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<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#800000 size=4>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></EM></STRONG></DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR><FONT color=#000080>Año III - 21 de abril 2006 - Redacción:
</FONT></FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=4>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Integración y
soberanía</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Contra el ALCA y los
TLC</STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>La propuesta
boliviana para un comercio justo entre los pueblos</FONT> </STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Choike.org
</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Un portal sobre la sociedad
civil del Sur</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><U><FONT color=#0000ff><A
href="http://www.choike.org/nuevo/informes/2131.html">http://www.choike.org/nuevo/informes/2131.html</A></FONT></U></STRONG><A
href="http://www.boliviasoberana.org/"><STRONG></STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV><FONT face=Arial
size=2>
<DIV align=justify><BR>El Tratado de Comercio entre los Pueblos –propuesto por
el presidente Evo Morales– es una respuesta al agotamiento del modelo
neoliberal, fundado en la desregulación, la privatización y la apertura
indiscriminada de los mercados. <BR> <BR>Ya no es aceptable que un grupo
reducido de naciones poderosas le nieguen a los países pobres el derecho a
diseñar sus propios modelos de desarrollo en función de sus necesidades
internas, e intenten dictar una política económica “global” que no solucionará
nuestros problemas de desarrollo, como lo señalan los propios documentos del
Banco Mundial.<BR> <BR>Durante los años ’90 nos dijeron que con las
políticas conocidas como “Consenso de Washington” los países pobres iban a
acercarse a los ricos: hoy vemos que ocurrió exactamente lo contrario. Los ricos
son más ricos y los pobres más pobres. Por eso en América Latina los pueblos han
comenzado a ser los artífices de su propio destino, y están castigando en las
urnas a los artífices de las políticas de entrega aplicadas durante casi 20
años.<BR> <BR><STRONG>TLC: La muerte del campo</STRONG><BR> <BR>La
realidad de los países que firmaron el TLC con Estados Unidos está lejos de los
cantos de sirena de los economistas neoliberales. México es el país más
interesante para evaluar los efectos del “libre comercio” ya que firmó el
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Estados Unidos y
Canadá en 1994. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Detrás del aumento en las exportaciones, los estudios
muestran que el TLC barrió con gran parte de la pequeña y mediana industria, que
era la que generaba empleo formal; desarticuló las cadenas productivas
existentes sin crear otras y fortaleció la desnacionalización del sector de la
gran industria volcado a la exportación.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero quizás el resultado más nefasto de esta política de
“liberalización comercial” haya ocurrido en el campo. Algunos autores hablan
lisa y llanamente de la “destrucción del campo mexicano”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>De ser autosuficiente y exportador de alimentos básicos,
México pasó a importar el 40 por ciento de los granos y oleaginosas que consume:
entre 1994 y 2000 incrementó 242 por ciento sus importaciones de arroz, 112 por
ciento las de maíz, 84 por ciento las de trigo, 75 por ciento las de soya, 48
por ciento las de sorgo y en las de origen pecuario creció 247 por ciento la de
carne de res. Por ello, en los últimos ocho años se perdieron un millón
ochocientos mil empleos agrícolas y se disparó la migración rural, no sólo la de
temporada dirigida a los campos irrigados, sino también la que marcha a las
ciudades y sobre todo a Estados Unidos. Se calcula el éxodo en 5 millones de
mexicanos y Estados Unidos ha “resuelto” el problema con un muro en la
frontera.<BR>Un artículo periodístico alertaba hace poco: “La opción de vida en
el campo para la gran mayoría de los miles de productores está puesta en duda.
Los ganadores no son más de mil personas frente a millones de perdedores”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sólo a modo de ejemplo: en EE.UU. se aprobó en mayo de
2002 la Ley de Seguridad Alimentaria e Inversión Rural 2002-2011, que aumenta en
casi 80% las ayudas directas a la agricultura, con un paquete de más de U$S 180
mil millones a 10 años.<BR> <BR><STRONG>¿Qué es y que pretende el
TCP?</STRONG><BR> <BR>A diferencia del ideario capitalista, el TCP
introduce en el debate sobre la integración comercial la complementación, la
cooperación, la solidaridad, la reciprocidad, la prosperidad y el respeto a la
soberanía de los países. En ese sentido, incorpora objetivos ausentes en los
programas de integración comercial propuestos desde el Norte, como son la
reducción efectiva de la pobreza, la preservación de las comunidades indígenas y
el respeto a la naturaleza.<BR> <BR>El TCP entiende al comercio y la
inversión no como fines en sí mismos sino como medios del desarrollo, por eso su
objetivo no es la liberalización absoluta de los mercados y el “achicamiento” de
los Estados sino el beneficio para los pueblos. Es decir, el fortalecimiento de
los pequeños productores, microempresarios, cooperativas y empresas
comunitarias, facilitando el intercambio de mercancías con los mercados
extranjeros. <BR> <BR>El TCP no está pensado para un pequeño grupo
exportador, sino que se propone como parte de un nuevo modelo económico
destinado a mejorar las condiciones de vida de los bolivianos (ingresos, salud,
educación, agua, cultura) y promover un desarrollo sostenible, equitativo,
igualitario y democrático que permita la participación consciente de los
ciudadanos en la toma de decisiones colectivas. Si los TLCs se negocian en
secreto el TCP debe ser parte de la activa participación y discusión por parte
de los movimientos sociales que, a través de nuestro instrumento político, hemos
comenzado a gobernar Bolivia para los bolivianos. <BR> <BR><STRONG>El TCP
quiere reconstruir el Estado, no destruirlo<BR></STRONG> <BR>La integración
comercial promovida por los países centrales privilegian la “libertad de
mercado” frente a las funciones regulatorias de los Estados, y niegan a las
naciones más débiles el derecho a proteger a sus sectores productivos. Los TLC s
son como un “candado” que nos impedirá salir del neoliberalismo y tomar medidas
soberanas como la nacionalización de los hidrocarburos. Una de las cláusulas del
ALCA y los TLCs establece que las controversias entre Estados y empresas se
resolverán en tribunales arbitrales por encima de los Estados
nacionales.<BR> <BR>Pensando en el interés nacional, la propuesta de TCP
promueve un modelo de integración comercial entre los pueblos que limite y
regule los derechos de los inversionistas extranjeros y las transnacionales para
que estén en función del desarrollo productivo de nuestro nacional. Socios y no
dueños, como lo ha señalado el presidente Evo Morales. Por eso, parte de esta
propuesta es incentivar acuerdos entre empresas públicas de los diferentes
países para lograr su fortalecimiento mutuo. <BR> <BR>El TCP no prohíbe el
uso de mecanismos para fomentar la industrialización ni impide proteger las
áreas del mercado interno que sean necesarias para preservar a los sectores más
vulnerables. Si los TLCs implican la muerte del campo frente a los productos
subsidiados del Norte, el TCP promoverá la defensa de las economías campesinas y
la soberanía alimentaria de nuestros países.<BR>El TCP reconoce el derecho de
los pueblos a definir sus propias políticas agrícolas y alimentarias; a proteger
y reglamentar la producción agropecuaria nacional para evitar que su mercado
doméstico sea inundado por excedentes de otros países; y a privilegiar el bien
colectivo por sobre los derechos del agro-negocio a través del control de la
oferta y la regulación de las importaciones. <BR> <BR>Al mismo tiempo, el
TCP considera que los servicios vitales dependen de empresas públicas como
proveedoras exclusivas, reguladas por los Estados. La negociación de cualquier
acuerdo de integración debe tener presente que la mayoría de los servicios
básicos son bienes públicos que no pueden ser entregados al mercado. Por eso en
el IV Foro del Agua, en México, la delegación boliviana defendió el acceso al
agua como un derecho humano y no una cuestión meramente
mercantil.<BR><STRONG> <BR>El TCP promueve una visión indígena del
desarrollo<BR></STRONG> <BR>Los tratados comerciales diseñados en el Norte
facilitan el desarrollo y la expansión del sistema capitalista a escala global
que se fundamenta en la explotación ilimitada de los recursos naturales y
humanos en la búsqueda constante del beneficio y la acumulación individual de
riqueza, una visión que inevitablemente deriva en la degradación del
medioambiente. La contaminación y depredación con el solo fin de obtener
beneficios pone en riesgo la vida de los grupos humanos que conviven más
estrechamente con la naturaleza, es decir las comunidades
indígenas.<BR> <BR>Los TLCs inducen a la fragmentación y posterior
desaparición de las comunidades indígenas no sólo porque contribuyen a la
destrucción de su hábitat sino también porque les empujan a una competencia
descarnada y en igualdad de condiciones con las grandes corporaciones del
norte.<BR> <BR>El TCP cuestiona la sostenibilidad de la teoría del
“crecimiento económico” y la cultura del derroche occidentales que miden el
desarrollo económico de una nación según la capacidad de consumo de sus
habitantes. Por ello plantea otra lógica de relacionamiento entre los seres
humanos, es decir un modelo de convivencia distinto que no se asiente en la
competencia y el afán de acumulación que aprovecha/explota al máximo la mano de
obra y los recursos naturales.<BR> <BR>Rescatando las premisas de la
cultura indígena, el TCP postula la complementariedad frente a la competencia;
la convivencia con la naturaleza en contraposición con la explotación irracional
de recursos; la defensa de la propiedad social frente a la privatización
extrema; el fomento de la diversidad cultural frente a la monocultura y la
uniformización del mercado que homogeneiza los patrones de
consumo.<BR> <BR><STRONG>El TCP defiende la producción
nacional</STRONG><BR> <BR>En la retórica neoliberal, lo más importante es
el ahorro estatal a través de la libre competencia de los ofertantes de
servicios y bienes. Sin embargo, este argumento no compensa de ninguna manera el
impacto que tiene sobre la producción nacional la liberalización de las compras
estatales a empresas extranjeras ni tampoco toma en cuenta los efectos
multiplicadores de la inyección de recursos en la economía interna. Perseguir la
eficiencia en el gasto fiscal para ahorrar unos cuantos millones no justifica la
privación de aplicar un mecanismo de fomento de la economía nacional ampliamente
explotado por los países industrializados. <BR> <BR>De ahí que el TCP insta
a los países participantes de un proceso de integración solidario a dar
prioridad a las empresas nacionales como proveedoras exclusivas de los entes
públicos. No hay que olvidar que en la mayoría de los países del mundo, y pese a
su virtual desmantelamiento en los años recientes, los Estados nacionales son
los principales compradores de bienes y servicios. Independientemente de los
acuerdos, la propuesta boliviana establece listas de proveedores prioritarios,
especialmente grupos étnicos, cooperativistas y empresas comunitarias, para
evitar la competencia ruinosa e imposible con las poderosas
transnacionales.<BR> <BR>Con la propuesta de un Tratado de Comercio de los
Pueblos (TCP), Bolivia se propone alcanzar una verdadera integración que
trascienda los campos comercial y económico –cuya filosofía es alcanzar el
desarrollo endógeno justo y sustentable en base a principios comunitarios– que
tenga en cuenta las diferencias nacionales respecto a población, superficie,
producción, acceso a infraestructura y recursos e historia, en la línea de las
dos propuestas de integración más avanzadas en este sentido como son la Alianza
Social Continental (ASC) y la Alternativa Bolivariana para las Américas, más
conocida como ALBA.<BR> <BR><STRONG>Los 10 principios del
TCP</STRONG><BR> <BR>1. El Tratado de Comercio entre los Pueblos –propuesto
por el presidente Evo Morales– es una respuesta al agotamiento del modelo
neoliberal, fundado en la desregulación, la privatización y la apertura
indiscriminada de los mercados. <BR> <BR>2. El TCP entiende al comercio y
la inversión no como fines en sí mismos sino como medios del desarrollo, por eso
su objetivo no es la liberalización absoluta de los mercados y el “achicamiento”
de los Estados sino el beneficio para los pueblos.<BR> <BR>3. El TCP
promueve un modelo de integración comercial entre los pueblos que limite y
regule los derechos de los inversionistas extranjeros y las transnacionales para
que estén en función del desarrollo productivo de nuestro
nacional.<BR> <BR>4. El TCP no prohíbe el uso de mecanismos para fomentar
la industrialización ni impide proteger las áreas del mercado interno que sean
necesarias para preservar a los sectores más vulnerables.<BR> <BR>5. El TCP
reconoce el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas agrícolas y
alimentarias; a proteger y reglamentar la producción agropecuaria nacional para
evitar que su mercado doméstico sea inundado por excedentes de otros
países<BR> <BR>6. El TCP considera que los servicios vitales dependen de
empresas públicas como proveedoras exclusivas, reguladas por los Estados. La
negociación de cualquier acuerdo de integración debe tener presente que la
mayoría de los servicios básicos son bienes públicos que no pueden ser
entregados al mercado.<BR> <BR>7. El TCP postula la complementariedad
frente a la competencia; la convivencia con la naturaleza en contraposición con
la explotación irracional de recursos; la defensa de la propiedad social frente
a la privatización extrema.<BR> <BR>8. El TCP insta a los países
participantes de un proceso de integración solidario a dar prioridad a las
empresas nacionales como proveedoras exclusivas de los entes
públicos.<BR> <BR>9. Con la propuesta de un Tratado de Comercio de los
Pueblos (TCP), Bolivia se propone alcanzar una verdadera integración que
trascienda los campos comercial y económico –cuya filosofía es alcanzar el
desarrollo endógeno justo y sustentable en base a principios comunitarios– que
tenga en cuenta las diferencias nacionales.<BR> <BR>10. El TCP plantea otra
lógica de relacionamiento entre los seres humanos, es decir un modelo de
convivencia distinto que no se asiente en la competencia y el afán de
acumulación que aprovecha/explota al máximo la mano de obra y los recursos
naturales.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080>La información contenida en el boletín es de
fuentes propias, sitios web, medios periodísticos, redes alternativas,
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firmados no comprometen la posición editorial de Correspondencia de Prensa.
Suscripciones, Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
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