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<DIV align=center><EM><STRONG><FONT color=#800000 size=4>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></STRONG></EM></DIV>
<DIV align=center><EM><STRONG><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR><FONT color=#000080>Año III - Nº 9269 - Enero 21 - 2006 -
Redacción: </FONT></FONT></STRONG></EM><A
href="mailto:germain@chasque.net"><EM><STRONG><FONT color=#000080
size=4>germain@chasque.net</FONT></STRONG></EM></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Uruguay</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Los trabajadores y las plantas de
celulosa</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Contradicción en el movimiento
sindical</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Guillermo Waksman</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Semanario Brecha, Montevideo, 20-1-06</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>En la proclama leída en ocasión del último Primero de Mayo
sostuvo el PIT-CNT (central sindical): “Reivindicamos la reconsideración de los
emprendimientos heredados por las políticas del gobierno de (Jorge) Batlle sobre
las fábricas de celulosa de Botnia y ENCE como parte de un modelo de
intensificación de plantación intensiva de monocultivos, de forma inconsulta a
ciudadanos uruguayos que se verán afectados en su calidad de vida.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El PIT-CNT propone al gobierno que se instale con la
celeridad que el tema requiere una comisión multisectorial donde todos los
sectores involucrados vuelquen sus propuestas y preocupaciones procurando un
informe de consenso para que el Poder Ejecutivo resuelva”. Y se agregaba más
adelante: “Exigimos detener la forestación indiscriminada, la elaboración de una
política nacional medioambiental sustentable para el uso de lo ya forestado, que
incluya el reestudio de la instalación de plantas de procesado de la
misma”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La posición sobre la forestación y la fabricación de
celulosa fue adoptada en una resolución específica del VIII Congreso del
PIT-CNT, Tota Quinteros, celebrado en diciembre de 2003. Pero los hechos le
pasaron por encima a esta resolución, que en la práctica dejó de ser cumplida
por los sindicatos involucrados –fundamentalmente el SUNCA (sindicato de la
construcción) y la UNTMRA (sindicato metalúrgico) – y por el propio PIT-CNT. Hay
actualmente unos 850 trabajadores de la construcción en Botnia, y sus
representantes ante la dirección de la empresa son los dirigentes locales y
nacionales del SUNCA. Los de la UNTMRA, que también han estado en contacto con
la dirección de la empresa, tendrán una participación más activa dentro de dos o
tres meses, cuando comience la etapa de las instalaciones metalmecánicas, que
supondrá la incorporación de trabajadores metalúrgicos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>BRECHA consultó a Jorge Mesa, secretario general del
SUNCA y miembro del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT sobre esta situación. Lo
que sigue es un resumen de su respuesta.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Después de la resolución del Congreso, el movimiento
sindical tuvo que empezar a tomar medidas sobre el hecho plantas, ya no sobre la
discusión anterior de si las plantas sí o las plantas no. El gobierno a su vez
tomó una serie de medidas encaminadas a dar garantías a la sociedad sobre el
impacto ambiental de las plantas, que comenzaron a construirse. Y ocurrió un
hecho no menor: empezó a ser contratada la gente. Ya no eran números de empleos
que se prometían, sino personas de carne y hueso que obtenían un lugar de
trabajo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Todo sindicato, cuando hay trabajadores de por medio,
tiene que establecer las relaciones entre la empresa y los trabajadores. </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Debe asumir su responsabilidad en esa materia. Pudimos
haberlo hecho manteniendo todavía en alto la bandera en contra de las plantas de
celulosa, pero creímos que no correspondía. Entendimos que nuestra prioridad era
la defensa de los derechos de los trabajadores y, en primer lugar, de su derecho
al trabajo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El movimiento sindical no podía pararse en los portones
de entrada de Botnia, con una bandera sostenida por cinco dirigentes, en contra
de la celulosa. ¿Qué hubiera pasado? Por el costado de esa bandera hubieran
ingresado cientos de trabajadores a solicitar trabajo. Hay una fuerte
expectativa por trabajar. ¿Cómo resolver esa contradicción? Creo que lo
principal es negociar para que haya el máximo control del impacto sobre el medio
ambiente, y también para lograr que exista el mejor uso posible de los recursos
nacionales, para garantizar las condiciones de trabajo, la aplicación de los
laudos y convenios, las garantías en materia de seguridad y de higiene, y
proponiéndonos como interlocutores válidos con la empresa en representación de
esos trabajadores que tienen una gran expectativa sobre los puestos de trabajo
que se van a crear, que ahora son alrededor de 850 pero que van a llegar a
4.500.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La resolución del Congreso no fue modificada de modo
expreso, pero fuimos priorizando otros elementos de la negociación, en la que en
concreto podíamos incidir. Yo no estuve de acuerdo con esa resolución del
Congreso, pero eso no importa; estoy tratando de interpretar por qué el
movimiento sindical tomó una resolución determinada en diciembre de 2003 y
asumió después una actitud diferente. Algo similar ocurrió con el Plenario
Departamental de Soriano, que fue uno de los impulsores en el Congreso de esa
resolución y después cambió su posición.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Es posible que el Congreso haya tomado una resolución
equivocada. Quizás eso se deba a que, desde hace décadas, el movimiento sindical
y la sociedad uruguaya toda han discutido las inversiones sólo en forma
abstracta. También es posible que la resolución del Congreso haya sido muy
acertada. Pero en todo caso la central no ha logrado convencer a los
trabajadores de que lo es y no ha producido ninguna acción.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hay actores sociales que se oponen a las plantas de
celulosa porque consideran, legítimamente, que su interés fundamental es el daño
al medio ambiente. Respeto mucho a las ong que han actuado en esa dirección,
pero en realidad han mostrado muy poca capacidad de movilización. Tenemos que
reconocer que la oposición a la celulosa ha venido sobre todo del otro lado del
río. Para el movimiento sindical es imprescindible tener capacidad de
movilización social; no podemos manejar sólo argumentos técnicos. Si el
movimiento sindical se propone oponerse a la celulosa, lo primero que tiene que
hacer es lograr que su posición tenga un correlato en la convocatoria a la
acción de los trabajadores. Si no lo tiene, se acabó la posición del movimiento
sindical. Es cierto que hay una resolución del Congreso, pero entre esa
resolución y el comienzo de las obras, el movimiento sindical no produjo una
sola movilización. Todo lo que hubo fue una toma de posición. ¿Por qué no hubo
movilización? Porque ese discurso no pegaba en los trabajadores, que estaban
pensando en las perspectivas de trabajo que tenían en la planta. </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Hay que tener en cuenta que en Fray Bentos, antes del inicio
de las obras, hubo un llamado a aspirantes para llenar los puestos de trabajo y
se inscribieron dos mil personas. Y en Tacuarembó, a cientos de quilómetros, se
hizo otro llamado para participar en un curso de capacitación y hubo 500 o 600
anotados. Esa diferenciación entre una toma de posición y la capacidad de
movilización es también una circunstancia que debe llevar al movimiento sindical
a revisar su posición.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>El SUNCA en Botnia</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Mesa también dijo a BRECHA que en las relaciones
laborales con Botnia hubo una primera dificultad: la empresa optó por un
mecanismo de subcontratación de pequeñas y medianas empresas –por ahora son diez
o 15, pero quizás lleguen a ser 30 o 40– para hacerse cargo de distintas tareas,
y también una misma tarea en distintos períodos de la construcción. “Eso nos
obliga a mantener la relación laboral no sólo con el contratista principal, sino
con cada uno de los subcontratistas”, sostuvo el secretario general del SUNCA. Y
agregó: “La primera situación conflictiva se planteó con una empresa brasileña
que ganó una de las licitaciones y tenía interés en venir con insumos,
maquinaria y personal brasileños. Logramos que los trabajadores –con excepción
de algunos cargos de nivel gerencial– fueran todos uruguayos. Aspiramos a que
todos los recursos que se usen –no sólo el personal– sean nacionales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Somos partidarios además de que tenga prioridad lo local
y lo regional. En este sentido tratamos de que sean contratados sobre todo
trabajadores de Fray Bentos, de Young, de Mercedes y de Paysandú. El sindicato y
la empresa han hecho registros de trabajadores desocupados de la industria en
esas ciudades y se ha recurrido a ellos, de modo que el planteo en principio ha
tenido éxito.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En materia de laudos –que no sólo incluye los salarios,
sino también viáticos por traslados, gastos de vivienda y alimentación, entre
otros rubros– no hemos tenido dificultades. Han sido respetados. No son ciertas
algunas versiones que han trascendido por la prensa en el sentido de que se
estarían pagando salarios fabulosos. Puede haber alguna excepción, pero en
general se paga el laudo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Otro aspecto que para el SUNCA es siempre de primera
prioridad es el de la seguridad. Hay una normativa nacional que prevé ciertas
medidas con relación a los andamios, los cascos, los zapatos de seguridad y la
ropa, entre otras cosas. Una obra de esta magnitud tiene una infinidad de
riesgos potenciales en materia de seguridad e higiene. Le hemos reclamado al
contratista principal que, aunque la normativa no lo prevé todavía, se haga
cargo de que los subcontratistas garanticen estas condiciones. Las empresas
trasnacionales en general tienen bien resuelto este tipo de problemas, pero no
ocurre lo mismo con algunas empresas medianas y pequeñas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En materia de salud, el movimiento de suelo que se ha
hecho ha dejado una explanada enorme de terreno limpio, con una enorme también
concentración de calor sobre la gente que está trabajando. La normativa nacional
no prevé las obligaciones de las empresas de cubrir potenciales enfermedades de
la gente por ese tipo de circunstancias. Ahí, antes del verano, hubo
concentración de calor de 42 o 43 grados, con exposición plena al sol de la
gente, sin techo ni resguardo alguno en varias hectáreas. Además, el propio
proceso del movimiento de tierra provoca nubes de polvo. La normativa no incluye
esas condiciones. No está previsto el uso de protectores solares ni de lentes de
sol. Entendemos que la empresa debe tomar medidas que van más allá de las
previstas en la normativa. Tampoco hay agua suficiente. Estamos teniendo ahora
un espacio de negociación para tener agua potable y para disponer de agua fría”.
<HR>
<STRONG><FONT color=#000080>La información contenida en el boletín es de fuentes
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