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<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#800000 size=4>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></EM></STRONG></DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0></FONT></EM></STRONG></DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#000080 size=4>Año III - Nº 9234 -
Enero 13 - 2006 - Redacción: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=4>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
<DIV align=center>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>América
Latina</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Cartografía de las resistencias y
desafíos de la Otra América posible (1) </STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>José Seoane y
Emilio Taddei <BR><BR>De Porto Alegre a
Caracas</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial><FONT
face="Times New Roman"><STRONG><SPAN></SPAN></STRONG></FONT></FONT> </DIV>
<DIV><FONT face=Arial><STRONG><SPAN>Revista del </SPAN><SPAN>Observatorio Social
de América Latina Nº 18</SPAN></STRONG><BR><B><SPAN lang=ES-TRAD
style="FONT-SIZE: 12pt">Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales
(</SPAN></B><B><SPAN lang=ES-TRAD
style="FONT-SIZE: 12pt">CLACSO)</SPAN></B></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2><B><SPAN lang=ES-TRAD
style="FONT-SIZE: 12pt">Buenos Aires, enero 2006</SPAN></B></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT><FONT face=Arial
size=2></FONT><BR><FONT face=Arial size=2> <BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>El surgimiento de un “nuevo
internacionalismo” de la mano de la emergencia y consolidación del llamado
“movimiento altermundialista” ha teñido de manera profunda y singular la
experimentación de los movimientos sociales y populares en América Latina y el
Caribe. En este camino, a las fuerzas sociales y políticas de esta región
–particularmente del Brasil– les cupo un importante papel en la gestación del
proyecto del Foro Social Mundial, siendo la ciudad brasileña de Porto Alegre su
cuna y sede por cuatro ediciones (sobre el proceso del FSM ver el artículo de
Edgardo Lander en este número). De manera paralela, y en permanente relación con
el proceso del FSM, el continente americano fue cruzado también por otra
experiencia de convergencia continental originada en la oposición a la
iniciativa estadounidense de subsumir a los países de la región bajo un Área de
Libre Comercio de las Américas (ALCA). </FONT></DIV><FONT face=Arial
size=2>
<DIV align=justify><BR>La coordinación de las resistencias al libre comercio y
la militarización regional habrán de plantear también para los movimientos
sociales involucrados la necesidad de avanzar en los contenidos de otra
integración. Hacia finales de 2005, estos procesos se darán cita en las
diferentes manifestaciones y la realización de la III Cumbre de los Pueblos
(paralela a la Cumbre de las Américas) que precipitarán el fracaso de la
iniciativa estadounidense de relanzar allí el proceso del ALCA. Así también, a
nivel regional o sectorial, otras experiencias tendrán lugar, entre ellas la
realización del VI Foro Mesoamericano (Costa Rica, diciembre), las
movilizaciones y actividades impulsadas por los movimientos de mujeres por el
Día de Lucha por el Derecho al Aborto en América Latina y el Caribe (28/9)
–sobre el movimiento de mujeres ver el artículo de Carmen Teresa García y
Magdalena Valdivieso en este número– y el IV Congreso de la Coordinadora
Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC), Guatemala, octubre.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La búsqueda de esa Otra América bajo la referencia de la
integración de los pueblos habrá de tener en el ciclo de conflictos sociales,
crisis políticas y transiciones que recorre parte de la reciente geografía
regional su capítulo nacional. En este camino, la contundente expresión del
pueblo que habita el territorio de Bolivia a favor de modificar la injusta
matriz neoliberal –que signó la victoria electoral de Evo Morales– habrá de
señalar nuevamente la vigencia de un horizonte alternativo para las sociedades
latinoamericana.2.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sobre ambas cuestiones intenta reflexionar el presente
artículo, que introduce a la lectura de las cronologías de los principales
hechos políticos, económicos y de conflicto social acontecidos en nuestra
región, y en el que aspiramos a presentar un panorama de estos procesos y de las
experiencias y desafíos que afrontan los movimientos sociales en el continente,
iniciando este recorrido con una breve referencia sobre la evolución de la
protesta social a nivel regional. <BR> <BR><STRONG>El mapa de la
conflictividad social</STRONG><BR> <BR>En la tarea de seguimiento de la
conflictividad social coordinada por el OSAL desde 2000, la cantidad de hechos
de conflicto relevados para 19 países de América Latina y el Caribe
correspondientes al año que está concluyendo resulta significativamente mayor a
la consignada para el año anterior (2004), aunque menor a la registrada en los
tres años precedentes (2001-2003).</DIV>
<DIV align=justify><BR>En este contexto, la conflictividad social del tercer y
último cuatrimestre de 2005 en comparación con el segundo del año experimenta, a
nivel regional, un leve descenso siendo que, por otra parte, es sensiblemente
mayor a la relevada para igual período de 2004. Sin embargo, el crecimiento
señalado respecto de la comparación inter-cuatrimestral presenta una evolución
diferente según los países y regiones del continente que consideremos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En el caso del área andina, similar comparación señala
una marcada disminución de los hechos de protesta. Aunque dicha región sigue
abarcando la mayor proporción de conflictos en relación al Cono Sur y al
conjunto comprendido por México, Centroamérica y el Caribe, en esta oportunidad
la misma resulta, por primera vez desde inicios de 2003, menor al 39% de los
hechos totales consignados. Esta merma de la conflictividad resulta de su caída
en todos los países considerados: Venezuela, Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia,
destacándose en esta tendencia los dos primeros.<BR> <BR>Contrariamente a
este proceso, las protestas registradas para las otras dos subregiones de
América Latina y el Caribe se incrementan. En el caso del Cono Sur, el
crecimiento experimentado por la conflictividad social por segundo cuatrimestre
consecutivo responde particularmente al significativo incremento de las mismas
en Brasil y Paraguay. Para el caso de la zona norte de Latinoamérica, los datos
del OSAL indican un crecimiento en seis de los países que la conforman (Costa
Rica, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua y Puerto Rico), disminuyendo los
hechos de protesta relevados en Guatemala, Panamá y República
Dominicana.<BR><BR><STRONG>Democracia y cambio social en Bolivia</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>El rotundo triunfo de la candidatura presidencial de Evo
Morales y el significativo resultado obtenido por el Movimiento al Socialismo
(MAS) en las elecciones legislativas y prefectrurales3 en Bolivia constituyen el
acontecimiento más significativo del período en el ciclo de resistencias y
crisis de la hegemonía neoliberal que recorre al país andino y buena parte de la
región desde, por lo menos, el año 2000. El mismo plantea un nuevo escenario que
cierra, superándolo, un período signado por la creciente capacidad destituyente
de los movimientos populares –que conllevó la caída de los gobiernos de Sánchez
de Lozada (2003) y Carlos Mesa (2005)– y la persistente continuidad de la
dominancia neoliberal, y que algunos análisis refirieran como una situación de
empate4. Un proceso que en la historia boliviana se inició con la Guerra del
Agua (abril de 2000), para prolongarse en el “septiembre negro” (setiembre de
2000), las elecciones presidenciales (2002), la revuelta de febrero frente al
“impuestazo” (2003), la Guerra del Gas (octubre de 2003) y el ciclo de
movilizaciones que culminó con la renuncia de Carlos Mesa (junio de
2005)5.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La densidad alcanzada por los movimientos
socio-políticos, la extendida experiencia –cargada ciertamente de tensiones y
conflictos– de iniciativas de los movimientos sociales y disputas
político-institucionales, el basamento comunitario-territorial de las
organizaciones y su concepción sobre el carácter de “instrumento político” del
MAS, entre otras cuestiones, parecen distinguir al proceso boliviano de otros
similares vividos en la región recientemente y en el pasado.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por otra parte, tras superar reiteradas –y en parte
concretadas– amenazas de postergación6, las elecciones del pasado 18 de
diciembre resultan, desde distintos puntos de vista, un hecho de proporciones
históricas en el proceso de democratización societal de la sociedad boliviana.
La elección del primer presidente indígena (en una sociedad mayoritariamente
indígena signada por un régimen colonial de poder) que obtiene –contra la
preferencia de las élites y el gobierno norteamericano– un apoyo popular inédito
en la reciente historia de la democracia representativa en Bolivia, y en el
marco de una participación electoral desconocida en las últimas décadas7, señala
la magnitud del hecho y los desafíos que plantea, en particular frente a los
poderosos intereses (locales y regionales) involucrados en la defensa de la
matriz neoliberal.<BR> <BR>El período de los cuatro meses que anteceden a
la elección registra un número de hechos de protesta sólo un tanto menor al del
segundo cuatrimestre del año. Entre ellos se destacan los motivados por la
reforma de los escaños legislativos y la disputa por los beneficios del impuesto
establecido por la nueva ley de hidrocarburos, aún no totalmente reglamentada.
Justamente, la demanda de nacionalización y distribución de los beneficios
derivados de la explotación de los hidrocarburos constituyó la bandera de
referencia tanto del ciclo de luchas sociales reciente (claramente desde 2003)
como de la programática asumida por el MAS. También los productores de coca de
los Yungas se movilizan por el traslado del cuartel militar instalado en la
región. Proveniente de las filas del movimiento cocalero, el nuevo presidente
lleva el compromiso de poner fin a la persecución militar del movimiento y las
erradicaciones forzosas, así como de avanzar en la legalización del cultivo de
la hoja de coca con fines lícitos. Por último, aunque no menos importante, el
tercer punto de la programática que acompañó la campaña del MAS en vinculación
con las formulaciones de los movimientos sociales fue la propuesta de
convocatoria a una Asamblea Constituyente prevista inicialmente para el año
próximo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Finalmente, en estas breves consideraciones respecto del
proceso boliviano no puede dejar de señalarse el alcance e impacto que el mismo
tiene en el contexto regional andino y continental, particularmente frente a la
geopolítica de subordinación económica y control militar desplegada sobre los
territorios latinoamericanos y caribeños por el gobierno estadounidense (sobre
ello ver el artículo de Atilio Boron en este número). </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Libre comercio, elecciones y movimientos sociales
en la región andina</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>En el marco de la campaña electoral en Bolivia tienen
lugar también diferentes movilizaciones (promovidas por sectores empresarios) y
declaraciones gubernamentales sobre la necesidad de sumar a dicho país a las
negociaciones del TLC con EE.UU. Las mismas expresan la intensidad que adopta la
estrategia estadounidense y de sectores económicos y gobiernos locales por
concluir en la fecha prevista (noviembre de 2005) dicho acuerdo. En este
contexto, se desarrollan dos rondas oficiales de negociación (la XII en
Cartagena, Colombia, en septiembre; y la XIII en Washington, EE.UU., en
noviembre), así como una serie de encuentros bilaterales y mini rondas. Sin
embargo, sólo el presidente peruano Alejandro Toledo –de escasa popularidad y
cuyo partido cuenta con nulas chances para las próximas elecciones
presidenciales de abril de 2006– habrá de anunciar a principios de diciembre la
conclusión del tratado. A pesar de que el texto definitivo se conocerá
aparentemente recién en tres meses, los trascendidos sobre agricultura, carnes y
propiedad intelectual auguran funestas consecuencias sobre la economía y la vida
de los pueblos del Perú. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Aún en un contexto de significativa disminución de la
protesta social en dicho país en el tercer cuatrimestre del año que concluye, se
destacan las movilizaciones que reclaman un cambio de rumbo en la negociación
del TLC (la multisectorial del 22/9; los campesinos y agricultores el 9/11), así
como la presentación a la justicia de más firmas de las necesarias para
peticionar la convocatoria oficial a un referéndum sobre dicho tratado8. En un
período signado por el inicio de la campaña hacia las próximas elecciones
presidenciales de abril próximo, habrá de registrarse la orden de detención de
dos de las dirigentes más reconocidas del movimiento cocalero, así como de otros
activistas sindicales; y hacia fin de año el gobierno decretará el estado de
emergencia en diferentes zonas del país frente a una serie de acciones armadas
adjudicadas a Sendero Luminoso. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En el caso de Ecuador, en una situación de mayor
conflictividad social y disputas políticas, también la lucha contra el TLC
–junto al reclamo de caducidad del contrato de la petrolera OXY y la Asamblea
Constituyente– habrá de ser una de las consignas principales que acompañará el
desarrollo de las acciones de los movimientos sociales. Particularmente, las
jornadas de movilización nacional de mediados de noviembre habrán de señalar, en
cierta medida, la reaparición del movimiento indígena en el escenario principal
de la protesta, luego del proceso vivido bajo el gobierno de Lucio Gutiérrez
(ver artículo de Pablo Dávalos en este número). También a mediados de noviembre
las comunidades campesinas de Los Ríos se movilizan cortando rutas contra la
construcción de una represa, protesta que se extiende como paro regional luego
de que los primeros cortes fueran reprimidos violentamente. En este contexto, la
negociación del TLC se posterga para una nueva ronda prevista para enero
próximo. Por otra parte, el gobierno de Alfredo Palacio –ungido presidente tras
la crisis política que desencadenó la renuncia de Lucio Gutiérrez– intenta
promover la realización de una consulta popular sobre la convocatoria a Asamblea
Constituyente. En la medida en que la propuesta oficial no recoge el apoyo de
los movimientos sociales –por las limitaciones de la convocatoria y la falta de
respuesta ante los cuestionamientos al TLC y al contrato de la petrolera OXY– y
despierta la oposición de la mayoría parlamentaria, particularmente de las
bancadas de los partidos tradicionales –situación que parece reproducir en parte
la tensión entre el Ejecutivo y el Parlamento que precediera a la caída de
Gutiérrez9–, la iniciativa de la consulta es finalmente descartada por el
gobierno. La intensidad que asumen estas disputas político-institucionales –que
implicaron la reestructuración bajo iniciativa de la mayoría parlamentaria del
Tribunal Electoral y la reformulación presidencial del gabinete– señalan la
amplitud de las fuerzas y conflictos planteados de cara a 2006 y las previstas
elecciones presidenciales en octubre próximo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>También en el caso del gobierno colombiano, que había
manifestado pronto interés en la conclusión del acuerdo con EE.UU., las
negociaciones se postergan para los meses venideros. Habrán de tener lugar en
este país importantes movilizaciones contra este tratado, entre ellas la
realizada frente a la XII Ronda en Cartagena (22/9, donde muere un joven como
resultado de la represión), la promovida por la Organización Nacional Indígena
de Colombia (ONIC, 10/10) y la masiva demostración multisectorial (paro y
movilización) que ocupará las calles de 32 de las principales ciudades del país
y, según los organizadores, habrá de movilizar a más de medio millón de personas
en oposición también a la reelección presidencial. Por otra parte, el
crecimiento del rechazo popular al TLC se da en un contexto donde el presidente
Álvaro Uribe –que cuenta con buenos índices de popularidad– obtiene finalmente
la habilitación, por parte de la Corte, para la posibilidad de su reelección
para las próximas elecciones presidenciales previstas para el próximo mayo.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>En el campo del conflicto social se destaca también un
prolongado e intenso proceso de toma de tierras en el departamento del Cauca por
parte de los movimientos indígenas-campesinos (uno de sus primeros hitos resulta
la ocupación de la hacienda Emperatriz el 1/9), que sufre una reiterada y dura
represión (que cobra el 9/11 la muerte de una joven indígena) y suscita el
anuncio gubernamental de entregas de tierras y la conformación de una mesa de
diálogo con los representantes de las comunidades. Asimismo, resultan
importantes diferentes protestas de estudiantes y profesores de distintas
universidades frente a las iniciativas oficiales de reformas privatizadoras. Por
otro lado, en el marco de la prosecución del Plan Colombia y su proyección
andina con sus trágicas consecuencias (ver artículo de Lilia Solano en este
número), los intentos de reestablecer la cooperación con el gobierno ecuatoriano
en las fumigaciones y control militar combinado de la frontera entre ambos
países se ven enturbiados por la denunciada incursión militar de fuerzas
colombianas en territorio del vecino país.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por otra parte, el gobierno venezolano, que por fuera del
TLC andino promueve –frente a la iniciativa estadounidense– la Alternativa
Bolivariana para las Américas (ALBA), obtiene la sanción de la nueva ley
orgánica de la Fuerza Armada Nacional –que incluye la reserva militar y las
guardias territoriales– y la firma con España del contrato de compra de buques y
aviones. En un escenario de descenso significativo de la conflictividad social,
y tras la victoria conquistada por las fuerzas bolivarianas en las elecciones
municipales del pasado agosto, las elecciones legislativas realizadas en
diciembre habrán de consagrar a los candidatos promovidos por estas fuerzas ante
el retiro de buena parte de los partidos de oposición tras denuncias de
manipulación no avaladas por los veedores internacionales10. A nivel interno, se
suceden diferentes expropiaciones de empresas –particularmente alimenticias– y
entrega de tierras a organizaciones campesino-indígenas; el 28/10, resultado de
la tarea realizada por la llamada Misión Robinson, se firma el decreto
gubernamental –avalado por la UNESCO– que declara a Venezuela territorio libre
de analfabetismo. En el terreno de la conflictividad social, se destaca el
conflicto impulsado por mineros de la región de Puerto Ordaz en demanda de
trabajo, la movilización campesina que exige esclarecimiento de los ataques y el
fin de la acción de sicarios en el campo, la huelga de los médicos y
trabajadores de la salud en el estado Zulia y distintas movilizaciones
estudiantiles. Por otra parte, a nivel regional, las iniciativas venezolanas de
integración alternativas al proyecto del ALCA, impulsado principalmente por el
gobierno estadounidense, habrán de cristalizar de forma significativa en la
intervención frente a la Cumbre de las Américas realizada a principios de
noviembre en Argentina. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Mar del Plata: réquiem para el ALCA</STRONG>
<BR> <BR>El horizonte de la IV Cumbre de las Américas realizada en Mar del
Plata, Argentina, durante la primera semana de noviembre impregnó desde inicios
de año la agenda política continental y pautó los tiempos, debates e iniciativas
relativos a los diferentes proyectos de integración presentes en la región. Ya
en el quinto Foro Social Mundial realizado en enero de 2005 en Porto Alegre los
movimientos sociales convocaron a intensificar la movilización continental
contra los proyectos hegemónicos norteamericanos de cara a la cumbre de finales
de año. Dicha convocatoria fue ratificada en el marco del IV Encuentro
Hemisférico de lucha contra el ALCA en el mes de abril en La Habana, Cuba (ver
el Llamado del V Foro Social Mundial de Porto Alegre y la Declaración del IV
Encuentro Hemisférico de Lucha contra el ALCA en la sección Documentos). </DIV>
<DIV align=justify><BR>En un contexto regional signado por recambios
gubernamentales recientes que, sobre todo en el Cono Sur, expresaron desacuerdos
con los tiempos, ritmos y contenidos originales del ALCA, el gobierno
norteamericano buscó configurar un arco de alianzas regionales que le permitiera
recuperar la iniciativa política para conseguir en Mar del Plata el tránsito
definitivo a una zona de libre comercio continental, prevista originalmente para
inicios de 2005. La conclusión del acuerdo de libre comercio con cinco países
centroamericanos y República Dominicana (DR-CAFTA, por sus siglas en inglés) y
la continuación de las rondas de negociaciones llevadas a cabo desde 2004 con
los países andinos (Perú, Ecuador y Colombia) fueron, en el plano de la
diplomacia comercial, las aristas más visibles de la política estadounidense. La
intensa actividad desplegada en los citados países andinos por las respectivas
campañas contra los TLCs y la legitimidad pública alcanzada por estas
coordinaciones entorpecieron las aspiraciones norteamericanas de concluir las
negociaciones en 2005. Esta intensa actividad diplomática fue acompañada por
iniciativas concretas para rediseñar la política de seguridad en la región del
istmo y el Caribe, en compás con la defensa de los intereses comerciales y
políticos del país del norte. En el Cono Sur esta ofensiva diplomático-militar
se vio coronada en Paraguay con la aprobación en mayo de 2005 por parte del
Congreso del ingreso de tropas norteamericanas, con inmunidad diplomática. En el
marco de la campaña presidencial boliviana, el gobierno norteamericano buscó,
sin éxito, deslegitimar al candidato indígena Evo Morales, abiertamente opuesto
a la política norteamericana. <BR><BR>Por su parte, en base a una serie de
iniciativas de integración energética con países del Caribe y del área andina,
el gobierno venezolano buscó consolidar una política de alianzas a nivel
gubernamental que permitiera ampliar el sustento político de su oposición al
ALCA (sobre ello ver el artículo de Adalberto Ronda Varona en este número). La
activa diplomacia regional venezolana comprendió también a un conjunto de
movimientos sociales de la región con los que el presidente de Venezuela rubricó
algunos acuerdos. Valga como ejemplo de esta novedosa estrategia diplomática la
firma de un documento con el MST de Brasil para estimular la protección del
mercado interno de semillas y desarrollar técnicas agrícolas adecuadas para la
preservación del medio ambiente y la calidad de los alimentos. <BR><BR>En este
contexto, y convocada con la consigna de discutir las políticas de empleo como
mecanismo de promoción del crecimiento con igualdad, tuvo lugar los días 4 y 5
de noviembre la IV Cumbre de las Américas en la citada ciudad argentina. Dicha
reunión estuvo precedida por la realización de la III Cumbre de los Pueblos.
Convocada y organizada por la Campaña Continental contra el ALCA y la Alianza
Social Continental, este tercer capítulo del encuentro continental de
movimientos sociales opuestos al ALCA contó con la participación de más de 600
organizaciones de todo el continente y cerró sus actividades el 4 de noviembre
con una marcha de más de 60 mil personas que concluyó en el Estadio Mundialista
de Mar del Plata. El multitudinario acto en el que habló el presidente
venezolano Hugo Chávez fue precedido por la lectura del documento final de la
Cumbre de los Pueblos, en el cual los movimientos sociales de todo el continente
incorporaron por primera vez de forma explícita la referencia al ALBA en la
búsqueda de proyectos de integración alternativos. El impacto político de las
movilizaciones, sumado a la oposición de los gobiernos de Argentina, Brasil y
Venezuela a incorporar al ALCA en la declaración final de la cumbre oficial,
prefiguraron el estridente fracaso de la diplomacia norteamericana en tierras
rioplatenses. El alineamiento del presidente mexicano Fox y los gobiernos de
América Central con el presidente Bush no resultó suficiente para evitar el
derrumbe de las aspiraciones estadounidenses de relanzar el ALCA (en relación a
esta cuestión ver el artículo de Héctor de la Cueva en este OSAL). </DIV>
<DIV align=justify><BR>Las semanas posteriores a la fracasada cumbre oficial de
Mar del Plata, animadas por el intercambio de declaraciones entre el presidente
mexicano Fox y el mandatario venezolano en torno al seguidismo del primero
respecto de la política norteamericana, estuvieron marcadas por una intensa
actividad diplomática conosureña y por la renovada dinámica que asumieron las
campañas contra el libre comercio en la región andina. La visita del presidente
argentino Néstor Kirchner a Venezuela en noviembre constituyó una nueva ocasión
para que el gobernante venezolano avanzara aún más en su política de integración
energética regional, con el anuncio de la intención de construir un gasoducto
que uniría Venezuela, Brasil y Argentina. Por otra parte, a finales de
noviembre, los presidentes argentino y brasileño relanzan en un encuentro
realizado en Puerto Iguazú la alianza estratégica entre Brasil y Argentina y
ratifican que el MERCOSUR negociará en bloque los proyectos de integración
regional. En el marco de la Cumbre de Presidentes del MERCOSUR realizada el 5 de
diciembre en Montevideo, Uruguay, se aprueba la incorporación de Venezuela como
miembro pleno del bloque y se firma el convenio que consigna la realización de
un estudio de factibilidad con miras a la construcción del mencionado gasoducto.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>En el contexto de la disputa sobre los rumbos de los
procesos de integración, en la que parece condensarse cada vez con mayor
visibilidad la confrontación en torno a los destinos del neoliberalismo en el
continente, cabe también señalar la realización de una reunión de organizaciones
campesinas con representación de Colombia, Perú, Chile, Ecuador y Brasil,
realizada a fines de noviembre en Quito, Ecuador. Dicho encuentro, en el que los
movimientos participantes discuten, entre otras cuestiones, los escenarios
posibles en caso de aprobación de los TLCs o el ALCA, califica la propuesta del
ALBA de vital importancia para la integración latinoamericana y decide analizar
esta propuesta para promoverla como opción frente a los mencionados tratados.
Por último, la realización entre el 11 y 13 de diciembre en Costa Rica de la
sexta edición del Foro Mesoamericano, último capítulo anual de encuentros de los
movimientos sociales, cobra particular importancia en un contexto en que los
parlamentos centroamericanos han ido votando (con excepción aún de Costa Rica)
el texto del Tratado de Libre Comercio que une a cinco países de la región con
EE.UU. La declaración final del VI Foro Mesoamericano ratifica el carácter
anticapitalista, antipatriarcal y multicultural de este espacio de encuentro de
las redes y organizaciones sociales, y reafirma la voluntad de lucha y
resistencia al libre comercio en pos de la construcción de una sociedad
solidaria (ver Declaración Final del VI Foro Mesoamericano en la sección
Documentos). <BR> <BR><STRONG>DR-CAFTA y seguridad regional: proyectos
imperiales y resistencias en Mesoamérica</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>La conclusión a inicios de 2005 de las tratativas de
liberalización comercial con países centroamericanos (Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Honduras y Nicaragua) y República Dominicana abrió las puertas para
el efectivo nacimiento del DR-CAFTA, que apunta a materializar las aspiraciones
de EE.UU. de profundizar y prolongar en la región centroamericana el tratado con
México y Canadá (NAFTA, por sus siglas en inglés). Este último se vio reforzado
en el último año por nuevos acuerdos conocidos como TLCAN Plus y la puesta en
marcha en marzo pasado de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de
América del Norte (ASPAN) –en relación a esta cuestión ver el artículo de John
Saxe-Fernández en el presente OSAL.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A lo largo del presente año, los destinos del acuerdo
estadounidense con Centroamérica estuvieron signados por los vaivenes de los
procesos de ratificación parlamentaria en los diferentes países firmantes y la
realización de rondas de negociaciones entre el gobierno panameño y la
administración Bush para establecer un TLC entre ambos países que permita
extender hasta el país del canal la dinámica del DR-CAFTA y las iniciativas y
acuerdos en torno a la integración en infraestructura (Plan Puebla Panamá, PPP)
y fuerzas de seguridad que acompañan y complementan este protocolo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>A mediados de año, el mencionado acuerdo fue aprobado por
el Capitolio norteamericano y promulgado a inicios de agosto por el presidente
Bush. Esta decisión actuó como mecanismo de presión para la ratificación
parlamentaria del acuerdo a inicios de septiembre en República Dominicana. El
acuerdo de gobernabilidad alcanzado, bajo fuerte presión norteamericana, entre
el presidente Enrique Bolaños y el líder sandinista Daniel Ortega, despejó el
camino para la aprobación del DR-CAFTA a inicios de octubre por parte de la
Asamblea Nacional de Nicaragua. En Costa Rica, único país que no ha ratificado
aún el tratado, el envío de la ley por parte del gobierno para su aprobación en
la Asamblea Nacional enfrenta numerosas resistencias en el marco de un plan de
lucha que prolonga las acciones de cuatrimestres anteriores, impulsado por
organizaciones campesinas, estudiantiles, sindicales y profesionales. A mediados
de diciembre, en un contexto de aumento de las acciones urbanas callejeras
contra el TLC, el legislativo salvadoreño aprueba un paquete de reformas de
leyes con el objetivo de armonizar la legislación vigente con los requisitos de
este tratado. Sin embargo, aún en los países que han ratificado el acuerdo, su
entrada en vigencia en la fecha inicialmente prevista, 1º de enero de 2006,
presenta inconvenientes (fundamentalmente en El Salvador, Honduras y República
Dominicana). Estas desavenencias han llevado a las autoridades de algunos de
estos países a declarar la necesaria postergación de su puesta en marcha para el
próximo febrero o para mediados de 2006. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los procesos de “armonización legislativa” (en materia
agrícola, industrial, fiscal, de subsidios y patentes, etc.) con las pautas
establecidas en el DR-CAFTA y las negociaciones en curso con el FMI bajo presión
norteamericana, que dan continuidad a procesos de ajuste fiscal en algunos
países, aparecen vinculados en el período a numerosas protestas en la región. El
cumplimiento de las exigencias de este organismo se traducirá en la condonación,
en el marco de la Iniciativa Multilateral de Alivio de la Deuda (MDRI, por su
siglas en inglés) impulsada por el G8, de la deuda hondureña y nicaragüense. A
fines de octubre, el Club de París anuncia un acuerdo para reestructurar la
deuda externa dominicana. En este país caribeño, en el contexto de las
negociaciones con el FMI y de la propuesta gubernamental de reforma tributaria
que intenta compensar las pérdidas en materia fiscal que sufrirá el estado con
la entrada en vigencia del TLC, el Frente Amplio de Lucha Popular (FALPO)
realiza en octubre un paro de 24 horas en rechazo a la política económica
oficial. En Nicaragua, diversos sectores estatales (universitarios, trabajadores
de la justicia y la salud, alcaldes, etc.) se movilizan para reclamar mayores
partidas presupuestarias a las asignadas en el proyecto de presupuesto 2006
diseñado bajo los lineamientos del FMI. En el contexto de la campaña electoral
presidencial en Honduras, que culminará a fines de noviembre con la elección del
candidato del Partido Liberal Manuel Zelaya Rosales, los empleados municipales y
los trabajadores de la salud paralizan sus labores (con tomas de hospitales) en
reclamo de incrementos en los haberes. Los trabajadores del Instituto
Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) protagonizan una prolongada
huelga de 36 días en reclamo de aumentos salariales a través de la homologación
salarial con el resto de los empleados de la administración pública. Un proyecto
del Ejecutivo puertorriqueño de reducción del gasto estatal (despidos y
reducción de la jornada laboral) y de privatización de la energía eléctrica se
enfrenta a numerosas protestas de los asalariados del sector público.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El leve incremento de las acciones de protesta observado
en este cuatrimestre aparece también asociado a los conflictos derivados del
aumento de los precios de combustibles en El Salvador, Honduras, Nicaragua y
República Dominicana, y a los devastadores efectos del huracán Stan (inicios de
octubre), que impulsan los reclamos de algunos sectores populares urbanos en la
región. En El Salvador la demanda de ayuda a los damnificados por la tormenta da
lugar a la coordinación de diferentes movimientos sociales que confluyen a
finales de noviembre en una nutrida marcha que exige el apoyo material para los
afectados y rechaza el DR-CAFTA y el aumento del precio de los combustibles y la
canasta básica. En Guatemala, los devastadores efectos de la tormenta
prácticamente paralizan el país afectando a 3 millones y medio de personas. La
anunciada ayuda norteamericana en este país aparece asociada a empresas
estadounidenses que, en el marco de los acuerdos comerciales del DR-CAFTA,
“colaborarán” en la reconstrucción de varias comunidades afectadas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En Honduras, sectores campesinos se movilizan en demanda
de tierras, energía eléctrica, salud y educación. A su vez, en México
organizaciones gremiales rurales que nuclean a los productores de caña de azúcar
protagonizan protestas en torno a la Ley de Desarrollo Sustentable de la Caña de
Azúcar. Tras la ocupación de numerosos ingenios azucareros en diferentes estados
(Veracruz, Sinaloa, Chiapas, Jalisco, Tamaulipas y Colima), el conflicto se
desbloquea con la creación de mesas de negociación para acordar las adecuaciones
necesarias a la ley. También en dicho país, los indígenas zapatistas anuncian
luego de una plenaria, y en el marco de la constucción de la “Otra Campaña”, la
disolución del Frente Zapatista de Liberación Nacional y la redefinición de su
política internacional. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La consolidación de los proyectos hegemónicos
norteamericanos en la región mesoamericana, que encuentra sin embargo sostenidas
resistencias populares, va acompañada de una agudización de la política
represiva, la criminalización y la influencia militar de EE.UU., ya reseñada en
ocasiones anteriores. Las acciones represivas cobran particular visibilidad en
este cuatrimestre durante los conflictos protagonizados por estudiantes
panameños del Instituto Nacional y la escuela de Artes y Oficios. Como
consecuencia de la represión, un estudiante de artes muere afectado por los
gases policiales. En vísperas de la visita a inicios de diciembre del presidente
norteamericano a Panamá con el objetivo prioritario de dar impulso a las
negociaciones en curso del TLC Panamá-EE.UU., estudiantes de la Universidad de
Panamá manifiestan contra la presencia de Bush, contra el acuerdo de libre
comercio y en repudio al aumento del combustible. Durante las acciones
represivas, 15 estudiantes son heridos por la policía y se producen más de 40
detenciones, lo que lleva a las autoridades universitarias a suspender las
clases. El 23 de septiembre, día de la conmemoración del Grito de Lares, se
produce en Puerto Rico el asesinato del líder independentista Filiberto Ojeda
Ríos, perpetrado por agentes del FBI. En torno a la denuncia de este crimen se
conforman coordinadoras que nuclean a diferentes sectores independentistas que
repudian este ajusticiamiento político y se expresan también contra la presencia
de reclutadores militares estadounidenses en las escuelas públicas y
universidades. En Guatemala se registran acciones represivas contra los
campesinos, principalmente en los desalojos de tierras. Durante las protestas
contra el aumento del precio de los combustibles, el gobierno dominicano
militariza las estaciones de gasolina custodiadas por mil efectivos del
ejército. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En el marco de las diferentes iniciativas vigentes en los
países de la región contra las maras juveniles, a inicios de septiembre el FBI
señala en un comunicado la realización de operativos simultáneos en Guatemala,
El Salvador, Honduras, México y EE.UU. a fin de capturar a miembros de estas
pandillas, principalmente la Mara Salvatrucha. A pocos meses de la postergada
entrada en vigencia del DR-CAFTA, se suceden diferentes reuniones
gubernamentales con el objetivo de impulsar la cooperación para evitar la
inestabilidad regional. A mediados de octubre se reúnen en Florida, EE.UU., los
ministros de defensa y seguridad de Centroamérica y EE.UU. junto con
observadores de Colombia y México para avanzar en la creación de una fuerza de
paz en Centroamérica en respuesta a las denominadas “amenazas emergentes”, como
el narcotráfico, las pandillas, el tráfico de inmigrantes, los desastres
naturales y las epidemias. Complementariamente, la creación de Fuerzas de
Reacción Rápida es abordada en la XXX Reunión de la Comisión de Seguridad del
Sistema de Integración Centroamericana a inicios de noviembre en Managua,
Nicaragua. <BR> <BR><STRONG>El conflicto social en el Cono
Sur</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>La evolución de la conflictividad social en el Cono Sur se
incrementa por segundo cuatrimestre consecutivo, luego de un año de disminución
de los hechos de protesta registrados (mayo de 2004-abril de 2005). En este
contexto, el crecimiento de los conflictos en este tercer y último cuatrimestre
de 2005 resulta particularmente de la dinámica que asume el proceso social en
Brasil y Paraguay. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En el contexto de un significativo aumento de las
protestas en relación al período anterior, en Brasil se destacan las acciones
rurales impulsadas por los movimientos de sin tierra acompañados por un
incremento de la violencia en el campo que cobra la vida, en una misma semana
del mes de octubre, de tres dirigentes campesinos, al mismo tiempo que cuatro
militantes del MST son condenados a diez años de prisión. Estas acciones, que se
inscriben en la pulseada de los movimientos campesinos con el gobierno petista
por los ritmos y amplitud de la política de asentamientos agrarios, tienen lugar
en un contexto de prolongación de la crisis político-institucional abierta en el
cuatrimestre anterior con las denuncias de corrupción contra integrantes del
gobierno y el partido de Luiz Inácio Lula da Silva. Las sucesivas renuncias de
integrantes de la dirección petista llevan al partido de gobierno a convocar
elecciones internas con el objetivo de relegitimar su conducción. Al cabo de la
segunda vuelta electoral realizada el 10 de octubre para elegir la nueva
presidencia partidaria, el candidato del Campo Mayoritario (cercano al
presidente brasileño) resulta vencedor en los comicios. A finales de octubre, la
propuesta oficial de aprobar la ley que prohíbe la portación de armas resulta
derrotada en el marco de un referéndum en el cual el 64% de los votantes se
pronuncia contra la mencionada ley. Vinculado a la política de seguridad, es
importante también subrayar el incremento de motines carcelarios vinculados a
las condiciones de hacinamiento y en demanda de reducción de las penas. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En relación a las acciones sindicales, cabe destacar la
“Marcha do Mínimo” protagonizada por diversas centrales sindicales para
reivindicar el reajuste del salario mínimo a 400 reales y la reducción de la
jornada de trabajo. Entre los conflictos salariales se destacan la huelga de los
trabajadores del Banco Central en septiembre y la de los trabajadores bancarios
privados que concluye con la obtención de un aumento salarial del 6%. Los
trabajadores de Petrobrás también protagonizan a mediados de octubre un
conflicto por recuperación salarial y exigiendo la modificación de la Ley del
Petróleo. A estos conflictos se suman el de los docentes de 22 universidades
públicas que protagonizan una huelga en demanda de aumento en sus haberes. En el
marco de la marcha que concluye la llamada “Assambléia Popular: mutirão para um
novo Brasil”, 8 mil manifestantes del MST y de las pastorales de la
Confederación de Obispos de Brasil denuncian, ante la inminencia de la visita
del presidente Bush a Brasil luego de la Cumbre de las Américas, al imperialismo
norteamericano, la política económica nacional y el modelo de dependencia
impuesto por el capital internacional. Numerosas manifestaciones de repudio
protagonizadas por organizaciones campesinas, de mujeres, centrales sindicales y
estudiantiles, y partidos de izquierda contra el ALCA y el gobierno
estadounidense acompañan en diferentes ciudades del país la presencia del
presidente de dicho país en tierras brasileñas. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Por otra parte, el relativo crecimiento de la protesta
social en Paraguay es protagonizado, especialmente, por los trabajadores de la
salud, los indígenas y los campesinos. Ante la aprobación del presupuesto
público para el próximo año –que prevé recortes en las áreas de salud y
educación– médicos y enfermeras se movilizan desde comienzos de octubre en un
prolongado ciclo de conflictos, que se renueva en diciembre ante la negativa de
la Cámara de Diputados de convalidar el incremento de las partidas resuelto por
los senadores para estos sectores. Asimismo, distintas movilizaciones indígenas
tendrán lugar alrededor de la sanción de la ley del Estatuto de las Comunidades
Indígenas. Tras la militarización de las zonas rurales que a inicios del año
ahogara la intensa movilización campesina por la tierra, se registran en este
cuatrimestre diferentes hechos de persecución y asesinato de líderes locales,
entre otros el intento de asesinato y persecución del presidente de la Comisión
Vecinal “Sin Tierra” de María Antonia y el homicidio de dos activistas; por su
parte, los propietarios rurales demandan al gobierno que vuelva a desplegar en
el campo a las Fuerzas Armadas. En este cuadro, los ejercicios militares –con
inmunidad para las tropas– acordados entre este país y EE.UU. el pasado
cuatrimestre prosiguen, a pesar de las diferentes protestas que despiertan, y se
intensifican los rumores sobre la posibilidad de un acuerdo comercial entre
ambos países. <BR> <BR>En relación con lo anterior, en diciembre el
parlamento uruguayo aprueba finalmente el tratado de protección de inversiones
negociado con EE.UU., a pesar de las críticas que despierta y las resistencias
de una parte de la bancada oficial. En un escenario de relativo descenso de la
conflictividad social, se destacan en este cuatrimestre las protestas de los
trabajadores ocupados (representan el 66% de los hechos registrados) que
abarcan, en partes iguales, tanto al sector privado como público. En el primer
caso prosigue el proceso de toma de empresas señalado el cuatrimestre pasado,
fundamentalmente contra despidos o en reclamo de aumento salarial. En el sector
público sobresale el prolongado conflicto por aumento salarial impulsado por el
Sindicato Médico (SMU) que recoge el apoyo de los trabajadores públicos del
sector y de los médicos del ámbito privado, y que concluye provisoriamente hacia
el fin del año con la apertura de una mesa de diálogo con el gobierno. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La relativa disminución de los hechos de conflicto en
Argentina se registra en un cuatrimestre signado por las elecciones legislativas
nacionales y provinciales realizadas a fines de octubre. Como resultado de las
mismas el gobierno nacional –que había sido electo con el 22,24% de los
sufragios en abril de 2003 con el apoyo del presidente saliente Duhalde y tras
la renuncia al ballotage del ex presidente Menem– obtiene el respaldo de,
aproximadamente, el 40% de los votos válidos, en confrontación con su antiguo
aliado. La consolidación del poder presidencial se expresa, en el terreno
legislativo, en la aprobación parlamentaria hacia el fin del año del pago de la
deuda total con el FMI (bautizado como “desendeudamiento”11), la prórroga de la
emergencia económica, el presupuesto 2006 y –en el Senado– del proyecto de
reforma (que incrementa el peso del oficialismo) del organismo responsable del
nombramiento y destitución de los jueces. También, tras las elecciones, se
produce una renovación del gabinete ministerial, en la que se destaca el
reemplazo del ministro de Economía que había iniciado su gestión durante el
gobierno anterior. <BR> Si bien durante este cuatrimestre el conflicto
social disminuye, particularmente las acciones del llamado movimiento piquetero
(desocupados), las huelgas y protestas de los asalariados se mantienen en una
magnitud casi similar siendo que, por primera vez, aquellas protagonizadas por
los trabajadores del sector privado –en especial de los servicios– superan a las
de los empleados del sector público. Bajo la demanda de aumento salarial o
cambio en el encuadramiento sindical (que implica, entre otras cuestiones, una
mejora del salario), entre las primeras se destacan las impulsadas por pilotos y
técnicos aeronáuticos (Aerolíneas Argentinas), trabajadores del subterráneo
metropolitano, trabajadores telefónicos de los llamados call centers y
camioneros. Como señaláramos en ocasiones anteriores (Seoane, 2005), esta
conflictividad sindical se desarrolla en un contexto de importante crecimiento
económico e inflación, configurando –aun en una situación defensiva– un proceso
heterogéneo pero extendido de recomposición del activismo sindical en el sector
privado jalonado por nuevas experiencias. En este contexto, el gobierno impulsa,
tras la designación de la nueva ministra de Economía, un esfuerzo orientado a
contener el alza de los precios. <BR><BR>La realización de la IV Cumbre de
Presidentes de las Américas en la ciudad balnearia de Mar del Plata, con la
presencia del presidente Bush, habrá de erigirse en el punto más importante de
movilización nacional de un amplio arco de movimientos y organizaciones sociales
y políticas que se expresará en diferentes marchas, encuentros (III Cumbre de
los Pueblos) y actos (el más significativo, con la presencia del presidente
venezolano) de rechazo al ALCA y al mandatario estadounidense. En el terreno de
la protesta sobresalen también las acciones impulsadas por los vecinos de la
ciudad entrerriana de Gualeguaychú contra la instalación de dos empresas
papeleras en las vecinas costas uruguayas que amenazan con contaminar la zona.
En este proceso –que viene desarrollándose desde meses atrás– se realizan hacia
fines de año y en el inicio de la temporada turística, diferentes cortes de los
puentes que unen dicha provincia mesopotámica con el país oriental,
profundizándose la tensión entre los gobiernos de ambos países. También en
diciembre –al cumplirse el primer aniversario del incendio de Cromagnon que segó
la vida de 194 jóvenes– tiene lugar una importante movilización en reclamo de
juicio y castigo a los responsables materiales y políticos de dicha
tragedia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En Chile también se realizan elecciones nacionales, en
este caso presidenciales (primera vuelta) y legislativas. En el primer caso, la
decisión queda postergada para una segunda vuelta entre los candidatos de la
Concertación, Michele Bachelet (que obtiene el 45% de los votos) y de Renovación
Nacional, el empresario Sebastián Piñera (con el 25% de los sufragios). En el
Congreso, la Concertación obtiene 20 de los 38 senadores y 65 de los 120
diputados. Aun en un contexto de relativa disminución de las protestas, en este
caso se destacan la serie de acciones realizadas por las comunidades mapuche del
sur del país (que van acompañadas por un incremento de la represión en la zona)
así como la marcha a la ciudad capital de los deudores habitacionales por la
reducción o condonación de las deudas. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Hacia el VI Foro Social Mundial</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>La dinámica regional de las reseñadas resistencias contra
el libre comercio en el continente americano se trasladó y cobró una vez más
visibilidad internacional en ocasión de la VI Conferencia Ministerial de la
Organización Mundial del Comercio (OMC) realizada en Hong Kong, China, entre el
13 y el 18 de diciembre. Allí, como sucediera en Seattle y Cancún, las voces y
acciones contra el libre comercio internacional, nutridas con la participación
de numerosas delegaciones de movimientos asiáticos, resultaron duramente
reprimidas por la policía (sobre los movimientos sociales en Asia ver el
artículo de Jeon So-hi en este número). Sin embargo, y a diferencia de las dos
precedentes, la cita de la OMC en el país asiático habrá de concluir con algunos
acuerdos que reponen la Ronda de Doha. Frente a ello, diversas redes y
movimientos sociales, como la Vía Campesina y la Alianza Social Continental, han
llamado a aumentar la movilización contra las negociaciones alcanzadas en Hong
Kong (ver sobre ello la Declaración de la ASC en la sección Documentos del
presente OSAL). En este contexto, la próxima realización el año entrante de los
Foros Sociales Mundiales policéntricos en las ciudades de Caracas (Venezuela),
Bamako (Mali) y Karachi (Pakistán) cobra particular relevancia. Ante los nuevos
desafíos y amenazas que enfrenta la construcción de esa Otra América posible y
por la importancia que le cabe en el contexto regional e internacional al
proceso de transformaciones venezolano, para los movimientos sociales de nuestra
América el Foro de Caracas (enero de 2006) constituye una significativa
oportunidad para fortalecer los debates y las convergencias contra la
mercantilización de la vida y la militarización del continente.<BR>
<BR><BR><STRONG><U>Bibliografía</U></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Escobar de Pavón, Silvia 2004 “Ajuste y liberalización,
las causas del conflicto social” en OSAL (Buenos Aires: CLACSO) Nº12,
febrero.<BR>Larrea, Ana María 2005 “Abril quiteño y forajido: crónica de una
rebelión”. En
<http://osal.clacso.org/espanol/html/fdebates.html>.<BR>Prada Alcoreza,
Raúl 2005 “El presidente indígena que nace de las urnas”, mimeo.<BR>Seoane, José
2005 “Movimientos sociales y recursos naturales en América Latina: resistencias
al neoliberalismo, configuración de alternativas” en OSAL (Buenos Aires: CLACSO)
Nº 17, octubre.<BR>Tapia, Luis 2005 “La cuarta derrota del neoliberalismo en
Bolivia” en OSAL (Buenos Aires: CLACSO) Nº 17, octubre.<BR>Unda, Mario 2005
“Quito en abril: los forajidos derrotan al coronel” en OSAL (Buenos Aires:
CLACSO) Nº 16, junio.<BR>Vacaflores, Carlos y Lizárraga, Pilar 2005 “La lucha
por el excedente del gas y la resignificación de las contradicciones de la
identidad regional en Bolivia” en OSAL (Buenos Aires: CLACSO) Nº 17,
octubre.<BR>Villegas Quiroga, Carlos 2004 “Rebelión popular y los derechos de
propiedad de los hidrocarburos” en OSAL (Buenos Aires: CLACSO) Nº12,
febrero.<BR><U><BR><STRONG>Notas</STRONG></U></DIV>
<DIV align=justify><BR>1. Para la elaboración del presente artículo se han
utilizado las cronologías del conflicto social –resultado de una tarea
coordinada por el programa OSAL y que abarca el esfuerzo de diferentes
investigadores y centros de investigación de la red CLACSO– y los informes
cuatrimestrales respectivos preparados por el equipo del referido programa. A
tod@s ell@s nuestros agradecimientos y especialmente a Clara Algranati por sus
comentarios y sugerencias, y a Marcelo Perera y Mariana Fassi por la revisión
del texto.<BR>2. Además de las elecciones en Bolivia, durante el último
cuatrimestre de 2005 habrán de realizarse otras cuatro votaciones presidenciales
y/o legislativas en la región (Argentina, Honduras, Chile y Venezuela) iniciando
un calendario electoral que atravesará en 2006, entre otros, a doce países del
subcontinente (Chile, Costa Rica, Haití, El Salvador, Guyana, Perú, Colombia,
México, Nicaragua, Ecuador, Brasil y Venezuela). <BR>3. El MAS obtiene 72
diputados de los 130 que conforman la Cámara, siendo el segundo bloque el
correspondiente al Frente Poder Democrático Social (PODEMOS, 43 diputados). En
el Senado, le corresponden 13 bancas a este último, 12 para el MAS, 1 para
Unidad Nacional (UN) y 1 para el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). A
nivel de las prefecturas departamentales, a pesar de los buenos resultados
obtenidos en muchos de estos distritos, el MAS triunfa en Potosí, Oruro y
Chuquisaca, mientras que PODEMOS se adjudica tres de los nueve gobiernos
provinciales (La Paz, Beni y Pando).<BR>4. La caracterización de la situación
como de “empate catastrófico”, retomando la formulación de Antonio Gramsci, fue
utilizada por numerosos analistas e investigadores para referirse al proceso
boliviano abierto desde 2003. También bajo inspiración gramsciana, se ha
caracterizado al período iniciado en 2000 como una “guerra de posiciones contra
el neoliberalismo” (Tapia, 2005). <BR>5. Diferentes análisis sobre este proceso
pueden consultarse, entre otros, en los números 2, 10, 12 y 17 de la revista
OSAL <http://osal.clacso.org>.<BR>6. Inicialmente, las elecciones en
Bolivia estaban previstas para el 4 de diciembre. A fines de septiembre
diferentes legisladores proponen la suspensión o postergación de las mismas por
falta de consenso sobre la distribución departamental de los escaños
legislativos a ser electos; entre octubre y noviembre se desarrollan diferentes
protestas, particularmente en Santa Cruz que reclama tres escaños más.
Finalmente, tras sucesivas disputas, se modifica la distribución regional de los
escaños a través de un decreto presidencial, que establece nueva fecha de
elecciones para el 18 de diciembre. <BR>7. El binomio presidencial Evo
Morales-Álvaro García Linera obtiene casi el 54% de los votos frente al 28,6% de
la fórmula Jorge “Tuto” Quiroga-María René Duchen (PODEMOS), con una
participación del 84,5% de los electores.<BR>8. También se desatacan las huelgas
y protestas de los docentes universitarios, las enfermeras y el personal médico
del Ministerio de Salud, y las de los transportistas.<BR>9. Sobre ello ver
Larrea (2005) y Unda (2005).<BR>10. De las 167 bancas en disputa, el Movimiento
V República obtiene 114, distribuyéndose las restantes entre otras agrupaciones
también vinculadas al gobierno del presidente Chávez. El porcentaje de
abstención alcanza al 74,41%, hecho que es en parte señalado por la oposición al
gobierno como prueba de la validez de sus críticas. El nivel de participación,
si bien reducido, se sitúa en los valores recogidos por anteriores elecciones
legislativas. <BR>11. También el gobierno de Brasil toma similar decisión
declarando, con anterioridad al anuncio argentino que cancelará el total de la
deuda con el Fondo Monetario Internacional.
<HR>
<STRONG><FONT color=#000080>La información contenida en el boletín es de fuentes
propias, sitios web, medios periodísticos, redes alternativas, movimientos
sociales y organizaciones políticas de izquierda. Los artículos firmados no
comprometen la posición editorial de Correspondencia de Prensa. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain@chasque.net"><STRONG><FONT
color=#000080>germain@chasque.net</FONT></STRONG></A>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>