Grecia/ Un gobierno peligroso, que se aferra al poder por todos los medios. [Antonis Ntavanellos]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Sep 22 22:26:13 UYT 2022


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Correspondencia de Prensa

22 de septiembre 2022

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Grecia



Un gobierno peligroso, que se aferra al poder por todos los medios



Antonis Ntavanellos, en Atenas

A l’encontre, 14-9-2022

https://alencontre.org/

Traducción de Correspondencia de Prensa



El gobierno de Nueva Democracia (ND), dirigido por Kyriakos Mitsotakis,
destacado líder de la facción ultra neoliberal del partido de derecha, se
enfrenta a la crisis política más grave desde que llegó al poder el 8 de
julio de 2019, después de que SYRIZA perdiera las elecciones.



Las revelaciones sobre las escuchas telefónicas realizadas por el Servicio
Nacional de Inteligencia (SINA) a opositores políticos del gobierno, así
como a periodistas independientes, invocando razones de “seguridad
nacional”, son un rotundo escándalo político. No hay duda de que esto tendrá
graves consecuencias.

Mitsotakis y el Estado privatizado



A la raíz de este escándalo se encuentra una política de... privatización en
el núcleo duro del Estado burgués, el que opera en el ámbito de la “lucha
contra el terrorismo” y el espionaje, que es el dominio tradicional del
tristemente célebre EYP [Servicio Nacional de Inteligencia], un servicio
estatal opaco generosamente financiado y totalmente “protegido” por todos
los gobiernos griegos, incluido el de SYRIZA.



Esta política de privatización fue puesta en evidencia por dos vías. En
primer lugar, está la cooperación entre el Estado y el sector privado, con
empresas de “seguridad” que proporcionan programas espía ilegales e
incontrolables. En segundo lugar, ese oscuro mecanismo de vigilancia y
seguimiento de datos y actividades (con obvias posibilidades de chantaje)
fue puesto bajo el control directo de Kyriakos Mitsotakis y su entorno, sin
recurrir al pretexto de que esa actividad se organizaría en beneficio del
régimen sociopolítico en su conjunto.



Tras llegar al poder, Kyriakos Mitsotakis puso el control del EYP
directamente bajo su responsabilidad. Nombró a Panagiotis Kontoleon como
director del mismo, un hombre procedente del sector privado que tiene
experiencia, ya que anteriormente fue director de una empresa de seguridad
[la filial griega de la transnacional G4S]. Con ello, Mitsotakis rompió con
una larga tradición según la cual el jefe del EYP es siempre un distinguido
“servidor del Estado”, normalmente un diplomático o funcionario de carrera.
Además, Mitsotakis le confió la "coordinación" de la Oficina del primer
ministro (que abarca ahora la dirección política del EYP) a su... sobrino,
Grigoris Dimitriadis. Es un joven lobo, que ya había demostrado su
“flexibilidad y eficacia” en anteriores escándalos y estafas (sobre todo en
el sector energético).



Las escuchas telefónicas autorizadas oficialmente alcanzaron la cifra sin
precedentes de entre 15.000 y 17.000 al año, siempre por motivos de
“seguridad nacional”. Hay que recordar que la cifra real es mucho mayor, ya
que el EYP se reserva el privilegio de decidir si vigila todas las llamadas
de cada “sospechoso” cuyo seguimiento ha sido “autorizado”. Todas estas
personas fueron colocadas (por razones de “seguridad nacional”) en una zona
oscura en la que no hay derechos democráticos ni garantías constitucionales.
Como parte de la vigilancia, un centro específico de EYP utilizó el programa
espía Predator, alquilado a Intellexa, una empresa de vigilancia israelí. No
es casualidad que se rumoree que Intellexa tenga vínculos financieros con el
sobrino del primer ministro y coordinador del gobierno, ¡el joven abogado
Sr. Dimitriadis! [1]



El Gobierno en estado de choque a causa de Predator



La primera grieta en esta siniestra estructura apareció cuando se demostró
que el EYP había instalado el programa espía Predator en el teléfono móvil
de un periodista, Thanasis Koukakis [periodista financiero que trabaja para
CNN Grecia], que estaba investigando los escándalos financieros del periodo
anterior (incluida una ley del gobierno de Mitsotakis que permitía la
“reapertura” de algunas cuentas bancarias importantes que habían sido
previamente “bloqueadas” por sospechas de blanqueo de dinero). La grieta se
convirtió en una inmensa falla cuando se demostró que el EYP había
intervenido el teléfono móvil del eurodiputado, desde julio de 2014, Nikos
Androulakis, cuando era candidato a la dirección del PASOK.



Nikos Androulakis ganó fácilmente las elecciones del partido y es el actual
responsable del PASOK [desde el 12 de diciembre de 2021]. Su victoria se
debe principalmente a que, a diferencia de su rival Andreas Loverdos [que
fue ministro de Educación de junio de 2014 a enero de 2015 bajo el gobierno
de Nueva Democracia de Antonis Samaras], se negó a comprometerse a formar
una coalición con Mitsotakis en caso de que Nueva Democracia necesitara
apoyo parlamentario para gobernar tras las próximas elecciones. El motivo
del posible chantaje político contra Androulakis es más que claro.



En la tormenta política que se produjo tras las revelaciones, ni siquiera
las publicaciones extremadamente progubernamentales pudieron defender a
Mitsotakis. Kathimerini (un diario que pertenece al armador Giannis
Alafouzos) reveló que hay al menos otros siete u ocho opositores políticos
de Mitsotakis que están bajo vigilancia. Christos Spirtzis -ex ministro de
Infraestructuras, Transportes y Redes del 4 de noviembre de 2016 al 9 de
julio de 2019 y mano derecha de Alexis Tsipras- afirmó que en su teléfono
móvil habían instalado el programa espía Predator. To Vima (un periódico
propiedad del armador Evangelos Marinakis) reveló que Intellexa proporciona
el software de espionaje Predator bajo régimen de alquiler a más de 30
clientes en Grecia, además del EYP y otras autoridades públicas. Al parecer,
grupos empresariales, bancos, fondos de inversión y otros se dedican al
deporte de la vigilancia ilegal (se calcula que el costo del alquiler de
Predator u otros programas espía es de al menos 8 millones de euros por cada
“objetivo”...).



Ante estas revelaciones, Mitsotakis se vio obligado a pedir la renuncia de
Panagiotis Kontoleon y Grigoris Dimitriadis, acusándolos de “fallos
operativos”. Pero, durante el debate parlamentario, trató de proteger el
potencial de vigilancia, de defender las actividades del EYP y de bloquear
cualquier otra investigación invocando el carácter “clasificado” de las
operaciones antiterroristas y de espionaje. Su hermana, Dora Bakoyannis [su
hijo es alcalde de Atenas], advirtió públicamente a todos los implicados que
se mantuvieran en silencio, afirmando que cualquiera que comprometa la
seguridad de la información “clasificada” se enfrenta a 10 años de prisión.
Para justificar estas maniobras, Mitsotakis se refiere a Grecia como si
estuviera en estado de guerra: constantemente se refiere a la amenaza de las
“invasiones” de inmigrantes/refugiados y a una especie de amenaza "híbrida"
de Turquía. Una vez más se demuestra que el racismo y el nacionalismo son
una amenaza para los derechos democráticos de la mayoría de la sociedad.



Porque todo el mundo entiende que si Kyriakos Mitsotakis no titubea cuando
llega el momento de transgredir todos los límites contra el jefe de un
partido, como el PASOK, que tenía la mayoría y estaba en el poder, ¿qué
puede quedar de los derechos de los sindicalistas militantes, de los
activistas del movimiento social, de los miembros organizados de la
izquierda política?



Inicio del derrumbe de la Nueva Democracia



La incapacidad del Gobierno para presentar un argumentario convincente ante
el escándalo de la vigilancia pone de manifiesto las dificultades a las que
se enfrenta Mitsotakis dentro de su propio partido, y especialmente en sus
esfuerzos por mantenerse al frente de un bloque político más amplio de
“antiizquierda” que se formó en Grecia durante las luchas de 2010-15 (podría
describirse a grandes rasgos como el bloque político que defendió el "sí" en
el referéndum del 5 de julio de 2015). Así, Kostas Karamanlis -ex primer
ministro [de 2004 a 2009] y ex líder de Nueva Democracia [de 1997 a 2009] y
miembro de la poderosa familia que tradicionalmente lidera una fracción del
partido llamada “derecha popular”- había optado por la táctica del silencio
total desde la elección de Mitsotakis como líder del partido. Sin embargo,
recientemente dio marcha atrás en esta táctica por primera vez. Pidió una
investigación completa del Mitsotakisgate y advirtió que no es políticamente
aceptable invocar el carácter “secreto” de las operaciones de los servicios
de seguridad para eludir la supervisión parlamentaria y los procedimientos
constitucionales.



Este fue también el argumento político de antiguos socialdemócratas que
representan el “extremo centro” en Grecia, como Evangelos Venizelos
[viceprimer ministro de junio de 2013 a enero de 2015 en el gobierno de
Antonis Samaras], Anna Diamantopoulou [comisaria europea de empleo de 1999 a
2004, luego ministra de educación, entre otros], Nicos Alivizatos [ex
ministro del Interior, brevemente en 2004], etc. Desde 2013, este medio
político fue un valioso aliado para el partido de derecha y una “reserva”
útil para Mitsotakis en previsión de la difícil batalla electoral de la
primavera de 2023.



Aunque es importante como tal, el escándalo de la vigilancia no es
suficiente para explicar esos giros. Pueden parecer moleculares en este
momento, pero amenazan la cohesión de la corriente política que permitió la
victoria electoral de la derecha en 2019. El escándalo tampoco es suficiente
para explicar los cambios manifiestos en la presentación internacional de
Mitsotakis. Las principales publicaciones y medios de comunicación
internacionales se hacen eco de las revelaciones y apoyan la realización de
nuevas investigaciones, mientras que los políticos de Nueva Democracia se
ven sometidos a una fuerte presión dentro de las instituciones de la Unión
Europea. El fracaso de la política económica y social de Mitsotakis está en
el origen de esta evolución, que podría conducir a una nueva y profunda
crisis social y política en Grecia.



En su intervención en la Feria Internacional anual de Tesalónica, Kyriakos
Mitsotakis optó por recordar a la clase dirigente su determinación de servir
a sus intereses. Redujo al mínimo la fiscalidad de los beneficios; redujo
drásticamente las cotizaciones patronales a la seguridad social; eliminó
cualquier control o impuesto sobre la transmisión de las herencias de las
grandes fortunas; y, sobre todo, insistió en la flexibilización de las
relaciones laborales, así como en la reforma reaccionaria de la legislación
laboral para dificultar las huelgas y la organización sindical. Esta
política ha dado efectivamente algunos resultados. A pesar de las
dificultades de la economía internacional, las empresas que cotizan en bolsa
registran grandes beneficios. Las exportaciones del capitalismo griego están
batiendo un récord tras otro. Los ingresos por turismo se mantienen en
niveles muy altos, mientras que los armadores griegos ven en la guerra de
Ucrania nuevas oportunidades (legales y no tan legales...) para trasladar el
GNL (gas natural licuado) de EE.UU. y el petróleo ruso.



Crisis de dirección política y gubernamental



Pero en la otra vertiente de la sociedad, la situación se caracteriza por la
desesperación. Según las estimaciones de los sindicatos, en 2022 el salario
medio de un trabajador a tiempo completo habrá perdido un 19,2% de su poder
adquisitivo. Bajando en la escala de ingresos, donde la gente tiene que
gastar todos sus ingresos para cubrir sus necesidades inmediatas, el impacto
de la inflación es aún más grave: el salario medio de un trabajador a tiempo
parcial [un estatus casi excepcional] perdió el 30% de su poder adquisitivo
en 2022. En Grecia, el 30% de los hogares de la clase trabajadora gastan el
45% de sus ingresos mensuales en la vivienda (alquiler y servicios
públicos).



Esta escalada extrema de la desigualdad social es una preocupación política
incluso en los círculos conservadores del establishment. La predicción de
que se necesitarán amplias coaliciones de gobierno para organizar un
consenso social más amplio es cada vez más visible en la prensa dominante.



Este clima de ansiedad política dentro del país se combina con un cierto
nivel de malestar que se refleja en la actitud de algunas instituciones
europeas. Los fondos de “solidaridad” europeos llegan a Grecia para ser
utilizados en apoyo de los intereses generales del sistema en su conjunto.
Por tanto, no es fácil para la Comisión Europea y sus instituciones sentarse
y observar en silencio cómo la camarilla que rodea a Mitsotakis organiza una
“feria” que garantiza un reparto que sólo beneficia a los acólitos del
primer ministro.



Por el momento, la dirección de Nueva Democracia sigue teniendo el control
de la situación política, y ha optado por celebrar unas elecciones al final
del mandato de cuatro años de Mitsotakis, en la primavera de 2023. Pero
nadie puede estar seguro de que para entonces Mitsotakis esté en una
posición mejor, o incluso que su gobierno dure hasta entonces. Porque todo
el mundo sabe que el invierno será duro.



Los sondeos de opinión publicados tras el Mitsotakisgate advierten del
riesgo de un impasse político en las elecciones de 2023. Sus principales
conclusiones pueden resumirse de la manera siguiente.



1° La perspectiva de una mayoría parlamentaria para Nueva Democracia ya no
resulta viable. La perspectiva de una coalición gubernamental entre Nueva
Democracia y el PASOK existe en cuanto al número de representantes electos
necesarios, pero ya no es políticamente viable, tras la ruptura de las
relaciones de Mitsotakis con la actual dirección del PASOK y también con
otros políticos socialdemócratas, que hasta hace poco se habían mostrado más
“dispuestos”, como Evangelos Venizelos.



2° La perspectiva alternativa de una coalición entre SYRIZA y el PASOK
existe en términos de fuerza electoral, pero todavía se enfrenta a
importantes problemas políticos. La declaración de Nikos Androulakis en
septiembre, en la que afirmaba que su objetivo es la formación de un
gobierno bajo el signo “Ni Mitsotakis – Ni Tsipras”, es una muestra clara de
ello.



3° Las perspectivas restantes, ya sea de una Gran Coalición (ND-SYRIZA) o de
un gobierno tecnócrata, o de cambios en los principales partidos políticos
con la aparición de un “nuevas direcciones no corruptas”, están aún en un
estado nebuloso y todavía no ha habido pasos concretos en esa dirección.



Las consecuencias pasadas y presentes de la orientación política de Tsipras



Esta instantánea de la situación político-gubernamental -sin una respuesta
clara a la cuestión central del poder gubernamental durante los próximos
seis a nueve meses- es una expresión de la inestabilidad política que está
surgiendo y que puede acelerarse a medida que se desarrolle el escándalo de
la vigilancia. En última instancia, las esperanzas de Kyriokos Mitsotakis de
mantener el control del juego político descansan en la impresionante
debilidad de la oposición y especialmente de SYRIZA.



La posición de Alexis Tsipras ha quedado minada por las iniciativas de su
gobierno entre 2015 y 2019. Los datos sobre las actividades del EYP (que
debían hacerse públicos en esta fase del escándalo) muestran que el primer
aumento del número de escuchas tuvo lugar en 2016, cuando Tsipras tuvo que
hacer frente a los efectos de la imposición del tercer memorándum y a la
escisión de SYRIZA en agosto de 2015 [unos 25 diputados]. Además, las
negociaciones entre el Estado griego e Intellexa -que introdujo el programa
espía Predator en el país- comenzaron en 2016, lo que allanó el camino para
los actuales escándalos de Grigoris Dimitriadis y sus amigos. Pero la
posición de Tsipras se debilita aún más por la estrategia política que
escogió para SYRIZA, una estrategia totalmente “institucional”, ajustada a
las necesidades de aliarse con el partido socialdemócrata y a la perspectiva
de un gobierno “progresista”, es decir, una estrategia que gira únicamente
en torno a las elecciones.



Mientras Kyriakos Mitsotakis hablaba en Salónica el 10 de septiembre,
Tsipras era el orador estrella en el festival anual de la juventud de
SYRIZA. Se dirigía al público más radical de la izquierda del partido. Lo
único que les dijo a los jóvenes miembros del partido fue un llamado a...
votar, cada vez que se realicen elecciones.



Esta política le brinda a Mitsotakis la posibilidad de defenderse. Pero lo
más importante es que le da al establishment la oportunidad de cambiar el
eje político en una dirección conservadora, en su búsqueda de una
alternativa electoral/gubernamental después de las elecciones.



Ante lo que parece un invierno más que difícil, la cuestión crucial es si el
movimiento obrero y la juventud encontrarán la fuerza para intervenir de
forma masiva e independiente. Esto es lo que determinará el futuro de sus
demandas frente a la crisis, pero también tendrá un impacto importante en la
situación política.



Nota



[1] Según el diario francés Le Monde del 8 de agosto de 2022: "El software
Predator es comercializado en Grecia por la empresa Intellexa, cuyo director
general es Tal Dilian, un antiguo agente de los servicios secretos
israelíes. Su costo, 14 millones de euros, hace que sea difícil de costear
para los particulares". El subdirector de Intellexa, según los medios de
comunicación griegos, Felix Bitzios, era un estrecho colaborador de Grigoris
Dimitriadis, sobrino de Mitsotakis.( Redacción de A l’encontre)

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