<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.2600.0" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><EM><STRONG><FONT color=#800000 size=4>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></STRONG></EM></DIV>
<DIV align=center><EM><STRONG><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR><FONT color=#000080>Año III - Nº 9300 - Enero 31 - 2006 -
Redacción: </FONT></FONT></STRONG></EM><A
href="mailto:germain@chasque.net"><EM><STRONG><FONT color=#000080
size=4>germain@chasque.net</FONT></STRONG></EM></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>FSM/Caracas</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Entrevista a Edgardo
Lander</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>“Organizaciones sociales ya no le
tienen miedo a la política”</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>En la opinión del profesor y sociólogo Edgardo
Lander, una de las principales figuras detrás del FSM 2006, está en curso un
proceso colectivo de maduración de las organizaciones sociales. Según él, hubo,
en épocas anteriores, una pretensión de separar lo social, que sería puro, de lo
político, contaminado y sucio.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Flávio Aguiar *</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Agencia Carta Maior</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>El eje temático “Poder, política y luchas por emancipación
social” fue el que más recibió inscripciones en la edición continental del Foro
Social Mundial 2006, que se inicia este miércoles (24). En la opinión de una de
las principales figuras detrás de este sexto encuentro, Edgardo Lander, profesor
de Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela (UCV), está en
curso un proceso colectivo de maduración de las organizaciones sociales. “Ya no
existe miedo a la política”, señala.<BR><BR>“Hubo, en épocas anteriores, en
muchas discusiones entre las organizaciones sociales, la pretensión de separar
lo social de lo político, de creer que lo político era contaminado y sucio, que
lo social era lo puro y lo autónomo”, afirma. Este año, sin embargo, la demanda
para que los temas políticos coyunturales fuesen debatidos fue muy grande. Para
Lander, las organizaciones pasaron a darle más peso a las decisiones de Estado
que afectan a todos, independientemente del área en que las personas
actúan.<BR><BR>Según Lander, la realización del Foro Social Mundial en Caracas
tiene principalmente tres consecuencias para Venezuela: la posibilidad de que
las organizaciones sociales venezolanas, que tienen poca experiencia
internacional, entren en contacto con lo que ocurre en otros lugares del mundo;
la posibilidad de que las personas de fuera puedan ver a Venezuela con otra
mirada; y que la presencia de muchos medios de comunicación y de muchas personas
sirva para construir una barrera de protección ante las amenazas imperiales del
gobierno Bush. Lea a continuación la entrevista concedida por el sociólogo
venezolano a la Agencia Carta Maior:<BR><BR><STRONG>CARTA MAIOR - América Latina
vive hoy un movimiento de ascensión política de la izquierda y de las fuerzas
populares que sólo es comparable a lo que ocurrió en los años 50, iniciado con
la Revolución Boliviana, en 1952, y cuyo punto culminante fue la Revolución
Cubana, en 1959. ¿Cómo ve usted el papel del Foro en este
momento?</STRONG><BR><BR>EDGARDO LANDER – Creo que el Foro es una expresión de
esos procesos. Efectivamente, América Latina se encuentra en un momento
histórico extraordinariamente dinámico. Hoy, este es el continente que concentra
una alta proporción de la lucha por la resistencia al imperio y por la
construcción de otro mundo, de manera extraordinariamente diversificada. Nos
encontramos, hoy, en América Latina, donde, pensando a nivel de gobierno,
ocurrieron cambios muy significativos. Obviamente, el mayor de ellos, en los
últimos meses, fue la elección de Evo Morales, un cambio cataclísmico. Por
primera vez la mayoría de la población de Bolivia, la población indígena con sus
representantes, es gobierno. Eso significa que ellos están dando los primeros
pasos reales hacia la ruptura del orden colonial, que sigue vigente hasta hoy, y
hacia la construcción de una sociedad autónoma, democrática, con una forma de
organización que corresponde a patrones diferentes al colonial, imperial,
eurocéntrico, al de la democracia liberal, de exclusión y de racismo, que son
los patrones que han imperado. Es notorio que, con avances, retrocesos y
frustraciones, como en el caso de la experiencia del gobierno Lula, se vive un
momento histórico en el que por primera vez encontramos un número significativo
de gobiernos que apuntan hacia una dirección diferente a la del modelo
neoliberal impuesto con represión y sangre de nuestros pueblos.<BR><BR>Hay
movimientos sociales con una fuerza y articulación que no existían en tiempos
anteriores. Nos encontramos con capacidades nuevas, como la que ve vio en la
lucha contra el Alca. Por primera vez, una articulación de organizaciones y
movimientos sociales de todo el continente fue capaz de actuar de manera
conjunta y básicamente derrotar algo que parecía imposible de detener. Hace tres
años, el Alca, que contaba con el respaldo de prácticamente todos los gobiernos
del continente, que contaba con el apoyo de todas las corporaciones
internacionales y que era un objetivo político de primer orden del gobierno de
los EE.UU., avanzaba inexorablemente hasta su finalización, el año pasado. Eso
no ocurrió, como consecuencia de los cambios políticos en el continente. Esa es
la mejor prueba de que efectivamente nos encontramos en un momento de cambio, a
pesar de que la ofensiva imperial sigue. Y los medios de comunicación continúan
en manos de las transnacionales. No hay democracia sin la democratización de los
medios. Las personas tienen el derecho de saber lo que ocurre en el planeta. La
Telesur es un paso en esa dirección.<BR><BR>Nos encontramos en un continente en
convulsión y el Foro también es una expresión de eso, como lugar de encuentros,
de campañas, de articulación contra la deuda, contra el machismo, contra la
destrucción del planeta por ese modelo predatorio. Esa diversidad es, entre
otras cosas, una nueva forma de hacer política, una nueva forma de construcción
de la idea de que nadie es dueño de la verdad y de que tampoco existe nadie que
tenga un modelo de sociedad alternativo ya definido. Esa construcción colectiva
y democrática parte de la idea de que la construcción de una sociedad
democrática o se hace democráticamente o no se hace, y de que no hay posibilidad
alguna de que un patrón único de sociedad permita la diversidad de la vida en el
planeta. Y que la idea zapatista de la construcción de un mundo donde quepa todo
el mundo sólo se puede hacer por la vía de otras formas de hacer política, en
que la diversidad, la pluralidad y la celebración de lo diferentes que somos y
de la capacidad de articularnos y luchar contra un enemigo común, a partir de
nuestras diferencias. Eso permitirá la construcción de otro orden. En América
Latina, ese nuevo orden será no sólo de resistencia y luchas, sino también de
construcciones comunitarias, en formas de producción, en experiencias como la
del MST, que son experiencias de construcción efectiva de otras subjetividades y
de otras relaciones, de otros patrones productivos, de otras formas de
organización de la salud y de la educación. El proceso posee esa dimensión:
resistir, oponerse y crear otras subjetividades, y construir dentro del mismo
proceso otra forma de vida.<BR><BR><STRONG>CM – ¿Y cuál es el significado
especial del Foro para Venezuela en este momento?</STRONG><BR><BR>EL – Yo diría,
básicamente, tres cosas: primero, la posibilidad real de un enriquecimiento
extraordinario de las organizaciones sociales venezolanas, muchas de ellas
nuevas y muchas de base, pequeñas, que cruzan el país, tienen, en muchos casos,
poca experiencia internacional y poca relación con el momento de lucha de otros
pueblos. La posibilidad para el campesino venezolano y sus organizaciones de
establecer diálogo con el MST, que las organizaciones indígenas dialoguen con la
Conaie [Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador], ese tipo de
relación con toda certeza profundizará la lucha. El reconocimiento de la
experiencia de otros permitirá dejar de mirar el propio ombligo, dejar de pensar
que todo está ocurriendo aquí y saber que todo esto forma parte de un proceso
mucho más global y complejo. La posibilidad de enriquecimiento también puede ser
un antídoto contra el sectarismo, las intolerancias y cosas que caracterizan
mucho de lo que ocurre hoy en Venezuela.<BR><BR>En segundo lugar, será muy
importante para que las organizaciones y personas que vienen de fuera puedan
tener una mirada distinta sobre la Venezuela, sobre la base, y que puedan hablar
directamente con organizaciones que están en distintos frentes de lucha. Si
alguien está interesado en el tema de los comités urbanos de tierra, hay
actividades a las que puede ir y hablar con los compañeros. Es diferente tener
la visión de los medios de comunicación o de los discursos del presidente, y
tener la posibilidad del contacto directo con las organizaciones que están en
distintos frentes de lucha. Eso también sirve para ver la complejidad y las
tensiones del proceso venezolano, y las personas saldrán de acá con un
conocimiento mucho más profundo. En tercer lugar, el hecho de que el Foro es
activo, plural, democrático, con la presencia de muchos medios de comunicación y
de mucha gente. Creo que puede construir, significativamente, una barrera de
protección ante las amenazas imperiales del gobierno Bush.<BR><BR><STRONG>CM –
Toda edición del Foro tiene su gran slogan. Por ejemplo: en el 2001, fue
anti-Davos; en el 2002, “no estamos solos, somos una masa de personas del mundo
entero”; en el 2003, contra la guerra y a favor de una cultura de paz; 2004, en
la India, la cuestión de la exclusión, de los intocables; 2005, la política y el
poder. ¿Cuál espera usted que sea el eje central de esta edición del
Foro?</STRONG><BR><BR>EL – No creo que sea posible pensar que Venezuela es un
eje central. Yo diría, en primer lugar, que obviamente la relación del Foro con
Venezuela será una presencia importante e inevitable. El Foro se realiza en un
lugar, en un territorio, en un tiempo político. Y la dinámica del contexto
venezolano estará presente en el Foro. Eso tiene un determinado sentido que
afectará, incidirá y colocará un foco político importante en el Foro. Cuando se
construyeron los ejes temáticos y se definieron cuáles serían los ejes
principales del Foro, se introdujo de una forma muy manifiesta, como eje número
uno, el tema político. Había, en épocas anteriores, en muchas discusiones entre
las organizaciones sociales, una pretensión de separar lo social de lo político,
de creer que lo político era contaminado y sucio, que lo social era lo puro y lo
autónomo. Pero consultando organizaciones sociales para la construcción del
programa del Foro de este año, aparecía reiteradamente la demanda de que los
temas políticos coyunturales fuesen debatidos. Que se viera qué pasa con el
Imperio, con el gobierno, cuál es la relación que existe o debe existir entre
las organizaciones sociales y los gobiernos de diferentes matices, de izquierda,
progresistas, de centro. Esos temas aparecieron como temas que las
organizaciones definieron como necesarios.<BR><BR>Cuando se construyó el eje
directamente político, que destaca de una forma mucho más manifiesta que en los
foros anteriores esos temas – la relación entre partidos y sindicatos, entre
partido y movimientos, los temas de la autonomía de los movimientos e, incluso,
el tema del socialismo –, No para nuestra sorpresa, porque esperábamos que eso
ocurriese, el eje temático que tuvo más actividades inscritas fue ese. Creo que
hay un proceso de maduración colectiva de las organizaciones sociales, que ya no
le tienen miedo a la política, no significa, necesariamente, que empezaron a
pensar que la vía electoral es a solución, ni que van dejar su trabajo y su
militancia para dedicarse a apoyar a un determinado candidato. Pero sí que la
dimensión política de la vida, que tiene que ver con las decisiones de Estado,
con las políticas imperiales, son cosas que afectan a todos, independientemente
del área de trabajo en que las personas están: contra los transgénicos, contra
los patrones patriarcales de poder, por la reforma agraria, hay una dimensión
necesariamente política de cada una de esas cosas y ya no se le tiene miedo a
eso.<BR><BR>* Colaboró Fernanda Sucupira. Traducción: Naila Freitas / Verso
Traductores.
<HR>
<STRONG><FONT color=#000080>La información contenida en el boletín es de fuentes
propias, sitios web, medios periodísticos, redes alternativas, movimientos
sociales y organizaciones políticas de izquierda. Los artículos firmados no
comprometen la posición editorial de Correspondencia de Prensa. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain@chasque.net"><STRONG><FONT
color=#000080>germain@chasque.net</FONT></STRONG></A>
<HR>
<BR><BR><BR></FONT></DIV></BODY></HTML>