Cuba/ Economía: radiografía de una recuperación incompleta. [Pável Vidal]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Nov 22 03:00:59 UYT 2022





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Correspondencia de Prensa

22 de noviembre 2022

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Cuba



Economía cubana: radiografía de una recuperación incompleta



Pável Vidal, desde Cali *

Inter Press Service, 16-11-2022

https://ipsnoticias.net/



La agricultura (-32 %) continúa entre los sectores de menor crecimiento en
Cuba al finalizar 2022. Foto: Jorge Luis Baños / IPS

CALI, Colombia – La recuperación de la economía cubana después del impacto
de la pandemia en 2020 ha sido lenta y errática. En los datos del segundo
trimestre de 2022 incluso se evidencia un marcado retroceso.



Los decepcionantes resultados económicos postpandemia hacen más difícil
detener la espiral inflacionaria, reducir los desbalances fiscales y poner
en orden los pagos externos. Demuestran la insuficiente transcendencia de
las medidas económicas instrumentadas por el gobierno cubano los últimos dos
años.



La apertura a las pequeñas y medianas empresas (pymes) privadas ha sido un
paso importante, pero incompleto. La inflación fuera de control anuló los
potenciales beneficios de la reforma monetaria de 2021.



Las flexibilizaciones a la política de sanciones bajo la administración
estadounidense de Joe Biden, desde 2021, también han sido muy limitadas y
ello, si bien no es la única causa, afecta sobre todo el potencial del
sector turístico y la inversión extranjera, y daña a las familias y al
sector privado.



Mientras la mayoría de las economías latinoamericanas se impulsaron a partir
de un efecto rebote, una vez que se eliminaron las restricciones a la
movilidad y al distanciamiento físico y se acomodaron (aunque parcialmente)
los flujos del comercio internacional, la economía cubana no aprovechó de
igual forma ese momento.



«La salida de la crisis pasa necesariamente por diseñar un programa de
estabilización macroeconómica de amplio alcance que permita detener la
inflación y crear un escenario más propicio para el crecimiento económico».



Desde el tercer trimestre de 2020 hasta el tercer trimestre de 2021 la forma
que mejor describe la trayectoria del producto interno bruto (PIB) cubano es
la llamada recuperación en “L”, es decir, nulo crecimiento después de la
caída.



Los vaticinios para la economía global y regional no son nada halagüeños
para el próximo año. Las restricciones de la balanza de pago y de
financiamiento internacional podrían incluso empeorar en los próximos
trimestres para la economía cubana. En este escenario, la crisis migratoria
y social que vive el país no tiene para cuando parar.



Comparación con América Latina



En el gráfico se compara la trayectoria por trimestres del PIB cubano con
una muestra del PIB de América Latina. Este último se calcula como un
promedio ponderado de los PIB de economía pequeñas como la cubana: Costa
Rica, Guatemala, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay, República Dominicana y
Uruguay (la ponderación toma en cuenta el tamaño relativo del PIB en dólares
de cada economía en 2019).



Los datos del PIB cubano (fuente: ONEI) y de las economías de América Latina
(fuente: CEPAL) se desestacionalizan y se llevan a un índice usando como
base el último trimestre de 2019, el cual representa un punto de comparación
con los niveles productivos prepandemia.



Lo primero que se aprecia en el gráfico es la menor afectación relativa del
PIB cubano durante los tres primeros trimestres de 2020.



Para enfrentar la pandemia el gobierno cubano no optó por una cuarentena
generalizada y eso permitió mantener en funcionamiento una mayor parte del
aparato productivo. En un inicio el gobierno le apostó a las cuarentenas
selectivas y focalizadas regionalmente para detener la propagación del
virus, con agilidad y prontitud para aplicar test, darle seguimiento y
aislar contactos.



El desarrollo de vacunas nacionales fue otro elemento de la estrategia. Toda
esta logística resultó factible mientras el país estuvo cerrado y con pocos
casos de Covid-19, pero no pudo sostenerse debido a la necesidad que tenía
el país de contar con los ingresos del sector turístico.



La inevitable apertura de los aeropuertos desbordó la capacidad de respuesta
del sistema de salud, y paradójicamente, no produjo el efecto económico
esperado. El flujo de visitantes y la tasa de ocupación hotelera se han
reactivado a un ritmo muy bajo y todavía a la fecha se ubican por debajo de
los niveles prepandemia. La exportación a gran escala de las vacunas
nacionales fue otro de los vaticinios que no se materializó.



Desde el cuarto trimestre de 2020 ya el PIB agregado de las economías
pequeñas latinoamericanas superaba en su recuperación al cubano. Mientras
que en esa fecha al latinoamericano le restaba 5 % para llegar al nivel
productivo prepandemia, al cubano le faltaba todavía 9 %.



Se distingue en el gráfico la notable diferencia en la trayectoria de
recuperación. Las economías latinoamericanas exhibieron una recuperación en
forma de “V” (o más cercano al “símbolo de Nike”) y desde el tercer
trimestre de 2021 ya superaban los niveles productivos prepandemia.



La recuperación cubana, en cambio, quedó en forma de “L” hasta el tercer
trimestre de 2021; luego presentó un crecimiento en el último trimestre de
2021 pero sin sobrepasar los niveles prepandemia y seguido de nuevas caídas
en el PIB en 2022.



Una vez más se pone a prueba la efectividad del sistema cubano para evitar
el colapso y administrar las crisis, pero nuevamente se evidencian las
dificultades que tiene para promover y sostener progreso económico.



La situación este año



Una señal preocupante en los datos recientes del PIB trimestral cubano es
que muestra que la recuperación se frenó este año 2022. En el primer
trimestre el PIB se contrajo 0,3 % y en el segundo trimestre cayó 2,6 %,
cuando se compara con la actividad productiva del trimestre inmediatamente
anterior y eliminando el efecto estacional y calendario.



Otros datos que muestran lo incompleto de la recuperación y que ayudan a
explicar por qué los cubanos siguen sin apreciar más productos en los
mercados, tienen que ver con la composición sectorial. Los sectores
productivos responsables de la producción de bienes están mucho más lejos de
exhibir algún tipo de reactivación.



En el segundo trimestre de 2022 el PIB total se ubicaba 3 % por debajo de
los niveles productivos del último trimestre de 2019 (referente
prepandemia), mientras que los sectores responsables de producir bienes
presentaban tasas negativas de dos dígitos: Agricultura (-32 %), Pesca (-24
%), Industria Azucarera (-69 %) e Industrias manufactureras (-38 %), después
de eliminado el efecto estacional y calendario.



Si bien estos sectores no se expusieron a una cuarentena estricta han estado
duramente afectados por la falta de insumos, financiamiento y energía. Lo
extendido de la crisis ha obligado a posponer mantenimientos y prácticamente
han tenido que olvidar las nuevas inversiones. La emigración en masa de
trabajadores jóvenes y profesionales mina también su capacidad potencial de
producción.



¿Cómo se sale de esto?



La salida de la crisis pasa necesariamente por diseñar un programa de
estabilización macroeconómica de amplio alcance que permita detener la
inflación y crear un escenario más propicio para el crecimiento económico.
Este debe incluir medidas de austeridad fiscales y transformaciones en la
política monetaria y cambiaria, pero también cambios estructurales e
institucionales.



Recientemente enumeré diez puntos que me parecen esenciales en un programa
de estabilización, en un artículo para el sitio Horizonte Cubano de la
Universidad de Columbia



Entre las propuestas destacaba la importancia de retomar la confianza en la
política fiscal y monetaria con el uso de reglas transparentes y
verificables para el manejo de la cantidad de dinero, el déficit fiscal y la
deuda pública.



Crear una unidad de cuenta indexada a la inflación y aumentar las tasas de
interés son opciones que se deberían evaluar. En cuanto a la política
cambiaria, se podría valorar un esquema de bandas ajustables para la tasa de
cambio.



En un plano más estructural proponía dar pasos para transitar de un
presupuesto fiscal apoyado en las rentas del sector estatal, en su mayoría
ineficiente, a un presupuesto financiado por un sistema impositivo
progresivo sobre una economía dinamizada por una participación más activa
del sector privado y cooperativo.



Todo ello permitiría poder renegociar la deuda externa no pidiendo favores y
justificando la situación echándole toda la culpa a las sanciones
estadounidenses, sino presentándole a los acreedores un plan de acción
sostenible y creíble que aborde asuntos medulares del modelo económico que
definen su insolvencia y sus recurrentes ciclos de impagos de la deuda.



* Pável Vidal, economista e investigador cubano que actualmente se desempeña
como profesor de la Universidad Javeriana en Colombia. Anteriormente trabajó
en el Banco Central y en el Centro de Estudios de la Economía Cubana.

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