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<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#800000 size=4>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></EM></STRONG></DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR><FONT color=#000080>Año III - 12 de mayo 2006 - Redacción:
</FONT></FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=4>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Colombia<BR><BR>Fallo abre senda hacia
despenalización del aborto<BR><BR>Constanza Vieira</FONT></STRONG>
<BR><BR><STRONG>IPS, Bogotá, 11-5-06</STRONG><BR><BR></DIV>
<DIV align=justify>Veintisiete años después de que la parlamentaria Consuelo
Lleras radicó sin éxito un proyecto para legalizar el aborto en Colombia, la
Corte Constitucional reconoció el derecho a interrumpir el embarazo en caso de
violación, cuando esté en riesgo la vida o salud de la mujer o ante una
malformación del feto que lo haga inviable. <BR><BR>Esas fueron las mismas
causales planteadas por Lleras. El fallo incluye también casos "de inseminación
artificial o de transferencia de óvulo fecundado no consentidas", o de
"incesto". <BR><BR>La mujer tendrá que contar con un certificado médico, cuando
la interrupción esté relacionada con la salud, o deberá mediar una denuncia, en
caso de violación. <BR><BR>La respuesta de la Iglesia Católica no se hizo
esperar. En un país donde hasta las guerrillas marxistas, en armas hace 42 años,
le temen a la excomunión, el cardenal Pedro Rubiano, presidente de la
Conferencia Episcopal, anunció este jueves que la aplicaría para los cinco de
nueve magistrados de la Corte que votaron afirmativamente el fallo: el ponente
Jaime Araújo, Alfredo Beltrán, Manuel José Cepeda, Humberto Sierra y la única
mujer, Clara Inés Vargas. <BR><BR>Otros tres votaron en contra. El ex ombudsman
y presidente de la Corte, Jaime Córdoba, se había excusado por haber participado
en la elaboración del código penal vigente. <BR><BR>"Somos magistrados de una
Corte en un país laico", dijo en respuesta a Radio Caracol el vicepresidente del
cuerpo, Rodrigo Escobar. <BR><BR>"¡Le metimos un golazo a la sociedad!", gritó
jubilosa el miércoles por la noche Marta González en la oficina bogotana de la
abogada Mónica Roa, quien inició en abril de 2005 el proceso de demanda de los
incisos y artículos de la ley colombiana que disponían penas de cárcel sin
excepción para la mujer que incurriera en aborto. <BR><BR>Rodeada de feministas
y de algunos hombres que se reunieron atropelladamente en la oficina de Roa para
celebrar el fallo, González se vio a sí misma por televisión en entrevista
concedida poco antes al periodista Yamid Amat, director del noticiero televisivo
CMI. <BR><BR>Allí contó su historia esta mujer cabeza de una familia de cuatro
hijas --de 17, siete y seis años y 22 meses-- habitante de Cuba, un barrio
popular de Pereira, capital del central departamento del Risaralda.
<BR><BR>Cuando llevaba dos meses de embarazo de su hija menor, los médicos le
detectaron un tumor de cáncer uterino de dos centímetros. Un tratamiento suponía
poner fin al embarazo, y la ley colombiana le daba prelación a la vida del feto.
<BR><BR>González quería abortar clandestinamente, como lo hacen entre 350.000 y
400.000 mujeres por año en este país andino, según estimaciones no oficiales.
Pero su embarazo ya estaba registrado en el sistema de salud, y ella podía
terminar en la cárcel, o la clínica que lo practicara perder la licencia.
<BR><BR>Treinta y cuatro semanas después, el tumor ya medía ocho centímetros.
Los médicos le dicen ahora que "no hay nada que hacer", el cáncer ha hecho
metástasis y le quedan quizá meses de vida. La han pasado a tratamiento
paliativo, con psicóloga y analgésicos. <BR><BR>Pero González cree mucho en
Dios, piensa que la fe mueve montañas, y que Él decidirá hasta cuándo darle vida
para cuidar de sus cuatro hijas. Cuando ella falte, de las más chicas se hará
cargo la mayor. <BR><BR>González vive de hacer arepas (una torta de maíz típica
de muchas regiones de Colombia), asea casas de familia, y los domingos trabaja
como camarera en un hotel. <BR><BR>Ahora espera que a una amiga suya de 23 años,
con dos meses de embarazo, un hijo y el mismo cáncer, se le permita abortar.
<BR><BR>Treinta por ciento de las colombianas que alguna vez estuvieron
embarazadas han recurrido al aborto, y la proporción aumenta a 44 por ciento en
menores de 19 años, según el Centro de Investigación sobre Dinámica Social de la
Universidad Externado de Colombia. <BR><BR>El Ministerio de Protección Social
reconoce el aborto como la tercera causa de mortalidad materna, con 17 por
ciento de los casos. Pero son las mujeres de bajos recursos las que suelen poner
en riesgo su vida por abortar en lugares sin condiciones higiénicas adecuadas y
por personas sin formación médica. <BR><BR>Reducir en tres cuartos la mortalidad
materna entre 1990 y 2015 forma parte de los ocho Objetivos de Desarrollo del
Milenio a los que Colombia se comprometió, como el resto de la comunidad
internacional, en septiembre de 2000. <BR><BR>El Estado no lleva la estadística
de las mujeres que se hubieran podido salvar de la muerte de haber abortado para
recibir un tratamiento, como González. Cuando ella muera, su deceso quedará
registrado como causado por el cáncer. <BR><BR>En el plano continental, este
país era hasta el miércoles "uno de los más retrógrados, junto con Chile y El
Salvador, que no tienen ninguna excepción en la penalización del aborto", dijo a
IPS la abogada Roa, de Women's Link Worldwide (Enlace Internacional de Mujeres)
una joven organización con sedes apenas en Madrid y Colombia. <BR><BR>"Nuestras
antecesoras feministas fueron muy exitosas en lograr que los derechos de las
mujeres estuvieran reconocidos en tratados internacionales y en las
constituciones, pero nosotras creíamos que había que dar el paso siguiente:
trabajar con las personas encargadas de que esos derechos afecten realmente la
vida de las mujeres, que son los jueces. Esa es la razón por la cual nos
interesa mucho llevar casos ante tribunales", explicó. <BR><BR>Roa cree a pie
juntillas que la Corte Constitucional no falla siguiendo índices de popularidad
y en cambio sí lo hace por argumentos "jurídicamente relevantes", como los que
ella presentó. <BR><BR>"Los argumentos constitucionales eran clarísimos desde el
comienzo", subrayó. <BR><BR>Sin embargo, "la Corte se siente más cómoda en dar
una decisión" ante el respaldo de las encuestas, según las cuales, en promedio,
54 por ciento de los colombianos apoyan la despenalización en estos casos.
<BR><BR>En el proceso de poco más de un año desde que Roa presentó el caso ante
la Corte Constitucional, obtuvo el apoyo de la Procuraduría (ministerio
público), la Defensoría del Pueblo (ombusdman) y la Academia Nacional de
Medicina. <BR><BR>El Ministerio de Protección Social cambió, en ese lapso, un
concepto negativo inicial presentado a la Corte que invocaba los derechos del
feto y las razones de la Iglesia Católica, por otro favorable, que reconoció el
aborto clandestino como un problema de salud pública. <BR><BR>En mayo de 2005,
85 por ciento de la opinión pública consultada en encuestas estaba en contra de
cualquier forma de despenalización del aborto. <BR><BR>"Ese cambio en el
pensamiento de la opinión pública colombiana es el resultado de que los mensajes
llegaron. Que supimos separar el debate moral del debate de salud pública y de
derechos humanos que queríamos dar", agregó Roa. <BR><BR>No fue fácil. Desde
mediados de los años 70, el debate siempre había sido religioso "y la fuente de
los periodistas siempre era el monseñor de turno. Romper con eso fue, para los
medios, no difícil, pero sí fue pensado. Fue toda una estrategia", reconoció.
<BR><BR>Hace un año, los periodistas "le consultaban a monseñor. Pero a medida
que fue pasando el tiempo, lo hacían cada vez menos", dijo Roa. <BR><BR>En
abril, el episcopado de este país de fuerte raigambre católica sacó en procesión
contra el aborto a una de las imágenes más veneradas, una copia del célebre Niño
Jesús de Praga, conocido aquí como el Divino Niño. <BR><BR>La enorme muchedumbre
que se agolpó para ver pasar la imagen debió hacer palidecer de envidia, sin
excepción, a todos los candidatos presidenciales que someterán su nombre en las
elecciones del 28 de mayo. <BR><BR>Antes de las elecciones parlamentarias de
marzo, la jerarquía católica había advertido a sus feligreses que debían votar
en contra de los políticos que promovieran el derecho al aborto. <BR><BR>"La
Iglesia está en su derecho de influir sobre la esfera privada de los católicos,
pero la demanda constitucional interpuesta corresponde a la esfera pública,
donde el Estado está en la obligación de garantizar el acceso y ejercicio de sus
derechos a todas y cada una de las ciudadanas y ciudadanos", advirtió entonces
Roa en un escrito enviado a IPS. <BR><BR>La abogada también consideró ilegal una
campaña promovida en centros educativos dirigidos por religiosos, en la que se
presionaba a niños, incluso de seis y siete años, a enviar cartas y dibujos a la
Corte Constitucional en contra de "las mamás que quieren asesinar a sus
hijitos". <BR><BR>¿Qué sigue ahora? "Que la decisión de la Corte no se quede en
el papel. Asegurarnos de que el Ministerio de Protección Social siga
comprometido con el tema y pase una reglamentación que garantice realmente el
acceso de las mujeres al servicio", según Roa. <BR><BR>También, "que las mujeres
sepan qué hacer, que las obligaciones queden claras para los diferentes actores
que están involucrados en el proceso, (...) que las reglas del juego sean claras
para que la decisión de la Corte realmente afecte positivamente la vida de las
mujeres", puntualizó la jurista feminista. </DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><EM><FONT color=#000080>La información contenida en
el boletín es de fuentes propias, sitios web, medios periodísticos, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones políticas de izquierda. Los
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Prensa. Suscripciones, Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
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color=#000080>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A> </DIV>
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