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<DIV align=center><EM><STRONG><FONT color=#800000 size=4>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></STRONG></EM></DIV>
<DIV align=center><EM><STRONG><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR><FONT color=#000080>Año III - 17 de abril 2006 - Redacción:
</FONT></FONT></STRONG></EM><A
href="mailto:germain@chasque.net"><EM><STRONG><FONT color=#000080
size=4>germain@chasque.net</FONT></STRONG></EM></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Bolivia</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Entrevista a Evo Morales sobre la
situación de los inmigrantes bolivianos en Argentina<BR></STRONG></DIV></FONT>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>“Todo gobierno debe evitar la
servidumbre”</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT face=Arial size=2><STRONG>En una entrevista
exclusiva con Página/12, el presidente de Bolivia analiza la crisis de los
inmigrantes de ese país en Argentina tras el incendio en Caballito. El líder
indígena explica sus propuestas para la comunidad boliviana y cuenta su
experiencia como zafrero en Jujuy.<BR> <BR>Pablo Stefanoni, desde La
Paz</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Página/12, Buenos Aires,
16-4-06</STRONG><BR><BR><BR>Los huecos en la agenda del presidente boliviano son
inexistentes, cada reunión está superpuesta con las siguientes. Además de
cumplir con sus obligaciones presidenciales, Evo Morales viaja constantemente a
congresos y reuniones sindicales e, incluso, decidió aceptar un nuevo mandato
como presidente de las seis federaciones cocaleras “para no perder el contacto
con las masas”. Y la coca está presente también en su despacho: dos cuadros
confeccionados con la “hoja sagrada” retratan al Che Guevara y a él mismo. La
situación de los migrantes bolivianos en Argentina ocupó parte de su agenda la
semana pasada. Una comisión gubernamental viajó a Buenos Aires para avanzar en
“medidas concretas” para favorecer a esta comunidad de más de un millón de
bolivianos, muchos de los cuales trabajan sin los más mínimos derechos
laborales. En este diálogo con Página/12, el mandatario indígena se refiere a la
“crisis de los migrantes” provocada por el incendio de un taller textil en
Caballito y la muerte de seis personas, cuatro de ellos niños. Cuenta su
experiencia infantil como inmigrante argentino, reconoce que los bolivianos en
Buenos Aires prefieren quedarse allí, aunque promete crear condiciones para su
regreso. Y habla de una nueva forma de relación “descolonizada” entre la
embajada y la comunidad bolivianas.<BR><BR>–U<STRONG>sted fue migrante en el
norte argentino. ¿Cómo fue su experiencia?<BR></STRONG><BR>–En los años ’60 yo
migré con mi papá, que era zafrero, a la zona de Jujuy, a los cañaverales de
azúcar, y ahí conocí la escuela. Era una migración dura pero temporal, en la
época de la zafra. Ahí conseguí mi primer trabajo vendiendo picolé (helados de
palito) y con eso ganaba algo de plata para ayudar a mi familia, sólo comíamos
tostado de fideo y té. Conocí la escuela en el cañaveral Galilea, en Jujuy, pero
era un aymara cerrado, casi no entendía el castellano y tuve que abandonar los
estudios. La vida en el Altiplano era dura. En mi familia, de siete hermanos,
vivimos sólo tres, mis otros hermanos perdieron la vida con uno o dos años.
Vivíamos en una casita de adobe que nos servía como dormitorio, cocina, comedor
y prácticamente de todo; al lado teníamos el corral para nuestros animales.
Vivíamos en la pobreza como todos los comunarios. Siempre recuerdo a las grandes
flotas (micros) que transitaban por la carretera, repletas de gente que arrojaba
cáscaras de naranja o plátano. Yo recogía esas cáscaras para comer. En ese
entonces, una de mis aspiraciones mayores era viajar en alguno de esos buses.
Debido a esa situación de extrema pobreza, mis padres migraron más tarde a la
zona del Chapare, en el trópico de Cochabamba. Por eso comprendo el dolor de los
bolivianos que, por buscar fuentes de trabajo, por mejorar su situación, migran
a la Argentina, a España o a Estados Unidos. Y, al no tener papeles, la vida se
vuelve dramática para muchos de ellos.<BR><BR><STRONG>–Ahora, como presidente,
¿cómo vive la situación de miles de compatriotas sometidos a esta situación de
precariedad extrema?<BR></STRONG><BR>–En estos días hay millones de migrantes
latinos movilizados en Estados Unidos a causa de esta situación.
Lamentablemente, la colonización nos ha traído esta partición del continente, de
lo que era esa patria grande llamada Abya Ayala. Hoy necesitamos visas,
pasaportes... A eso se sumó, en los últimos años, la aplicación de políticas
económicas neoliberales que excluyeron a las mayorías nacionales del reparto de
la riqueza y destruyeron las fuentes de trabajo. Estamos tratando de revertir
los efectos de estas políticas. Muchos hermanos migraron, la gran ventaja que
tienen los bolivianos es que son conocidos como honestos y trabajadores.
Trabajan en condiciones muchas veces insalubres, sin derechos laborales. Muchos
se aprovechan de la filosofía indígena que dice “no robar, no mentir, no ser
flojo”, y algunos talleres o pequeñas empresas contratan trabajadores bolivianos
en condiciones de servidumbre.<BR><BR><STRONG>–Incluso empresarios
bolivianos...</STRONG><BR><BR>–Sí, bolivianos que someten a bolivianos y
cualquier gobierno tiene la obligación de evitar las condiciones de servidumbre
y garantizar el respeto a la dignidad de las personas, a su seguridad laboral, y
en eso se está trabajando con la Argentina en los niveles que corresponde. En
todo caso, sería importante dar ciertos plazos para que las empresas, sean
bolivianas, argentinas o de otras nacionalidades, regularicen la situación de
los trabajadores, para que el trabajo sea digno, con respeto a los derechos
humanos. Esa es la instrucción que le di a la comisión que viajó a Buenos
Aires.<BR><BR><STRONG>–Muchos bolivianos se quejan de que en la embajada los
tratan mal. El canciller David Choquehuanca habló de “descolonizar” el servicio
exterior, ¿cuáles serán los cambios?</STRONG><BR><BR>–Estamos reformulando el
servicio diplomático y en Argentina necesitamos gente que apoye a nuestros
hermanos, especialmente en el tema de la provisión de documentación. Estamos muy
preocupados, por eso ha viajado una comisión compuesta por cuatro viceministros
y el director del Registro Civil que ya ha comenzado a trabajar para reducir los
costos y los tiempos de provisión de partidas de nacimientos y certificados de
antecedentes, que se requieren para el trámite de residencia y servirán también
para implementar el voto de los ciudadanos bolivianos en el exterior. Se están
organizando brigadas móviles para facilitar esos trámites, de igual manera que
en nuestro país estamos implementando un plan para carnetizar (otorgar DNI) en
forma gratuita a más de 600 mil bolivianos con la ayuda del gobierno
venezolano.<BR><BR><STRONG>–¿Qué otras acciones está encarando su gobierno para
los migrantes?<BR></STRONG><BR>–También estamos evaluando poner en marcha un
viceministerio o una dirección nacional para promover los derechos de nuestros
hermanos en el extranjero. Como hemos dicho, vamos a implementar una diplomacia
de doble vía, con los gobiernos y con las comunidades. Se incluirá en las
agendas bilaterales con los países receptores programas de promoción de los
derechos de los migrantes, pero los cónsules y embajadores bolivianos deben
entender que la mayoría de los migrantes son indígenas, pobres, que tienen
derecho a ser tratados de igual a igual. No vamos a tolerar expresiones de
racismo contra sus propios compatriotas de parte de funcionarios que viven de
espaldas a las comunidades.<BR><BR><STRONG>–Justamente, el cónsul en Buenos
Aires, Albaro Gonzales Quint, fue denunciado por supuestos vínculos con la red
de tráfico de personas. ¿Habrá alguna investigación por parte del gobierno
boliviano?</STRONG><BR><BR>–Hasta el momento, la cancillería boliviana no ha
recibido una notificación oficial de esa acusación. Pero, en todo caso, se ha
solicitado al señor Gonzales Quint un informe detallado y se está investigando.
Nuestro gobierno está impulsando una lucha firme contra la corrupción y la
impunidad que debe llegar también a las legaciones
diplomáticas.<BR><BR><STRONG>–Además del acuerdo para facilitar la
regularización de los inmigrantes bolivianos en Argentina, ¿aspira a implementar
una política de repatriación?</STRONG><BR><BR>–Parte de nuestro proyecto de
refundación de Bolivia es crear las condiciones para que los compatriotas que
migraron puedan retornar a su país. Quienes se fueron lo hicieron porque parecía
que no cabían en este país destruido por el neoliberalismo, que generó un masivo
exilio económico y social; queremos que se incorporen a este proyecto de
construcción de una nueva Bolivia que pueda contener a todos sus habitantes.
Aspiramos a que, con el Plan Nacional de Desarrollo que estamos elaborando, que
incluye la mecanización del agro y el apoyo a las comunidades, nuestros hermanos
encuentren en Bolivia lo que buscaban y no encontraron en el extranjero. La
Bolivia olvidada por el colonialismo y el neoliberalismo, los microempresarios,
los comunarios, los artesanos, serán la prioridad del nuevo modelo económico que
estamos implementando. Pero es un proceso, no se reconstruye un país de la noche
a la mañana. Hay que cambiar las políticas económicas y recuperar e
industrializar nuestros recursos naturales. Para mí los recursos naturales
siguen siendo la esperanza para el pueblo boliviano.<BR><BR><STRONG>–El gobierno
de la ciudad de Buenos Aires está clausurando los talleres por las condiciones
de explotación laboral, muchos trabajadores terminan en albergues que les brinda
la municipalidad. ¿Qué va a hacer el gobierno boliviano con los emigrantes que
están en esas condiciones?</STRONG><BR><BR>–En estos casos extremos, se ha
acordado la cooperación de la Organización Internacional de Migraciones para que
se pueda financiar su retorno a Bolivia y la provisión de un pequeño apoyo
económico para reiniciar sus actividades en el país. Estamos hablando de los
bolivianos alojados en centros de emergencia y de las víctimas del taller
incendiado. Sin embargo, el vicecanciller nos ha informado que la mayor parte de
los migrantes bolivianos en Buenos Aires quieren quedarse. Por ello se acordaron
programas de contención social e inserción laboral y apoyo de emergencia con el
gobierno de la ciudad de Buenos Aires.<BR><BR><STRONG>–En las manifestaciones de
los bolivianos residentes en Argentina se reclamó su ayuda. ¿Cuál es su
respuesta?</STRONG><BR><BR>–Que no pierdan la esperanza. Estamos acá para
cambiar Bolivia pensando también en su situación. Tengo muchas esperanzas en que
con el nuevo modelo económico, con la nacionalización y la industrialización de
nuestros recursos naturales podremos crear fuentes de trabajo digno para que
todos podamos vivir juntos en nuestro país, y las familias divididas puedan
volver a juntarse. Finalmente, como presidente debo reconocer la voluntad
política y los esfuerzos del gobierno argentino para mejorar la situación de
nuestros compatriotas.
<HR>
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fuentes propias, sitios web, medios periodísticos, redes alternativas,
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firmados no comprometen la posición editorial de Correspondencia de Prensa.
Suscripciones, Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
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color=#000080>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
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