Argelia/ Las manifestaciones del Hirak imposibilitadas: ¿y ahora qué? [Makhlouf Mehenni]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mie Jun 2 16:08:16 UYT 2021


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Correspondencia de Prensa

2 de junio 2021

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Argelia



Las manifestaciones del Hirak imposibilitadas: ¿y ahora qué?



Makhlouf Mehenni

A l´encontre, 23-5-201

http://alencontre.org/afrique/

Traducción de Faustino Eguberri – Viento Sur

https://vientosur.info/



La gran marcha de Argel, que cada viernes atrae al menos a decenas de miles
de personas, es imposibilitada por segunda vez consecutiva /1.



El concepto de "gestión democrática de multitudes" funcionó y las y los
manifestantes no pudieron hacer frente al dispositivo de seguridad
desplegado. ¿Deberíamos sacar la conclusión de que asistimos al fin del
Hirak o al menos, al final de las manifestaciones callejeras de Hirak, el
principal modo de acción del movimiento popular iniciado hace dos años?



Probablemente sea algo apresurado afirmar esto, ya que el movimiento ha
demostrado mucha capacidad de regeneración como cuando se reanudó como el
primer día, este 22 de febrero, después de casi un año de tregua debido a
una crisis sanitaria.



Igual que es arriesgado argumentar lo contrario frente a la intransigencia
de las autoridades, los dispositivos policiales que despliegan y las duras
maneras a las que ya no dudan en recurrir /2.



Así que nadie sabe de qué se hará el mañana. El Hirak bien puede no ser más
que una página que se cierra en la larga lucha del pueblo argelino por la
democracia, igual que puede seguir influyendo en la vida nacional, a través
de manifestaciones callejeras u otras formas de acción.



Además, el movimiento, nacido en la contienda del quinto mandato del
depuesto presidente Abdelaziz Bouteflika, ha demostrado a lo largo de
semanas y meses que su esencia principal es el deseo compartido de cambio.



Y este deseo seguirá siendo compartido y expresado de una manera u otra
hasta que se haya producido el cambio reclamado.



En otras palabras, si el gobierno realmente logra poner fin a las
manifestaciones semanales, al final, solo habrá roto el termómetro pero no
hacer bajar la fiebre. De hecho, hay un malestar en la sociedad y el
descontento es una realidad que ni siquiera algunas voces oficiales niegan.



El país se prepara para tener un nuevo Parlamento y el fin o no de las
manifestaciones no cambiará nada en la participación de las y los ciudadanos
en el escrutinio.



El referéndum sobre la revisión constitucional del 1 de noviembre de 2020
tuvo lugar en un contexto de detención de las manifestaciones debido al
contexto sanitario, pero casi cuatro de cada cinco argelinos lo ignoraron.
El boicot es una de las alternativas al alcance de la mano de la protesta,
que no tiene tratamiento con resultados garantizados desde el punto de vista
de los dispositivos de seguridad.



Un vector de esperanza que canalizó la ira social



Por lo tanto, el riesgo inmediato está en este nivel: dotar al país de un
Parlamento mal elegido, del que saldrá un gobierno sin más legitimidad, con
la misión principal de gestionar un contexto económico y social por lo menos
difícil. En otras palabras, convencer a la población de que muestre
paciencia y aplace sus demandas de trabajo, vivienda, mejor poder
adquisitivo...



El malestar no es solo político. También es, y sobre todo, social. En los
últimos dos o tres años, el país ha acumulado los factores del declive de su
salud económica: bajada de los precios del petróleo y de la producción de
hidrocarburos, una crisis sanitaria que ha ralentizado aún más una actividad
que, francamente no funcionaba, cierre de empresas por razones judiciales o
económicas, inestabilidad política, desinversión, hundimiento de las
reservas de divisas.



Y no se le escapó a nadie que, paradójicamente, fue durante este período
cuando menos se expresó la ira social.



Los movimientos sociales, las huelgas y los cortes de carreteras fueron más
frecuentes en los años de petróleo caro. La paradoja solo se puede explicar
por el efecto del Hirak y la esperanza que ha despertado.



En las intervenciones de los actores del movimiento o las consignas de las
manifestaciones, escuchamos como un leitmotiv la necesidad de dejar de lado
las preocupaciones sectoriales cuando una categoría social o profesional
está tentada de hacer oír su desesperación.



La idea era centrar el esfuerzo en el cambio político del que resultaría la
solución al resto de los problemas. Se recuerda que incluso los harragas
[migrantes se echan al mar] de repente dejaron de salir al mar en las
primeras semanas del Hirak.



Aun cuando desafió vehementemente al poder y, a veces, incluso al
chovinismo, el Hirak sirvió como un vector de esperanza que canalizó toda la
ira, todas las frustraciones y evitó al país los dolores de la explosión
social.



¿Qué pasará una vez que haya dejado de estar sobre el terreno en un país
donde los espacios para la libertad de expresión van siendo reducidos con
firmeza, por no decir que son inexistentes?



Prever la continuación de los acontecimientos en esta etapa es un ejercicio
difícil, pero el hecho es que el final del Hirak puede no significar el
retorno de la estabilidad. (Artículo publicado en TSA, 22 de mayo de 2021)



Notas



1/ Sobre el 118 viernes, la crónica de Abdelghani Aichoun en
http://alencontre.org/afrique/algerie/algerie-dossier-118e-vendredi-du-hirak
-alger-ville-interdite.html. Posterior a este artículo el 119 viernes ha
sido igual que los dos anteriores: imposibilidad de manifestarse en Argel y
grandes capitales, aunque en Bejaia y Tizi Uzu lo han logrado varios miles
de personas. Ha habido detenciones en todo el país. Ver la información en
https://www.tsa-algerie.com/vendredi-119e-la-marche-dalger-empechee-des-arre
stations/

2/ El giro represivo del poder en Argelia es enorme. El pasado viernes 21 de
mayo, 118º viernes de manifestación, fueron detenidas en todo el territorio
argelino más de 800 personas según la Liga Argelina por la defensa de los
Derechos Humanos. El viernes anterior habían sido detenidas más de 700
personas. Las detenciones acaban en muchos casos en condenas de prisión
firme. Según la LADDH y el Comité Nacional para la liberación de las
personas detenidas (CNLD), el 26 de mayo había 175 detenidos por delitos de
opinión en las prisiones argelinas cuando a mediados de enero eran 90. La
LADDH deplora “el cierre por la fuerza del debate y el espacio públicos, de
los campos democrático, político, asociativo y mediático totalmente cerrados
y esto en vísperas de elecciones legislativas”. Ver
https://www.tsa-algerie.com/detenus-dopinion-ils-sont-175-selon-le-cnld-et-l
a-laddh/. Igualmente pesan amenazas de disolución y encarcelamiento de su
militancia sobre organizaciones como el Partido Socialista de las y los
Trabajadores (PST) o la asociación Rassemblement Actions
Jeunesse/Reagrupamiento Acciones Juventud (RAJ) que participan en el Hirak,
ndt.

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