Rusia/ "Un llamado a mis amigos progresistas occidentales". [Boris Kagarlitsky]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Mayo 25 21:40:37 UYT 2023


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Correspondencia de Prensa

25 de mayo 2023

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Rusia



"Un llamado a mis amigos progresistas occidentales"



Boris Kagarlitsky

A l’encontre, 23-5-2023

http://alencontre.org/

Traducción de Correspondencia de Prensa



Un militar ruso jubilado desde hace tiempo hablaba por teléfono sobre
asuntos de actualidad con un antiguo colega que vive en Ucrania. Ambos
estaban indignados por la guerra entre los dos países, antes hermanos, y
expresaban su esperanza de que esta locura llegara pronto a su fin. Pocos
días después, representantes de los servicios especiales allanaron el
domicilio del ruso. No entregó ningún secreto militar y nadie le acusó de
hacerlo. En cambio, lo acusaron de desacreditar públicamente a las fuerzas
armadas de la Federación Rusa. El ex oficial, conocedor de la ley, replicó
que se trataba de una conversación privada. Y que tal acusación sólo debía
aplicarse a las declaraciones públicas. "Pero era pública", objetaron los
oficiales de inteligencia. "¡Después de todo, nosotros la escuchamos!"



No se trata de un episodio de una historia escrita por un imitador moderno
de Franz Kafka o George Orwell, sino de un caso del que se habla actualmente
en las redes sociales rusas. También hay muchos informes sobre multas
impuestas a personas que habían pintado, por simple coincidencia, sus
portales de amarillo y azul hace muchos años, lo que puede asociarse, de
manera involuntaria, con la bandera ucraniana, o que, por casualidad,
salieron a la calle con unos vaqueros azules y una chaqueta amarilla. La
situación llegó al punto de que la policía se planteó redactar una denuncia
sobre una caja de manzanas. La fruta era culpable porque en el envase
aparecían los mismos "colores enemigos"..



***



Es probable que a los lectores occidentales todos estos episodios les
parezcan ridículos. Pero traten de imaginar lo que es vivir en un Estado en
el que uno puede ser detenido y procesado por llevar ropa inapropiada, por
un "me gusta" a un mensaje "sedicioso" en las redes sociales o simplemente
porque al nuevo jefe de policía no le gusta su aspecto. Por principio, los
tribunales rusos no dictan sentencias absolutorias (en este sentido, la
situación es mucho peor que en tiempos de Stalin), por lo que cualquier
acusación, por absurda que sea, se considera probada a partir del momento en
que la misma se formula. Y esto se aplica no sólo a los asuntos políticos,
lo que sería al menos algo comprensible en tiempos de guerra, sino en
general a cualquier caso penal o administrativo.



A mis colegas occidentales que, más de un año después del inicio de la
guerra, siguen reclamando comprensión hacia Putin y su régimen, me gustaría
hacerles una pregunta muy sencilla. ¿Quieren vivir en un país donde no hay
prensa libre ni tribunales independientes? ¿En un país donde la policía
tiene derecho a entrar en su casa sin orden judicial? ¿En un país donde los
edificios de los museos y las colecciones acumuladas durante décadas se
entregan a las iglesias, sin que la amenaza de perder obras únicas importe?
¿En un país en el que las escuelas abandonan el estudio de la ciencia y
planean abolir la enseñanza de lenguas extranjeras, pero imparten "lecciones
sobre lo que es importante", en las que se enseña a los niños a escribir
denuncias y a odiar a todos los demás pueblos? ¿En un país que emite
diariamente por televisión llamamientos a destruir París, Londres y Varsovia
con un ataque nuclear? Realmente, no creo que lo deseen.



***



En Rusia tampoco queremos vivir así. Resistimos, o al menos intentamos
preservar nuestras convicciones y principios basados en la tradición
humanista de la cultura rusa. Y cuando leemos en Internet un nuevo llamado a
"comprender a Putin" o a "encontrarnos a mitad de camino", esto se percibe
en Rusia como complicidad con los criminales que están oprimiendo y
arruinando nuestro propio país.

Esos llamados se basan en un profundo desprecio, casi racista, por el pueblo
ruso, para el que, según los pacifistas progresistas de Occidente, es
perfectamente natural y aceptable vivir bajo la férula de una dictadura
corrupta.



Por supuesto, cuando alguien dice que el régimen de Putin es una amenaza
para Occidente o para la humanidad en su conjunto, se trata de una
afirmación sin sentido. Las personas para las que este régimen representa la
amenaza más terrible son (aparte de los ucranianos, que son bombardeados a
diario con obuses y misiles) los propios rusos, su pueblo y su cultura, su
futuro.



Es evidente que Putin y el sistema que dirige han cambiado en los últimos
años; esas mismas personas, a mediados de la década de 2010, podían parecer
decentes en comparación con otros políticos de todo el mundo. Claro,
aplicaban las mismas políticas antisociales, mentían de la misma manera,
intentaban manipular a la opinión pública, igual que sus homólogos
occidentales. Pero la crisis que dura hace ya tres años, la guerra y la
corrupción total han provocado cambios irreversibles, en los que la
preservación del régimen político existente ha demostrado ser incompatible
no sólo con los derechos humanos y las libertades democráticas, sino
simplemente con la preservación básica de las reglas de la existencia
civilizada moderna para la mayoría de la población.



Tenemos que solucionar ese problema nosotros mismos. Nadie puede saber con
qué rapidez sucederá, cuántas dificultades se presentarán en el camino,
cuántas personas más seguirán sufriendo. Pero sabemos exactamente lo que
ocurrirá. La descomposición del régimen conducirá inevitablemente al país a
cambios revolucionarios, sobre los que los partidarios del gobierno actual
expresarán su horror..



De la opinión pública occidental progresista sólo esperamos una cosa: que
deje de ayudar a Putin con sus declaraciones conciliadoras y ambiguas.
Cuanto más frecuentes sean esas declaraciones, más funcionarios, diputados y
policías se convencerán de que el orden actual puede seguir existiendo con
el apoyo silencioso o las quejas hipócritas de Occidente. Cada declaración
conciliadora de los intelectuales liberales de Estados Unidos conduce a más
detenciones, multas y registros de activistas democráticos y simples
ciudadanos aquí en Rusia.

No necesitamos ningún favor, sino una medida muy simple: la comprensión de
la realidad que se ha desarrollado en la Rusia actual. Dejen de identificar
a Putin y a su banda con Rusia. Dense cuenta de una vez de que los que
realmente desean el bien de Rusia y de los rusos sólo pueden ser enemigos
irreconciliables del poder actual.



(Artículo publicado originalmente en Russian Dissent, 23-5-2023
https://russiandissent.substack.com/p/a-very-simple-request)

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