Argentina/ Un recurso vital en manos privadas ¿quiénes son los dueños del oxígeno? [Luján Calderaro/Euge Vielle]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Mayo 2 22:50:01 UYT 2021


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Correspondencia de Prensa

2 de mayo 2021

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Argentina



Investigación



Un recurso vital en manos privadas ¿quiénes son los dueños del oxígeno?



Mientras el gobierno se prepara para pagarle U$S 300 millones al FMI la
próxima semana, el oxígeno escasea en los hospitales por falta de inversión
en la industria química. Las corporaciones extranjeras monopolizan un
recurso estratégico y vital para la Argentina. En un informe exclusivo,
hablamos con trabajadores de la empresa química Linde.



Luján Calderaro/Euge Vielle

Ideas de Izquierda, 2-5-2021

https://www.laizquierdadiario.com/

El viceministro de Salud Bonaerense, Nicolás Kreplac, alertó hace unos días,
“Si uno tiene un respirador, pero no tiene oxígeno, no sirve de nada”. La
situación en varios hospitales y clínicas del Gran Buenos Aires se agrava:
pacientes afectados por Covid 19 hoy deben ser trasladados de una
institución a otra por falta de oxígeno en la terapia intensiva. En una
reunión en Casa Rosada, los expertos alertaron un panorama posible de no
tomarse las medidas necesarias y a tiempo: tener que elegir a qué pacientes
intubar. En el distrito de Escobar, Provincia de Buenos Aires, ya comienzan
a aplicar el “protocolo de ética” frente a la carencia de camas,
respiradores y oxígeno en las clínicas. En Manaos, la mayor ciudad de la
Amazonia brasileña, la situación está fuera de control: “es difícil tener
que elegir qué pacientes recibirán oxígeno suplementario: los que tienen más
posibilidades (de sobrevivir)”, dijo un médico del Hospital Universitário
Getúlio Vargas durante el segundo colapso sanitario que atravesó Brasil. La
desesperación de la gente es tal que los pacientes han llegado al punto de
pagar los tubos de oxígeno de su propio bolsillo. En Lima, Perú, la gente se
amontona en largas filas para conseguirlos. En India, los enfermos se mueren
en las calles.



El consumo de oxígeno de cada hospital se triplicó en tan solo 10 días,
según Kreplac. Si bien no existen datos oficiales sobre la cantidad de
oxígeno faltante, trabajadores de la salud ya alertaron sobre la gravedad de
la situación. Gerardo Laude, jefe de guardia del hospital Muñiz, comunicó a
Télam que están “racionalizando y administrando en los casos más urgentes”
el uso del oxígeno. La Cámara de Emergencias Médicas prehospitalarias
manifestó su preocupación por el posible faltante de este insumo en las
ambulancias. La Clínica de la Comunidad de Ensenada, en la Provincia de
Buenos Aires, es la primera institución que informa públicamente que se vio
obligada a cerrar la guardia ante la faltante de oxígeno y otros insumos.



Acceder al oxígeno se tornó en una cuestión de vida o muerte. En Argentina,
el problema persiste aun cuando las plantas químicas se encuentran
trabajando al 100 % de su capacidad. Según informó el gobierno, hoy la
demanda de oxígeno (de alrededor de 1.506 tn/día) supera la capacidad máxima
de este sector (de 860 tn/día). ¿Por qué un recurso vital como el oxígeno se
ha convertido en un insumo escaso? ¿Quiénes son los "dueños del aire"? En
esta investigación hablamos de eso, con testimonios de trabajadores de la
empresa química Linde, de las plantas de Avellaneda, Pacheco y Pilar.



Linde, Air Products y Air Liquide



“Los dueños del aire”. Maximiliano Arecco, trabajador de la química Linde
(ex Praxair) e investigador de la temática, no encontró mejores palabras
para describir al conjunto de empresas que concentran la industria de gases
industriales y medicinales en el mundo, y en Argentina. Las ganancias del
sector son millonarias porque la principal materia prima es el aire, no hay
lugar donde no se encuentre y no tiene costo. Y también porque, como aseveró
Arecco, este sector tiene una importancia estratégica ya que abastece otras
ramas industriales (petrolera, automotriz, siderúrgica, metalúrgica,
frigorífica, alimenticia, bebidas gaseosas, construcción), además de
hospitales y clínicas. Donde más industria exista, más oxígeno se demandará.



Como sucede con las vacunas, el oxígeno está disponible en los países ricos
(más industrializados) y escasea en los pobres, especialmente en América
Latina y África, pero también en India. Solo cuatro empresas controlan el 90
% de la producción de gases en el mundo. Se trata de cuatro grandes
corporaciones multinacionales: Air Liquide (francesa, opera en 80 países),
Linde (alemana, opera en más de 100 países), Praxair (estadounidense, opera
en más de 30 países, y Air Products (estadounidense, opera en más de 50
países). En total, facturan U$S 61.500 millones y emplean a 137.000
trabajadores.



En Argentina se encuentran las cuatro empresas y también aquí, controlan el
90% del mercado nacional: Linde (que compró las operaciones de Praxair en el
país), Air Products (ex Indura) y Air Liquide. Según la revista Mercado, en
2015 Air Liquide, Praxair y Linde se encontraban entre las 640 empresas con
más ingresos del país. Todas las “ex” revelan un proceso de fondo: la
centralización de empresas de este rubro a nivel mundial. Las empresas
extranjeras fueron comprando empresas nacionales y promoviendo la
desindustrialización ya que se abastecen con determinados productos que
producen en sus países de origen. A diferencia de las empresas chicas,
tienen plantas productoras propias, tecnología mucho más avanzada y
contratos corporativos a nivel mundial y/o a largo plazo con los grandes
consumidores, disponen de mayor capital y crédito para desarrollo
tecnológico e infraestructura. Todo esto dificulta la competencia y favorece
la conformación de monopolios.



La producción de oxígeno medicinal no da abasto ¿por qué?



Tanto el gobierno como los trabajadores de Linde confirman que hoy “se
trabaja al 100%” de la capacidad instalada para producir oxígeno medicinal y
que “no hay capacidad de producir más” en las plantas químicas. Es por eso
que la opción más lógica consiste en redirigir la producción de oxígeno
industrial, para abastecer el consumo medicinal ya que, como explica un
trabajador de Linde, el oxígeno que se produce para consumo industrial y
medicinal es el mismo. “Una máquina toma de la atmósfera el aire, otra
máquina por temperatura discrimina los gases (oxígeno, dióxido de carbono,
argón). Cuando tenés el oxígeno, la única diferencia entre el que va a la
industria y el que va a los hospitales es que un laboratorio debe analizar
la pureza del medicinal, que debe ser del 90 %”.



Sin embargo, esta medida -ya tomada por el gobierno-, se enfrenta con dos
problemas. Hace 20 años el oxígeno se producía mayoritariamente en plantas
químicas, era fraccionado y envasado en tubos o en camiones cisterna que
luego abastecen a tanques instalados en otras industrias y hospitales. Hoy,
predominan las plantas on site: son plantas pequeñas instaladas en
hospitales y/o industrias, que se auto-abastecen oxígeno por medio de
tuberías y son controladas desde un punto fijo (las empresas intentan que
los trabajadores no sepan dónde). Estas plantas existen hoy en empresas como
la Ford, la Volkswagen pero no existen en los hospitales. Esta tecnología
“de punta” es patrimonio de los privados.



Este cambio tecnológico hoy genera la dificultad para contar con los tubos y
camiones cisternas necesarios para trasladar mayores volúmenes de oxígeno
desde las plantas on site instaladas en la industria, hasta los hospitales:
“Linde tiene un planta productora en Campana y abastece a las siderúrgicas a
Siderca, Siderar y algunas más de la zona. El acuerdo con el gobierno fue
que no se le provea más a esas empresas, y todo eso que produce Campana,
vaya a los hospitales. El problema es cómo le enviás eso, porque el
fraccionamiento del oxígeno en tubos no existe más y no hay suficiente
cantidad de camiones cisterna que lleven y traigan el producto. Es un
embudo”, concluye un trabajador de la misma.



Segundo problema: el corte de suministro a la industria genera revuelo en
empresarios de los sectores industriales que necesitan oxígeno para
funcionar. Si la industria se frena, las ganancias también. La otra opción
es aumentar la capacidad instalada: para esto hace falta inversión.



Negocios posibles con un recurso vital e improvisación estatal



La responsabilidad por el desabastecimiento de oxígeno recae en gran medida
sobre el Estado. “Montar una planta de oxígeno medicinal no es tan difícil,
requiere inversión. El gobierno tuvo un año para prepararse, así como
aumentaron las camas tendrían que haber aumentado todos los recursos
necesarios. Hoy el país no puede entregar tanto oxígeno medicinal en tan
poco tiempo. Y no se preparó nada, la realidad es esa”, dice un trabajador
de Linde.



Después de un año de pandemia, múltiples pronósticos científicos y el
ejemplo de países vecinos como Perú, donde la gente muere por falta de
oxígeno desde junio del 2020, las medidas tomadas por el gobierno nacional
no sólo llegan tarde, sino que evidencian una política que especuló con el
desarrollo de la pandemia. La gravedad de la situación que hoy pesa sobre
los cuerpos de trabajadores de la salud, es producto de una improvisación
criminal.



Pero otra gran parte de la responsabilidad le cabe a las empresas. “Otra
cosa son los privados, les gusta la guita, pero no se quisieron arriesgar.
No veo que Linde abra una planta, porque los tipos piensan más a futuro, y
dentro de seis meses, esa planta no les sirve más. Si hace un acuerdo con el
gobierno puede ser”, nos dice un trabajador. Su compañero coincide, “para la
empresa todo esto es un negocio gigante. Ya tiene todo el producto vendido,
mientras no hace las inversiones que se requiere en equipos, más personal,
abriendo más planta… Está teniendo ganancias extraordinarias. Es un negocio
redondo”. Evan Spark-DePass, director de Dinámica de Mercado de la ONG PATH,
explicó a la BBC que construir una planta de oxígeno líquido en un país es
“extremadamente costoso” y que “la empresa debe tener la certeza de que
existe una demanda suficiente para que su negocio sea rentable”.



El gobierno se apuró (aunque no tanto) para congelar el precio del oxígeno
al registrar un incremento que no tiene una relación probada con una suba en
sus costos (una medida que se publicó este jueves en el Boletín Oficial y
regirá durante 90 días). La estrategia de vender el oxígeno -considerado
oficialmente como un medicamento por la OMS- con sobreprecios, tampoco es
novedad. Periodistas de la Agence France-Presse (AFP) denuncian especulación
de precios en Perú y mercados negros en Brasil. Países como España, Holanda,
México, Argentina, Perú y Chile fueron sancionados por concertación de
precios, reparto de mercado y restricción de libre competencia.



En Argentina, estas corporaciones fueron sancionadas en el 2005. Explica
Arecco, “como demostró la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia del
Ministerio de Economía y Producción de la Nación, Praxair, Air Liquide, Aga
e Indura vendían, entre 1997 y 2002, a los hospitales públicos gases con
sobreprecios de 500%, por lo que fueron multadas en $ 26, $ 24, $ 14 y $ 5
millones, respectivamente. Además, Defensa de la Competencia descubrió que
en los casos donde un nuevo proveedor intentaba romper el acuerdo de precios
de las cuatro multinacionales dominantes, para impedirlo, éstas
suministraban el producto por tiempo indeterminado a título de donación o lo
vendían a precios extremadamente bajos. Una vez desaparecido el riesgo del
competidor no alineado, volvían a los sobreprecios”.



De lo que nadie habla: el papel de las corporaciones



La desinversión industrial histórica en el sector impide hoy el aumento del
volumen en la producción de oxígeno. Desde el 2013 hubo un proceso de cierre
de establecimientos en Mar del Plata, Bahía Blanca, y Bella Vista. Un
trabajador del sector de mantenimiento y reparación de camiones, tanques y
termos de oxígeno para uso medicinal y a domicilio de la empresa Linde
denuncia el desguace de su sector desde hace dos años, cuando se fusionó con
la empresa Praxair. “Todos hablan del faltante de oxígeno, pero nadie habla
del papel que están jugando las corporaciones”. La fusión trajo aparejado
todo el achique de la estructura de producción, la tercerización y la
reducción de personal para ahorrar inversión: “Se trata de un sector clave
porque hacíamos mantenimiento en los camiones que se encargan de la
distribución de los equipos y es personal especializado. Hoy en día se
rompen mucho los equipos porque al tercerizar este servicio baja la calidad
del mantenimiento, la mano de obra especializada”.



¿Cuánto cuesta respirar?



Ante la emergencia sanitaria, un trabajador de Linde denuncia: “no se
preparó nada para esta segunda ola, y ahora lo agarra así sin recursos, sin
una política, echando la culpa a los trabajadores, insistiendo para que
vuelvan las clases, no tuvo una campaña seria de publicidad, de protocolos,
el transporte público es un desastre, durante seis meses lo taparon, no
dijeron nada pero la mayoría de los trabajadores estuvo viajando como se
viaja históricamente en los trenes y colectivos”.



Varias medidas se podrían haber tomado para llegar mejor preparados al
momento actual, pero hoy la dicotomía “economía vs. salud” se continúa
resolviendo a favor de los negocios empresariales. No hay diferencia entre
laboratorios y empresas químicas en esta cuestión. Ambas especulan con la
vida de las personas. Hasta ahora, el gobierno viene decidiendo a favor de
las empresas (incluidas las farmacéuticas) y en contra de les trabajadores
de la salud. Responsabilizar a la ciudadanía, cuando el Estado debería estar
tomando las decisiones más importantes en la historia del país, expresa un
accionar políticamente irresponsable. Hoy las decisiones que se toman son
proporcionales a las vidas que se salvan.



Una centralización del sistema de salud público y privado, permitiría
reorganizar los recursos médicos en función de las necesidades sanitarias de
todo el país y reabrir clínicas privadas -que fueron cerradas por dejar de
ser rentables-, como la Clínica San Andrés de Caseros. Lejos de las
negociaciones con los "dueños del aire", también hay que declarar la
utilidad pública de la producción del oxígeno medicinal. En marzo del 2020,
apenas iniciada la cuarentena, el concejal de Palpalá por el PTS-FITU y
obrero de la planta de Aceros Zapla, Julio Mamaní, presentó un proyecto
junto a la diputada Natalia Morales, para declarar la utilidad pública de
Aceros Zapla -una planta productora de oxígeno hoy cerrada-. El proyecto fue
rechazado por las mayorías del PJ y UCR.



La crisis que atraviesa tanto el sistema público como el privado para hacer
frente a la pandemia, exigen una inversión acorde para multiplicar los
recursos sanitarios, formar y contratar trabajadores de la salud y
recomponer sus salarios. Los U$S 300 millones que el gobierno prepara para
pagarle al FMI la próxima semana, deberían ponerse al servicio de la
emergencia sanitaria. Es hora de que todos los recursos del país se pongan a
disposición de una planificación racional necesaria para que la prioridad
sea de una vez por todas, la vida.



Fuentes



Agradecemos a los trabajadores de Linde de las plantas Pacheco, Pilar y
Avellaneda por sus valiosos testimonios.

Arecco, Maximiliano (2019) La industria química y petroquímica.
Centralización, extranjerización y monopolio en la subrama de gases
industriales, H-industri@ 26 (pp. 127-145). Maximiliano Arecco es licenciado
en Sociología de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Trabajador en la
química Praxair desde 1999. Prosecretario de Organización del Sindicato del
Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas (SPIQyP) de CABA y Zonas
Adyacentes (2014-2018). Docente UBA y UNPAZ (Universidad Nacional de José C.
Paz)

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