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<DIV align=center><EM><STRONG><FONT color=#800000 size=4>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></STRONG></EM></DIV>
<DIV align=center><EM><STRONG><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR><FONT color=#000080>Año III - 8 de mayo 2006 - Redacción:
</FONT></FONT></STRONG></EM><A
href="mailto:germain@chasque.net"><EM><STRONG><FONT color=#000080
size=4>germain@chasque.net</FONT></STRONG></EM></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Brasil</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>La ira mediática se traduce en
exaltación nacionalista</STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Vale tudo al hablar de Evo y el
gas</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Las elites informativas y
empresariales de Brasil radicalizaron sus posturas en contra de la
nacionalización de Bolivia</FONT></STRONG><BR><BR> <BR><STRONG>Darío
Pignotti, desde San Pablo</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Página/12, Buenos Aires, 8-5-06</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><BR>“Indio nao quer Petrobras.” De tan elocuente, la frase en
portugués no necesita traducción al español. Lo llamativo (o prosaico) es que
fue así como se tituló un artículo publicado por Veja, la revista de mayor
circulación en Brasil, y el “indio” de marras era Evo Morales. Es evidente el
sesgo racista del texto aparecido en diciembre luego de que los bolivianos
eligieran como presidente a un indígena. Ya por entonces el semanario avizoraba
la amenaza que el ex “pastor de llamas” representaba para las inversiones
brasileñas a estar por su “discurso populista y nacionalista”. La profecía se
hizo realidad la semana pasada cuando la ideología “radical” de Morales lo llevó
a nacionalizar los hidrocarburos. Conforme la crisis del gas fue cobrando más
intensidad una suerte de desprecio racial y excitación nacionalista fue tomando
cuenta de importantes medios de comunicación locales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En una de las radios más oídas de San Pablo, la Joven
Panamericana, el periodista José Neumanne Pinto resumió la crisis en pocas
palabras: “esto es guerra” dado que Bolivia “invadió” militarmente instalaciones
de la petrolera Petrobras. Seguidamente recomendó al presidente Lula da Silva
cortar relaciones con su “compañerito indígena”. En radio Bandeirantes la
inflamación patriótica no fue menor. El conductor José Paulo de Andrade
consideró que lo de Morales fue una “afrenta” a la “nación” y recomendó una
respuesta no sólo diplomática. “Ellos nos invaden” mientras “nosotros”
continuamos impasibles, gritó.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El verbo “invasión” es uno de los que más se lee y
escucha en los últimos días. “Morales invade Petrobras y nacionaliza el gas”
tituló a seis columnas el diario Folha de San Pablo en su sección Dinero, el
martes pasado. Dejando las formas diplomáticas de lado el canciller Celso Amorim
le preguntó al enésimo reportero que le pidió mano dura: “¿qué es lo que usted
quiere, que invada Bolivia y los obligue a pagar el precio que yo deseo? Ese no
es nuestro método”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La cólera mediática, salvo excepciones como la del
columnista de Folha Clovis Rossi (“Evo tiene derecho hasta a errar”), fue en
línea con el estado de espíritu de la mayor corporación patronal, la Federación
de Industriales de San Pablo, Fiesp, que, por lo demás, congrega al grueso de
los consumidores de gas boliviano. San Pablo es destinatario del 75 por ciento
de los casi 30 millones de m3 de fluido importados cada día. Paulo Skaf,
presidente de la Fiesp, calificó a la nacionalización como un “show de
pirotecnia y una demostración de populismo”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El gobierno brasileño montó un dispositivo de doble mano
ante el “supremo decreto” de Morales, del que no fue noticiado con antelación.
Mientras el presidente Lula da Silva asumió el carril negociador a la estatal
Petrobras le cupo ir al choque, amenazando llevar el caso a una corte arbitral
de Nueva York. El doble juego diplomático demuestra que el Estado brasileño no
está dispuesto a regalar nada a Bolivia. Más: luego de que Lula y Morales
dialogaron personalmente y acordaron pactar los precios, Petrobras reforzó la
línea confrontativa y emplazó a Bolivia para que resuelva el valor del gas en 45
días.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero las elites informativas y empresariales no
consienten ningún tipo de diálogo con La Paz. Para ellos es inconcebible que la
administración Lula haya reconocido a Bolivia el derecho “soberano” de retomar
la propiedad de sus recursos energéticos, algo que Brasil hizo en los años
’30.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para la Fiesp, al gobierno le falta “firmeza” en la
“defensa del interés nacional” y le sobra tolerancia hacia Morales. En el diario
Estado de San Pablo opinan igual. “El vejamen de Puerto Iguazú” es el título del
editorial principal del sábado que evalúa la cumbre del jueves pasado entre los
presidentes Lula, Kirchner, Chávez y Morales. “A Lula sólo le faltó pedir
disculpas a Morales (por lo que éste hizo)” observa el diario y remata el “Jefe
de Estado escogió el camino de la rendición”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque no hay un relevamiento sistematizado, es fácil
advertir que en la prensa brasileña predomina la idea de que Morales se volvió
un personaje antipático, un “cuervo” según un artículo de Folha de San Pablo,
que tiende a alcanzar una reprobación similar a la de Hugo Chávez. La foto de
Morales montada sobre una garrafa ilustra la tapa de la revista IstoE de esta
semana en la que se lee “El hombre que puede parar Brasil. (Morales) Humilló la
diplomacia de Lula y trajo de vuelta el fantasma del desabastecimiento de gas”.
La revista Veja toca en la misma tecla al decir que la nacionalización fue un
“robo”, pero culpa tanto al presidente boliviano como a su colega Chávez,
acusándolo de ser quien “tramó” el golpe. En rigor el venezolano, más que
Morales, es el bicho de siete cabezas de los formadores de opinión. En ese
sentido es reveladora la retórica del principal columnista de la TV Globo,
cabeza del principal multimedio brasileño. Arnaldo Jabor confiesa que nada lo
eriza tanto como la “demagogia” y el populismo”, atributos que en su opinión
encarna Hugo Chávez, al que suele comparar con “un portero de prostíbulo gay”.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080>La información contenida en el boletín es de
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color=#000080>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
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</FONT></DIV></BODY></HTML>