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<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#800000 size=4>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></EM></STRONG></DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR><FONT color=#000080>Año III - Nº 9286 - Enero 28 - 2006 -
Redacción: </FONT></FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=4>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
<DIV align=center>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT
size=3>Colombia</FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Documento del Departamento de Justicia
estadounidense habla de nexos con el narcotráfico, lavado de dinero y
conspiración para asesinar</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Memorándum filtrado: agentes de la DEA colaboran
con narcos y paramilitares</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Bill Conroy<BR>The Narco News Bulletin,
9-1-6</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=2></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=2>Socialismo o
Barbarie</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2><A
href="http://www.socialismo-o-barbarie.org/"><STRONG>www.socialismo-o-barbarie.org/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Se supone que la guerra contra las drogas
sigue un guión muy claro: de acuerdo a los guionistas oficiales, el sistema
judicial estadounidense se opone a los actores corruptos de otros países, que
están tratando de llenar las calles de Estados Unidos con drogas ilícitas. Los
narcotraficantes, policías corruptos y políticos ladrones en la guerra contra
las drogas están siempre ahí, en América Latina, y en cualquier parte, y los
agentes de la ley estaodunidenses son siempre los chicos buenos que combaten
estas fuerzas del mal.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Pero ¿qué pasa cuando aparece evidencia que
cambia el guión de tono? ¿Qué pasa si ruge prueba de que es el sistema judicial
estadounidense el corrupto? Un documento obtenido recientemente por Narco News
hace que una de esas preguntas sea algo más que simple interrogación hipotética.
En él, el abogado del Departamento de Justicia Thomas M. Kent afirma que agentes
federales de la Oficina para el Control de Drogas (Drug Enforcement
Administration, DEA) de la sede de en Bogotá, Colombia, son actores corruptos en
la guerra contra las drogas (la DEA es parte del Departamento de
Justicia).</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>La información en ese documento es también
corroborada por un número de otras fuentes que hablaron directamente con Narco
News, incluyendo a ex funcionarios del gobierno familiarizados con las
operaciones de la DEA en Bogotá.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>El memorándum de Kent contiene algunas de
las más serias acusaciones jamás lanzadas contra funcionarios antinarcóticos
estadounidenses: que agentes de la DEA en el frente de la guerra contra las
drogas en Colombia están en las nóminas de los traficantes de drogas, son
cómplices en los asesinatos de informantes que sabían demasiado y, más asombroso
aún, directamente involucrados en ayudar a los famosos escuadrones de la muerte
paramilitares de Colombia a lavar su dinero.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>El memorándum va más lejos en sus
afirmaciones de que, en vez de ser unas cuantas “manzanas podridas” las que
necesitan ser denunciadas a sus superiores, estos supuestamente sucios agentes
están siendo protegidos por una cobertura en marcha orquestada por las oficinas
de “monitoreo” dentro del Departamento de Justicia.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Estos cargos disipan el humo que disimula la
pretensión de la guerra contra las drogas. Si son ciertas, no podrán ser dejadas
de lado en conferencias de prensa pre acordadas. Cualquiera que esté al tanto de
estos alegatos estará forzado a considerar a dónde vamos desde este punto en la
así llamada guerra.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=2>El “memo” de
Kent</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>El 19 de diciembre de 2004, Thomas M. Kent,
un abogado de la unidad de intervención telefónica de la Sección de Drogas
Peligrosas y Narcóticos (NDDS, por su nombre en inglés), en el Departamento de
Jusiticia, envió un “memo” a su jefe de sección. Fuentes en el trabajo de
prosecución legal dicen a Narco News que un cierto número de otros funcionarios
de alto nivel dentro del Departamento de Justicia y de la DEA recibieron pronto
copias del documento. En él, Kent hizo una serie de acusaciones de corrupción
centradas en la oficina de la DEA en Bogotá.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Kent dice que sus afirmaciones se apoyan en
algunos agentes de la DEA en Florida que la agencia amordazó y reprimió luego de
que intentaron exponer dicha corrupción. Específicamente, Kent sostiene que la
Oficina de Responsabilidad Profesional de la DEA (o OPR, por sus siglas en
inglés, y básicamente su oficina de asuntos internos) y que elementos de la
Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia (OIG) han trabajado
para mantener un velo sobre los cargos de corrupción. De acuerdo a Kent, estas
oficinas –que se supone deberían servir como agencias de monitoreo que
investigan la corrupción– sabotearon las investigaciones llevadas adelante por
los agentes de la DEA en Florida y por uno de los agentes de la propia
OIG.<BR>Del memorándum de Kent: </FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>“Como se expuso en mi (anterior) memorándum,
con fecha de diciembre 13 de 2004, muchas investigaciones sin relación,
incluyendo la Operación Snowplow, identificaron agentes corruptos al interior de
la DEA. Como se expuso más adelante en mi memorándum, el manejo de la OPR de las
investigaciones sobre las acusaciones ha sido cuestionado y el investigador de
la OIG que las estaba revisando activamente ha sido removido de la
investigación. Como expuse en mi correo electrónico, del 17 de diciembre de
2004, quiero hablar directamente con la Sección de Integridad Pública [del
Departamento de Justicia] porque quiero asegurarme de se investigarán
completamente las acusaciones y se actuará en consecuencia si son
ciertas.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>“Como prometí, le proveo con información
adicional sobre las acusaciones y evidencia que ya está en los archivos de la
OPR y la OIG. Agentes que conozco pudieron responder por mi credibilidad y
muchos individuos cercanos a investigaciones previas que descubrieron la
corrupción aceptaron hablar conmigo. Tuve un tiempo limitado para hablar con
ellos y hacer preguntas. Pudieron proveerme con algunos puntos destacados, pero
ciertamente no toda la información que se asienta en la OPR y en la OIG. Tal
reporte, basado en lo que conocí en unas cuantas horas, tomaría
días.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>“Habiendo sido abandonados por muchos
anteriormente y encarando tremendos riesgos para sus carreras y su seguridad, y
la seguridad de sus familias, estaban comprensiblemente titubeantes para revelar
la información que pedí, incluyendo los nombres de los directamente involucrados
en la actividad criminal en Bogotá y los Estados Unidos. Aceptaron revelarme los
nombres con la condición de que no los diseminara en ese momento. Están listos
para dar a la Sección de Integridad Pública esos nombres y todo en los archivos
de la OPR y la OIG, y luego más, si se les solicita.”</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>¿Por qué un abogado del Departamento de
Justicia teme revelar los nombres de los confidentes de la DEA aparte del temor
de que podría poner en riesgo sus carreras y las vidas de sus familias? ¿Y por
qué, como sostiene Kent, está todo siendo cubierto?<BR>¿Qué tanto saben Glenn
Fine, cabeza de la OIG del Departamento de Justicia, y Rogelio E. Guevara, quien
actualmente supervisa la OPR en la DEA, sobre las acusaciones de Kent, que
fueron hechas en su memorándum hace más de un año?</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Una mirada en la naturaleza de la supuesta
corrupción podría darnos algunas pistas.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>(Recuerden que todas estas acusaciones
vienen estrictamente del memo de Kent, aunque fuentes en la prosecución legal
han corroborado mucha de esta información en forma anónima).</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=2>Lavado de dinero y
paramilitares</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Kent alega que uno de los agentes corruptos
en Bogotá fue atrapado en una intervención telefónica en algún momento de 2004
discutiendo actividad criminal relacionada al enorme grupo paramilitar conocido
como las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). El grupo es ampliamente
reconocido por su involucramiento en el narcotráfico y la venta de armas a altos
niveles. Trabajando de cerca con varios sectores de los militares colombianos,
ha creado escuadrones de la muerte responsables por la muerte de miles de
colombianos.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Lo que sigue es de un informe de 2004
preparado para el Congreso de los Estados Unidos por el Servicio de
Investigación Congresal:</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>“Las AUC persiguen a simpatizantes, tantos
reales como presuntos, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como a activistas
políticos, policías y jueces. El grupo es conocido por su brutalidad y ha
asesinado a más civiles que los grupos insurgentes de izquierda: en 2001, las
AUC mataron al menos 1.015 civiles, comparado con los 197 civiles asesinados por
las FARC. Las AUC también cometieron más de cien masacres en 2001, una táctica
utilizada para desplazar grandes porciones de población campesina para mantener
así firme control sobre las tierras con mayores cultivos de coca.”</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Kent sostiene, en el memorándum, que durante
la intervención, el agente corrupto de la DEA en Bogotá “expone su
involucramiento en el lavado de dinero para las AUC”. Pero pese a haber sido
atrapado en la cita, admitiendo ayudar a la fuerza política más asesina que hay
hoy en el hemisferio a lavar dinero de sus grandes operaciones de tráfico de
drogas, el agente no encaró sanciones. De hecho, dice Kent, el agente fue
esencialmente promovido: “Esa llamada fue documentada por la DEA y ese agente
está ahora a cargo de numerosas investigaciones de narcóticos y lavado de
dinero”.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Kent también alega en el documento que los
funcionarios del Departamento de Justicia acallaron la investigación de lavado
de dinero porque descubrieron que estaba relacionada con la supuesta corrupción
de la DEA en Bogotá. Afirma que el clavo en el ataúd fue puesto por la OPR luego
de descubrir que un agente de la OIG estaba investigando la corrupción en Bogotá
y la operación de lavado relacionada.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>“En junio de 2004, la OPR y la DEA, las dos
agencias avergonzadas por los alegatos previos (que involucraban a agentes de
Bogotá) y queriendo estar bajo un tremendo escrutinio de sus propias acciones en
respuesta, demandaron que mi agente de caso diera toda la información… a la
OPR”, señala Kent en el memorándum. “Una semana después de enviarla a la OPR, se
terminó la investigación sobre lavado de dinero”.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Kent detalla otros tres casos de corrupción
extrema en su memo, todos involucrando agentes de la DEA en Bogotá en
persecución de o conspirando para asesinar a informantes colombianos que
amenazaron con derrumbar sus actividades. Fuentes dijeron a Narco News que estas
acusaciones de corrupción involucran casos iniciados en 1999 o 2000, pero que
resultaron en investigaciones llevadas adelante por meses o años.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>(Kent escribió su memorándum a fines de
2004, solamente luego de que se diera cuenta de la supuesta corrupción y luego
hubo agotado otros canales internos en el Departamento de Justicia para resolver
estos problemas).</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Alegato 1:Agentes corruptos de la DEA en
Bogotá conspiraron para asesinar informantes que los traicionaron</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Durante el curso de una investigación de una
operación de narcotráfico colombiano, un grupo de agentes de la DEA en Florida
apuntaron a muchos objetivos, con la ayuda de muchos informantes colombianos.
Una vez que los objetivos eran identificados como parte del círculo de la droga,
comenzaban a cooperar con los agentes en Florida.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>“…Hicieron asombrosas revelaciones respecto
a los agentes de la DEA en Bogotá”, escribe Kent. “Alegaron que habían sido
asistidos en sus actividades en narcóticos por los agentes [en Bogotá].
Específicamente, alegaron que los agentes les daban información sobre
investigaciones y otras actividades afines en Colombia”.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Los traficantes eventualmente dieron a los
agentes de Florida copias de informes confidenciales de la DEA, que los agentes
de Bogotá supuestamente habrían pasado a ellos. Luego de que los agentes de
Florida llevaron estos documentos a la OPR y a la OIG, uno de ellos recibió un
“licencia sin goce de sueldo” –el primer signo de que la cobertura estaba en
marcha.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Mientras el agente de Florida estaba fuera,
los agentes de Bogotá marcaron un encuentro con uno de los
informantes.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>“Mientras el informante debaja la reunión,
fue asesinado”, afirma Kent. “Otros informantes… que también trabajaron con el
grupo de la DEA en Florida fueron asimismo asesinados. Cada asesinato fue
precedido por un pedido de identificarse por parte de un agente de
Bogotá”.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Alegato 2: Los agentes de la DEA en Bogotá
encarcelan y posiblemente conspiran para asesinar informantes para prevenir su
viaje a Estados Unidos</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Un grupo aparte de la DEA, también con sede
en Florida, tuvo problemas con la misma oficina de la DEA en Bogotá mientras
investigaba otra operación de narcotráfico colombiano. Los informantes avisaron
a los agentes de Florida que este círculo de la droga había desarrollado un
método ingenioso para contrabandear cocaína a los Estados Unidos, un método que
parece haber sido sacar de un guión de la película de la guerra contra las
drogas Traffic.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>“Específicamente, los traficantes de droga
en Colombia fundían acrílico con cocaína y le daban forma de varios bienes
comerciales”, afirma Kent. “El acrílico era entonces embarcado a los Estados
Unidos y a Europa donde, mediante procesamiento, la cocaína era extraída del
acrílico”.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Informantes trabajando para los agentes de
Florida enviaron ejemplos de la cocaína unida al acrílico a la DEA, pero los
químicos de la agencia no pudieron saber cómo se extraía la cocaína. Como
resultado, los agentes de Florida decidieron hacer ir a los informantes a
Estados Unidos con una muestra del acrílico, así podrían ayudar a los químicos
de la DEA en el proceso de extracción.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>“Los agentes contactaron a la oficina de
campo en Bogotá para discutir el viaje planificado de los informantes y su carga
de cocaína diluida en acrílico fuera de Colombia”, escribe Kent. “Fueron
aconsejados de que la mejor táctica para los informantes era sacarla ellos
mismos”.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Pero cuando los informantes llegaron al
aeropuerto para irse a los Estados Unidos fueron arrestados. Un agente de la DEA
en Bogotá, se supo, dijo a los funcionarios colombianos que “los encerrara y
tirara la llave”, de acuerdo a Kent. El agente de Bogotá afirmó entonces que no
tenía idea de que los agentes de Florida hubieran dado permiso a los informantes
de transportar cocaína.<BR>“Sus distorsiones fueron apoyadas por otro agente en
Bogotá”, afirma Kent. “Los informantes fuero apresados nueve meses mientras las
acusaciones iban y venían. Una vez que se pudo comprobar que los agentes en
Bogotá mentían, los informantes fueron liberados. Uno de los informantes fue
secuestrado y asesinado en Bogotá, a donde había ido a esconderse”.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Alegato 3: Un informante expuesto por los
traficantes con nexos con los agentes en Bogotá</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>En otro caso más develado por el memorándum
de Kent, el segundo grupo de la DEA en Florida estaba trabajando con un
informante en Colombia que afirmaba haber hecho contacto con las FARC en la
cárcel. Fuentes dijeron a Narco News que el informante es un rico hombre de
negocios colombiano con inversiones en firmas de alta tecnología y nexos con el
narcotráfico. Las FARC (acusadas por funcionarios estadounidenses de tráfico de
armas y de drogas) supuestamente estaban interesadas en comprarle un equipo de
comunicaciones.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Aunque esta investigación eventualmente
terminó en manos de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense, desde el
principio parecía estar relacionada al tráfico de drogas y los agentes de la DEA
en Florida decidieron investigar. Agentes de la oficina en Bogotá prometieron
ayudar, uno de ellos asegurando a sus colegas en Florida que la liberación del
informante podría arreglarse. Pero cuando los agentes de Florida llegaron a
Colombia, otro agente de la DEA en Bogotá les dijo que el informante se quedaría
preso.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Los agentes de Bogotá parecían obsesionados
con impedir al informante trabajar con los agentes de Florida, y comenzaron a
hacer todo lo que podían para prevenir la investigación de avanzar. “Como ambas
partes discutieron, el informante fue retado por los agentes de Bogotá a probar
sus afirmaciones,” señala el memorándum. “Lo hizo filmando una conversación que
tuvo luego con un miembro de las FARC en la cárcel, en la que discutieron su
deseo de que les proveyera con equipo de comunicaciones. Cuando fueron
confrontados con la cinta que confirmaba la historia del informante, los agentes
en Bogotá se quejaron de que el informante y el grupo de la DEA de Florida
habían hecho era ilegal y no podrían obtener la liberación del
informante”.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Los agentes de Florida siguieron tratando de
revivir la investigación, pero los agentes de Bogotá continuaron frustrándola de
una forma u otra. Eventualmente, el informante fue liberado de prisión y trató
de comenzar otra vez su trabajo con los agentes de Florida, pero un agente de la
oficina de Bogotá viajó a Washington D.C. y se las arregló para convencer a los
mandos de la DEA de desestimar la investigación.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Cuando el informante se acercó a la DEA una
vez más con información, escribe Kent, “el agente de Bogotá que viajó a
Washington D.C. afirmó esta vez que el informante era pedófilo. La investigación
se detuvo. El agente de Bogotá fue solicitado de probar su afirmación pero no
pudo aportar evidencia alguna”. El agente cambió entonces de táctica, arguyendo
que la DEA no podía trabajar con el informante porque las FARC podrían obtener
el equipo de comunicación. También afirmó que uno de los objetivos de la
investigación ligada a las FARC no estaba involucrado en narcotráfico –inclusive
luego de que la oficina de Bogotá identificó previamente al individuo como
narcotraficante.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>“El agente [de Bogotá] no pudo disuadir a
los involucrados en la investigación, y finalmente la tomaron con la asistencia
de la NSA”, establece el memo. “La investigación continuó hasta que el
informante recibió un fax que lo identificaba como un informante de la DEA sobre
las FARC. El documento reflejaba información que el grupo de la DEA en Florida
había provisto con anterioridad a los corruptos agentes de Bogotá”.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>En otras palabras, alguien expuso al
informante del grupo de Florida, volviéndolo un objetivo de mucha gente
peligrosa, incluyendo a las FARC, y la herramienta para usada para exponerlo era
información propiedad de la DEA que parecía salir de la oficina de la agencia en
Bogotá. Los agentes de la DEA en Florida buscaron la fuente de esa información y
siguieron el rastro a otros muchos informantes de la DEA. Los agentes de Florida
intervinieron entonces teléfonos y grabaron conversaciones entre sus informantes
y los otros informantes de la DEA que tenían relación con la información
filtrada. Las grabaciones revelaron que un narcotraficante había de hecho
obtenido la información interna de la DEA que fue usada para exponer al
informante del grupo de Florida.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>“La persona [el narcotraficante] es también
un informante de la DEA”, afirma el memorándum, “y se cree que ha sido
controlado por la oficina de campo de Bogotá. Entre otras cosas, se alegó que el
informante tenía muchos agentes en su nómina que le daban información
clasificada. Los agentes se creía trabajaban en Colombia y en Washington
D.C.”.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Las grabaciones que revelaron esta
información condenatoria fueron entregadas a la Oficina de Responsabilidad
Profesional (OPR) y a la Oficina del Inspector General (OIG), establece Kent en
el memorándum. Los agentes en la oficina de la DEA en Florida también trataron
de realizar una emboscada contra los supuestamente corruptos agentes de Bogotá y
Washington D.C.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>“La reunión [la emboscada] fue desarmada
cuando se supo que los agentes supieron de la trampa”, afirma el memorándum.
“…El informante que fue identificado… como el traficante de narcóticos con
muchos agentes en su nómina, fue eventualmente traído a Florida para tomar una
prueba de polígrafo sobre los alegatos de que estaba obteniendo documentos
clasificados de agentes en Bogotá y otras partes”.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Kent dice que el narcotraficante pasó la
prueba del detector de mentiras en Florida, cuando fue preguntado si agentes le
pasaban documentos clasificados y el aseguró que no. Pero la OPR misteriosamente
ordenó que el poligrafista no informara sobre la prueba: “Recibió instrucciones
[de decir] que la prueba nunca tuvo lugar”.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=2>La inundación</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Los alegatos de corrupción hechos en el
memorándum de Kent son asombrosos, pero los agentes en la oficina de la DEA en
Bogotá no son los primeros en haber sido acusados de participar en
conspiraciones de narcotráfico. Historias parecidas involucrando a agentes de la
DEA fuera de Estados Unidos han surgido en el pasado. Y aunque los cargos
sostenidos por Kent en su memorándum de 2004 han pasado ahora ya ante muchos
ojos, no han recibido la luz del día. En vez de eso, como en casos similares en
el pasado, han sido enterrados en los retorcidos pliegues de la burocracia del
Departamento de Justicia.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Kent ya no está en la unidad de intervención
telefónica de la NDDS en Washington. Ha sido transferido a Nashville, de acuerdo
a fuentes familiarizadas con el memorándum. Irónicamente, el jefe de la NDDS a
quien Kent dirigió el memorándun, Jodi L. Avergun, es ahora jefe de gabinete en
la DEA.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Además, el pedido de Kent de enviar los
alegatos de corrupción en Bogotá a la Sección Integridad Pública del
Departamento de Justicia fue denegada, y su memorándum enterrado hasta
hoy.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Una investigación completa de sus alegatos
podría muy bien probar que la oficina de la DEA en Bogotá está tan limpia como
un suspiro. Pero si es ése el caso, ¿porque entonces el Departamento de Justicia
ha escogido silenciar y castigar a los confidentes en este caso más que dar una
mirada a sus quejas?</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Del memorándum de Kent:</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>“Si somos incapaces arreglar una junta entre
los agentes reportados y los abogados dentro del Departamento de Justicia que
tienen la tarea de asegurar que los agentes corruptos no lo sean, entonces creo
firmemente que observaremos desde la orilla como salen los alegatos en una
corte, en las noticias y en Capital Hill. Los agentes reportados han puesto su
confianza en mí… les he asegurado que sacaré el tema con ustedes con un recuento
mucho más detallado de los alegatos y cómo la DEA y la OPR, y ahora al parecer
la OIG, han fallado en investigar completamente los alegatos y llamar a cuentas
a los responsables.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>“Si podemos poner juntos con la Sección de
Integridad Pública, me aseguran que otros agentes que han guardado silencio
hasta este punto por miedo a la venganza dirán algo. Esos agentes tienen
evidencia adicional que no figura en los archivos en poder de la OPR y la OIG.
Creo, basado en sus representaciones, que nueva evidencia sola pondría a los
agentes corruptos en prisión.”</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Dada la pretensión que define la guerra
contra las drogas, el memorándum de Kent (que básicamente rescribe el guión de
esa guerra) no será precisamente un gran vendedor en Washington D.C. pronto
–estando ausente la presión de los grandes medios.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>¿Y que hay de los guardianes de la libertad
de los grandes medios? ¿Tomarán el plato de esta historia, dada su afición a
adherirse al guión normal de guerra contra las drogas? El hecho de que Narco
News esté primiciando esta historia puede decirnos primero todo lo que
necesitamos saber sobre este frente.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Pero la verdad, como el agua, siempre saca
la basura a la superficie. Y en este caso, el dique que contiene la verdad en la
así llamada guerra contra las drogas puede estar cerca de romperse. ¿Por cuánto
más las naciones en América Latina y alrededor del mundo aceptarán la presencia
impuesta de los guerreros de la droga estadounidenses en sus tierras, cuando
esos mismos agentes y burócratas se meten a fondo en el comercio de drogas, que
supuestamente deberían desaparecer, con completa impunidad y protección de sus
superiores en casa?</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>“Los agentes que informaron los… alegatos
[de corrupción] lo hicieron para corregir los errores cometidos por otros
miembros de la DEA y la OPR”, afirma Kent en el memorándum. “Estos intentos de
hacerlo llevaron a la revancha… las fisuras en el manto que la DEA y la OPR han
tratado de poner a este problema son cada vez más grandes”.<BR>“Es sólo cuestión
de tiempo antes de que la cosa estalle…”</FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2>
<HR>
</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>La DEA respondió a la nota de Narco News diciendo
que investigará a sus agentes en Colombia</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2><STRONG>Dan Feder<BR>The Narcosphere,
16-1-06</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>La DEA ya sintió el calor del explosivo
reportaje de Bill Conroy publicado en Narco News hace una semana. Conroy recibió
filtrado un memorándum interno escrito por el abogado Thomas M. Kent, que
trabajaba en el Departamento de Justicia. El memo acusaba a agentes de la DEA
trabajando en Colombia de corrupción en masa, de cooperar con narcotraficantes,
de asesinar informantes y de ayudar a los derechistas paramilitares de ese país
a lavar dinero de drogas.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Luego, el viernes pasado, apenas cuatro días
más tarde, la DEA respondió a las preguntas de los periodistas con la siguiente
declaración por correo electrónico, prometiendo una investigación completa sobre
estas acusaciones “extremadamente serias”...<BR>Declaración de la
DEA:</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>La Oficina de Control de Drogas (DEA)
mantiene nuestra fuerza de trabajo en los más altos niveles éticos y ve el
comportamiento ético en el deber como nuestra primera prioridad. La DEA toma muy
seriamente los alegatos de mala conducta, abuso de posición o acción criminal.
Los alegatos reportados en The Narco News Bulletin son extremadamente serios. La
Oficina de Responsabilidad Profesional de la DEA está investigando las
acusaciones que se han hecho. La DEA continuará asegurando la justa e imparcial
impartición de justicia y mantendrá la integridad y reputación de nuestra
destacada fuerza de trabajo.
<HR>
</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Garrison K. Courtney<BR></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>DEA Public Affairs</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2><BR>Se ha roto el silencio, y pronto la DEA
tendrá que explicar por qué falló en responder a estos alegatos por más de un
año y silenció a los agentes que trataron de denunciar la
corrupción.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Pero tomen este anuncio como un grano de
sal. La misma Oficina de Responsabilidad Profesional de la DEA que promete
investigar estos cargos es nombrada en el memo de Kent como líder en la
cobertura que los detuvo de sacar esto a la luz hace rato.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2>Esta historia irá solamente cobrando más
velocidad, así que sigan en sintonía...
<HR>
<FONT color=#000080><STRONG>La información contenida en el boletín es de fuentes
propias, sitios web, medios periodísticos, redes alternativas, movimientos
sociales y organizaciones políticas de izquierda. Los artículos firmados no
comprometen la posición editorial de Correspondencia de Prensa. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </STRONG></FONT></FONT><A
href="mailto:germain@chasque.net"><FONT color=#000080
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