otros 28
tercerizados en tres turnos diferentes, operando 24 horas al día. El flujo
de lodo soterró cerca de 300 hectáreas de tierra en el valle del Córrego do
Feijão.

 

Seguridad comprometida 

 

La Ley Federal nº 12.334 que estableció la Política Nacional de Seguridad de
Represas (PNSB por sus siglas en portugués), determinando que la Agencia
Nacional de Aguas (ANA) realice anualmente un Informe de Seguridad de
Represas, existe hace menos de una década.

 

Se estima que en Brasil existen cerca de 24.000 represas – de relaves, de
generación de energía y para abastecimiento de agua. De estas, apenas 4.500
están sometidas a la PNSB y apenas 3% fueron inspeccionadas.

 

Cuando ocurrió la ruptura en Brumadinho, la agencia tenía ocho servidores
para fiscalizar más de 400 represas en todo Brasil. En los últimos seis
meses, el gobierno trasladó 33 empleados de otros ministerios al sector de
fiscalización, pero no resolvió el déficit.

 

Según la Asociación Contas Abertas, que tiene acceso al Sistema Integrado de
Administración Financiera del Gobierno Federal (SIAFI), el gobierno bloqueó
29% de los gastos no obligatorios de la Agencia.

 

En Brasil, Vale extrae mineral de hierro en tres estados: Minas Gerais, Pará
y Mato Grosso do Sul. Minas Gerais corresponde al 53% de la producción.

 

De acuerdo con datos de la PNSB, existen 114 represas de relaves en todo el
Cuadrilátero del Hierro, centro-sur de Minas, más 104 estructuras no
registradas en el plan, entre diques, gaviones y represas. De este total, 70
tienen alto daño potencial en caso de que ocurra una ruptura. Además de las
represas, existen 56 minas paralizadas y abandonadas en Minas Gerais.

 

El método de elevación aguas arriba, utilizado tanto en el reservorio I de
la Mina Córrego do Feijão como en la represa de Fundão, en Mariana (MG), que
se rompió en 2015, es considerado el más barato y más inseguro. Permite
ampliar el dique inicial hacia arriba cuando se llena la represa, utilizando
el propio relave de la minería como parte de la barrera de contención.

 

En el estilo convencional – o aguas abajo –, el macizo de la represa se
construye en suelo compactado, independientemente del tipo de relave
depositado en la misma. Las elevaciones se realizan en el sentido del flujo
de agua.

 

En entrevista reciente con Brasil de Fato, Bruno Milanez, profesor del
Departamento de Ingeniería de Producción Mecánica de la Universidad Federal
de Juiz de Fora (UFJF), explica lo que causa inestabilidad en el primer
modelo. “A medida que la represa se va volviendo más alta, haciendo los
'escalones' que vemos, tiene una inclinación, subiendo sobre el relave.
Llega un momento en que se hace la represa sobre el propio relave, un
material que, por su contenido de agua, no es muy estable”, analiza.

 

El diputado federal Rogerio Correia (PT-MG), que propuso la desactivación de
todas las represas construidas con el método de elevación aguas arriba en
Brasil, añade que la lucha por la implementación de modelos más seguros
depende de la presión en las calles: “Desgraciadamente, ya sabemos en la
práctica la inviabilidad de este modelo de represa, pues es 'seguro' hasta
que se cae, acarreando daños irreparables a la vida humana y al medio
ambiente. Solamente la movilización popular será capaz de romper el bloqueo
de las mineras, cuyo lobby tiene mucha influencia”.

 

Después del rompimiento de la represa de Fundão, Vale anunció que
desactivaría todas las (19) represas de ese tipo en Minas Gerais. Sin
embargo, 10 de ellas continuaron con relaves, a pesar de estar inactivas. Es
el caso de la Represa I, que se rompió el 25 de enero. Según Vale, las otras
nueve fueron desmanteladas.

 

Minas Gerais es el estado con más represas con potencial de daño considerado
alto: son 132 de un total de 200 catalogadas por la Agencia Nacional de
Minería (ANM). Vale y sus subsidiarias tienen 59 represas en esta categoría,
incluyendo las de Brumadinho.

 

El reportaje entró en contacto con la minera Vale, que dijo haber presentado
a las autoridades brasileñas un plan para acelerar la transformación de sus
represas construidas por el método de elevación aguas arriba. “El plan
presentado busca transformar las estructuras para reintegrarlas al medio
ambiente. El objetivo de la empresa es que en los próximos tres años todas
esas represas construidas por el método de elevación aguas arriba estén
transformadas o con un nivel de seguridad adecuado, sin ofrecer ningún
riesgo para las personas ni el medio ambiente”, dice la nota.

 

Desde la tragedia, el Congreso Nacional presentó 78 proyectos de ley para
fiscalizar y castigar a las mineras que infrinjan el Código de Minería.
Hasta ahora, no se concluyó el trámite de ninguno.

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