Argentina/ Desactivando a Frankenstein. El establishment mediático y su cambio frente a Milei. [Fabián Kovacic]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Sep 15 12:54:28 UYT 2023


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Correspondencia de Prensa

15 de septiembre 2023

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Argentina



El establishment mediático y su cambio de actitud frente a Milei



Desactivando a Frankenstein



Ni sus exabruptos ni sus propuestas autoritarias movieron al periodismo
tradicional contra el candidato presidencial ultraliberal. Al contrario, los
grandes medios lo ayudaron a crecer. Ahora, a un paso de las presidenciales,
buscan desactivarlo.



Fabián Kovacic, desde Buenos Aires

Brecha, 15-9-2023

https://brecha.com.uy/



Los principales medios de prensa argentinos dieron un volantazo en plena
campaña electoral. Después de haber colaborado con la construcción de la
imagen del ultraliberal Javier Milei hasta depositarlo en eltop electoral
del 30 por ciento de los votos en las elecciones primarias, abiertas,
simultáneas y obligatorias (PASO), decidieron que el hombre no es apto para
habitar la Casa Rosada. Lo curioso es que Milei no cambió radicalmente su
discurso, con la salvedad de algunos matices en su propuesta económica de
dolarización, ahora relativizada por sus referentes económicos Darío Epstein
y Emilio Ocampo, quienes hablaron recientemente de plazos más largos para su
implementación.



Desde su aparición como precandidato presidencial junto con su compañera de
fórmula Victoria Villarruel, Milei mantiene su propuesta de eliminar la
educación pública y pasar a un nuevo sistema arancelado, reducir
drásticamente la cantidad de ministerios, eliminando ocho de ellos y algunas
reparticiones importantes, como el Banco Central y el Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), entre otras; en materia de
política exterior plantea no comerciar ni con China, ni con Rusia, ni «con
países comunistas» y otorgar a los habitantes de las Islas Malvinas la
autodeterminación (y, por ende, retirar los pedidos argentinos de
descolonización ante la ONU). En algunos casos, sus propuestas, según como
fueran implementadas, violarían varios artículos de la Constitución, como el
derecho a la seguridad social, al amparo de las leyes laborales y al libre
comercio con otras naciones.



«Las empresas pueden contaminar los ríos porque el agua no tiene valor»,
«entre el Estado y las mafias, elijo las mafias», «el calentamiento global
no existe, es otra mentira del socialismo», «el mercado debe intervenir para
la venta de órganos y evitar más muertes» han sido algunos de los curiosos
comentarios del candidato durante su campaña. Sobre el papa Francisco,
sostuvo que «es el representante del maligno en la Tierra que ocupa el trono
de Dios» y lo calificó como «el imbécil ese que está en Roma».



El volantazo



Hasta ahora, los grandes medios argentinos alineados con la oposición venían
recogiendo sin inmutarse (y sin cuestionar su eventual implementación) las
medidas propuestas por el candidato, quien saltó a la fama hace algunos años
como economista invitado en varios programas de televisión. Una medición
hecha por el Observatorio de Medios de la Universidad Nacional de Cuyo, de
la provincia de Mendoza, muestra cómo evolucionó la presencia de Javier
Milei en la prensa argentina desde enero de 2022 hasta el presente. El
gráfico señala una presencia baja entre enero y marzo de 2022, un aumento
entre abril y junio de ese mismo año, un nuevo declive entre julio y
diciembre de 2022, para levantar nuevamente entre enero y marzo de 2023 y
saltar a un pico máximo en abril.



En medio de una crisis interna en la principal fuerza opositora, Juntos por
el Cambio, cuando los precandidatos presidenciales Patricia Bullrich y
Horacio Rodríguez Larreta disputaban la interna con Mauricio Macri como fiel
de la balanza, Milei ganaba minutos de televisión y de radio. El propio
Macri se mostraba cercano a las ideas del ultraliberal, al comienzo solo en
círculos privados, mientras en público planteaba un tibio apoyo a Bullrich.
Pedro Peisajovich, un hombre de negocios amigo de Macri, colaboró con la
campaña financiera del candidato de La Libertad Avanza. Y el propio Milei se
cansó de repetir ante los medios que, si accediera al gobierno, «Macri
tendría un rol destacado como representante de la Argentina. Sería una
figura por encima de cancillería y demás… un representante del país, no sé
cómo se define, habría que crear la figura, pero creo que es alguien que
puede abrir mercados», como dijo a la radio Mitre el mes pasado.



Sin embargo, cuando las internas definieron los candidatos y se anunciaron
los equipos técnicos, el establishment vislumbró ciertas certezas hasta
entonces ausentes. La decisión de Bullrich de convocar a Carlos Melconian
como su futuro ministro de Economía llevó tranquilidad y previsibilidad a
los grupos de poder económico. Melconian era número puesto para el mismo
cargo si Carlos Menem hubiera ganado la elección de 2003, fue titular del
Banco Nación bajo el gobierno de Macri entre 2015 y 2017 y es uno de los
economistas más cercanos al PRO (Propuesta Republicana) desde su fundación,
en 2003, aun antes de la alianza de ese partido con la histórica Unión
Cívica Radical.



Entre marzo y abril se iniciaron las rondas de exposiciones de los
precandidatos presidenciales ante la Sociedad Rural Argentina (SRA), la
Unión Industrial Argentina (UIA), la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA)
y la Asociación Empresaria Argentina, que nuclea a las principales
patronales del país. En una primera instancia, se escucharon voces
moderadamente favorables al candidato ultraliberal: Milei «ve al campo como
un aliado al cual hay que potenciar», dijo con aprobación el presidente de
la SRA, Nicolás Pino. Luego de las PASO, el tono cambió: «Contundente
mensaje empresario a Milei: de la UIA a la Rural defienden la obra pública»,
tituló Clarín, diario que había prodigado guiños al economista. En el evento
de las cámaras empresariales al que refería la nota, celebrado cuatro días
después de las PASO, el vice de la SRA, Marcos Pereda, señaló que «una
sociedad se estructura sobre acuerdos y consensos» y que «el desarrollo lo
da la infraestructura y el Estado tiene un rol clave». Los titulares de la
UIA, la ADEBA y la Cámara de Comercio repitieron conceptos similares de
alabanza al rol de la inversión pública en la economía.



Apenas conocidos los resultados de las PASO, la cotización de los bonos
soberanos de Argentina caía un 10 por ciento en los mercados globales y las
acciones de grandes compañías privadas del país acumulaban hasta un 12 por
ciento de pérdidas en Wall Street. En sendas notas aparecidas en los días
siguientes, medios como Perfil y La Nación reprodujeron declaraciones de
«fuentes de la cúpula empresarial» en las que se acusa a Milei de
«mesiánico», «autoritario», «antidemócrata» y se habla de preocupación por
la «estabilidad» de la economía en caso de que el ultraliberal llegara a la
presidencia.



El cambio fue especialmente notorio en el conservador diario La Nación.
Invitado como columnista en los programas de la señal televisiva La Nación+,
Milei tuvo a su disposición, durante un largo tiempo previo a las primarias,
todo el aparato del histórico grupo multimediático de la familia Mitre. A
comienzos de setiembre, sin embargo, La Nación ya se pregunta
desembozadamente a través de una columna de Joaquín Morales Solá: «¿Está
Milei en condiciones de ser presidente?». La respuesta es de una cerrada
negativa. Otro columnista del matutino, Martín Rodríguez Yebra, decidió
enumerar «las contradicciones de Milei», a quien emparenta con los odiados
Néstor y Cristina Kirchner por fomentar la «división social». Esta semana,
el canal TN (Todo Noticias), del grupo Clarín y otro de los ayer entusiastas
replicadores del candidato, entrevistó a Domingo Cavallo acerca de los
«errores de Milei»: «Milei no me hace caso» sobre la dolarización, alertó el
exministro de Economía de Menem y De la Rúa. Detrás del Grupo Clarín, La
Nación y el campeón del liberalismo económico global The Economist (que la
semana pasada calificó a Milei como «un peligro para la democracia») se
encolumnan ahora múltiples medios digitales favorables a la oposición de
derecha, ya dedicados a coleccionar y exponer los exabruptos del candidato
liberal.



El propio Milei denunció el viraje. Una semana después de las PASO, durante
el programa televisivo La cornisa, que conduce Luis Majul en La Nación+, el
economista sorprendió al conductor, que acababa de entrevistar a Bullrich,
acusándolo a él y a sus jefes de hacer campaña a favor de la candidata de
Juntos por el Cambio, a quien sindicó a su vez como mentirosa.



Esa misma semana, la Cámara de Diputados votó una cuestionada ley de
alquileres con la participación de Milei en su rol de diputado nacional.
Desde el diario La Nación y desde TN chicanearon. «Ley de alquileres: Javier
Milei tuvo un paso raudo por el Congreso y votó en tándem con el
kirchnerismo», tituló el matutino de los Mitre. «Ley de alquileres: Javier
Milei, la izquierda y el kirchnerismo votaron en contra», anunció en
pantalla la señal del grupo Clarín.



El bulldog y el mercado interno



Brecha consultó la opinión de dos académicos del Conicet dedicados a
investigar los medios de comunicación. Martín Becerra, docente
universitario, especialista en medios e industrias culturales, explicó así
el surgimiento y el actual ostracismo mediático de Milei: «Durante la última
década, los grandes medios lo tuvieron como animador de tertulias y le
dieron vía libre para hablar de economía». «Hace ya tres o cuatro meses, los
medios dejaron de invitarlo, pero llegó a las PASO con horas y horas de
programación en canales de televisión en cuyos programas se festejaban sus
excentricidades, exabruptos e improperios», agrega.



Para Guillermo Mastrini, docente de la Universidad de Buenos Aires e
investigador especializado en derecho a la información, la evolución de
Milei tiene un punto de ascenso y otro de descenso. «A Milei lo levantaron
todos, no solo los medios de comunicación: el peronismo lo levantó porque
creyó que le mordía votos a Juntos por el Cambio, y estos a su vez creyeron
que coqueteando con Milei le restaban votos a Unión por la Patria.»



Becerra se adentra más en la historia de Milei y las redes sociales. «Milei
tiene un desempeño en redes sociodigitales que viene desde hace varios años.
Y en él confluyen comunidades libertarias, antiderechos y neofascistas. Toda
esa galaxia configura varios cientos de miles de votantes. Hoy mismo, a
pocas semanas de las elecciones, incluso la aparición de críticas a Milei lo
favorece», señala.



En los últimos meses, medios como Clarín, La Nación, Página 12 y el portal
de noticias Infobae se hicieron eco de las denuncias de venta de
candidaturas en el espacio de Milei. Según las denuncias de excandidatos y
excandidatas del espacio La Libertad Avanza, el entorno de Milei pretendía
cobrar entre 5 mil y 20 mil dólares para otorgar una candidatura en un
determinado distrito. A medida que se desarrollaban los comicios
provinciales, desdoblados entre febrero y agosto, los candidatos que con
diversos sellos locales se referenciaron en el espacio de Milei oscilaron
entre el 2 y el 4 por ciento de los votos y varios de ellos acusaron al
líder de no colaborar en sus campañas. Los medios nacionales se hicieron eco
de esas disputas y sumaron las acusaciones de Mila Zurbriggen, referente de
los jóvenes liberales, que denunció «candidaturas por favores sexuales y
dinero» dentro del partido y terminó alejándose de la formación con nuevas
denuncias, esta vez por amenazas y hostigamiento.



Sin embargo, esas denuncias no alcanzaron para mellar el volumen de votos de
Milei. «La Nación intentó bajarlo ya antes de las PASO, pero evidentemente
no alcanzó», señala Mastrini a Brecha. «Las empresas periodísticas se
identifican con la propuesta política de Juntos por el Cambio porque
presenta un programa homologado con esos medios y coloca como candidato a
ministro de Economía a un hombre como Melconian […]. Milei, en cambio, es
imprevisible», señala Becerra. «Los periodistas de estos medios, quizá sin
darse cuenta, incluso hablan a veces en primera persona cuando entrevistan a
esos candidatos de Juntos por el Cambio. La compenetración es tan fuerte que
es imposible en la Argentina de hoy pensar cualquier idea periodística de
equidistancia, imparcialidad. Yo diría que en televisión no hay periodistas,
sino comentaristas», agrega el investigador.



Para Becerra, hay un punto central en esta historia. «Milei ofrecía la
posibilidad de confrontar ideológicamente con el kirchnerismo, con el
peronismo en general, con la izquierda, en temas que le son simpáticos al
establishment, pero ahora se les fue de las manos», señala. «Una cosa es
tener a un bulldog ladrando todo el tiempo y otra muy distinta es que ese
bulldog se convierta en el jefe, en el presidente.»



Mastrini, en tanto, señala lo vital que resulta el mercado interno para los
mismos empresarios que fogonearon el surgimiento de Milei: «Básicamente se
trata de empresas y grupos mediáticos que viven del mercado interno, que
está muy ligado, además, a las políticas públicas generadas desde el Estado.
Y ahora Milei resulta disruptivo y peligroso en ese marco».



«El sistema de medios tradicionales no se lleva bien con Milei. Pero incluso
no se lleva bien con personajes similares en otros países del mundo. La
cadena O Globo se llevó pésimo con Jair Bolsonaro y está haciendo todo lo
posible para que no vuelva. En Estados Unidos, los grandes medios, como el
Washington Post y el New York Times, nunca empatizaron con Donald Trump»,
señala Mastrini. «Los medios argentinos saben que Milei es un riesgo para su
propia supervivencia como conglomerados empresarios», remata.



«Si Milei llegara a cumplir su programa de gobierno tal como lo viene
enunciando, incluso en las últimas semanas cuando empezó a relativizar
algunas de sus consignas, sería nefasto para los empresarios de los medios.
Especialmente porque en un país como Argentina desde hace décadas vienen
tejiendo acuerdos y viviendo del Estado nacional, provincial y hasta
municipal», confirma Becerra.



Tanto Becerra como Mastrini coinciden en su apreciación del enojo final de
Milei con los periodistas de esos medios: «Resultó un acierto de Milei en
las últimas semanas denunciar a los periodistas ensobrados [que cobran
coimas], porque en definitiva esos periodistas ahora son parte de la casta
planteada por Milei. En Argentina, los políticos y los medios de
comunicación forman parte del mismo statu quo».

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