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<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#800000 size=4>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></EM></STRONG></DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR><FONT color=#000080>Año III - Nº 9327 - Febrero 6 - 2006 -
Redacción: </FONT></FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=4>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Capitalismo</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Teorizando la privatización
*</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>David Mc Donald/Greg
Ruitersa</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT face=Arial></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Las “reformas estructurales”
han sido iniciativas asociadas a la redefinición de las reglas de juego
relativas a la forma en que la sociedad “decide” realizar la provisión de los
servicios públicos. El traspaso de activos de las empresas públicas a manos
privadas constituye apenas una de las formas que asumen las privatizaciones. A
continuación se transcriben pasajes de un artículo* que analiza algunas formas
de privatización y las vincula con la tendencia a promover la “corporatización”
en la provisión de los servicios públicos.</STRONG></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2><STRONG>Semanario Brecha, Montevideo,
3-2-03</STRONG></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2><A
href="http://www.brecha.com.uy/"><STRONG>http://www.brecha.com.uy/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2> </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los acuerdos institucionales conocidos en sentido
estricto como “participación del sector privado”, o más popularmente como
“asociaciones público-privadas” (APP o PPP, de acuerdo al concepto original en
inglés, public private partnership), no dejan de ser, al fin y al cabo, una
forma de privatización. Si bien tanto las decisiones como el acceso a la
información por parte de los ciudadanos se rigen por reglas y normas que varían
desde el punto de vista cualitativo como del cuantitativo, se produce, en
efecto, un claro traspaso de responsabilidades vitales en materia de toma de
decisiones del sector público al privado, y el poder sobre los activos se
transfiere a una empresa privada.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>LA DIVERSIDAD</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Cabe también destacar que lo que entendemos por APP puede ir
desde una operación menor, como un contratista particular que repara cañerías en
un asentamiento urbano informal, hasta una gran multinacional contratada para
gestionar el suministro de agua y el saneamiento de toda una ciudad. El tipo y
el alcance de los acuerdos son muy diversos, y pueden comprender desde contratos
a corto plazo, basados en un régimen de pago por servicio prestado, hasta
concesiones de 30 años. En los debates sobre la privatización del agua, la
atención suele centrarse en las grandes empresas multiservicios como Suez,
Veolia, RWE Thames y (hasta hace muy poco) Bechtel, pero las compañías y los
empresarios pequeños constituyen una gran parte de la ofensiva privatizadora,
aunque estos microacuerdos suelan pasar inadvertidos. Esta forma de
privatización menor y sigilosa merece tanto interés como los intentos de las
grandes multinacionales por hacerse con sistemas hídricos completos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hay otras formas de privatización, menos fáciles de
clasificar, que conllevan el traspaso de las obligaciones del servicio a
personas, comunidades y ong. Este trasvase de responsabilidades y procesos de
toma de decisiones, plasmado en las publicaciones neoliberales en conceptos
tales como “ciudadanía activa” y “empoderamiento comunitario” –en contraposición
a la dependencia del sistema de bienestar social–, también representa un
desplazamiento de lo público (es decir, del Estado) a lo privado (en este caso,
a una persona o comunidad). Este traspaso del poder sobre la toma de decisiones
a personas o comunidades, aunque no funciona necesariamente con los mismos
incentivos y marcos institucionales o económicos que una empresa privada,
constituye un abandono de responsabilidades por parte del Estado.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>LA CORPORATIZACIÓN</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>El término comercialización alude a un proceso mediante el
cual los mecanismos y las prácticas del mercado se incorporan en la toma de
decisiones operativas de un servicio público; por ejemplo, maximización de
beneficios, recuperación de los costes, licitaciones públicas, análisis de
coste-beneficio, salarios en función del rendimiento, toma de decisiones
independiente, inversiones orientadas por la demanda, etcétera. Todo esto se
opone frontalmente a los principios tradicionales de funcionamiento del sector
público, basados en la planificación integrada, las subvenciones (cruzadas), la
toma de decisiones según la oferta, el sentido de la equidad, etcétera.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Una forma de comercialización institucional muy popular
es la denominada corporatización. Se habla de ella cuando los servicios se
dividen en unidades comerciales dependientes, que el Estado posee y dirige
siguiendo los principios del mercado.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>LOS CAMBIOS</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>La corporatización conlleva dos grandes cambios
organizativos. El primero es el de la independencia económica, es decir, que
todos los recursos implicados directamente en el suministro de un servicio se
separan del resto de funciones del servicio (por ejemplo, el personal que
trabaja en el sector del agua se desvincula, con fines contables, del personal
que trabaja en la gestión de los recursos, y no pueden trabajar para otra
unidad). En el caso de recursos compartidos por varios departamentos (por
ejemplo, tecnología de la información o vehículos), la unidad independizada paga
a la otra el importe total por el uso de dichos recursos. El objetivo de esta
desconexión financiera es crear un sistema contable transparente, que permita
identificar todos los costes e ingresos relacionados con el servicio, así como
los subsidios entrantes o salientes de la unidad independizada. Lo que se
persigue con esto es evidenciar los verdaderos gastos o el superávit del
servicio, de modo que los administradores puedan detectar las áreas de pérdidas
o ganancias que, de otro modo, quedarían ocultas en los intrincados sistemas
contables y mecanismos de subvenciones cruzadas de un plan de prestación de
servicios con la contabilidad centralizada. Esta desconexión financiera también
permite marcar objetivos económicos para los administradores (cuando, por
ejemplo, se los recompensa por reducir las pérdidas o aumentar las ganancias),
que reciben un sueldo basado en el mercado.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Así, este enfoque busca atraer a altos ejecutivos que
financien su carrera, asegurándose que el balance final sea positivo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El segundo elemento de la corporatización sería la
independencia administrativa; es decir, la creación de unidades comerciales
separadas, gestionadas por funcionarios designados, que operan con plena
independencia de la autoridad pública. Los funcionarios públicos siguen fijando
estándares y objetivos en materia de prestación para esa unidad corporatizada,
además de supervisar y evaluar sus actividades, pero la gestión cotidiana y la
planificación a largo plazo de la unidad dependen del equipo administrativo
independizado.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>LOS VÍNCULOS</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Así, el vínculo entre corporatización y privatización se
encuentra, ante todo, en el cambio de la escala de valores administrativa, que
pasa a centrarse en los resultados económicos a corto plazo. Esta transformación
de la cultura administrativa puede ser tan radical que puede darse el caso de
que empresas y servicios de propiedad y gestión estatal (es decir, considerados
cien por cien públicos) se comporten de forma más mercantil que sus equivalentes
privados, con administradores que fomentan y aplican con firmeza los principios
del mercado y de la recuperación de los costes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En segundo lugar, la corporatización también suele
promover la contratación externa como estrategia operativa y como una manera
discreta de recortar costes. Un entorno competitivo, a su vez, exige que se
desregule (o se vuelva a regular) el dominio monopolístico del servicio, y que
se permita a otros proveedores competir con la unidad independizada para prestar
un determinado servicio a precios rentables. La supresión de las subvenciones,
por ejemplo, obliga a empresas de propiedad estatal a competir, en igualdad de
condiciones, con empresas privadas u otras entidades corporatizadas para
conseguir financiación. En algunos casos, puede también que la entidad
corporatizada deba competir con una empresa privada para obtener la gestión de
un servicio.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En tercer lugar, la corporatización puede servir como
puerta de entrada a la inversión, la propiedad o el control directos de
entidades privadas, pues hace que los servicios públicos resulten más atractivos
para el sector privado. Al fin y al cabo, a las empresas privadas no les
interesa adquirir participaciones en servicios con estructuras de subsidios
cruzados complejas o poco transparentes, con poca flexibilidad, con procesos
decisorios que tienen un fuerte componente político o con culturas
administrativas contrarias al mercado. Por lo tanto, es mucho más fácil atraer
el interés de las empresas privadas a través de servicios públicos cuyas
funciones están bien delimitadas del resto, con estructuras de costes y
ganancias netamente definidas, y dirigidos por administradores con mentalidad
empresarial.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>LAS CONSECUENCIAS</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Evidentemente, no todas las iniciativas de corporatización
persiguen preparar el terreno a otros planes más amplios de privatización, pero
sí constituyen un buen motivo, cada vez más habitual, para los gobiernos que
están adoptando este tipo de modelos. Como señaló un alto gerente entrevistado
en Ciudad del Cabo sobre los planes municipales para corporatizar los servicios
hídricos: “Lyonnaise des Eaux ha llamado a mi puerta en dos ocasiones. Estas
empresas francesas del agua se han hecho demasiado fuertes como para resistirse
a ellas. La absorción es inevitable. Lo que ahora deseo es gestionar nuestros
servicios como sólidas unidades comerciales y garantizar así que podamos
negociar desde una posición fuerte cuando eso suceda finalmente”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>De este modo, la corporatización allana el terreno para
la participación del sector privado en los servicios públicos y/o crea sistemas
de propiedad y gestión pública que se comportan, a efectos prácticos, como un
proveedor del sector privado, imitando los discursos y las prácticas
comerciales, y actuando como minadores del Estado.</DIV>
<DIV align=justify><BR>* Se transcriben pasajes de “Teorizando la privatización.
Contribución al desarrollo de una perspectiva de investigación crítica”. Los
subtítulos no pertenecen a los autores. El artículo está contenido en el libro,
de próxima distribución, Más allá del mercado. El futuro de los servicios
públicos (publicado por Transnational Institute), un proyecto editorial que
pretende “exponer las limitaciones de las reformas orientadas al mercado y
proponer nuevas ideas para la reinvención democrática, participativa, eficiente
y responsable de los servicios públicos”. Presentado como un Anuario de
servicios públicos 2005/06, el libro contiene valiosos desarrollos teóricos y
análisis relativos a las discusiones en curso sobre la naturaleza y concepto de
los servicios públicos, así como la evaluación del estado de situación en 12
países.
<HR>
<STRONG><FONT color=#000080>La información contenida en el boletín es de fuentes
propias, sitios web, medios periodísticos, redes alternativas, movimientos
sociales y organizaciones políticas de izquierda. Los artículos firmados no
comprometen la posición editorial de Correspondencia de Prensa. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain@chasque.net"><STRONG><FONT
color=#000080>germain@chasque.net</FONT></STRONG></A>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>