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<DIV align=center><EM><STRONG><FONT color=#800000 size=4>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></STRONG></EM></DIV>
<DIV align=center><EM><STRONG><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR><FONT color=#000080>Año III - Nº 9242 - Enero 15 - 2006 -
Redacción: </FONT></FONT></STRONG></EM><A
href="mailto:germain@chasque.net"><EM><STRONG><FONT color=#000080
size=4>germain@chasque.net</FONT></STRONG></EM></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Colombia</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Campaña del Sindicato Nacional
de Trabajadores de la Industria de Alimentos
(Sinaltrainal)</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT face=Arial></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT face=Arial>"Porque amo a la vida no tomo
Coca-Cola"</FONT></STRONG></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>El boicot contra
la multinacional de la bebida suma adhesiones en todo el
mundo</FONT></STRONG><BR>
<BR></FONT><FONT face=Arial size=2><STRONG>Gloria Elena
Rey</STRONG></FONT></DIV>
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size=2><STRONG>inSurGente</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.insurgente.org/"><STRONG>http://www.insurgente.org/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>La Universidad de Michigan fue una de
las que suspendió la venta de Coca-Cola a sus 50.000 alumnos este primero de
enero, ocasionando a la multinacional pérdidas estimadas en más 1,2 millones de
euros (200 millones de pesetas). Sin embargo, esa cifra podrá multiplicarse en
los próximos días porque "por lo menos, unas 1.000 universidades y colegios
universitarios de todo el mundo piensan unirse a la campaña mundial" contra el
consumo de esa bebida, según afirma Edgard Páez, del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Industria de Alimentos (Sinaltrainal), que congrega a 2.500
empleados de Coca-Cola en Colombia. La multinacional está sometida a cuatro
juicios en los EEUU en los que deberá responder a la acusación de haber
utilizado paramilitares para asesinar a nueve sindicalistas.<BR><BR>"Hay
procesos en marcha en universidades y centros educativos de Estados Unidos,
Canadá, Italia, Irlanda y el Reino Unido que deben decidirse en estos días, pues
es a principios de año cuando se renuevan o no los contratos de suministro de
alimentos y bebidas. Sólo en el Reino Unido, el proceso del veto al consumo de
Coca-Cola está en marcha en 536 universidades. Además, esperamos que se nos unan
otras organizaciones sociales en los próximos meses", subraya Páez.<BR><BR>Según
el diario The Atlanta Journal-Constitution, por lo menos nueve universidades
norteamericanas han suspendido sus contratos con Coca-Cola a causa de la
situación en Colombia.<BR><BR><STRONG>La multinacional está acusada de emplear a
paramilitares como sicarios</STRONG><BR><BR>Bajo el lema Porque amo la vida no
tomo Coca-Cola, el sindicato colombiano inició hace dos años la campaña
internacional contra el consumo de la bebida no alcohólica más consumida en el
mundo. Además, la central tiene abiertos cuatro juicios contra la multinacional
en Estados Unidos, en los que la acusa de haber empleado a grupos paramilitares
de ultraderecha para asesinar, entre 1992 y 2002, a nueve sindicalistas que
trabajaban para la firma en Colombia, y de perseguir e intimidar a otros
empleados.<BR><BR>Páez explica que el sindicato pretende que la comunidad
internacional presione para que se abra una investigación en la empresa que
opera en Colombia a fin de establecer responsabilidades sobre los nueve
asesinatos y sobre los secuestros, persecuciones e intimidaciones que han
sufrido los trabajadores de Coca-Cola en Colombia por parte de grupos
paramilitares presuntamente contratados por la firma. "No queremos que eso quede
en la impunidad, especialmente ahora, con las negociaciones de paz entre el
Gobierno y los paramilitares", dice.<BR><BR><STRONG>Pesticidas en la
India</STRONG><BR><BR>La Universidad de Michigan suspendió la venta de Coca-Cola
en sus tres campus por considerar que la multinacional permite los abusos contra
los derechos humanos y la degradación medioambiental, según denunció en un
comunicado en el que anunció su decisión, y tras recibir y evaluar quejas de la
Organización de Estudiantes para la Igualdad Laboral y Económica (Students
Organizing for Labor and Economic Equality). Esta organización estudiantil acusa
a Coca-Cola de conspirar con grupos paramilitares en Colombia para atemorizar a
los líderes sindicales y de vender bebidas en la India con elevados niveles de
pesticidas.<BR><BR>La universidad afirmó inicialmente que renovaría los
contratos con Coca-Cola de forma condicional, hasta que la empresa realizara una
auditoría independiente e implementara un plan correctivo. Además, se ofreció,
junto con otras universidades, para financiar la investigación, pero Coca-Cola
le informó de que no estaba preparada para examinar sus prácticas comerciales y
laborales en Colombia y la India, pues una demanda civil le impedía participar
en la investigación.<BR><BR>El director de comunicaciones de Coca-Cola en
Colombia, Pablo Largacha, atribuye la campaña del sindicato colombiano a una de
las demandas que interpuso ante los tribunales norteamericanos en el 2001, en la
que relacionó por primera vez a la empresa con el asesinato de uno de los nueve
sindicalistas. Este crimen ocurrió en la planta de Carepa, en la zona bananera
de Urabá (en el oeste de Colombia), hace casi 10 años.<BR><BR><STRONG>Defensa
empresarial</STRONG><BR><BR>Además, Largacha afirma lamentar que las
organizaciones de derechos humanos, laborales y medioambientales, en su mayoría
vinculadas a las universidades, "estén tan mal informados sobre lo que sucede en
Colombia" y resalta que la empresa tiene pruebas de que sus directivos no tienen
relación con la muerte del sindicalista. "Hay un veredicto que dice que no hay
indicio alguno de que la embotelladora de Carepa tuviera que ver con la muerte
de estos líderes sindicales", asegura.<BR><BR>En Colombia existen 20 plantas
embotelladoras de Coca-Cola, de las que 17 pertenecen a la firma Panamco
Colombia S.A. y 3 son dirigidas por particulares. Los trabajadores de estas
embotelladoras están afiliados al Sinaltrainal, un sindicato fundado en 1982
mediante la fusión de otros de compañías multinacionales de alimentos y
bebidas.<BR><BR>Además de en Colombia, numerosos trabajadores de Coca-Cola en
Guatemala también han denunciado atropellos. Según fuentes de los sindicatos,
entre 1968 y 1980, seis de sus dirigentes fueron asesinados y otros cuatro
desaparecieron sin dejar rastro.<BR><BR>Al respecto, Páez advierte: "En Colombia
no dejaremos que los asesinatos ni los otros atropellos cometidos aquí queden en
la impunidad".
<HR>
<FONT color=#000080><STRONG>La información contenida en el boletín es de fuentes
propias, sitios web, medios periodísticos, redes alternativas, movimientos
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Ernesto Herrera: </STRONG></FONT><A href="mailto:germain@chasque.net"><FONT
color=#000080><STRONG>germain@chasque.net</STRONG></FONT></A>
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