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<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#800000 size=4>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></EM></STRONG></DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR><FONT color=#000080>Año III - 8 de marzo 2006 - Redacción:
</FONT></FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=4>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Día Internacional de la
Mujer</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>América
Latina<BR><BR>Las mujeres siguen
segregadas</FONT></STRONG><BR><BR><STRONG>Adital</STRONG></FONT></DIV>
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href="http://www.adital.com.br/"><STRONG>http://www.adital.com.br/</STRONG></A></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>Entre 1990 y 2004, 33 millones de
mujeres entraron a formar parte del mercado del trabajo de América Latina. Las
mujeres representan ahora 40 por ciento de la población económicamente activa en
las áreas urbanas de la región. Un reciente estudio de la OIT (Organización
Internacional del Trabajo) sobre los progresos obtenidos por las mujeres en la
participación en la fuerza de trabajo muestra resultados mixtos en lo que se
refiere al acceso a trabajos de calidad, desempleo, remuneración y protección
social. </FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><BR>Casimira Rodríguez Romero, hija
única de una familia pobre, comenzó a trabajar a los 13 años como empleada
doméstica. En 2001, esta mujer quechua de 39 años, que ha experimentado en
primera persona la situación de alrededor de 11 millones de trabajadores
domésticos en América Latina, se convirtió en la secretaria general de la
Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar
(CONLACTRAHO).<BR><BR>En la actualidad, Casimira es Ministra de la Justicia y
Derechos Humanos de su país. Y además ha propuesto una iniciativa legislativa
para regular el trabajo doméstico. La ley fue aprobada por el Congreso
boliviano, pero no ha sido aplicada cabalmente. "La ley no es suficiente", dijo
la ministra. "La sociedad debe comprenderla y asimilarla como un acto de
justicia".<BR><BR>Según el nuevo estudio de la OIT, el servicio doméstico, que
representa 15,5 por ciento del total del empleo femenino del subcontinente, está
en expansión. "La segregación laboral que confina a las mujeres en los niveles
menos privilegiados continúa existiendo", dijo Maria Elena Valenzuela, coautora
del estudio.<BR><BR>Pero el estudio identifica también tendencias positivas en
el mercado laboral de América Latina. Las mujeres representan ahora cerca de 40
por ciento de la población activa de las áreas urbanas. La tasa de la
participación de las mujeres creció de 39 por ciento en 1990 a 44,7 por ciento
en 2002, mientras que la tasa masculina permaneció más o menos estable, cerca de
74 por ciento.<BR><BR>"Por otro lado, las tasas de participación femenina en
América Latina continúan siendo muy bajas comparadas con las de los países de la
Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) donde, en 2001, fue de
62,1 por ciento en Francia y de 72,5 por ciento en Estados Unidos", comentó
Valenzuela. "Estas tasas varían mucho de país en país en América Latina, entre
42 por ciento en Chile y 58 en Guatemala", agregó.<BR><BR>Además, el desempleo
es más alto entre las mujeres que entre los hombres. En 2004, cerca de 9,4
millones de mujeres de las áreas urbanas estaban desempleadas, 6,8 millones más
que en 1990. Si bien el desempleo afectó ambos sexos, el aumento fue mucho mayor
entre la fuerza laboral femenina: entre 1990 y 2004 la tasa de empleo masculina
aumentó de 5,3 a 9,1 por ciento, mientras que la tasa femenina registró un
incremento de 6,5 a 13 por ciento.<BR><BR>El estudio atribuye el auge de la
participación de las mujeres en el mercado del trabajo a la mejor
escolarización, al crecimiento urbano, a la disminución de la tasa de fertilidad
y a los nuevos patrones culturales que favorecen su autonomía. Un aumento
substancial del número de hogares encabezados por mujeres, que varía de 19 a 31
por ciento, también tuvo un papel importante.<BR><BR>Como resultado de la crisis
económica en América Latina, un gran número de mujeres pobres se ha integrado al
mercado del trabajo y la brecha en la participación laboral entre las mujeres
pobres y el resto de la población femenina es menos evidente. En 1990 la cifra
para las mujeres pobres era de tan solo 28,7 por ciento, mientras que la de las
mujeres con altos ingresos era de 50,7 por ciento. La distancia se redujo de
manera considerable en 2000 cuando 39,3 por ciento de las mujeres pobres y 54,6
por ciento de las mujeres con altos ingresos tenían empleo.<BR><BR>En 2003 cerca
de la mitad de las mujeres con empleo en América Latina trabajaban en el sector
informal. Desigualdad de género agravada por discriminación étnica: un gran
número de mujeres provenientes de grupos indígenas y de origen africano
enfrentan desventajas y varias formas de segregación en el mercado
laboral.<BR><BR>En Brasil, por ejemplo, 71 por ciento de las mujeres negras
trabajan en el sector informal, una proporción mayor que los hombres negros (65
por ciento), las mujeres blancas (61 por ciento) y los hombres blancos (48 por
ciento). En Guatemala, sólo 10,6 por ciento de la población indígena con alguna
forma de empleo trabaja en el sector formal de la economía, comparado con 31,8
por ciento de los trabajadores no indígenas.<BR><BR>El estudio confirma también
que las mujeres continúan en desventaja en lo que se refiere a la protección
social. La mayoría de las mujeres de América Latina con más de 65 años no recibe
jubilación ni ninguna otra forma de pensión porque pasaron toda su vida adulta
haciendo trabajo doméstico no remunerado y labores del hogar.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080>La información contenida en el boletín es de
fuentes propias, sitios web, medios periodísticos, redes alternativas,
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firmados no comprometen la posición editorial de Correspondencia de Prensa.
Suscripciones, Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
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color=#000080>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
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