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<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#800000 size=4>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></EM></STRONG></DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR><FONT color=#000080>Año III - 16 de mayo 2006 - Redacción:
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size=4>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
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size=3>Brasil</FONT></STRONG></SPAN></DIV>
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class=marron_titulo_big><STRONG><FONT size=3>Crimen organizado aterroriza a São
Paulo</FONT></STRONG></SPAN><BR><SPAN class=marron></SPAN></FONT></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3><FONT size=2><STRONG><SPAN class=marron>Mario
Osava</SPAN> </STRONG></FONT></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3><FONT size=2><STRONG>IPS,
15-5-06</STRONG></FONT></FONT></DIV>
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href="http://www.ipsnoticias.net/"><STRONG>http://www.ipsnoticias.net/</STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><FONT size=3><FONT size=2><BR></FONT><SPAN class=texto1><FONT
size=2><STRONG>Por lo menos 81 muertos, 39 de ellos policías, rebeliones en 83
presidios, 56 autobuses incendiados y ocho bancos damnificados aterrorizaron a
la sureña São Paulo y a otras ciudades en los tres últimos días de la más
violenta demostración de poder del crimen organizado en Brasil.
<BR><BR></STRONG>Fueron más de 180 ataques del denominado Primer Comando de la
Capital (PCC), grupo que se organizó desde las cárceles del meridional estado de
São Paulo y que ya había protagonizado una demostración de fuerza cinco años
atrás, promoviendo motines en 24 unidades carcelarias. <BR><BR>El pánico
paralizó parcialmente a la mayor ciudad de Brasil este lunes. Dejaron de
circular casi un tercio de los 15.000 autobuses que constituyen el principal
medio de transporte colectivo en São Paulo, por los ataques a esos vehículos
sobre todo en la zona sur de la ciudad. Las escuelas y una parte del comercio
también interrumpieron sus actividades. Un aeropuerto estuvo inactivo por dos
horas, ante amenazas de bombas. <BR><BR>La ola de rebeliones de presos se
extendió el domingo a 10 presidios de los vecinos estados de Paraná y Mato
Grosso do Sul, pero las autoridades locales lograron controlarlas este lunes,
dejando como resultado cuatro reclusos muertos por sus pares e instalaciones
destruidas. <BR><BR>El último balance de la Secretaría de Seguridad Pública del
estado de Sao Paulo, a media tarde, apuntaba 36 muertos entre sus agentes, 22 de
ellos policías militares, ocho carceleros y seis policías civiles. La lista de
muertos incluye también tres guardias municipales, cuatro civiles y 38 presuntos
delincuentes caídos en confrontaciones con uniformados, además de 49 heridos.
<BR><BR>Pero las informaciones no confirmadas oficialmente dan cuenta de por lo
menos 15 presos muertos, siete asesinados por otros reclusos y ocho asfixiados
por el humo de colchones incendiados en una cárcel. <BR><BR>De los 73 presidios
amotinados, la mitad de los existentes en el estado paulista, un tercio
permanecía en manos de los presos hasta mitad de la tarde de este lunes, con más
de cien rehenes, entre carceleros y familiares que hacían visitas el domingo,
Día de las Madres. <BR><BR>Este brote de violencia criminal, con motines
carcelarios y ataques externos, tiene un carácter distinto de las sublevaciones
anteriores organizadas por reclusos que reclamaban mejores condiciones de las
prisiones, protestaban contra la superpoblación carcelaria, torturas y falta de
asistencia jurídica y sanitaria, dijo a IPS Heidi Cerneka, coordinadora de la
Pastoral Carcelaria de la Iglesia Católica en São Paulo. <BR><BR>Esta vez, con
tantos asesinatos y la violencia que traumatizó a millones de personas, no se
puede decir que se trate de una lucha por derechos, pues se trató de una
"demostración de poder", una respuesta al gobierno estadual por haber trasladado
a 756 presos considerados dirigentes del PCC a un presidio de seguridad máxima
en Presidente Venceslau, pequeña ciudad a 600 kilómetros de São Paulo, estimó
Cerneka. <BR><BR>Las autoridades, al parecer, tenían conocimiento de que una
gran rebelión carcelaria estaba programada para el domingo y trataron de
desarmar la operación, trasladando a sus líderes. La reacción fue la ola
ampliada de ataques y motines, para mostrar el poder del grupo ante el Estado y
su capacidad de tomar represalias a las medidas gubernamentales. <BR><BR>"Nada
justifica tanta violencia, tantas muertes y la diseminación del terror en la
sociedad", según Cerneka, cuya función le permite conocer bien la situación de
los encarcelados, la violencia que sufren y las condiciones sociales, de
pobreza, de desempleo y de falta de asistencia a la salud, que aumentan la
criminalidad y la cantidad de detenidos. <BR><BR>La Pastoral Carcelaria tiene
cerca de 1.400 agentes que prestan asistencia a la enorme población de reclusos
del estado de São Paulo. <BR><BR>Ese estado concentra casi 40 por ciento de los
detenidos del país, cuya cantidad crece peligrosamente desde los años 80. Son
cerca de 140.000 presos en más de 140 prisiones en el estado de 37 millones de
habitantes, un quinto de la población nacional y la economía más rica del país.
<BR><BR>El gobernador paulista Claudio Lembo rechazó la ayuda del gobierno
nacional, asegurando que tenía la situación "bajo control" de la policía militar
y civil estadual. Pero la ofensiva del crimen organizado atemorizó a los
policías con los asesinatos de varios agentes en ataques personales, en general
cuando estaban en días libres. Las acciones contra autobuses y bancos buscaron
paralizar la capital por el terror. <BR><BR>Curiosamente, todo el poder
demostrado por los delincuentes no se aplica para liberar a los detenidos, sino
para protestar contra el traslado de sus líderes a prisiones más seguras y
alejadas de la capital. <BR><BR>Al reunir gran cantidad de condenados, las
prisiones han cumplido un papel importante en la organización de la delincuencia
en Brasil. Las nuevas tecnologías de comunicación, especialmente los teléfonos
celulares, permiten a los grupos organizados coordinar sus acciones bajo órdenes
de sus jefes encarcelados. <BR><BR>El celular es "más peligroso que una arma",
según un jefe policial de São Paulo que reclamó de las autoridades el bloqueo de
toda la comunicación por teléfonos móviles en las áreas cercanas a los
presidios, como forma de impedir la acción del crimen organizado. <BR><BR>El
PCC, la mayor "facción criminal" de São Paulo, estaría comandado por Marcos
Camacho, alias Marcola, detenido varias veces desde los años 80, y quien cumple
desde 1999 una condena de 22 años de prisión por asaltos.
</FONT></SPAN></FONT></FONT><FONT face=Arial size=2></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><EM><FONT color=#000080>La información contenida en
el boletín es de fuentes propias, sitios web, medios periodísticos, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones políticas de izquierda. Los
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Prensa. Suscripciones, Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain@chasque.net"><STRONG><EM><FONT
color=#000080>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A> </DIV>
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