Claves/ Covid-19 y el horizonte despu閟 de la crisis. Tres escenarios para explorar las posibilidades [Alain Bihr]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mie Abr 22 00:13:20 UYT 2020


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Correspondencia de Prensa

22 de abril 2020

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Claves

 

Covid-19. Tres escenarios para explorar posibilidades en el horizonte de despu茅s de la crisis

 

Alain Bihr 

A l鈥檈ncontre, 18-4-2020

http://alencontre.org/

Traducci贸n de Correspondencia de Prensa

 

La crisis desatada por la pandemia de Covid-19 tiene un car谩cter doblemente global: es a la vez mundial y multidimensional (no es solamente sanitaria, sino tambi茅n econ贸mica, social, pol铆tica, ideol贸gica, psicol贸gica, etc.). Dado este car谩cter, desestabiliza profundamente el poder capitalista en sus diversos componentes, desafi谩ndolo a renovarse, inventando y desarrollando nuevas modalidades, ya que las viejas y conocidas han sido desestabilizadas. 

 

Pero esta crisis constituye, al mismo tiempo, un desaf铆o para todas las fuerzas anticapitalistas, un desaf铆o que tambi茅n es doble. Desde un punto de vista defensivo, debe anticipar la aplicaci贸n de esas nuevas modalidades de dominaci贸n capitalista, buscando al mismo tiempo, con un enfoque ofensivo, aprovechar el debilitamiento c铆clico del poder capitalista para hacer evolucionar el equilibrio de fuerzas a su favor, e incluso abrir brechas capaces de ampliarse hacia perspectivas revolucionarias.

 

Las siguientes l铆neas no tienen otra ambici贸n que la de presentar algunas tesis relativas a ambos aspectos de la crisis y la de contribuir a la discusi贸n ya planteada sobre este tema en las filas anticapitalistas [1].

 

1. El poder capitalista se ha visto m谩s claramente desestabilizado por la pandemia y la consiguiente crisis sanitaria a nivel de sus 贸rganos de gobierno. La negaci贸n primero [2], luego la postergaci贸n, y despu茅s las medias tintas, transformando una necesidad inventada (porque dictada por el estado deplorable de un aparato sanitario debilitado por d茅cadas de restricciones presupuestarias, ordenadas por las pol铆ticas neoliberales, a pesar de las advertencias y de las movilizaciones de los trabajadores de la salud), en una falsa virtud (la detecci贸n sistem谩tica a trav茅s de testeos ser铆a in煤til, las m谩scaras protectoras ser铆an in煤tiles, etc.) y por 煤ltimo, un amateurismo grotesco en su ejecuci贸n, que en otras circunstancias dar铆a para re铆r, hipotecaron seriamente el cr茅dito de la gran mayor铆a de los que est谩n en el poder. Y agregando a menudo una capa de ignominia criminal, como en el caso de la imbecilidad ignorante (Donald Trump, Andr茅s Manuel L贸pez Obrador o Jair Bolsonaro) o de cinismo neo-darwinista, el que inspira la tesis de la inmunidad de grupo (como en el caso de Boris Johnson, de un Mark Rutte [3] o de un Stefan L枚fven) [4].

 

Para la mayor铆a de las poblaciones que han tenido que sufrir las consecuencias, queda claro ahora que esos gobernantes est谩n dispuestos a hacer cualquier cosa para ocultar su impericia, su falta de control sobre los acontecimientos, especialmente su responsabilidad por la notoria falta de capacidad de reacci贸n de un sistema de salud que ellos mismos debilitaron a sabiendas, al precio de mentiras que por ser tan trajinadas terminan por traicionarlos. En por lo menos seis ocasiones, durante su discurso del 16 de marzo, Emmanuel Macron repiti贸 que "estamos en guerra". El uso de esta met谩fora abusiva deber铆a alertarnos. Es el momento de recordar que "nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y despu茅s de la caza", en palabras de Georges Cl茅menceau, un gran conocedor de esta triple tem谩tica. Y, como nos lo ense帽贸 Clausewitz, la guerra no es m谩s que la continuaci贸n de la pol铆tica por otros medios: en este caso, al tratar de agravar a煤n m谩s el p谩nico causado por la pandemia, se trata de provocar el reflejo de unidad nacional, e incluso de "uni贸n sagrada", capaz de unir al pueblo asustado en torno al jefe de los ej茅rcitos y su Estado, denunciando de antemano cualquier cr铆tica como un acto de alta traici贸n.

 

Sin embargo, los gobiernos de Corea del Sur, Taiw谩n, Hong Kong y Singapur fueron las excepciones, y aplicaron desde el principio la 煤nica estrategia eficaz para combatir la propagaci贸n del Covid-19, basada en la detecci贸n de todos los casos sospechosos, tratando y confinando solamente a las personas infectadas y a aquellas que se hab铆an acercado a las mismas y que pod铆an ser identificadas, el uso obligatorio de m谩scaras y el seguimiento en lugares p煤blicos de todas las dem谩s personas [5]. En los casos mencionados anteriormente, por razones que son bien conocidas, faltaron el equipamiento, el personal y la infraestructura necesarios para estos fines (as铆 como una buena dosis de disciplina colectiva).

 

2. El sacud贸n profundo al sistema capitalista va mucho m谩s all谩 de las esferas de gobierno. En realidad, son los fundamentos mismos de la producci贸n capitalista los que est谩n siendo cuestionados, tanto sus demandas m谩s inmediatas como las formas que han adoptado en las 煤ltimas d茅cadas y la din谩mica verdaderamente infernal a la que ha arrastrado a la humanidad y a todo el planeta.

 

En primer lugar, hay que recordar que no hay capital si no hay mano de obra viva para ser explotada. Valor en proceso, el capital s贸lo puede preservar y aumentar su valor, que es su propio objetivo perseguido indefinidamente en un ciclo tan ininterrumpido como sea posible, si encuentra en el mercado una fuerza de trabajo humana de la que pueda apropiarse y explotar. Si esta fuerza no existe, su propia existencia est谩 amenazada.

El problema para el capital es que la pandemia del Covid-19 lo enfrenta ese riesgo. Ese riesgo ya es efectivo, bajo forma de abandono de sus puestos por una parte de los trabajadores, haciendo valer su derecho a retirarse, porque la gesti贸n capitalista de las empresas no es m谩s capaz que los gobiernos de proporcionarles la protecci贸n sanitaria indispensable en sus lugares de trabajo (obras, talleres, almacenes, dep贸sitos, oficinas, etc.); en forma tambi茅n de desempleo t茅cnico causado por la desorganizaci贸n de la producci贸n, tanto en las fases iniciales (por parte de los proveedores o subcontratistas) como en las finales (por parte de los distribuidores) y por 煤ltimo, bajo la forma de deserci贸n de los consumidores finales, que resultan ser, en su gran mayor铆a, trabajadores  asalariados. Y estos efectos de interrupci贸n, desaceleraci贸n y desorganizaci贸n de la producci贸n ser谩n a煤n m谩s graves y perjudiciales para el capital si la pandemia dura. Si la pandemia continuara, se amplificara y se repitiera, como es muy probable que ocurra cuando se levante el confinamiento, la crisis de valorizaci贸n del capital (que corresponde de hecho a una devaluaci贸n relativa o incluso absoluta de una gran parte del capital), adquirir铆a una dimensi贸n catastr贸fica, amplificando al mismo tiempo el colapso del capital financiero en su componente ficticio (los mercados de valores), que de hecho comenz贸 antes de la crisis sanitaria y que 茅sta s贸lo habr谩 precipitado y amplificado. Pero esta falta de mano de obra viva podr铆a adoptar formas a煤n m谩s catastr贸ficas si la pandemia desembocara finalmente en una mortalidad masiva, al privar al capital del trabajo y reequilibrar a favor del trabajo un equilibrio de poder en el mercado laboral que el desempleo desequilibra actualmente a favor del capital. Y esto sin considerar, por el momento, las inevitables explosiones sociales que podr铆an ocurrir en un escenario tan catastr贸fico. De ah铆 la elecci贸n forzosa del confinamiento, por falta de los medios que habr铆an permitido elegir la opci贸n del sudeste asi谩tico (coreanos, taiwaneses, etc.), sin pensar dos veces en el costo inmediato para el capital.

 

Las direcciones capitalistas (gobierno y patrones) son m谩s o menos conscientes de todo esto. De ah铆 las repetidas presiones sobre los trabajadores para que contin煤en trabajando, a pesar de los riesgos de contaminaci贸n que corren, a pesar de su derecho a retirarse y a pesar de los dict谩menes favorables emitidos a tal efecto por las inspecciones de trabajo o incluso por los tribunales [6]; presiones moduladas, sin embargo, seg煤n se trate de directivos ( incitados a practicar el teletrabajo) o de proletarios (obreros y empleados) que deben seguir present谩ndose cada d铆a en sus puestos, modulaciones cuyo car谩cter de clase no pasar谩 desapercibido para nadie. De ah铆 tambi茅n su mandato contradictorio: "隆Qu茅dense todos en casa!" pero "隆sigan yendo trabajar tanto como sea posible!" aunque los elementos de protecci贸n m谩s b谩sicos (distancias de seguridad, guantes y m谩scaras, alcohol en gel) falten o sean imposibles proporcionar o poner en pr谩ctica en el lugar de trabajo. De ah铆 su impaciencia por salir del confinamiento, que se encuentra sin embargo con la dificultad de reunir las condiciones materiales (test de detecci贸n, uso de guantes y de m谩scaras) y sociales (reorganizaci贸n de un sistema de salud al borde del derrumbe), para que no correr el riesgo de convertirse en un fiasco, en un nuevo brote de la pandemia. [7].

 

Adem谩s, esta pandemia introduce una contradicci贸n importante en la fase actual de la "globalizaci贸n" capitalista, al debilitar el poder capitalista a otro nivel. Contrariamente a lo que el discurso neoliberal y muchos estudios acad茅micos ha venido insinuando durante decenios, la "globalizaci贸n" no ha hecho en modo alguno que los Estados se vuelvan obsoletos e in煤tiles, incluso en su forma y dimensi贸n nacionales (Estados-naci贸n). Por cierto, el proceso inmediato de reproducci贸n del capital, la unidad de su proceso de producci贸n y su proceso de circulaci贸n, se ha "globalizando": Eso se traduce en la "mundializaci贸n" de la circulaci贸n de bienes y capitales, as铆 como en la "globalizaci贸n" de las "cadenas de valor" (la segmentaci贸n de los procesos de producci贸n entre lugares dispersos, caso situados en distintos Estados, utilizando fuerzas de trabajo desigualmente calificadas y productivas con remuneraciones diferentes), dando as铆 una dimensi贸n planetaria a la "f谩brica fluida, flexible, difusa y n贸mada" que tanto les gusta a las empresas transnacionales. Pero no ha sido as铆, o si no en un nivel muy bajo, en la producci贸n y reproducci贸n del conjunto de las condiciones sociales generales del proceso inmediato de reproducci贸n del capital, del que los Estados siguen siendo la entidad contratante e incluso, en gran medida, los ejecutantes principales. Por ejemplo, a trav茅s del aparato familiar (la familia nuclear, su reparto desigual del trabajo entre los sexos y sus tutelas estatales), el aparato escolar, el aparato sanitario, el aparato policial y judicial, etc., la reproducci贸n de la fuerza social de trabajo (que, como hemos visto, es indispensable para la valorizaci贸n del capital) sigue siendo siempre asunto de los Estados nacionales, tanto en sus 贸rganos centrales como en sus 贸rganos descentralizados (regiones, metr贸polis, comunas, etc.). Esto es lo que justifica que se hable no de "globalizaci贸n" o "mundializaci贸n", sino m谩s precisamente de la transnacionalizaci贸n del capitalismo. [8].

 

Esta divisi贸n del trabajo reproductivo del capital, que parece funcional y que lo es en el curso ordinario de la reproducci贸n, manifiesta por el contrario, en las condiciones actuales, la contradicci贸n potencial en la que se basa: la que existe entre un espacio de reproducci贸n inmediata del capital con dimensiones planetarias mientras que los aparatos que aseguran la (re)producci贸n de sus condiciones sociales generales permanecen dimensionados y normalizados a escala nacional. Por una parte, si un virus que apareci贸 en noviembre (2019) en unos mercados locales de la China central en la zona de Wuhan pudo dar lugar a una pandemia planetaria en pocas semanas, se debe obviamente a la extensi贸n e intensificaci贸n de la circulaci贸n de bienes y personas, inherente a la "globalizaci贸n" del proceso de reproducci贸n inmediata del capital, y a su n煤cleo que es el modelo de la "f谩brica difusa y n贸mada", cuyas redes cubren todo el planeta; mientras que este fen贸meno patol贸gico mundial se supone que debe ser frenado por los Estados-naci贸n que act煤an de forma dispersa y cada uno por su cuenta, haciendo de la defensa de la salud de sus respectivas poblaciones una prioridad, lo que conduce a la transformaci贸n de un mundo todav铆a abierto a los cuatro vientos de la "mundializaci贸n" el d铆a anterior (siempre que no se trate de un migrante "econ贸mico", de alguien que llega pidiendo asilo o de un refugiado "clim谩tico"), en un mosaico de Estados que se cierran unos con respecto a los otros, volviendo a erigir barreras en sus fronteras y reafirmando manu militari el principio de su soberan铆a territorial [10]. Adem谩s, en estas condiciones, los sistemas nacionales de salud no s贸lo se ven privados de la cooperaci贸n entre s铆, ya que la Organizaci贸n Mundial de la Salud (OMS) s贸lo desempe帽a la funci贸n de lanzar alertas y emitir recomendaciones sobre las pr谩cticas a adoptar, sino que pronto se pondr谩n en competencia ya que todos al mismo tiempo van a dirigirse a las 煤nicas industrias capaces de abastecerlos de medicamentos, equipos y sistemas de salud para combatir el Covid-19. Esta competencia ser谩 aguda y feroz en la medida en que, finalmente, la "mundializaci贸n" del capital habr谩 operado tambi茅n en el seno de estas industrias, provocando su deslocalizaci贸n y la concentraci贸n en ciertos "Estados emergentes" (China e India en particular), privando a numerosos Estados (incluso en Europa) de todos estos recursos en su propio territorio, y se dar谩n cuenta en ese momento de hasta qu茅 punto este proceso, que tambi茅n fue alentado por las pol铆ticas neoliberales de restricciones presupuestarias, las volvi贸 dependientes y precarias en lo que respecta a su seguridad sanitaria.

 

En tercer lugar, la crisis actual pone en tela de juicio el modelo de desarrollo inherente al modo de producci贸n capitalista en la medida en que, sobre todo por su productivismo y su car谩cter global incontrolable, su orgullo desmesurado en definitiva, s贸lo puede destruir el ecosistema planetario. Pues, como en otras patolog铆as anteriores, m谩s o menos graves, en particular el VIH/SIDA (que apareci贸 en 1981), el s铆ndrome respiratorio agudo severo (SARS) que se manifest贸 entre noviembre de 2002 y julio de 2003 (provocado ya por un coronavirus), la gripe aviar en 2004 debido al virus H5N1, La gripe A (debida al virus H1N1) en 2009, la gripe aviar A (debida al virus H7N9) que apareci贸 en 2013, el Covid-19 parece haber desencadenado una transmisi贸n entre los espacios animales y la especie humana, lo que pone en tela de juicio las condiciones sanitarias de ciertas explotaciones (especialmente en Asia, pero tambi茅n en Europa: cf. el episodio de la encefalopat铆a espongiforme bovina responsable de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob) y, sobre todo, las invasiones destructivas de ciertos medios forestales tropicales y otros biotopos naturales, debido a la presi贸n que ejercen sobre ellos la agricultura y especialmente la ganader铆a, la industria extractiva, la concentraci贸n y la extensi贸n urbanas, la extensi贸n de las redes de transporte por carretera, el desarrollo del turismo de masas, la creaci贸n de parques de animales, etc. Estas invasiones favorecen la virulencia de ciertos microbios (bacterias, virus, par谩sitos) y su transmisi贸n desde la especie animal, sobre la que pueden ser benignos, a la especie humana, sobre la que son o se vuelven pat贸genos, sobre todo porque esta transmisi贸n va a menudo acompa帽ada de su mutaci贸n: el lentivirus del macaco se convirti贸 as铆 en VIH [11]. Sin mencionar el hecho de que los riesgos de mortalidad de Covid-19 se ven visiblemente incrementados por toda una serie de males causados por la "civilizaci贸n" capitalista (sedentarismo, sobrepeso y obesidad ligados a la comida basura, contaminaci贸n del aire, resistencia bacteriana a los antibi贸ticos debido al consumo excesivo de los mismos, etc.). En estas condiciones, la recurrencia acelerada en los 煤ltimos decenios de este tipo de patolog铆as, que pueden adquirir un car谩cter pand茅mico, puede explicarse y suscita el temor de que la actual pandemia no sea m谩s que un presagio de lo que nos espera si no ponemos fin a la carrera hacia el abismo a la que nos ha llevado el capitalismo.

 

3. Por ahora, es obviamente dif铆cil y en parte, aventurado tratar de predecir lo que suceder谩 una vez que la actual pandemia haya sido contenida, si es que puede ser contenida. Porque todo depender谩 del estado demogr谩fico, econ贸mico, social, pol铆tico, psicol贸gico, etc., de las formaciones sociales que hayan sido afectadas. Este estado variar谩 en primer lugar seg煤n la duraci贸n de la pandemia y la eficacia de las estrategias sociales y sanitarias aplicadas para frenarla. Este ejercicio prospectivo es, sin embargo, necesario si no queremos volver a estar expuestos a este tipo de acontecimientos.

Cualquier ejercicio de este tipo conduce a una distinci贸n entre diferentes escenarios posibles. Suponiendo que el equilibrio de poder entre capital y  trabajo ser谩 el factor clave para determinar lo que suceder谩 entonces e incluso  a partir de ahora y hasta entonces, es posible distinguir tres escenarios, entre los cuales, obviamente, no podemos excluir las combinaciones parciales. Estos escenarios deben ser entendidos como situaciones modeladas, en funci贸n de las cuales debe ser posible interpretar los acontecimientos actuales y los que probablemente ocurran en los pr贸ximos meses, pero que, contrariamente, esos acontecimientos deber谩n permitir que se clarifiquen y modifiquen a medida que se desarrollen. Por lo tanto, s贸lo facilitar谩n claves para la comprensi贸n si se utilizan de manera flexible.

 

Escenario 1: la reanudaci贸n neoliberal de los negocios como de costumbre 

 

Presupone que las relaciones de fuerzas entre el capital y el trabajo seguir谩 siendo c贸mo lo ha sido globalmente en las 煤ltimas d茅cadas, es decir, fundamentalmente favorable al capital. Y 茅sta es claramente la perspectiva en la que se han situado los gobiernos actuales, que ya han puesto en marcha los medios necesarios para ello.

 

Los gobiernos se hacen eco o incluso anticipan la demanda de los empresarios capitalistas, su prioridad es la reactivaci贸n de la "econom铆a", es decir, del proceso de producci贸n y circulaci贸n del capital, permitiendo la reanudaci贸n de la valorizaci贸n y de la acumulaci贸n de este 煤ltimo a gran escala. Esto supone obligar a los trabajadores a regresar lo m谩s r谩pida y masivamente posible a sus lugares de explotaci贸n; y las presiones en este sentido, que no han cesado desde el comienzo de la pandemia, aumentar谩n a medida que la pandemia retroceda. Las presiones se har谩n efectivas mediante el cese de las indemnizaciones por desempleo t茅cnico, establecidas precisamente para permitir que la "econom铆a" se reanude lo antes posible despu茅s del "bache" que experimenta actualmente, y la amenaza de despido para los m谩s recalcitrantes.

 

Sin embargo, este reinicio no puede ser simplemente un regreso al status quo anterior. Por una parte, a pesar de las medidas de apoyo a la tesorer铆a de las empresas (mediante el aplazamiento o incluso la anulaci贸n parcial de los impuestos y las cotizaciones a la seguridad social y la cobertura estatal de las indemnizaciones de desempleo parcial) y la apertura de amplias posibilidades de pr茅stamo, algunas de ellas garantizadas por el Estado [12], muchas empresas, y no s贸lo las PYMES m谩s expuestas, pueden llegar a la quiebra, y para muchas otras ser谩 muy dif铆cil debido a la ruptura de las relaciones inter empresariales (ascendentes y descendentes de cada una) que estas quiebras conllevan. Esto se va a traducir en una mayor concentraci贸n y centralizaci贸n de los capitales en todos los sectores y ramas, cuya participaci贸n en la "econom铆a" va a aumentar, pero tambi茅n en un aumento de su tasa de ganancia, debido a la desaparici贸n de una parte del capital en funciones, que actualmente se encuentra en un estado de sobreacumulaci贸n. Sin embargo, las perspectivas de inversi贸n se ver谩n afectadas por la devaluaci贸n de su capital que los inversores institucionales acaban de registrar en el mercado de valores, lo que los har谩 m谩s cautelosos y m谩s exigentes en cuanto a la garant铆a del rendimiento de la inversi贸n. El resultado general ser谩 un aumento del desempleo, que no se compensar谩 totalmente con la reanudaci贸n del consumo (productivo e improductivo) que seguir谩 al final del confinamiento, y que desequilibrar谩 a煤n m谩s las relaciones de fuerza en el mercado laboral a favor del capital.

 

Por otra parte, las empresas que logren salir de esta crisis, sabiendo que precisamente para salir de ella, tratar谩n de aumentar la explotaci贸n de la mano de obra, jugando principalmente con la duraci贸n e intensidad de la jornada laboral, ya que el aumento de los beneficios de la productividad se ha ido desacelerando constantemente en los 煤ltimos decenios [13]. Para ello, podr谩n obviamente aprovechar el aumento del desempleo y utilizar a煤n m谩s el chantaje del despido; pero tambi茅n podr谩n beneficiarse del apoyo del gobierno en forma de un endurecimiento de las condiciones legales de empleo, trabajo y remuneraci贸n. En Francia, por ejemplo, podr谩n contar con todas las medidas de derogaci贸n de lo que queda del C贸digo del Trabajo que se adoptaron en virtud de la ley por la que se instituye el "estado de emergencia sanitaria", que puede prorrogarse y convertirse en "estado de emergencia econ贸mica". Estas derogaciones se refieren a "facilitar el uso de la actividad parcial; la posibilidad de autorizar al empleador a imponer o modificar las fechas de disfrute de una parte de las vacaciones remuneradas dentro del l铆mite de seis d铆as laborables, mediante la derogaci贸n de los per铆odos de notificaci贸n previa a despido, o a imponer o modificar unilateralmente las fechas de los d铆as de reducci贸n de la jornada laboral (seg煤n lo prev茅 la ley sobre las 35 horas/semana: NdT), los d铆as de descanso previstos en los acuerdos sectoriales y los d铆as de descanso asignados a trav茅s de la cuenta de ahorro de tiempo de los asalariados; la autorizaci贸n otorgada a las empresas especialmente necesarias para la seguridad nacional o la continuidad de la vida econ贸mica y social a que se aparten de las normas de orden p煤blico y de las estipulaciones relativas a los horarios y duraci贸n de la jornada de trabajo, el descanso semanal y el descanso dominical; excepcionalmente, se podr谩n modificar los plazos y las condiciones de pago en el marco del r茅gimen de participaci贸n en los beneficios o de la prima de poder adquisitivo excepcional" [14]. Cabe se帽alar que hasta la fecha (15 de abril) a煤n no se ha publicado el decreto en el que se especifican los sectores en los que no deben aplicarse esas derogaciones.

 

Por 煤ltimo, la crisis econ贸mica que acompa帽a a la crisis sanitaria no s贸lo habr谩 afectado el circulante de las empresas: tambi茅n habr谩 deteriorado brutalmente el estado de las finanzas p煤blicas, tanto por el aumento de los gastos provocado por los planes de apoyo a la "econom铆a" [15] como por la contracci贸n de los ingresos fiscales vinculados a la ruptura de una parte de esa misma "econom铆a" (en particular el impuesto sobre el capital y los impuestos indirectos sobre el consumo) [16], provocando un d茅ficit p煤blico adicional [17], cubierto como de costumbre por el recurso al endeudamiento. Esto ya ha dado lugar a un fuerte aumento de los tipos de inter茅s de los pr茅stamos p煤blicos anteriormente orientados a la baja, incluso de cero por ciento en algunos casos, que los principales bancos centrales han tratado de prevenir y limitar mediante una nueva ola de flexibilizaci贸n cuantitativa [18]. De ah铆 tambi茅n la reactivaci贸n de los proyectos de eurobonos (llamados tambi茅n covibonos): Esto significa que todos los pa铆ses de la UE (Uni贸n Europea) emiten t铆tulos de cr茅dito a trav茅s del BCE [Banco Central Europeo], poniendo as铆 en com煤n esta deuda p煤blica adicional para ayudar a los Estados miembros m谩s afectados por la pandemia, cuyas condiciones de pr茅stamo en los mercados financieros son tambi茅n las menos favorables (Italia, Espa帽a, Portugal); que tanto Alemania como los Pa铆ses Bajos, Austria y Finlandia, como de costumbre, han rechazado por el momento, dando prioridad a su soberan铆a nacional en una operaci贸n que habr铆a representado un paso adelante en el camino hacia la creaci贸n de un Estado federal europeo. [19]

 

En este primer escenario, el deterioro de las finanzas p煤blicas se traducir铆a casi seguramente en una intensificaci贸n de la pol铆tica de austeridad aplicada anteriormente por los gobiernos, que implicar铆a tanto un aumento de los impuestos y las cotizaciones sociales sobre el trabajo y el consumo final como una reducci贸n del gasto p煤blico, empezando por recortes claros en los presupuestos destinados a cubrir las necesidades sociales m谩s b谩sicas: vivienda, transporte, educaci贸n e incluso salud. La crisis que estamos viviendo, que es el resultado de d茅cadas de subinversi贸n p煤blica en la salud puede no alterar las tendencias anteriores en este 谩mbito, si nos atenemos, por ejemplo, al estudio que acaba de presentar la Caisse des d茅p么ts et consignations (Instituci贸n financiera p煤blica 鈥渄e inter茅s general鈥), que prev茅 recurrir a la colaboraci贸n p煤blico-privada para suplir la falta de inversi贸n p煤blica en los hospitales [20]. O si nos fijamos en las declaraciones del director de la Agencia Regional de Salud de la Regi贸n del Gran Este [Noreste de Francia], quien indica que, una vez que la pandemia haya terminado, ser谩 necesario continuar el plan de ahorro previsto para los hospitales de Nancy mediante el recorte de 598 puestos de trabajo y 174 camas. [21] La misma orientaci贸n aberrante en Suiza donde, en medio de la crisis de Covid-19, el Consejo Federal planea una reducci贸n de los ingresos de los hospitales entre cinco a seiscientos millones de francos [22]. 

 

Para completar el cuadro, para evitar que cualquier movimiento social se oponga al restablecimiento del estado anterior y de la din谩mica catastr贸fica, lo que implica considerar como definitivas las consecuencias sociales de la crisis sanitaria y que los gobiernos en el poder queden exentos de toda responsabilidad en esta materia, estos 煤ltimos podr铆an contar siempre con el mantenimiento o incluso el endurecimiento del r茅gimen de restricci贸n de las libertades p煤blicas establecido para hacer frente a la pandemia, ante el que el propio Syndicat de la magistrature (un sindicato de jueces] expres贸 su preocupaci贸n en Francia [23]. Y sin duda sabr谩n aprovechar la nueva tolerancia a la vigilancia generalizada facilitada por el confinamiento, con la vigilancia de los espacios p煤blicos por medio de drones y sensores de calor y los movimientos individuales por medio del seguimiento de los tel茅fonos m贸viles. El "Gran Hermano" se convertir铆a en un compa帽ero intruso e inevitable tan pronto como salgas de tu casa. Si pudieran, completar铆an al mismo tiempo los cambios introducidos en la lucha contra este otro enemigo invisible, el llamado "terrorismo", que ya permiti贸 una restricci贸n cr贸nica de las libertades p煤blicas y el avance hacia un poder pan贸ptico de vigilancia, control y represi贸n.

 

Por 煤ltimo, podr铆an contar tambi茅n con los efectos persistentes del estado ps铆quico creado por esta pandemia y por las medidas de contenci贸n impuestas para combatirla: la autodisciplina para aceptar el estado de excepci贸n como forma normal de gobierno; la actitud de desconfianza hacia los dem谩s, as铆 como hacia uno mismo como posibles fuentes de amenaza (factor de infecci贸n), expresada a trav茅s de la distanciaci贸n, de los "gestos barrera", del uso de guantes y m谩scaras y por 煤ltimo y m谩s profundamente, por una p茅rdida de confianza en el mundo. No hablemos del trauma sufrido por quienes han perdido a uno de sus seres queridos, sin haber podido siquiera recogerse ante sus restos, un rito que es sin embargo necesario para cualquier trabajo de duelo. Todos estos son elementos que no favorecen el desarrollo de la movilizaci贸n colectiva.

 

En resumen, este primer escenario ser铆a algo as铆 como la secuencia que vimos al final de la crisis financiera de 2007-2009, conocida como la crisis de las hipotecas de alto riesgo, de las subprime. Entonces, el hecho que la crisis haya cuestionado los dogmas neoliberales habr谩 sido una oportunidad para que los gobiernos los reafirmen autoritariamente, argumentando que la crisis no fue resultado de su aplicaci贸n sino, por el contrario, de las insuficiencias de esa misma aplicaci贸n, que por lo tanto debe continuarse y recrudecerse [24]. Fieles a la "estrategia de choque" (Naomi Klein) que siempre ha tenido 茅xito hasta ahora, no cabe duda de que "nuestros" gobiernos tratar谩n de aprovechar el choque econ贸mico, financiero, social y psicol贸gico de la actual crisis (sanitaria) para prolongar y reforzar la aplicaci贸n de esas pol铆ticas, tratando as铆 de ocultar y de hacer olvidar la responsabilidad en el desencadenamiento y la gesti贸n calamitosa de esta crisis de esas pol铆ticas y de quienes los administraron.

 

Est谩 claro que los puntos d茅biles de tal escenario son m煤ltiples. Aparte del hecho de que nada garantiza que los que est谩n en el poder puedan controlar f谩cilmente a los movimientos sociales que nacer铆an de su propia implementaci贸n, a menos de adoptar formas de gobierno dictatoriales (como ya es el caso de Hungr铆a), esta hip贸tesis pasa por alto especialmente los dos 煤ltimos desaf铆os que la actual pandemia plantea al poder capitalista y que han sido mencionados anteriormente. No contribuir铆a a remediar la contradicci贸n inherente a la transnacionalizaci贸n del capital que ya he se帽alado, que pone exclusivamente bajo la responsabilidad de los Estados-naci贸n la (re)producci贸n de las condiciones generales de esta relaci贸n social, mientras que la misma se extiende d铆a a d铆a m谩s all谩 de sus fronteras y de su espacio de soberan铆a. En cuanto al hecho de que la pandemia actual aparece como un desarrollo particular, pero particularmente agudo, de la cat谩strofe ecol贸gica mundial en la que el modo de producci贸n capitalista ha comprometido a toda la humanidad, la aplicaci贸n de pol铆ticas neoliberales ser铆a tanto m谩s indiferente a dicha cat谩strofe cuanto que, por definici贸n, se trata de pol铆ticas totalmente ciegas a las "externalidades negativas" del proceso de producci贸n capitalista. [25] En otras palabras, la realizaci贸n de un escenario como 茅ste abrir铆a de par en par las puertas a la reaparici贸n de tales crisis a corto o mediano plazo, incluso a escalas a煤n mayores.  

 

Escenario 2: Un giro neo-socialdem贸crata 

 

La gesti贸n calamitosa de la crisis sanitaria por parte de los gobiernos, que probablemente se prolongue o que incluso se agrave cuando se levanten las medidas de confinamiento, las medidas de austeridad que tal vez adopten para reactivar la "econom铆a", los intentos de reactivar y de ampliar el programa de "reformas" neoliberales que pautaron la agenda antes de la presente crisis, todo ello puede provocar, por reacci贸n, que los movimientos sociales les pidan cuentas de su responsabilidad en este asunto y los obliguen a cambiar sus orientaciones anteriores. Estos movimientos podr铆an apoyarse f谩cilmente en el descr茅dito de esos mismos gobernantes, fruto del espect谩culo de su ineptitud, de la c贸lera y las frustraciones generadas por el encierro, del deseo de encontrar a los responsables y culpables de este enorme fiasco, un descr茅dito que podr铆a repercutir sobre todas las pol铆ticas neoliberales anteriores, cuyo car谩cter nocivo e incluso criminal ha quedado demostrado a gran escala por la crisis sanitaria ocasionada por el deterioro del servicio de salud p煤blica, del que estas pol铆ticas son directamente responsables.

 

No cabe ninguna duda de que los trabajadores de la salud estar铆an en la primera l铆nea de tales movimientos, en particular los de los hospitales p煤blicos, que a lo largo del 煤ltimo a帽o han denunciado constantemente el desmoronamiento del sistema de salud, obteniendo como 煤nica respuesta, en el mejor de los casos, el desprecio de sus irresponsables superiores, cuando no los gases lacrim贸genos y las porras [de la polic铆a] y que, arriesgando sus vidas, han estado y est谩n en la primera l铆nea de la lucha contra la pandemia. Esperamos que sean apoyados por todos aquellos que se han salvado gracias a sus esfuerzos, junto con sus familiares y allegados; pero tambi茅n por todos aquellos que han perdido a uno de sus seres queridos en condiciones indignas, cuando otra pol铆tica de salud p煤blica podr铆a haberlos salvado y m谩s globalmente, por todos aquellos que habr铆an tomado conciencia en esta ocasi贸n de la necesidad de movilizarse para detener tal destrozo [del sistema de salud]. Y ciertamente ser铆an apoyados por todos los investigadores que han visto sus investigaciones sobre los virus literalmente arruinadas voluntariamente por las restricciones presupuestarias. [26].

 

Tambi茅n es de esperar que el confinamiento haya hecho que la insuficiencia cuantitativa y cualitativa de las viviendas sociales y, m谩s en general, las condiciones de alojamiento, sobre todo en las zonas urbanas, sean de ahora en adelante inaceptables para un gran n煤mero de personas, y que les haga tomar conciencia de la necesidad de adoptar un plan de construcci贸n y renovaci贸n masiva [de viviendas]. Sin mencionar siquiera las condiciones miserables e indignas en las que los presos [27], los detenidos en centros de detenci贸n administrativa [28] y los internados por razones psiqui谩tricas [29] han sido confinados en Francia y sin duda en otros lugares del mundo. Afectados tanto ellos como sus parientes y las personas que los apoyan.

 

Por supuesto, es dif铆cil predecir en qu茅 perspectivas pol铆ticas globales podr铆an desembocar esos movimientos sociales, si se produjeran. En todo caso, llevar铆an a una alteraci贸n del equilibrio de fuerzas entre el capital y el trabajo. El alcance y la duraci贸n de esa alteraci贸n depender铆a obviamente del grado de su radicalidad y, por lo tanto, de su orientaci贸n dominante.

 

Esto nos lleva a prever un segundo escenario que conducir铆a a un nuevo compromiso entre el capital y el trabajo del mismo orden que el que puso fin, en los a帽os 1930 y 1940, a la crisis estructural que el capitalismo hab铆a atravesado entonces y a las luchas sociales y pol铆ticas, tanto nacionales como internacionales, que lo acompa帽aron, compromiso que se suele calificar de fordista o socialdem贸crata. Con el fin de volver a poner en pie el capitalismo y al mismo tiempo, cambiar considerablemente su modo de funcionamiento, la realizaci贸n de este segundo escenario exigir铆a que se abordaran de un modo u otro los diversos desaf铆os que plantea la crisis actual, que se han detallado anteriormente. Esto supondr铆a una combinaci贸n de grandes cambios a lo largo de tres ejes diferentes.

 

En primer lugar, una clara ruptura con las pol铆ticas neoliberales. Entre los principales puntos de ruptura deber铆a haber, por un lado, una distribuci贸n m谩s favorable para los trabajadores del valor agregado mediante la creaci贸n de empleo y un aumento generalizado y sustancial de los salarios reales, adem谩s de los salarios indirectos en lugar de los directos. Por otra parte, en relaci贸n con el punto anterior, deber铆a haber un aumento del gasto p煤blico en protecci贸n social, servicios p煤blicos (dando prioridad a la educaci贸n y a la salud) e instalaciones comunitarias (especialmente viviendas sociales). Por 煤ltimo, y como consecuencia de los dos puntos anteriores, ser铆a necesario un cambio profundo de las contribuciones obligatorias (impuestos y cotizaciones sociales), lo que implicar铆a en particular una reducci贸n de la fiscalidad directa (CSG: contribuci贸n social general) e indirecta (IVA y otros impuestos sobre el consumo) sobre los salarios, as铆 como un aumento de los impuestos sobre las empresas (impuesto a las sociedades), las rentas altas (mediante la reintroducci贸n de tramos superiores del impuesto sobre la renta) y los grandes patrimonios, atacando tanto su posesi贸n (mediante la reintroducci贸n y el aumento del impuesto sobre el patrimonio) como su transmisi贸n. [30].

 

La inflexi贸n del equilibrio de poder entre capital y trabajo pasar铆a, en segundo lugar, por una "desmundializaci贸n" parcial del proceso inmediato de reproducci贸n del capital. Ello implicar铆a, en primer lugar, definir un campo de soberan铆a econ贸mica nacional [31], es decir, un conjunto de sectores o ramas cuyo control por parte del Estado se considera estrat茅gico desde el punto de vista de la seguridad de su poblaci贸n; dicho campo deber铆a incluir, como m铆nimo, adem谩s de la industria alimentaria, la vivienda social, la atenci贸n sanitaria [32], la educaci贸n y la investigaci贸n cient铆fica. Esto podr铆a implicar, por lo tanto, la (re)nacionalizaci贸n de las empresas situadas en posici贸n de monopolio u oligopolio en cada uno de los sectores o ramas precedentes (en primer lugar las industrias farmac茅uticas); m谩s ampliamente, la estrecha subordinaci贸n de todas las empresas que operan en estos sectores y ramas a normas capaces de garantizar dicha soberan铆a, en lo que respecta a sus decisiones sobre inversi贸n o desinversi贸n, investigaci贸n y desarrollo, y la afectaci贸n de sus ganancias. Y para completar el cuadro, no debemos olvidarnos de gravar a todas las empresas transnacionales de tal manera que se limiten dr谩sticamente sus operaciones de optimizaci贸n fiscal y de evasi贸n de impuestos, grav谩ndolas en la debida proporci贸n a las operaciones que realizadas sobre el suelo nacional.

 

En tercer lugar, inspir谩ndose en los proyectos del Green New Deal [33], habr铆a que poner en marcha un plan de inversiones p煤blicas masivas para luchar contra la cat谩strofe ecol贸gica, centr谩ndose en primer lugar en el calentamiento global y la degradaci贸n de la biodiversidad, que implicar铆a en particular: la ayuda al desarrollo de las energ铆as renovables, el aislamiento t茅rmico de los edificios privados y p煤blicos, el desarrollo de los transportes p煤blicos, especialmente en las zonas rurales y suburbanas, la reconversi贸n de la agricultura en agricultura biol贸gica y los circuitos de distribuci贸n cortos, etc.

 

Surge entonces una primera cuesti贸n: las condiciones subjetivas para ese escenario, es decir, qu茅 fuerzas sociales y pol铆ticas podr铆an hacerse cargo de tal proyecto y programa reformista y, en caso afirmativo, c贸mo podr铆an unir sus fuerzas con este fin. Por el momento, ning煤n movimiento social o formaci贸n pol铆tica constituida, con capacidad para gobernar, aboga por un programa de este tipo. No hay nada de eso en los dem谩s partidos llamados socialistas, socialdem贸cratas o laboristas, que sin embargo podr铆an renovarse 煤tilmente en esta ocasi贸n, porque est谩n empantanados y diluidos en su anterior carrera -con verg眉enza o con descaro- hacia el neoliberalismo [34]. Tampoco hay nada de esto en las formaciones ecol贸gicas. Europa Ecolog铆a los Verdes [Partido ecologista franc茅s] sigue denunciando las causas inmediatas de la crisis sanitaria [35] y reduce el Green New Deal a "un sistema fiscal m谩s redistributivo: un sistema fiscal as grandes fortunas y para las compa帽铆as de seguros que obtienen beneficios indebidos durante el per铆odo de confinamiento" [36].

 

Incluso las propuestas presentadas por la Convenci贸n de Ciudadanos por el Clima [esta Convenci贸n re煤ne a 150 ciudadanos franceses designados por sorteo] resultan m铆nimas [37]. Despu茅s de haber observado con raz贸n que "la p茅rdida de la biodiversidad y la destrucci贸n de los medios naturales son testigos de la crisis ecol贸gica, y son tambi茅n factores importantes en la crisis sanitaria actual" y que "la multiplicaci贸n del comercio internacional y nuestros estilos de vida globalizados son la causa de la r谩pida propagaci贸n de la epidemia", la Convenci贸n espera simplemente que "el fin de la crisis, preparado por los poderes p煤blicos, no se haga en detrimento del clima, de los seres humanos y de la biodiversidad", se limita a sugerir que "se emprendan importantes obras para reducir la dependencia de Francia de las importaciones, promover el empleo en Francia y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero" y a recordar "la necesidad de reubicar las actividades de los sectores estrat茅gicos para garantizar nuestra seguridad alimentaria, sanitaria y energ茅tica", as铆 como "la importancia de la solidaridad internacional para una acci贸n eficaz". En resumen, buenas intenciones sin un plan preciso para llevarlas a cabo.

 

Por el momento, s贸lo se oyen unas pocas voces a favor de las propuestas anteriores. Voces dispersas que est谩n lejos a煤n de constituir un coro. Por lo tanto, ser铆a necesario contar con la movilizaci贸n colectiva prevista anteriormente para que puedan amplificarse y unificarse.

 

Algunas organizaciones sindicales se han situado ya en una perspectiva reformista. La CGT [Confederaci贸n General del Trabajo], por ejemplo, le mand贸 una carta abierta al Presidente de la Rep煤blica en la que le pide que cambie toda su pol铆tica anterior presentando las siguientes propuestas:

 

"Reubicaci贸n de actividades, en la industria, la agricultura y los servicios, que permita establecer una mayor autonom铆a en relaci贸n con los mercados internacionales y recuperar el control sobre los m茅todos de producci贸n e iniciar una transici贸n ecol贸gica y social de las actividades.

 

Reorientaci贸n de los sistemas productivos, agr铆colas, industriales y de servicios, para hacerlos m谩s justos socialmente, capaces de satisfacer las necesidades b谩sicas de las poblaciones y centrados en la restauraci贸n de los principales equilibrios ecol贸gicos.

 

Establecimiento de un apoyo financiero masivo a los servicios p煤blicos, cuyo estado desastroso se revela de manera cruel a ra铆z de la crisis del coronavirus: salud p煤blica, educaci贸n p煤blica e investigaci贸n, servicios para las personas en situaci贸n de dependencia...

 

Reexaminar las normas tributarias internacionales para combatir eficazmente la evasi贸n fiscal y hacer participar m谩s a los m谩s ricos, mediante una fiscalidad ambiciosa y progresiva sobre los bienes y los ingresos".  [38].

 

No hay que dejar de lado la posibilidad que, por parte de algunos gobernantes, tales propuestas puedan ser escuchadas y adoptadas en parte. Fue el propio Emmanuel Macron quien, despu茅s de lamentar la "barbaridad de dinero" que costar铆an las ayudas sociales m铆nimas y de haber manifestado claramente su voluntad de poner las cosas en orden, responsabilizando a los cotizantes de la seguridad social [39], descubri贸 repentinamente que "la asistencia sanitaria gratuita y sin condici贸n de ingresos, trayectoria o profesi贸n y nuestro Estado de bienestar no son costos o cargas sino bienes preciosos, bienes indispensables cuando golpea el destino" [40]. E incluso la repentina revelaci贸n de Angela Merkel sobre el car谩cter nocivo de las pol铆ticas neoliberales en Alemania: "Aunque este mercado [el de las m谩scaras protectoras] se encuentra actualmente en Asia, es importante que extraigamos de esta pandemia la experiencia de que tambi茅n necesitamos una cierta soberan铆a, o al menos un pilar para llevar a cabo nuestra propia producci贸n", en Alemania o en Europa, defendi贸. [41] Ciertamente, sabemos por experiencia el valor de las declaraciones hechas en situaciones de caos como la actual por los dirigentes que son culpables de aquello que prometen hoy remediar, antes de volver a sus pr谩cticas pasadas despu茅s de que la crisis haya terminado. Pero no es menos significativo que los "pioneros" del neoliberalismo puro a nivel europeo se hayan dejado llevar ya hayan hecho tales declaraciones.

 

Pero esta perspectiva reformista plantea una segunda cuesti贸n: la de sus condiciones objetivas de posibilidad, es decir, los obst谩culos y l铆mites que su realizaci贸n encontrar铆a en el estado actual del modo de producci贸n capitalista. Dos de estos l铆mites son inmediatamente obvios. Por una parte, el reequilibrio de la distribuci贸n del valor agregado en favor de los salarios y en detrimento de los beneficios, acompa帽ado por un aumento de los grav谩menes obligatorios para financiar tanto la mejora de los equipos colectivos y los servicios p煤blicos como el plan masivo de inversiones p煤blicas en favor del Green New Deal, medidas que ciertamente tienen elementos comunes y en parte se superponen, se enfrentar铆an a la tendencia a la baja de los aumentos de productividad antes mencionada. En otras palabras, el aumento de la productividad probablemente ya no ser铆a suficiente para financiar la revalorizaci贸n del capital (mediante ganancias), los aumentos de los salarios reales y el aumento del gasto p煤blico en un amplio programa de inversi贸n social y ambiental. En resumen, hay una especie de tri谩ngulo de incompatibilidad entre estos tres objetivos.

 

Por otra parte, si un Green New Deal es capaz de mitigar los efectos ecol贸gicamente desastrosos de una acumulaci贸n desenfrenada de capital y, por tanto, de frenar la din谩mica de la cat谩strofe ecol贸gica mundial as铆 generada, es completamente incapaz de resolver la contradicci贸n entre la necesaria reproducci贸n ampliada del capital (su acumulaci贸n), que no conoce l铆mites, y los l铆mites del ecosistema planetario. Para decirlo de manera diferente y m谩s simple, puede haber capital verde pero no capitalismo verde [42]. Tambi茅n en este sentido, el capitalismo ha alcanzado sin duda alguna sus l铆mites y el reformismo con 茅l. Y si esto ocurriera, el giro neo socialdem贸crata nos llevar铆a seguramente a un callej贸n sin salida a mediano plazo.

 

Escenario 3: abrir brechas en la perspectiva de una ruptura revolucionaria

 

Por lo tanto, puede concebirse un tercer escenario, aunque a priori parece incluso m谩s improbable que el anterior. Parte de la hip贸tesis de que cuanto m谩s profunda es la crisis del modo de producci贸n capitalista, cuanto m谩s manifiesta sus contradicciones irreconciliables y sus l铆mites infranqueables, m谩s crea las condiciones para la apertura de brechas a trav茅s de las cuales pueden avanzar las fuerzas sociales y pol铆ticas que luchan por una ruptura revolucionaria, que encuentran su base natural en los trabajadores (obreros y empleados, de todos los sectores y ramas), que hoy en d铆a definen al proletariado.

 

Tal proceso ya est谩 en marcha, en el coraz贸n de esta crisis, aunque de manera embrionaria pero significativa. Demos algunos ejemplos. Contra la presi贸n reforzada de los gobiernos y de los empleadores y su doble discurso, son los trabajadores quienes, mediante retiros espont谩neos por razones de seguridad, mediantes paros o incluso por huelgas, han impuesto el cese de la producci贸n o su continuaci贸n con la condici贸n de respetar las normas de seguridad (distancia, uso de guantes y m谩scaras, desinfecci贸n de los locales, etc.), con el simple objetivo de preservar su salud y su vida [43]. Lo que han afirmado claramente es que en 煤ltima instancia, son los 煤nicos que mantienen el proceso de producci贸n: son los que producen toda la riqueza social y tambi茅n los que est谩n en condiciones de detener la producci贸n. Esta es la verdad fundamental que toda la ideolog铆a dominante en sus diversas facetas oculta constantemente en tiempos normales.

 

Tambi茅n ha quedado claro, en la pr谩ctica y en la conciencia reflexiva que la ha acompa帽ado, que es necesario distinguir entre las actividades productivas estrictamente necesarias para el desarrollo de la vida social (salud, alimentaci贸n, servicios b谩sicos: agua, gas, electricidad, etc.), y que han tenido que continuar en determinadas condiciones de seguridad, y las que son superfluas o incluso nocivas, de las que se puede prescindir o que incluso es conveniente dejar en suspenso (producci贸n de autom贸viles, industria militar, astilleros - lista no exhaustiva). Aunque esto no sea f谩cil de implementar, visto como se entrelazan las actividades productivas en cualquier aparato de producci贸n socializado [44], y precisamente porque no es f谩cil de implementar, esta distinci贸n plantea la cuesti贸n de qu茅 es lo m谩s importante que hay que evitar en un proceso de transici贸n socialista, el aparato de producci贸n existente debe mantenerse, al menos inicialmente y mediante su transformaci贸n, y lo que debe abandonarse inmediatamente o reconvertirse a fondo, como parte de una planificaci贸n de la producci贸n basada en la necesidad y la urgencia de satisfacer las necesidades sociales m谩s b谩sicas. Esta reconversi贸n ya ha comenzado: hemos visto empresas textiles que empiezan a fabricar mascarillas quir煤rgicas, perfumer铆as que producen alcohol en gel, fabricantes de autom贸viles que desarrollan aparatos de respiraci贸n, etc. [45]

 

Bajo la presi贸n de la necesidad, pero tambi茅n bajo el efecto de la solidaridad entre "los de abajo", conscientes de la negligencia y la indiferencia de "los de arriba", hemos visto el establecimiento y el desarrollo, casi en todas partes, a nivel local, de pr谩cticas y redes de ayuda mutua para hacer frente a las dificultades y problemas derivados del avance de la pandemia y de las medidas de contenci贸n, en particular en favor de los m谩s despose铆dos de estos expropiados, que son por definici贸n proletarios: trabajadores precarios y desempleados, mujeres y ni帽os v铆ctimas de la violencia intrafamiliar, personas mayores aisladas, en viviendas insalubres y sin hogar, extranjeros indocumentados, refugiados, etc., etc. Seg煤n el caso y el lugar, se ha tratado de la preparaci贸n de canastas de alimentos; de colectas de alimentos, productos o ropa de protecci贸n e higiene, libros, DVD, etc.; de atenci贸n a domicilio; de lucha contra la soledad y el aislamiento; de creaci贸n de estructuras de apoyo escolar para ni帽os confinados y necesitados; de requisici贸n de habitaciones de hotel; de intervenciones en las prefecturas para obtener regularizaciones, etc. Estas acciones han sido tanto m谩s coherentes cuanto que han podido apoyarse en colectivos o redes preexistentes, como las Amap [46], cuya utilidad ha quedado demostrada en un momento en que el abastecimiento de alimentos a los supermercados se ha vuelto problem谩tico. La importancia de estas pr谩cticas y redes se mide no s贸lo por sus efectos inmediatos en t茅rminos de solidaridad concreta, sino tambi茅n por el hecho de que son oportunidades para poner de relieve y acusar las deficiencias actuales de los sistemas de protecci贸n social y m谩s en general, de los poderes p煤blicos, que provocan su estrangulamiento financiero a trav茅s de las pol铆ticas neoliberales y su estructura burocr谩tica tradicional. Sobre todo, como elementos de la auto-organizaci贸n popular, son otras tantas prefiguraciones de la autogesti贸n generalizada que ser铆a una sociedad liberada de todas las estructuras de explotaci贸n y dominaci贸n; y es por eso que merecen ser incluidos aqu铆. [47].

 

Por 煤ltimo, en un momento en que la "econom铆a" est谩 en gran medida estancada, en que los bienes y el dinero circulan con dificultad, en que la supervivencia depende menos del comercio que de la solidaridad interpersonal o asociativa y de la distribuci贸n a partir del Estado, han (re)aparecido los bienes gratuitos en todas partes. Movidos por el miedo a perder el contacto con sus clientes que est谩n confinados en sus casas, los editores han empezado a ofrecer una parte (muy peque帽a) de sus fondos de forma gratuita; varios productores de cine y diferentes plataformas de videos por suscripci贸n han hecho lo mismo; etc. Por muy interesado y temporal que pueda ser este libre acceso, indica sin embargo lo que deber铆a ser el acceso a la cultura en una sociedad liberada de las garras de la propiedad privada y del mercado: un servicio p煤blico gratuito al alcance inmediato de todos.

 

Entre los otros beneficios parad贸jicos del actual colapso de la econom铆a capitalista est谩 la espectacular ca铆da de las diversas formas de contaminaci贸n que genera en su curso ordinario. La contaminaci贸n atmosf茅rica ha disminuido en casi todo el mundo: en China [48], Europa [49], India [50]. Una disminuci贸n significativa de la contaminaci贸n ac煤stica vinculada al tr谩fico automotor, que nos permite o铆r de nuevo el viento en el follaje y los cantos de los p谩jaros. Disminuci贸n de la contaminaci贸n publicitaria en la radio y la televisi贸n. Casi desaparece la contaminaci贸n de las comunicaciones telef贸nicas no deseadas debido al cierre de los centros de llamadas. Todas estas son manifestaciones in vivo de que vivimos mejor sin el capitalismo, cuyo 煤nico obst谩culo son las medidas de contenci贸n que nos sigue imponiendo, impidi茅ndonos aprovecharlas al m谩ximo.

 

En resumen, en muchos sentidos, la crisis actual est谩 abriendo brechas en el sistema de relaciones, de pr谩cticas y de representaciones a trav茅s de las cuales se suele ejercer la dominaci贸n del capital, con su inevitable cuota de perjuicios, que dejan claro que otro mundo es posible, e incluso necesario y deseable, cuando esa dominaci贸n va a la quiebra, como est谩 ocurriendo en gran medida en este momento. Son precisamente estas brechas las que, en la perspectiva de este tercer escenario, tendremos que tratar de ampliar a trav茅s de las luchas en curso, que van a retomar con m谩s vigor cuando la direcci贸n capitalista, tanto del gobierno como de la patronal, busque volver al statu quo ante.

 

La primera cuesti贸n para estas luchas ser谩n las condiciones en las que se reanudar谩 la producci贸n. El coronavirus responsable de la pandemia no habr谩 sido totalmente erradicado y en ausencia de vacunas, los trabajadores tendr谩n que luchar para imponer que esta reanudaci贸n se lleve a cabo en las condiciones que han logrado imponer hasta ahora: distinci贸n entre las actividades socialmente necesarias y el resto; asegurar los espacios de trabajo (obras, talleres, oficinas) con el estricto cumplimiento de las normas de seguridad (distancia, uso de guantes y m谩scaras, desinfecci贸n de los locales, etc.), medidas que deber谩n extenderse a toda la poblaci贸n, ya sea activa o no. Tambi茅n deber谩n luchar contra los intentos de aumentar su explotaci贸n aumentando la duraci贸n y la intensidad del trabajo para permitir que el capital absorba algunas de las p茅rdidas (p茅rdida de ganancias, disminuci贸n de los beneficios y de las tasas de ganancias) que ha registrado durante la crisis, suspendiendo o incluso suprimiendo las disposiciones del C贸digo del Trabajo sobre este tema: en una situaci贸n en la que el desempleo habr谩 aumentado debido a la quiebra de un gran n煤mero de empresas. La consigna "trabajar todos para trabajar menos y trabajar de otra manera" estar谩 m谩s que nunca en el orden del d铆a. En otras palabras, si tenemos que arremangarnos para recuperar el terreno perdido, que sea en forma de contrataciones masivas, permitiendo una reducci贸n del tiempo de trabajo para todos, y no s贸lo bajo la forma de una mayor explotaci贸n de los trabajadores que ya tienen un trabajo. En el mismo sentido, deber谩n imponer que los ingresos de los accionistas (dividendos) y los ingresos de los directivos (sus primas y extras) sean recortados o incluso se supriman para hacer frente a las dificultades de las empresas y se utilicen para relanzar las inversiones. Por 煤ltimo, para compensar la oleada de quiebras y despidos masivos que resultar谩n casi con toda seguridad del prolongado paro de la producci贸n, los trabajadores tendr谩n que movilizarse para imponer la socializaci贸n, bajo su control, de las empresas cuya producci贸n se considerar谩 socialmente necesaria, haciendo a煤n m谩s operativa la distinci贸n anterior.

 

En segundo lugar, no hay que olvidar las lecciones de la crisis actual. Por el contrario, habr谩 que sacar las consecuencias, tanto en lo que se refiere a la necesaria reorganizaci贸n del aparato productivo como a las orientaciones del gasto p煤blico. La prioridad es la de reconstituir un sistema de salud que incluya en particular : la cancelaci贸n de la deuda de los hospitales p煤blicos; el fin de los subsidios a las cl铆nicas privadas y la prohibici贸n de los excesos de honorarios en la medicina urbana; un plan plurianual para contratar personal de enfermer铆a, reabrir servicios y establecimientos, y asignaciones presupuestarias para la investigaci贸n, libre de toda tutela y dependencia capitalista; una nacionalizaci贸n de los grandes grupos farmac茅uticos y, m谩s ampliamente, de todas las empresas productoras de equipos m茅dicos; todo ello bajo el control de los trabajadores del sector y sus sindicatos, en asociaci贸n con la poblaci贸n directamente afectada por el tema, en su doble condici贸n de contribuyentes y beneficiarios potenciales de este servicio p煤blico [51]. Objetivos que deber谩n imponerse mediante una prolongada movilizaci贸n colectiva: huelgas, manifestaciones, ocupaciones, interpelaciones de dirigentes pol铆ticos, boicots, etc. 

 

M谩s en general, est谩 a favor de una inversi贸n masiva en todos los equipamientos colectivos y servicios p煤blicos que garanticen la satisfacci贸n de las necesidades sociales m谩s elementales: adem谩s de la salud, la vivienda, la educaci贸n, la investigaci贸n cient铆fica, puestos tambi茅n bajo el control de los empleados de estos sectores y de sus organizaciones sindicales.

 

En tercer lugar, hay que aprovechar que la suspensi贸n duradera de la "econom铆a" ha puesto de manifiesto que, para satisfacer sus necesidades esenciales, la sociedad no s贸lo necesita un n煤mero limitado de empresas, equipamientos colectivos y servicios p煤blicos, sino tambi茅n una direcci贸n del conjunto por parte del Estado, en total contradicci贸n con los dogmas neoliberales, para exigir la consiguiente reconversi贸n de todo el aparato productivo, pero esta vez bajo el control de los trabajadores y sus organizaciones sindicales. Y para conducir esta conversi贸n, la expropiaci贸n de bancos privados, de compa帽铆as de seguros y de los fondos de inversi贸n, sin compensaci贸n para sus accionistas, y su fusi贸n en un organismo p煤blico de inversiones bajo el control de sus empleados y, de manera a煤n m谩s amplia, de todos los ciudadanos invitados a un debate sobre las orientaciones prioritarias que deben darse a las inversiones en cuesti贸n. [52].

 

Por 煤ltimo, tendremos que luchar para imponer una anulaci贸n pura y simple de todas las deudas p煤blicas, junto con una reforma de los grav谩menes obligatorios para gravar el capital, los altos ingresos y las grandes fortunas. Porque la deuda p煤blica es simplemente el resultado de la acumulaci贸n de atrasos de impuestos y contribuciones no exigidos a las empresas y hogares que ten铆an ampliamente la capacidad de pagarlos, y por lo tanto la obligaci贸n de pagarlos, ya que han encontrado los medios para hacerse acreedores de los Estados con dinero que 茅stos no les han pedido. [53].

 

No se le escapar谩 a nadie que cierto n煤mero de las l铆neas de acci贸n a lo largo de las cuales se desarrollar谩 este escenario de ruptura se superponen con algunos de los objetivos del escenario anterior, de corte reformista. Esto se debe a que, cuando se radicalizan, los objetivos reformistas pueden conducir a la apertura de brechas en el sistema existente y no s贸lo contribuir a su renovaci贸n bajo nuevas formas. Por ello he indicado anteriormente que el resultado de las movilizaciones colectivas de los pr贸ximos meses es incierto y depender谩 esencialmente de su grado de radicalizaci贸n.

 

Sin embargo, desde el principio, dos elementos distinguen este escenario de ruptura del anterior. Por una parte, la importancia que se debe otorgar a las iniciativas de base ("la gente", los trabajadores, sus organizaciones) para promover nuevas pr谩cticas y estructuras emancipadoras. Este tercer escenario pretende imponer medidas de "control popular" sobre la producci贸n (su finalidad y modalidades: 驴qu茅 se debe seguir produciendo? 驴qu茅 se debe mantener? 驴qu茅 se debe abandonar? 驴qu茅 se debe requisar? 驴bajo qu茅 condiciones?) para imponer su reorganizaci贸n en el marco de una planificaci贸n democr谩tica orientada en funci贸n de la definici贸n de las necesidades sociales.

 

*****

 

En conclusi贸n, se trata de no permitir que se pierda lo que hemos aprendido de esta crisis: la necesidad y la urgencia de salir del capitalismo... y la posibilidad de hacerlo. Necesidad y urgencia que se alimentan simplemente de la constataci贸n de que, en la fase actual de su desarrollo, el capitalismo est谩 cada vez m谩s condenado a engendrar s贸lo muerte: la muerte biol贸gica que registra el siniestro recuento del crecimiento diario de las v铆ctimas de la actual pandemia, a la espera de que el empeoramiento del desastre ecol贸gico de ma帽ana nos enfrente a algo mucho peor; pero tambi茅n la muerte social a la que est谩n condenados los sobrevivientes por el confinamiento y la suspensi贸n (驴por cu谩nto tiempo m谩s?) de las libertades individuales y colectivas, a las que se someten con la esperanza de que la Parca no los alcance, obligando a algunos a vivir como ratas; y a veces la muerte psicol贸gica para aquellos que no encuentran en s铆 mismos los recursos para afrontar este tipo de desastre y que se hunden en la depresi贸n o recurren al suicidio.

 

En el 煤ltimo siglo, 驴cu谩ntas veces se ha repetido la f贸rmula de Engels adoptada por Rosa Luxemburgo: socialismo o barbarie? Es hora de que tomemos conciencia de que la alternativa es hoy mucho m谩s radical: se encuentra simplemente entre el comunismo y la muerte

 

Notas

 

[1] Gracias Roland Pfefferkorn et Yannis Thanassekos que me permiti贸, gracias a sus sugerencias y apuntes, de mejorar la primera versi贸n del texto que le hab铆a presentado.

[2] El premio en la materia se lo lleva la Rep煤blica Popular de China, epicentro de la pandemia, negando su existencia, en momentos en que estaba a煤n en estado de epidemia, del 17 noviembre de 2019 (primer caso se帽alado en Wuhan, en China central) hasta el 20 de enero de 2020, llegando a encarcelar a principios de enero al doctor Li Wenliang, por 鈥減ropagaci贸n de noticias falsas鈥, el mismo que hab铆a lanzado la voz de alerta y que falleci贸 v铆ctima del coronavirus el 7 de febrero. Cf. https://www.lemonde.fr/international/article/2020/04/06/il-ne-faut-pas-diffuser-cette-information-au-public-l-echec-du-systeme-de-detection-chinois_6035704_3210.html   <https://www.lemonde.fr/international/article/2020/04/06/il-ne-faut-pas-diffuser-cette-information-au-public-l-echec-du-systeme-de-detection-chinois_6035704_3210.html>  mis en ligne le 6 avril 2020.

[3] Actual Primer ministro liberal-conservador de los Pa铆ses-Bajos.

[4] Actual Primer ministro socialdem贸crata sueco.

[5] Hasta el 15 de abril de 2020, Ta茂wan hab铆a contabilizado solamente seis muertos en una poblaci贸n de unos 24 millones de habitantes. En la misma fecha, Corea del Sur registraba 222 en una poblaci贸n de unos 51 millones de habitantes. 

[6] Ejemplos de varios pa铆ses en 芦脡ph茅m茅ride sociale d鈥檜ne 茅pid茅mie 禄, Covid-19 Un virus tr猫s politique, pages 37-81, https://www.syllepse.net/syllepse_images/articles/un-virus-tre鈥搒-politique.pdf , <https://www.syllepse.net/syllepse_images/articles/un-virus-tre鈥搒-politique.pdf>  2e 茅dition mise en ligne le 6 avril 2020.

[7] Esas 贸rdenes contradictorias, la b煤squeda de la dif铆cil (o imposible) soluci贸n son objeto de reflexi贸n de une serie de economistas venidos a socorrer la econom铆a capitalista enferma; cf. Michel Husson, 芦Sur l鈥檌nanit茅 de la science 茅conomique officielle: de l鈥檃rbitrage entre activit茅 茅conomique et risques sanitaires禄, http://alencontre.org/economie/sur-linanite-de-la-science-economique-officielle-de-larbitrage-entre-activite-economique-et-risques-sanitaires.html  publicado el 14-4-2020.

[8] Cf. 芦Introduction g茅n茅rale au devenir-monde du capitalisme禄, La pr茅histoire du capital, Lausanne, Page 2, 2006, pages 9-90, disponible en ligne http://classiques.uqac.ca/contemporains/bihr_alain/prehistoire_du_capital_t1/Prehistoire_du_capital_t1 Page2.pdf 

[9] Cf. Kim Moody, 芦 How 鈥渏ust-in-time鈥 capitalism spread Covind-19. Trade roads, transmission, and international solidarity 禄, https://spectrejournal.com/how-just-in-time-capitalism-spread-covid-19/ <https://spectrejournal.com/how-just-in-time-capitalism-spread-covid-19/>  , publicado en l铆nea el 8-4-2020.

[10] Incluso dentro de la Uni贸n Europea, en la que la integraci贸n de los Estados-naci贸n en un bloque de Estados ha ido m谩s lejos, a tal punto de servir como ejemplo (o de modelo) a otras tentativas similares: el Mercosur, la CDEAO (Comunidad de Estados de 脕frica Occidental) y tambi茅n la Anase (Asociaci贸n de Naciones de Asia del Sudeste). Basta con ver c贸mo Italia fue abandonada (durante semanas, recibi贸 m谩s ayuda de China, de Rusia e incluso de Cuba que de los otros Estados miembros de la UE) y las disputas de bajo vuelo actuales entre los Estados europeos sobre la compra de material b谩sico, m谩scaras, por ejemplo; cf. https://www.lexpress.fr/actualite/monde/europe/requisition-et-indignation-partagee-la-guerre-des-masques-entre-la-suede-et-la-france_2122374.html  publicado en l铆nea el 1-4-2020.

[11] Cf. Sonia Shah, 芦 Contre les pand茅mies, l鈥櫭ヽologie 禄, Le Monde diplomatique, mars 2020 ; et Serge Morand, 芦 Alors que la biodiversit茅 s鈥櫭﹖eint progressivement, les maladies infectieuses et parasitaires continuent d鈥檃ugmenter 禄, http://alencontre.org/societe/covid-19-et-biodiversite-alors-que-la-biodiversite-seteint-progressivement-les-maladies-infectieuses-et-parasitaires-continuent-daugmenter.html  , <http://alencontre.org/societe/covid-19-et-biodiversite-alors-que-la-biodiversite-seteint-progressivement-les-maladies-infectieuses-et-parasitaires-continuent-daugmenter.html> 18-4-2020.

[12] En Francia, la Ley de finanzas rectificativa votada por el Parlamento a mediados de marzo, elev贸 esta garant铆a a 300.000 millones de 鈧.

[13] Cf. Michel Husson, 芦 Le grand bluff de la robotisation 禄, http://alencontre.org/societe/le-grand-bluff-de-la-robotisation.html  <http://alencontre.org/societe/le-grand-bluff-de-la-robotisation.html>  10-6-2016: tambi茅n en http://hussonet.free.fr/robobluff.pdf .

[14] https://www.lemonde.fr/politique/article/2020/03/22/coronavirus-ce-que-contient-le-projet-de-loi-urgence_6034040_823448.html    <https://www.lemonde.fr/politique/article/2020/03/22/coronavirus-ce-que-contient-le-projet-de-loi-urgence_6034040_823448.html>  23-3- 2020.

[15] En Francia: los 45.000 millones de 鈧 de ayudas econ贸micas y sociales bajo formas de postergaci贸n de impuestos y de cotizaciones sociales, de fondos de ayuda a las PYMES, de pago de una parte del seguro de paro t茅cnico, de seguro de paro mantenido para los beneficiarios cuyos derechos se habr铆an terminado en marzo, etc., anunciados el 17 de marzo, pasaron a ser de 100.000 millones de 鈧 el 9 de abril.  

[16] En Francia, la Ley de finanzas rectificativa votada por el Parlamento a mediados de marzo estim贸 la baja en alrededor de 10.700 millones de 鈧.

[17] En Francia, la Ley de finanzas rectificativa votada por el Parlamento a mediados de marzo, el d茅ficit presupuestal en 2020 pasar铆a de 2,2% a 3,9% de PIB. Pero, desde el 10 de abril, el d茅ficit previsto es estimado en 7,6% del PIB (nunca antes visto), lo que llevar铆a la deuda p煤blica a 112% del PIB: https://www.lesechos.fr/economie-france/budget-fiscalite/exclusif-coronavirus-gerald-darmanin-et-bruno-le-maire-e-plan-durgence-revise-a-100-milliards-deuros-1193765  <https://www.lesechos.fr/economie-france/budget-fiscalite/exclusif-coronavirus-gerald-darmanin-et-bruno-le-maire-e-plan-durgence-revise-a-100-milliards-deuros-1193765>  , 9-4-2020. La virtuosa Alemania no ha hecho mejor las cosas: el Bundestag vot贸 una extensi贸n presupuestaria de 156.000 millones de 鈧, lo que representa un aumento del presupuesto federal de43% y el d茅ficit presupuestario previsto ser铆a de 4,3% del PIB, lo que pulveriza el dogma del equilibrio presupuestario practicado desde hace 5 a帽os; cf. https://www.lesechos.fr/monde/europe/coronavirus-feu-vert-a-une-hausse-de-plus-de-40-du-budget-allemand-1189875  <https://www.lesechos.fr/monde/europe/coronavirus-feu-vert-a-une-hausse-de-plus-de-40-du-budget-allemand-1189875>  , 28-3-2020.

[18] El quantitative easing (flexibilizaci贸n cuantitativa) consiste en compras masivas de obligaciones del Estado (t铆tulos de cr茅dito) en el mercado de valores, lo que reduce las tasas a las que los gobiernos pueden acceder a nuevos pr茅stamos. As铆, el Banco Central Europeo (BCE) anunci贸 que se prepara para comprar nuevos t铆tulos de deuda p煤blica por un monto de 750.000 millones de euros y la Reserva Federal (el Banco Central de los Estados Unidos) por un monto de 1.500.000 millones de d贸lares. En resumen, se trata de una nueva forma de la vieja pr谩ctica de "hacer funcionar la f谩brica de billetes": emitir dinero sin ninguna consideraci贸n por la producci贸n de valor, con evidentes riesgos de inflaci贸n.

[19] S贸lo se consider贸 la aplicaci贸n del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE), cuya activaci贸n est谩 condicionada a la aplicaci贸n de pol铆ticas de austeridad fiscal, mientras que deber铆a practicarse todo lo contrario. Cf. Marco Parodi, "Le virus de l鈥橴nion europ茅enne et le faux vaccin du comte Dracula", http://alencontre.org/europe/le-virus-de-lunion-europeenne-et-le-faux-vaccin-du-conte-draghula-1.html  , <http://alencontre.org/europe/le-virus-de-lunion-europeenne-et-le-faux-vaccin-du-conte-draghula-1.html> 10-4-2020.

[20] Cf. Laurent Mauduit et Martine Orange, "H么pital public : la note explosive de la Caisse des d茅p么ts", M茅diapart, 1-4-2020.

[21] Cf. https://france3-regions.francetvinfo.fr/grand-est/meurthe-et-moselle/nancy/plan-economies-hopital-nancy-directeur-ars-grand-est-persiste-signe-je-fais-mon-boulot-1811946.html  misen lig ne le 5 avril 2020. Ce directeur a 茅t茅 limog茅 le 8 mars.

[22] Cf. http://alencontre.org/suisse/suisse-covid-19-et-hopitaux-encore-un-effort-pour-garrotter-les-hopitaux-et-epuiser-les-soignant%c2%b7e%c2%b7s.html <http://alencontre.org/suisse/suisse-covid-19-et-hopitaux-encore-un-effort-pour-garrotter-les-hopitaux-et-epuiser-les-soignant%c2%b7e%c2%b7s.html>    mis en ligne le 7 avril 2020.

[23] Cf. "Nos observations sur l鈥櫭﹖at d鈥檜rgence sanitaire", http://www.syndicat-magistrature.org/IMG/pdf/note_e_tat_d_urgence_sanitaire.pdf   <http://www.syndicat-magistrature.org/IMG/pdf/note_e_tat_d_urgence_sanitaire.pdf>  mis en ligne le 23 mars 2020.

[24] Cf. sobre este aspecto : "Crise" dans La novlangue n茅olib茅rale. La rh茅torique du f茅tichisme capitaliste, Page 2 & Syllepse, Lausanne & Paris, 2017.

[25] Una externalidad negativa es un perjuicio o da帽o producido por un agente econ贸mico sin que 茅ste tenga que soportar el costo.

[26] Cf. Bruno Canard, 鈥淎l haber abandonado la investigaci贸n fundamental, hemos perdido mucho tiempo鈥, L鈥橦umanit茅, 19-3-2020.

[27] Cf. https://oip.org/covid19-en-prison-lessentiel/   , <https://oip.org/covid19-en-prison-lessentiel/>  9-4-2020.

[28] Cf. https://www.defenseurdesdroits.fr/fr/actualites/2020/03/covid-19-face-aux-risques-de-contamination-le-defenseur-des-droits-demande-la  <https://www.defenseurdesdroits.fr/fr/actualites/2020/03/covid-19-face-aux-risques-de-contamination-le-defenseur-des-droits-demande-la>  mis en ligne le 23 mars 2020.

[29] Cf. https://www.lesechos.fr/idees-debats/cercle/la-psychiatrie-victime-collaterale-du-covid-19-1191330  <https://www.lesechos.fr/idees-debats/cercle/la-psychiatrie-victime-collaterale-du-covid-19-1191330>  mis en ligne le 2 avril 2020.

[30] Los ejemplos anteriores se han tomado del caso franc茅s. Sin embargo, las mismas orientaciones pueden aplicarse en diferentes Estados en funci贸n de las caracter铆sticas espec铆ficas de sus sistemas fiscales y de grav谩menes obligatorios.

[31] O continental, en el caso de la formaci贸n de un bloque continental de Estados que adopten las l铆neas directrices aqu铆 expuestas, por ejemplo en el marco de la Uni贸n Europea.

[32] Pues no es normal que un Estado (Francia o cualquier otro) haya pasado a depender para su abastecimiento de medicamentos y art铆culos de primera necesidad de cadenas transnacionales que su sistema de salud ya no controla, lo que da lugar a frecuentes escaseces, incluso mucho antes de la actual pandemia. Cf. http://www.rfi.fr/fr/%C3%A9conomie/20200306-coronavirus-approvisionnement-m%C3%A9dicaments-remise-cause  , 6-3-2020. <http://www.rfi.fr/fr/%C3%A9conomie/20200306-coronavirus-approvisionnement-m%C3%A9dicaments-remise-cause> 

[33] Cf. Alain Lipietz, Green Deal. La crise du lib茅ral-productivisme et la r茅ponse 茅cologiste, La D茅couverte, 2012 ; Naomi Klein, Tout peut changer : Capitalisme et changement climatique, Acte Sud, 2015 ; Naomi Klein, Plan B pour la plan猫te ; le New Deal vert, Acte Sud, 2019. Para un estudio cr铆tico del tema, cf. John Bellamy Foster, 鈥溍塩ologie. En feu, cette fois-ci", https://alencontre.org/ecologie/ecologie-en-feu-cette-fois-ci.html  <https://alencontre.org/ecologie/ecologie-en-feu-cette-fois-ci.html>  19-12-2019.

[34] Sintom谩ticamente, los dos candidatos a la nominaci贸n dem贸crata para las pr贸ximas elecciones presidenciales en los Estados Unidos que se refer铆an seriamente al Green New Deal, Bernie Sanders y Elizabeth Warren, fueron eliminados.

[35] https://eelv.fr/le-covid-19-nous-impose-de-modifier-profondement-notre-rapport-au-vivant/  <https://eelv.fr/le-covid-19-nous-impose-de-modifier-profondement-notre-rapport-au-vivant/>  mis en ligne le 11 avril 2020.

[36] https://eelv.fr/audition-par-le-premier-ministre-la-transition-ecologique-dans-la-justice-sociale-voila-le-chemin-a-suivre-pour-la-sortie-de-crise/   <https://eelv.fr/audition-par-le-premier-ministre-la-transition-ecologique-dans-la-justice-sociale-voila-le-chemin-a-suivre-pour-la-sortie-de-crise/>  mis en ligne le 11 avril 2020.

[37] La contribution de la Convention Citoyenne pour le Climat au plan de sortie de crise, https://www.conventioncitoyennepourleclimat.fr/wp-content/uploads/2020/04/Contribution-de-la-CCC-au-plan-de-sortie-de-crise-1.pdf   mis en ligne le 9 avril 2020. <https://www.conventioncitoyennepourleclimat.fr/wp-content/uploads/2020/04/Contribution-de-la-CCC-au-plan-de-sortie-de-crise-1.pdf> 

[38] Cf. https://www.cgt.fr/actualites/france/interprofessionnel/lettre-ouverte-de-philippe-martinez-au-president-de-la  mis en ligne le 7 avril 2020.

[39] https://www.youtube.com/watch?v=rKkUkUFbqmE  <https://www.youtube.com/watch?v=rKkUkUFbqmE>  

[40] Discurso del12-3-2020.

[41] http://www.leparisien.fr/international/coronavirus-angela-merkel-appelle-l-europe-a-produire-ses-propres-masques-06-04-2020-8295051.php   <http://www.leparisien.fr/international/coronavirus-angela-merkel-appelle-l-europe-a-produire-ses-propres-masques-06-04-2020-8295051.php>  mis en ligne le 6 avril 2020.

[42] Cf. Daniel Tanuro, L鈥檌mpossible capitalisme vert, La D茅couverte, 2012 ; et l鈥檃rticle "Capitalisme vert" dans La novlangue n茅olib茅rale, op.cit.

[43] Para otros muchos ejemplos de tales movimientos en todo el mundo, cf. (una vez m谩s) 鈥溍塸h茅m茅ride sociale d鈥檜ne 茅pid茅mie鈥, op.cit.

[44] Lo que es el aparato de producci贸n capitalista a pesar de que se basa en la propiedad privada de los medios de producci贸n. Este doble car谩cter, propiedad privada + producci贸n social, forma parte adem谩s de las contradicciones fundamentales del proceso inmediato de reproducci贸n del capital.

[45] Es cierto que la mayor铆a de estas reconversiones, no todas, sin embargo, se produjeron a ra铆z de iniciativas de la direcci贸n capitalista, tanto que la valorizaci贸n del capital es independiente de la naturaleza de las mercanc铆as producidas. No es menos cierto que no podr铆an haber tenido lugar sin el conocimiento y la experiencia de los trabajadores de la base, lo que augura la capacidad de tales reconversiones bajo su direcci贸n.

[46] Las Amap (Asociaciones para el Mantenimiento de la Agricultura Campesina, por nombres en franc茅s) re煤nen a peque帽os productores agr铆colas y consumidores en canales de distribuci贸n cortos, con el objetivo de preservar y desarrollar una agricultura socialmente justa y ecol贸gicamente sana y sostenible.

[47] Cf. l鈥檃ppel "Covid-Entraide" reproduit dans Covid-19 un virus tr猫s politique, op. cit. pages 100-101.

[48] "Los sat茅lites ya han medido los cambios en China, donde la vigilancia de la NASA mostr贸 que las emisiones de di贸xido de nitr贸geno se redujeron en un 30% en febrero de 2020". http://alencontre.org/ameriques/americnord/usa/etats-unis-22-millions-de-personnes-pourraient-mourir-aux-etats-unis-si-le-coronavirus-nest-pas-maitrise.html     mis en ligne le 19 mars 2020.

[49] Cf. "Coronavirus : L鈥檈ffet du confinement (et son impact sur la pollution en Europe) se voit aussi depuis l鈥檈space",  https://www.20minutes.fr/planete/2752615-20200401-coranavirus-effet-confinement-impact-pollution-europe-voit-aussi-depuis-espace  mis en ligne le 1er avril 2020. <https://www.20minutes.fr/planete/2752615-20200401-coranavirus-effet-confinement-impact-pollution-europe-voit-aussi-depuis-espace> 

[50] Cf. "Coronavirus en Inde : L鈥橦imalaya vu 脿 200 kilom猫tres de distance gr芒ce鈥 脿 la baisse de la pollution", https://www.20minutes.fr/planete/2758103-20200409-coronavirus-inde-himalaya-vu-200-kilometres-distance-grace-baisse-pollution mis en ligne le 9 avril 2020.

[51] Pour un inventaire plus d茅taill茅, cf. "Pour une socialisation de l鈥檃ppareil sanitaire", https://alencontre.org/europe/france/covid-19-pour-une-socialisation-de-lappareil-sanitaire.html   <https://alencontre.org/europe/france/covid-19-pour-une-socialisation-de-lappareil-sanitaire.html>  mis en ligne le 18 mars 2020.

[52] Cf. Propuestas m谩s detalladas en Sam Gindin, 鈥淧erspectivas socialistas. El coronavirus y la presente crisis鈥, https://correspondenciadeprensa.com/2020/04/19/estados-unidos-perspectivas-socialistas-el-coronavirus-y-la-presente-crisis/  , 19-4-2020. <https://correspondenciadeprensa.com/2020/04/19/estados-unidos-perspectivas-socialistas-el-coronavirus-y-la-presente-crisis/> 

[53] Cf. V茅ase el art铆culo 鈥淒ette publique鈥 en La novlangue n茅olib茅rale, op.cit. es tambi茅n la posici贸n que defiende Fran莽ois Chesnais : 鈥淧ero existe una oportunidad hist贸rica de transformar no s贸lo la suspensi贸n de los pagos de la deuda p煤blica, sino su cancelaci贸n, en una demanda com煤n a los pa铆ses industrializados avanzados imperialistas y de los pa铆ses con un estatus econ贸mico colonial y semicolonial. Era inevitable que el peso de la deuda p煤blica de los pa铆ses avanzados abriera las puertas, a medida que la crisis se agrava, a la cuesti贸n de su legitimidad y la necesidad de su cancelaci贸n o repudio鈥. https://correspondenciadeprensa.com/2020/04/15/analisis-la-economia-mundial-al-principio-de-la-gran-recesion-covid-19/   15-4-2020. <https://correspondenciadeprensa.com/2020/04/15/analisis-la-economia-mundial-al-principio-de-la-gran-recesion-covid-19/> 

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