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<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#800000 size=4>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></EM></STRONG></DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#000080 size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR>Año III - Nº 9228 - Enero 11 - 2006 - Redacción:
</FONT></EM></STRONG><A href="mailto:germain@chasque.net"><STRONG><EM><FONT
color=#000080 size=4>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Argentina<BR> <BR>Empresas bajo
gestión obrera: El éxito y sus peligros <BR> <BR>Eduardo Lucita
*</FONT></STRONG><BR> <BR></DIV>
<DIV align=justify>Como resultado de la combinación de una crisis tan extendida
como profunda y un extraordinario proceso de autoorganización social nuestro
país es desde hace unos años un formidable laboratorio de experiencias sociales.
Uno de los componentes centrales de estas experiencias es el movimiento de
ocupación y gestión obrera.<BR> <BR>En la actualidad más de dos centenares
de empresas abandonadas por sus patrones se encuentran gestionadas por sus
trabajador@s. Esta realidad, producto de la crisis del capital, se inició en los
primeros años ’90 pero tomó fuerte impulso con la crisis del
2001/02.<BR> <BR>Los inicios de este 2006 pueden ser una buena ocasión para
trazar un estado de situación, un rápido repaso a las fortalezas y debilidades
que muestra el proceso. Oportuno también porque junto con el nuevo año se
vislumbran datos que indican el cierre de un período y que se estarían
configurando las premisas para el ingreso en una nueva etapa, que como todas
encierra potencialidades pero también riesgos, estos últimos pueden originarse
precisamente en el éxito de la gestión obrera en el período anterior.
<BR> <BR>El núcleo duro de estas experiencias –esto es aquellas surgidas al
compás de la crisis 2001/02 y de la vorágine social de ese tiempo- lleva ya
cuatro años en los que no sin viscisitudes y contratiempos los trabajador@s
fueron demostrando una gran capacidad para preservar las unidades productivas y
de servicios y mantener sus fuentes de trabajo. <BR>No obstante es necesario
recordar que el proceso que subyace es mucho más
profundo.<BR> <BR><STRONG>Contenido y tensiones de la gestión
obrera<BR> <BR></STRONG>Bajo el régimen de producción capitalista los
trabajadores, como productor colectivo, se encuentran privados del conocimiento
integral y de toda autoridad sobre el proceso productivo, sobre el producto de
su trabajo y sobre el resultado de la venta de ese producido. El monopolio de
ese conocimiento y de esa autoridad está alejado de su alcance, bajo control del
capital.<BR> <BR>De hecho, y mas allá de la conciencia que los
propios protagonistas tengan de sus actos, la acción autónoma de ocupar,
resistir, producir, vender, cobrar, pagarse a si mismos, cuestiona el monopolio
de ese saber y de esa autoridad que ejerce el patrón y que transmite el
capataz.<BR> <BR>Mas aún, bajo la ley del capital el trabajo deviene
abstracto, el producto de ese trabajo aparece como ajeno al trabajador.
Esta es la base de la alienación del trabajo al capital. </FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>Por el contrario que los trabajador@s
se hagan cargo de las empresas que los patrones abandonan, hecha luz sobre una
de las grandes mistificaciones con las que funciona el sistema: que no es
producto de la naturaleza que sea el patrón quién mande, ni que las máquinas
tengan que ser de otro y no de quién las mantiene y las pone a funcionar todos
los días. <BR> <BR>Estas dos cuestiones son las que están en
permanente tensión en estas experiencias, porque cuando los trabajador@s
impulsados por el temor y la desesperación ocupan y se ponen a producir están
vulnerando el principio sacrosanto de la propiedad privada. En forma embrionaria
están construyendo nuevas relaciones de producción porque se han hecho cargo de
la administración integral de la empresa con claros contenidos
autogestivos.<BR> <BR>En un solo acto se reapropian de sus saberes
productivos, cotidianamente expropiados, y en paralelo se apropian de nuevos
conocimientos, a los que antes su acceso les estaba vedado.<BR> <BR>Al
incursionar en los temas de administración, al conocer el costo de las materias
primas y de los principales insumos, al tomar conocimiento de los precios de
venta reales y los manejos financieros, de como pesa su salario en el costo
final de un producto terminado, al saber cual es el tiempo necesario para esa
producción y cuantas horas trabajan, van descubriendo el origen de la ganancia
empresaria y el carácter de la explotación capitalista.<BR> <BR>Pero hay
también una segunda línea de tensión, mucho más inmediata, cotidiana y
perceptible. Porque estas experiencias tienen un doble perfil. Por un lado son
profundamente subversivas porque llevan implícitas el desplazamiento del capital
por la organización obrera, que busca tomar en sus manos el control de las
empresas. Por el otro tienen un costado conservador, o si se quiere
defensivo, obviamente legítimo, que esta dado por el instinto de supervivencia,
por defender la fuente de trabajo, por llevar el pan a la
casa.<BR> <BR>Esta doble línea de confrontación es la que finalmente
determina, según como se resuelva, la orientación general del proceso. El nuevo
año en que está ingresando la gestión obrera puede ser decisivo en este
sentido.<BR> <BR><STRONG>Cambio en las relaciones
sociales</STRONG><BR> <BR>Aún con las limitaciones que surgen de esta doble
línea de confrontación y con los condicionamientos que impone la situación
general hay avances. <BR> <BR>El seguimiento que realizamos de algunas de
estas empresas y la información que nos llega de otras, nos permite confirmar
que hay innegables cambios en las relaciones sociales al interior de un
importante número de estas unidades productivas y de servicios
(1)<BR> <BR>Recuperación de valores democráticos: se discute cómo se
decide, quién decide, qué se decide. Muestras de capacidad colectiva innovadora:
modificaciones en los procesos productivos y en los lay-out de planta.
Erradicación del despotismo patronal: eliminación de la figura del capataz y
debilitamiento de los controles empresariales. Humanización de las relaciones de
producción: adecuación de los ritmos de trabajo, extensión de los descansos,
permisos adicionales justificados, etc.<BR> <BR>Son estos algunos de los
cambios más destacados que registramos. Tomados de conjunto muestran que en la
gestión obrera hay embrionariamente una solución de clase a la crisis nacional.
Claro, se trata de experimentaciones en pequeña escala, donde el grado de
complejidad técnica y de gestión por lo general son mínimas. <BR> <BR>Sin
embargo son experiencias suficientes que muestran que la solución no pasa por
aumentar el grado de explotación ni someterse a los designios del capital, como
algo dado de una vez y para siempre. <BR> <BR>Adicionalmente muchas de
estas empresas han explorado caminos inéditos integrando su actividad productiva
a una actividad cultural más amplia. En lo que pueden prefigurarse verdaderos
complejos productivo-culturales.<BR> <BR>Formaron centros culturales,
cedieron espacios a escuelas técnicas y centros de formación de oficios,
organizaron bibliotecas y comedores populares, despliegan campañas solidarias
con fines específicos y un sinfín de otras iniciativas.<BR> <BR>Sin embargo
es necesario tener en cuenta que muchas de estas empresas trabajan a façon, si
bien en algunas ramas como la textil, esta es una practica habitual, pero en la
mayoría de las empresas bajo gestión obrera esta modalidad se convierte en una
necesidad ante la ausencia de capital de giro, esto es de la necesaria capacidad
financiera para sostener el ciclo de aprovisionamiento de materias primas y
materiales, producción, ventas, cobros y volver a empezar.<BR> <BR>El
resultado es que hay una suerte de patrón oculto, que entrega la materia prima y
retira el producto terminado, fija el precio de la mano de obra y los gastos
generales he impone también los ritmos de producción, así como controla toda la
cadena de distribución. En algunos casos puede implicar perder la
marca.<BR> <BR>Claro que en la medida que la gestión obrera ha logrado
sostener la producción en el tiempo, van haciéndose de un pequeño capital como
para financiar su producción, y ya son muchos los casos que en distintas
proporciones combinan trabajo a façon y producción
propia.<BR> <BR><STRONG>Nueva etapa: los riesgos</STRONG> <BR> <BR>Con
las conocidas excepciones de la cerámica Zanón, el hotel BAUEN, la
electrodoméstica RENACER, que entre otras no han logrado aún la
sanción de una legislación que favorezca la tenencia en manos de los
trabajador@s, la mayoría de las empresas bajo gestión obrera han estabilizado su
situación. <BR> <BR>Estabilización que es tanto jurídica, porque han
logrado alguna forma de expropiación que les de un horizonte de previsibilidad a
su existencia, como económica, porque han alcanzado cierta continuidad en su
producción, rearmado sus cadenas de aprovisionamiento y de distribución y
logrado un nivel satisfactorio de ventas.<BR> <BR>Al amparo del actual
ciclo expansivo sostenido de la economía argentina incrementaron sus niveles de
producción, abrieron nuevas líneas ampliando su gama de productos e incorporaron
nuevos trabajador@s.<BR> <BR>Con la gestión obrera los trabajador@s
estabilizaron también sus ingresos y flexibilizaron –en el buen sentido- su
régimen laboral. En muchas de estas experiencias, que no en todas, la gestión
obrera ha puesto ciertos límites a la autoexploración. Regulan los ritmos de
trabajo y de producción y se han fijado retribuciones que en ciertas condiciones
permiten cubrir las necesidades elementales del trabajad@r y sus
familias.<BR> <BR>En promedio sus retiros mensuales están por arriba de la
línea de pobreza que establece el INDEC, aunque aún por debajo de la línea de la
canasta familiar histórica. <BR> <BR>Esta estabilización
jurídica-productiva-económica –que coincide con el fin del auge del ciclo de
ocupación de empresas- cierra un primer momento de este proceso. <BR>Esa primer
etapa es lo que llamo “período heroico” que se inicia con la ocupación, continua
con la resistencia y se consuma con la puesta en producción y venta del
producido. <BR> <BR>La cooperación no forzada, la solidaridad interna y
externa; la asamblea como órgano decisorio; la relación con otros movimientos
sociales; la apertura de puentes hacia la comunidad, son los rasgos más
distintivos de este período y lo que marca niveles diferenciados de
politización.<BR> <BR>Incluso la constitución de organismos supraempresas
que juegan claramente roles de orientación política, forman parte de esta etapa,
en la que de alguna manera el perfil subversivo tiende a
prevalecer.<BR> <BR> El cierre de este período, estabilización
mediante, abre paso a una segunda etapa, que a falta de una mejor denominación
llamaré “período del mercado y la competencia”. Si lo que caracterizaba a la
anterior es la voluntad colectiva, el esfuerzo, la audacia, lo que puja por
prevalecer ahora es la racionalidad empresaria, la introducción de métodos
y criterios de gestión, el cálculo de costos y rentabilidades, las mejoras de
productividad y calidad para responder a los desafíos del mercado.
<BR> <BR>Es un proceso objetivo que deviene de no poder aislarse de las
leyes del mercado y la competencia. <BR> <BR>Y es aquí donde aparecen lo
que llamo “los riesgos del éxito”. Porque estas empresas, qué duda cabe, han
sido exitosas, su sola permanencia es prueba de ello. Pero en este segundo
período y de la mano del éxito los lazos de solidaridad y los niveles de
politización tienden a debilitarse. Más aún en el contexto político actual.
<BR> <BR>Repárese que salvo excepciones tanto el gobierno nacional como los
gobiernos locales no se oponen a estas experiencias, por el contrario han
sancionado una serie de programas de asistencia técnica, de capacitación en
gestión empresaria, de planificación estratégica; de ayuda financiera con fines
específicos; de administración de personal, que buscan
consolidarlas.<BR> <BR>Sin embargo a poco que se indague en estos apoyos se
verifica que la orientación explícita de esta política, en coincidencia con la
de algunas instituciones cooperativas y financieras, es empujar a estas empresas
a transformarse en cooperativas tradicionales (2).<BR> <BR> No es que
muchos de estos programas o capacitaciones no resulten necesarias, por el
contrario, pero lo que buscan es limar el perfil subversivo de estas
experiencias afirmando el conservador, transformarlas en simples PyMES. Que no
cuestionan, sino por el contrario se integran al orden de cosas instituido por
el capital. (3)<BR> <BR>Es que en momentos de expansión del ciclo de
ocupación de empresas, y en general de un alza de las luchas sociales, prevalece
el perfil subversivo, por el contrario si la situación política no se eleva lo
que prima es el aspecto conservador.<BR> <BR>Así es casi lógico que pasado
el “período heroico” los trabajador@s se recluyan en los problemas productivos y
de gestión. No son otras que las fuerzas del mercado y de la competencia las que
los empujan a abandonar toda tarea de solidaridad, de participación en
movilizaciones, de relacionamiento con otros colectivos. Pierden así buena parte
del empuje político original y tienden a aislarse (4).<BR> <BR>En ese marco
las asambleas se hacen más esporádicas; las decisiones son delegadas en quienes
más se destacan (tal vez figuras incipientes de nuevos gerentes); tienden a
reaparecer los diferenciales de ingresos y la lógica del capital, como el agua
desbordada, se cuela por cuanta grieta encuentra.<BR> <BR>Son los
peligros a enfrentar. La orientación política jugará un papel más que
decisivo en este nuevo período. En esta perspectiva la actual fragmentación del
movimiento es un síntoma de debilidad a superar. (5)<BR> <BR><STRONG>Nueva
etapa: nuevas potencialidades</STRONG><BR> <BR>El movimiento de empresas
bajo gestión obrera se encuentra en los inicios del 2006 en los umbrales de una
nueva etapa. Etapa cargada de peligros pero también de un bagaje de valores,
enseñanzas y actitudes ya incorporadas. Dependerá de la comprensión de los
propios trabajador@s y de las iniciativas políticas que se propongan definir el
rumbo y su orientación.<BR> <BR>Un dato adicional incorporado en los
últimos meses puede dotar al movimiento de nuevo impulso. Este dato no es
otro que la iniciativa del gobierno bolivariano de Venezuela de convocar al 1er.
Encuentro Latinoamericano de Empresas Recuperadas en Caracas.<BR>Más allá
de los “vicios” en la forma que fueron seleccionados los representantes de
Argentina y si se alcanzaron o no los objetivos propuestos, lo cierto es que la
iniciativa permitió poner en contacto a delegados de más de dos centenares
de empresas sin patrón que intercambiaron informaciones y experiencias de tomas
y administración y firmaron una cantidad de acuerdos comerciales y de
colaboración (6). <BR> <BR>Pero sobre todo tomaron conocimiento de la
dimensión y el impacto de su experiencia, que supera los estrechos marcos
de las fronteras nacionales y está instalada en diversos países
latinoamericanos. <BR> <BR>Palparon de cerca las variadas experiencias
de cogestión impulsadas por los trabajadores y el gobierno bolivariano.
Donde la propiedad es compartida, en algunos casos por los trabajadores, los
propietarios y el Estado, y en otros es directamente obrero-estatal.
<BR> <BR>Precisamente propuestas de cogestión del tipo obrero-estatal, con
las adaptaciones necesarias, tal vez hubieran evitado el callejón sin salida al
que fueron llevadas algunas empresas y que terminaron abriendo la puerta a
posiciones puramente empresariales, desvirtuando luchas emblemáticas y más que
ejemplares en muchos sentidos. <BR> <BR>Propuestas de este tipo podrían tal
vez ser una salida para aquellas empresas a las que se les niega la solución
jurídica. <BR> <BR>Si la iniciativa venezolana prospera la nueva etapa
tendrá un fuerte y positivo contenido internacional que elevará el grado de
politización de estas experiencias, abriendo así nuevas posibilidades a este
formidable proceso de autogestión obrera.<BR> <BR>Buenos Aires, 2 de enero
2006<BR> <BR></FONT><FONT face=Arial size=2>Agradezco los comentarios que
sobre el borrador original me hicieran los colegas Alberto Torres y
Ariel Marsili.<BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>* Eduardo Lucita, miembro del
colectivo EDI-Economistas de Izquierda y director de la revista marxista
Cuadernos del Sur.
<HR>
<BR><STRONG>Anexo Estadístico<BR></STRONG> <BR>Los datos han sido
elaborados por Ariel Marsili, en base a las siguientes fuentes: la pagina de la
Agencia La Vaca www.lavaca.org; el Catalogo de Expositores de la Exposición de
Empresas Recuperadas que se realizo el 29/30 de Abril y 1 de Mayo de 2005 en
Buenos Aires y diferentes notas periodísticas.)<BR> <BR>Es posible que en
la actualidad el número total alcance a las 215 empresas, no obstante las
estadísticas conocidas al 31.12.04 nos hablan de un total de 210 que involucran
a 8461 trabajadores.<BR><STRONG> <BR>Distribución geográfica</STRONG><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR>La distribución geográfica muestra que el 16% de estas
empresas se encuentra en Capital Federal; el 53% en la Prov. de Bs.As. y el 11%
en la Prov. de Sta. Fé, el resto se distribuye en distintas áreas del país, pero
las Prov. de Salta, Tucumán y Santiago del Estero no registran casos o al menos
no se conocen.<BR>Si se analizan los datos con un poco más de detalle se puede
observar una fuerte concentración en las áreas geográficas que más sufrieron la
desindustrialización de los’90, Gran Buenos Aires 38%(Avellaneda, Quilmes, La
Matanza, San Martín, Berazategui, Lanús); Ciudad de Buenos Aires y Gran
Rosario. Por el contrario el cordón industrial en torno a la Panamericana (San
Isidro; Escobar; Pacheco, Pilar) donde se concentra buena parte del capital más
concentrado no se vio afectado por este
proceso.
<BR> <BR><STRONG>Por rama de actividad</STRONG></DIV><STRONG></STRONG>
<DIV align=justify><BR>Esto puede comprenderse mejor si se cruza la información
por ramas o sectores de actividad. <BR>Sector Industrial
79%<BR>Sector Servicios 18%
<BR>Primario 3%.<BR> <BR><STRONG>Por
tamaño de los establecimientos:</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>de 1 a 24
trabajadores 44%<BR>de 25
a 49
“”
27%<BR>de 50 a 149
“”
23%<BR>mas de 150
“”
6%<BR> <BR>Por origen del capital: (sobre 169
casos)<BR>Nacional/PyMES
92.9%<BR>Nacional/concentrado
4.1%<BR>Multinacional
0.6%<BR>Cooperativo/mutual
1.2%<BR>Estatal
1.2%
<HR>
</FONT><BR><STRONG><U>Notas</U></STRONG><BR> <BR>(1) Esta sistematización
es producto de un seguimiento detallado que estamos realizando de solo 6
empresas, completado por informes parciales de otras, por lo tanto puede ser
incompleto y su generalización debe relativizarse<BR>(2) Todas las empresas han
adoptado el régimen de Cooperativas, entre otras razones porque no hay otra
figura jurídica vigente que pudieran asumir. Sin embargo en varias de estas
empresas los trabajador@s nos han dicho: “Nos constituímos como cooperativa pero
nosotros no somos cooperativistas”.<BR>(3) Las propuestas del EDI van en un
sentido diferente. El compañero Pedro Resels propuso la Sociedad Obrera de
Empresas Recuperadas (SOER) que intenta dar un marco jurídico que evite caer en
las deformaciones en que normalmente caen las cooperativas
tradicionales.<BR>Personalmente he propuesto proyectos de ley para la formación
de un Fondo Rotatorio de Capital Operativo y la para la Reorientación de una
parte de las compras estatales hacia estas empresas, tratando de evitar así caer
en el mercado bancario o tener que trabajar a façon y garantizar un cierto nivel
de demanda que les evite quedar condicionadas por el mercado y la competencia.
ver “Propuestas para la reconstrucción popular de la economía” Tercer Documento
de EDI, Bs.As. marzo 2003 y Revista EDI nº 1, Bs.As, abril 2005
<BR> (4) El caso de la panificadora Grissinopoli, hoy Coop. La Nueva
Esperanza es más que emblemática. Es una de las empresas que mas destacaba por
sus movilizaciones, por sus acciones solidarias, por estar rodeada de numerosas
organizaciones sociales y políticas, por haber creado el Centro de Artes y
Oficios “Grissicultura” que durante dos años desempeñó una intensa actividad
cultural con total autonomía del Estado nacional y local. Sin embargo una vez
lograda la expropiación comenzó el retroceso, el repliegue sobre la actividad
productiva –incorporaron un 50% mas de trabajadores y habilitaron la 2da. Línea
de producción- para culminar cerrando el Centro Cultural y aislándose de toda
relación que no sea meramente comercial.<BR>Los casos de la gráfica Chilavert en
Capital, el supermercado El Tigre en Rosario, de la autopartista ISACO en San
Martín, la Clínica Junín en Córdoba, son, entre otras, experiencias exactamente
inversas. Han afirmado su capacidad productiva y/o de servicios, al mismo tiempo
han ampliado sus actividades culturales y de relacionamiento con otros
colectivos sociales y políticos, y no abandonan sus tareas
solidarias.<BR>Obviamente los casos de Cerámica Zanón y Hotel BAUEN están a la
vanguardia, tanto en procesos productivos y de servicios, como en actividades
culturales, solidarias, relaciones con la comunidad y demás. Aunque a diferencia
de los anteriores todavía no han logrado resolver su situación jurídica.<BR>(5)
El Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas (MNFR) y la Federación de
Cooperativas, que en conjunto agrupan al 22% de estas empresas, tiene claramente
una orientación empresarial, el primero interviene directamente en la
orientación interna de cada empresa. El Movimiento Nacional de Empresas
Recuperadas (MNER), 32% del total, tiene una orientación más política con
propuestas concretas, defensa de la autogestión y respeto por las decisiones de
los colectivos obreros, pero sus divisiones internas han debilitado su presencia
en los últimos tiempos. No obstante ha jugado un papel importante en la
organización del reciente encuentro de Caracas. Las empresas autónomas, que no
se referencian en ninguno de los agrupamientos anteriores, aunque tampoco forman
un reagrupamiento propio, constituyen el 46% del total y cuentan en sus filas
con algunas de las experiencias más avanzadas. <BR>(6) De
acuerdo con el Informe de Resultados y Mesas de Intercambio, informe oficial del
evento, participaron 209 empresas de 7 países, se alcanzaron 74 acuerdos y 197
citas en las Mesas de Intercambio. 74 empresas presentaron exposiciones de sus
tareas. Los acuerdos alcanzados involucran, entre lo más destacado: Suministro
de Insumos; Transferencias Tecnológicas; Capacitación y Formación;
Financiamiento; Desarrollo de programas y proyectos.<BR></FONT><FONT face=Arial
size=2>
<HR>
<STRONG><FONT color=#000080>La información contenida en el boletín es de fuentes
propias, sitios web, medios periodísticos, redes alternativas, movimientos
sociales y organizaciones políticas de izquierda. Los artículos firmados no
comprometen la posición editorial de Correspondencia de Prensa. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain@chasque.net"><STRONG><FONT
color=#000080>germain@chasque.net</FONT></STRONG></A>
<HR>
<BR><BR><BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> <BR> </FONT></DIV></DIV></BODY></HTML>