Nicaragua/ La batalla contra el régimen infame sigue librándose. [Dossier]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Feb 10 23:22:27 UYT 2023


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Correspondencia de Prensa

10 de febrero 2023

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Nicaragua



Desterrados pero libres



Todos los presos políticos bajo la dictadura, los que subieron al avión que
los llevó al destierro, y los que se quedaron, son nicaragüenses ejemplares
que hicieron de la cárcel su trinchera de lucha.



Sergio Ramírez *

El País, 9-2-2023

https://elpais.com/



La inmensa mayoría de los prisioneros políticos que purgaba en las cárceles
de la dictadura delitos que nunca cometieron, inventados en leyes represivas
dictadas ex profeso, han sido liberados, puestos en un avión chárter, y
enviados de madrugada al destierro, de la misma manera arbitraria en que
fueron capturados y sometidos a procesos que nunca tuvieron ningún valor
jurídico, y mantenidos en condiciones inicuas en celdas de aislamiento, unos
pocos de ellos confinados en sus casas.



Acabo de ver el video oficial en el que un magistrado togado, presidente del
Tribunal de Apelaciones de Managua, lee con voz cavernaria, en una sala
desierta de público en el Complejo Judicial, la sentencia en la que se les
cambia la pena de prisión por la pena de destierro, y se les despoja,
además, a perpetuidad, de todos sus derechos políticos y ciudadanos por
traición a la patria, otra arbitrariedad sin asidero alguno.



Poco después, la Asamblea Nacional, reunida de emergencia, ha aprobado por
obediente unanimidad un decreto para quitar la nacionalidad nicaragüense a
los traidores a la patria, es decir, a los desterrados en vuelo, en contra
de la Constitución. Más arbitrariedad todavía. Y olvidan que las leyes no
son retroactivas por principio universal, aunque se tratara de una ley
constitucional, pero en Nicaragua han dejado de valer los principios
universales.



Desterrados, apátridas, pero libres. Dios escribe torcido los renglones de
la libertad, pero con letra derecha. Y este es apenas el primer folio. Las
mejores páginas están por venir.



Les quitan la nacionalidad para buscar cómo contentar los oídos de los
rabiosos fanáticos, militantes a ciegas, paramilitares comprometidos con
sangre en la represión, que deben hallarse confundidos, acostumbrados como
están al rabioso discurso, martillado cada día, de que esos traidores a la
patria, terroristas responsables de un frustrado golpe de Estado en 2018, no
verían jamás la luz del sol. Ese ha sido el discurso oficial. Traidores,
terroristas, basura, vendepatrias. Y la vieron. Vieron la libertad. Como la
verá un día el país entero.



Todos los presos políticos bajo la dictadura, los que subieron al avión que
los llevó al destierro y los que se quedaron, aún no sabemos por qué, son
nicaragüenses ejemplares que resistieron con dignidad por largos meses el
aislamiento en celdas de castigo, e hicieron de la cárcel su trinchera de
lucha, la cárcel donde nunca debieron haber estado. Hombres y mujeres
valientes, dirigentes políticos, sindicales y campesinos, abanderados de los
derechos humanos, directivos empresariales, periodistas, líderes
estudiantiles, juristas, académicos, sacerdotes católicos, y hasta un
obispo, cabeza de las diócesis de Matagalpa y Estelí, monseñor Rolando
Álvarez, una voz de verdad profética.



Todos ellos, reos de un delito sacado de la manga leguleya, “menoscabo a la
soberanía nacional”; la soberanía apropiada por una pareja, una familia en
el poder, un viejo partido revolucionario convertido en remedo de un sueño
hace tanto tiempo fracasado.



Nunca fueron doblegados. Nunca bajaron la cabeza frente a los jueces
mequetrefes en las audiencias orwellianas. Vistieron los uniformes de
prisioneros sin detrimento de su dignidad, y dieron un ejemplo de decoro a
un país acallado a la fuerza, que mientras tanto ve salir a miles por puntos
ciegos a través de sus fronteras, huyendo de la represión, del silencio, del
miedo. Un país que todavía no despierta de su larga pesadilla, tras una
dictadura, otra, aún más feroz, pero que, al despegar el avión que se lleva
a los prisioneros desterrados, lo celebra en lo íntimo, como una pequeña
alegría, aun sabiéndose lejos de la meta final de la libertad y de la
democracia.



Siempre estuvo claro que esos prisioneros políticos eran rehenes. La
dictadura, frente a su creciente aislamiento internacional, quería guardarse
esta carta de negociación, la única posible, los presos a cambio de algo:
las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea,
Canadá, Suiza, Inglaterra, tanto a entidades de Gobierno como empresas
públicas y empresas privadas afines al régimen, así como a policías,
funcionarios y miembros de la familia dictatorial. ¿Han conseguido algo de
eso? Aún no se sabe qué obtuvieron a cambio. El vuelo especial en que los
rehenes viajaron tuvo como destino el aeropuerto Dulles de Washington, pero
el Departamento de Estado se ha apresurado a aclarar, en una comunicación
destinada a los congresistas, que se ha tratado de una decisión unilateral
de Ortega, “su propia decisión”, y lo instan a dar otros pasos para el
restablecimiento de la democracia y la libertad en Nicaragua sin reconocer
ninguna transacción.



De cualquier manera, la dictadura se ha quedado con las manos vacías. Su
mejor estrategia habría sido negociar a los rehenes por lotes, y no
soltarlos de una vez, para conservar cartas en la mano. Mala señal, en lo
que les concierne. Y liberarlos no es una prueba de fortaleza, sino de
debilidad. Lo demuestra al declararlos apátridas, una venganza final, ya
lejos del alcance de sus garras, como si sus decretos, y las sentencias y
leyes de sus comparsas, jueces y diputados, tuviera valor a perpetuidad, y
Nicaragua fuera a continuar bajo su férula para siempre.



Esos desterrados son más nicaragüenses que nunca.



* Escritor y periodista, Premio Miguel de Cervantes 2017, ejerció como
vicepresidente del gobierno sandinista entre 1985-1990. Actualmente exiliado
en España. (Redacción Correspondencia de Prensa).



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Cuando un llamamiento para la liberación de Oscar René Vargas tiene éxito...
por una ironía de la historia



Charles-André Udry

A l´encontre, 10-2-2023

https://alencontre.org/

Traducción de Correspondencia de Prensa



La campaña por la liberación de Oscar René Vargas -y de todos los presos
políticos y de conciencia de Nicaragua- ha encontrado una solución parcial
tras la decisión de la dictadura Ortega-Murillo de desterrar a 222 presos
políticos y de que la Asamblea Legislativa apruebe una ley retroactiva que
les despoja de la ciudadanía nicaragüense, como señala Sergio Ramírez más
arriba.



Más de 30 presos siguen encarcelados en condiciones inicuas, tras haber sido
sometidos a supuestos juicios que no son, por utilizar una frase de Dora
María Téllez, "más que un pelotón de fusilamiento legal". Entre ellos, el
obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, permanece en las garras de la
dictadura. Rolando Álvarez se negó a subir al avión. Antes de cualquier
exilio forzoso, exigió "reunirse con los obispos", lo que podría haber
provocado una convulsión político-religiosa, dada la insistencia del
cardenal Leopoldo Brenes, quien, todavía en noviembre de 2022, mantenía un
"diálogo con la dictadura Ortega-Murillo", en momentos en que Rolando
Álvarez y otros sacerdotes eran perseguidos. Por no hablar del cierre de
varias instituciones católicas.



El jueves 9 de febrero, a la 1.30 de la madrugada, algunos presos pudieron
volver a vestirse con sus propias ropas. Se estaba preparando un traslado.
Aunque algunos temían ser trasladados a otras prisiones, la posibilidad de
un "exilio forzoso" se hizo más evidente para muchos una vez reunidos en los
autobuses que los llevaban al aeropuerto.



Oscar René Vargas estuvo recluido varios días en régimen de aislamiento, en
una celda de 2 metros por 2 metros, sin comida ni medicamentos, a pesar de
que había sido sometido a una operación de corazón y de que su vista estaba
fallando debido a una catarata. Ante sus interrogadores, su respuesta fue
tajante: "No tengo nada que decir porque todo está ya en los muchos libros
que he escrito y en los miles de artículos. Hizo una simple pregunta a sus
guardias: "Si este régimen continúa, moriré con toda seguridad. ¿Es una
decisión de sus superiores? Pregúntales. Porque en caso de "accidente
mortal", algún día serás responsable". Esta vez los guardias interrogaron a
sus superiores. Y al día siguiente, Oscar René Vargas fue trasladado a una
celda más grande, de 3 por 6 metros, donde podía hacer ejercicios, una
higiene física, psicológica e intelectual para un preso político.



A su llegada al hotel Westin de Herndon (Virginia), en un breve vídeo que le
puso en contacto con una presentadora del canal 100Noticias -que le había
entrevistado en el pasado-, Óscar René Vargas le informó con humor de que
"las entrevistas que venían de Costa Rica en realidad se producían en
Nicaragua". De este modo continuó, a su manera, su labor de información
sobre la situación en Nicaragua.



La campaña por su liberación, que recibió un notable apoyo internacional en
pocos días, ha alcanzado su primer éxito. (Véase:
https://correspondenciadeprensa.com/?p=31001) Esta es también una
oportunidad para agradecer a todos aquellos cuya firma fue más que un gesto
formal, sino la expresión de un compromiso político solidario que asumió, de
diversas formas, la trayectoria histórica de las revoluciones y
contrarrevoluciones, de los movimientos de emancipación y su desposesión.
Esta toma de responsabilidad se guía por una comprensión empírica de la
evolución de las formaciones sociales, articulada con los principios que
sustentan el apoyo prestado a las movilizaciones emancipadoras. En este
sentido, Oscar René Vargas, reconocido historiador de Nicaragua, a quien la
dictadura quiere convertir en apátrida, repite hoy que la supresión de la
ciudadanía -es decir, de los derechos económicos, sociales y políticos
efectivos- se está imponiendo a la inmensa mayoría de la población
nicaragüense, y no a 222 presos liberados. Esta es la batalla que seguirá
librando, como ya sabemos.



***



Entrevista con la escritora Gioconda Belli



"Quitarles la nacionalidad e invocar un destierro a los nicaragüenses
liberados es una muestra de la crueldad de este régimen"



Marcos González Díaz

BBC Mundo, 9-2-2023

https://www.bbc.com/



Sorprendida por la noticia, la escritora nicaragüense Gioconda Belli tuvo
que verificar varias veces que la liberación este jueves 9 de enero de 222
opositores de su país era real.



Quien fuera guerrillera y revolucionaria antes de pasar a ser firme
opositora al gobierno de Daniel Ortega celebra desde su exilio en España
este acontecimiento que le alegró el día por partida doble: también este
jueves su hijo tuvo a su primer bebé.



"Así que estuve entre el parto de mi hijo y el parto de toda esta gente
saliendo por fin a la libertad. Está siendo muy impactante emocionalmente",
le cuenta emocionada vía telefónica a BBC Mundo.



Los nicaragüenses liberados forman parte de las decenas de políticos,
periodistas, religiosos, empresarios, activistas y estudiantes arrestados en
los últimos años -muchos de ellos en los meses anteriores a las elecciones
de 2021 tras las que Daniel Ortega asumió su cuarto mandato consecutivo como
presidente- bajo acusaciones de lavado de dinero o de cometer menoscabo a la
integridad nacional, entre otros delitos.



-Lo primero de todo, ¿cómo se siente y cómo recibió la noticia de la
liberación de este grupo de compatriotas presos?



Dentro de todo lo que hemos sufrido, este es un día muy alegre y especial al
saber que todas esas personas que estaban presas y pasando condiciones muy
difíciles ahora están libres y pueden estar con sus familias, rehacer sus
vidas y curarse de todos los perjuicios psicológicos y físicos que pasaron
en la cárcel.



Primero recibí la noticia con desconcierto, ahora uno tiene que chequear
siempre todo porque no sabe si la noticia es falsa. Parecía too good to be
true (demasiado bueno para ser cierto), pero al ratito me di cuenta por
varias personas que están más enteradas de que era cierto.



-¿Ha podido hablar con los familiares de alguna de estas personas liberadas?



Sí, al hijo de mi asistente lo apresaron en lugar de ella, porque fueron a
buscarla a casa y, al no encontrarla, se llevaron a su hijo. Él ya está
libre, ella supo que está en Washington.



Cristiana Chamorro es muy amiga mía, Arturo Cruz, [José Antonio] Peraza… Yo
conocía a casi todos los presos, los quería, son personas impecables que no
tenían por qué estar encarcelados y estábamos muy tristes de ver la
situación en que estaban.



Para mí, que soy escritora, la idea de no poder tener un libro en 600 días,
que los tuvieran encerrados en celdas pequeñísimas sin poder siquiera tener
esa posibilidad de leer o escribir… me parecía una crueldad inconmensurable.



-¿A qué cree que se debe esta decisión inesperada por parte del gobierno de
Nicaragua, qué cree que ha influido en su decisión?



Yo creo que se pueden estar dando cuenta de que no pueden vivir en ese
aislamiento en el que se han metido, que la presión internacional por la
libertad de los presos políticos ya afectaba sus relaciones con América
Latina.



En ese sentido, creo que fue importante la reunión de la Celac [Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños, cuya última cumbre se celebró el
pasado mes en Argentina], donde varios de los presidentes expresaron su
petición a Nicaragua de liberar a los presos políticos.



-¿Cree que esa comunidad internacional debería cambiar su postura ahora ante
Nicaragua por este gesto?



Nicaragua todavía está en una situación muy difícil. El país tiene que dar
muchas demostraciones más de un deseo democrático, de un deseo de parar esta
situación absurda y represiva que estamos viviendo



Este es un gesto importante, no lo quiero negar, pero también hay muchos
otros gestos importantes que faltan para que pensemos que puede haber un
retorno a la democracia en Nicaragua.



-No considera que esto pueda ser la antesala de un cambio más profundo en la
política nicaragüense.



No, aún no hay suficientes elementos para decir que hay un giro definitivo
en la política. Creo que hay que esperar un poco más.



-Fueron liberados pero los expulsaron y retiraron la nacionalidad de su
propio país. Es una buena noticia a medias.



Claro. Aunque este acto hable de una actitud un poco más compasiva y humana,
la maniobra de quitarles la nacionalidad, declararles la muerte cívica e
invocar un destierro a estos nicaragüenses liberados es una muestra de la
crueldad de este régimen.



Eso del destierro es como una cosa antigua, de los romanos, hablar de un
tipo de destierro donde te quitan la nacionalidad porque te acusan de
traición a la patria. No, esta gente no fue traidora a la patria: fueron
opositores.



-¿Cuál debería ser el siguiente paso tras esta liberación?



Aún hay decenas de presos políticos que aún están en la cárcel. Debemos
seguir insistiendo en que haya elecciones democráticas, que haya libertad de
expresión, que pueda haber un ambiente de paz y respeto a las opiniones
contrarias al gobierno. Eso es muy importante.



Tenemos que recuperar ese país para que vuelva a ser nuestro país y no sea
el feudo de una familia.



***



Condenan a 26 años de cárcel al obispo Rolando Álvarez



En juicio político adelantado y exprés, la justicia al servicio de la
dictadura Ortega-Murillo, condena por delitos fabricados a obispo de
Matagalpa.



Redacción Confidencial, 10-2-2023

https://www.confidencial.digital/



La Justicia del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo condenó a 26 años
y cuatro meses de cárcel a monseñor Rolando José Álvarez, obispo de la
Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí.
La condena se dio a conocer este viernes 10 de febrero, un día después que
el prelado se negó a abordar un avión que lo trasladaría a Estados Unidos
junto a otros 222 excarcelados políticos que fueron desterrados.



La sentencia fue leída por el magistrado sandinista Octavio Rothschuh
Andino, presidente de la Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua
(TAM), quien detalló los años de prisión por cada presunto delito:



-Diez años de cárcel por el supuesto delito de “conspiración”.



-Cinco años de cárcel por el supuesto delito de “propagación de noticias
falsas”.



-Cinco años y cuatro meses de cárcel por el supuesto delito de “obstrucción
de funciones agravada”.



-Un año de cárcel por el supuesto delito de “desacato a la autoridad”.



-Además, fue sancionado con 800 días multa, equivalentes a 56 461 córdobas o
1555 dólares.



El régimen ordenó despojar de su nacionalidad al líder religioso —tras
declararlo como “traidor a la patria”—, tal como hizo con los excarcelados
políticos desterrados este jueves 9 de febrero.



El obispo fue inhabilitado de forma perpetua para ejercer la función pública
en nombre o al servicio del Estado de Nicaragua, así como ejercer cargos de
elección popular. “Del mismo modo se declara la pérdida de los derechos
ciudadanos del condenado, misma que tendrá carácter perpetuo, todo esto por
ser autor del delito de menoscabo de la integridad nacional en perjuicio del
Estado y la sociedad nicaragüense”, según el fallo.

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