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<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#800000 size=4>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></EM></STRONG></DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR><FONT color=#000080>Año III - 3 de abril 2006 - Redacción:
</FONT></FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=4>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
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size=3><STRONG>Colombia</STRONG></FONT></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><FONT size=3><STRONG>Nuevos oficios para los
paramilitares</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3><STRONG><BR></STRONG></FONT><FONT
size=3><STRONG>Constanza Vieira</STRONG></FONT> <BR><BR><STRONG>IPS, Bogotá,
1-4-06</STRONG></DIV>
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<DIV align=justify>Una nueva especie habita en el Magdalena Medio, centro de
Colombia, nacida del proceso de desmovilización de grupos paramilitares. Los
campesinos los llaman "teléfonos" porque van equipados con aparatos de
comunicación móvil. Y pueden ser letales. <BR><BR>Les dicen también "águilas
negras", pero no se sabe si ellos mismos se denominan así o es que la gente les
puso el nombre porque, en el caluroso trópico, se cubren por entero de ropas
negras. <BR><BR>Son parte del aparato de informantes del Estado promovido por el
gobierno y de las cooperativas de seguridad privada, surgidas tras la
desmovilización parcial de paramilitares de ultraderecha lograda por el
presidente Álvaro Uribe. <BR><BR>El mandatario prometió recuperar en el
cuatrienio de su gobierno iniciado en agosto de 2002 el monopolio estatal de las
armas en este país en permanente guerra desde hace más de cuatro décadas.
<BR><BR>El 24 de marzo, un joven sicario disparó seis veces contra Henry
Murillo, educador de 29 años, cuando participaba en un taller del proyecto de
educación regional del Laboratorio de Paz de la Unión Europea. <BR><BR>Murillo,
de 29 años y casado con una maestra, podría quedar parapléjico. El hecho ocurrió
tras haberse negado a convertirse en un "teléfono". <BR><BR>"El ataque tuvo
lugar en Genezareth, casa de retiros espirituales y convivencia humana que tiene
la Diócesis de Barrancabermeja junto a la ciénaga de San Silvestre", al lado de
ese puerto fluvial petrolero, informó el jesuita Francisco De Roux, director del
Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio (PDPMM) y ex director del
Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep). <BR><BR>Cuando los
"teléfonos" le hicieron la propuesta de sumarse a sus filas, "Henry y todo el
equipo de maestros que están trabajando con las escuelas integrales del Cinep
(en la región), dijeron no, nosotros no recibimos teléfonos, no recibimos
radios, somos ciudadanos y pensamos que no tenemos por qué situarnos de
informantes de nadie", relató De Roux esta semana en Bogotá en una reunión a la
que fue invitada IPS. <BR><BR>El Laboratorio de Paz apuntala la labor del PDPMM
en derechos humanos básicos y desarrollo sostenible en esa neurálgica zona
cruzada por la guerra, de unos 800.000 habitantes y que cubre 30 municipios de
cuatro departamentos en torno a la principal arteria fluvial colombiana, el río
Magdalena. <BR><BR>De Roux creó el PDPMM en 1995 para respaldar a la población
en su decisión de no abandonar el territorio pese al conflicto. <BR><BR>"Del
Magdalena Medio no se va ni un hombre ni una mujer más. Los paramilitares y la
guerrilla tendrán que aprender a convivir con nosotros", advirtieron en 2001 en
Bogotá miembros de la red de pobladores llegados a la capital de este país
andino a recibir el Premio Nacional de Paz, que había sido otorgado al PDPMM.
<BR><BR>Rica región petrolera y minera, hogar de la poderosa Unión Sindical
Obrera (USO), y de fértiles tierras apetecidas por narcotraficantes y ganaderos,
fue allí donde se creó en 1983 el primer grupo paramilitar organizado por
miembros del ejército, que firmaba el escenario de sus múltiples crímenes contra
civiles con el nombre de "Macetos". <BR><BR>En esos tiempos, la guerrilla
surgida en 1964 vivía del secuestro extorsivo de los hacendados y sus familias y
cobraba impuestos incluso a campesinos pobres, por lo que no extraña que hoy
muchas comunidades se identifiquen con el lema "Somos del Medio... del Magdalena
Medio" que se lee en la carátula de la pequeña agenda 2006 del PDPMM, cuyas
páginas marcan el aniversario de cada asesinado. <BR><BR>"Creamos confianza
entre todos nosotros, y si en algún momento hay que avisarle algo a las
autoridades, les avisamos", argumentó Murillo a quienes lo compelían a
convertirse en "teléfono". <BR><BR>"Pero la mentalidad de ellos (los pobladores)
es siempre: No nos hagan parte de una estrategia de guerra, nosotros no queremos
estar en eso", explicó De Roux. <BR><BR>Murillo es fundador del núcleo de
pobladores del PDPMM del Bajo Simacota, 50 kilómetros al sur de Barrancabermeja.
<BR><BR>Allí "se formó como líder ciudadano, luchador sin armas por la paz,
fuerte ante la guerrilla y los paramilitares para hacer valer la autonomía y los
derechos de esta comunidad, en una zona donde los paramilitares mataron a
nuestra compañera Beatriz Monsalve" en los inicios del programa, reportó De Roux
en su boletín periódico Pertinentes del Magdalena Medio. <BR><BR>El religioso
anunció que el PDPMM se constituirá en parte civil ante este caso para exigir
justicia, y prepara una denuncia formal ante la fiscalía. <BR><BR>Los combates
entre el ejército y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC) arrecian por estos días como nunca antes en la Serranía de San
Lucas, noroccidente del Magdalena Medio, en el corregimiento de La India, al
oriente del río, y en los municipios de Landázuri, Cimitarra, El Peñón y
Bolívar, así como en la cuenca del río Cimitarra. <BR><BR>En los enfrentamientos
aún no han caído civiles, aunque se trata de zonas muy pobladas, donde
justamente el PDPMM ha creado los llamados Espacios Humanitarios, escenarios de
diálogo para defender la permanencia de los habitantes en sus territorios y
hacer valer sus derechos ante los protagonistas armados. <BR><BR>"Déjennos que
sea la población civil la que conduzca este proceso hacia una solución pacífica.
Estamos convencidos que la solución tiene que ser de paz, pero no convirtamos
esto un Apocalipsis", dicen los pobladores, tanto campesinos como mineros.
<BR><BR>El Espacio Humanitario de la comunidad de San Pablo, en el centro de la
región, logró la liberación de varios campesinos secuestrados por la guerrilla a
mediados de marzo, que se benefician de un programa gubernamental denominado
Familias Guardabosques. <BR><BR>La insurgencia mantiene secuestrados a dos
profesores de la Universidad de la Paz, que hace parte del PDPMM. <BR><BR>A
partir de la publicitada y polémica desmovilización paramilitar de una parte de
los agrupados bajo el nombre de Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que
culminó en marzo, los "teléfonos" o águilas negras establecieron una base en el
poblado de Santa Rosa, al occidente del río Magdalena, pero también están en
otros sitios. <BR><BR>Constituyen una organización bien armada y, naturalmente,
equipada de teléfonos y radios. <BR><BR>Actúan en dirección doble: por una parte
reportan a la policía y al ejército sobre lo que ellos consideren que amenaza la
tranquilidad de los poblados. De Roux no afirma que las fuerzas institucionales
reaccionen al respecto con violaciones públicas o manifiestas de los derechos
humanos. <BR><BR>Pero, por otra parte, esos mismos "teléfonos" se comunican con
pistoleros y con jóvenes desmovilizados, quienes son los que hacen las "tareas
sucias". <BR><BR>El criterio para estos "teléfonos" parece ser que quien no
acepte ponerse de su lado es persona peligrosa y debe ser "arreglada" si es
necesario. <BR><BR><STRONG>Los casos comienzan a
multiplicarse</STRONG><BR><BR>El ataque contra Murillo se suma al asesinato, el
22 de marzo, de Yamile Agudelo, de 26 años y madre de una niña de ocho,
integrante de la Organización Femenina Popular (OFP) contra la guerra y con sede
en Barrancabermeja. <BR><BR>Agudelo, hija de otra integrante de la OFP, "fue
brutalmente torturada, violada y asesinada; su cuerpo encontrado en un
basurero", afirma un comunicado de la organización enviado a IPS.
<BR><BR>"Denunciamos el accionar de los paramilitares a pesar de la supuesta
desmovilización de sus estructuras militares. Rechazamos el control social,
político y económico que logran a través de la intimidación, la amenaza, la
desaparición, la tortura y el asesinato en Barrancabermeja y el Magdalena
Medio", agrega el texto. <BR><BR>Pero los reportes no cesan allí. El viernes, la
OFP informó que Claudia Pinto, estudiante universitaria de 27 años y madre de
tres hijos "fue quemada, al parecer con ácido, en su cara y su pecho, por dos
hombres que se movilizaban en una motocicleta" el lunes. <BR><BR>Pinto también
es hija de una integrante de la OFP. En su alerta, la organización advierte que
"la disminución en las cifras (oficiales) de criminalidad no disminuye el
control que los ilegales ejercen por la fuerza sobre la población civil".
<BR><BR>El 2 de marzo, el presidente Uribe presidió un consejo de seguridad en
Barrancabermeja. Allí, ganaderos del departamento del Cesar, al nororiente de la
región, le dijeron al mandatario que 500 de ellos ya crearon una asociación de
seguridad que va a trabajar con el ejército. <BR><BR>La fuerza de tierra les
dará armas, por lo cual se sienten tranquilos. Lo que quieren ahora es que el
Ministerio de Defensa se las venda más baratas.
<HR>
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