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<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#800000 size=4>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></EM></STRONG></DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR><FONT color=#000080>Año III - 8 de julio 2006 - Redacción:
</FONT></FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=4>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>México</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Una crisis constitucional
</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Adolfo Gilly</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>La Jornada, México,
8-7-06</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>Lo que en la noche del 6 de julio pudimos ver por televisión
fue inolvidable. El locutor Joaquín López Dóriga hizo una larga entrevista al
candidato presidencial del PAN, Felipe Calderón, como si fuera el presidente
electo, cuando éste todavía no ha sido calificado como tal por el Tribunal
Federal Electoral y está impugnado por su adversario, el igualmente candidato
presidencial Andrés Manuel López Obrador, que obtuvo una votación casi igual a
la de Calderón. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Televisa, el superpoder al cual hace unos meses todos los
partidos le regalaron la más graciosa concesión, hizo saber a decenas de
millones de espectadores a quién consagra como presidente y a quién no. En buen
mexicano, esto se llama albazo (o, también, pago de favores recibidos). </DIV>
<DIV align=justify><BR>Nada está claro en este proceso electoral. En un universo
de 41.5 millones de votantes sobre un total de 71 millones de electores
empadronados, decidir quién va a ser presidente de México por una diferencia de
240 mil votos (medio punto porcentual, menos de dos votos por casilla), sin
atender los reclamos ni las impugnaciones de nadie, es jugar la República a una
nueva aventura. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, dice que la
democracia consiste en que gana quien tiene más votos, aunque la diferencia sea
mínima. Precisamente: lo que está en discusión es si esa tan pequeña diferencia
es real o es producto de manipulación o fraude. Esta duda no existió en el 2000,
cuando Fox aventajó a Labastida con 42 por ciento de los votos contra un 38 por
ciento, es decir, cuatro puntos porcentuales y veinte votos por casilla de
diferencia entre ambos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En una situación como la presente es totalmente legítimo
-hasta obligatorio- disipar todas las dudas sobre cifras tan cerradas, haciendo
un conteo voto por voto y casilla por casilla, bajo estricta vigilancia de
observadores imparciales. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Si Felipe Calderón está tan seguro de su mayoría como
dice, lo más lógico sería que él mismo aceptara el conteo para quitar toda duda
sobre la legitimidad de su mandato, avalado apenas por 244 mil votos de ventaja
sobre 41.5 millones de electores, según dice el IFE. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Es una situación de excepción y como tal es preciso
recurrir a medidas legales excepcionales. ¿Cuál es el problema para Calderón si
el conteo confirma o aumenta esa diferencia y, al legitimar la elección hasta el
fin, deslegitima de paso a sus impugnadores? </DIV>
<DIV align=justify><BR>Si así comienza por imponerse el candidato al cual
Televisa concede la investidura presidencial (faltó nomás que López Dóriga, cual
en su tiempo hizo Socorro Díaz con Salinas, le pusiera la banda tricolor), dura
va a ser su jornada y la nuestra. Calderón y su partido, entre las muchas cosas
que ignoran, parecen no haberse dado cuenta del movimiento profundo de la
sociedad mexicana, adverso al PAN y al PRI, que esta elección registró. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En 2000 el PAN ganó la elección presidencial con el 42
por ciento de los votos. Esta vez su candidato obtuvo sólo el 35.89 por ciento.
En 2000 el PRI obtuvo el 38 por ciento de los votos, cuatro puntos por debajo de
Fox pero dos puntos más que Calderón en 2006. Ahora el PRI logró apenas el 22.26
por ciento, es decir, una caída libre de 17 puntos porcentuales. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En 2000 el PRD obtuvo el 17 por ciento de la votación. En
2006 logró el 35.31 por ciento, un vertiginoso aumento de 18 puntos
porcentuales, que le permitió igualar (y tal vez, no lo sabemos, superar) la
cifra obtenida por el PAN y con la cual éste pretende gobernar a todo México sin
más ni más. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Tras la candidatura de López Obrador se ha registrado,
como estaba previsto, una marea electoral de pueblo. Ese apoyo popular ha hecho
ganar puestos electivos a políticos que por sí solos habrían logrado tantos
votos como Roberto Campa. Ignorar ese desplazamiento masivo del electorado es,
vuelvo a decirlo, una aventura. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero si Calderón, como se está viendo, no cede en su
empecinamiento; y si el TEPJF, como es permisible colegir, termina negando el
conteo y alineándose con Televisa en la elección presidencial, a López Obrador,
el PRD y sus aliados les queda un recurso totalmente legal y constitucional.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>En tal caso, y con las indispensables pruebas de la
manipulación o del fraude que denuncian, el PRD y sus aliados pueden impugnar
toda la elección por la vía de los hechos jurídicos: si la votación presidencial
ha sido manipulada y sus cifras son falsas, las de todas las otras elecciones
concomitantes (seis papeletas en total) también lo son. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En consecuencia, tienen el recurso y el derecho legales
de no tomar posesión de sus cargos (senadores, diputados, jefe de Gobierno,
jefes delegacionales, asambleístas) hasta que un conteo imparcial conceda
credibilidad y legitimidad a la elección de presidente. Y a ver cómo le hacen
para gobernar si quienes fueron elegidos por esa marea electoral no aceptan
someterse a las manipulaciones y las trampas. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Es un recurso extremo, legal, inatacable y no violento.
Se llama crisis constitucional, que es precisamente el punto en el cual estamos.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por eso, pienso, el candidato del PRD para la ciudad de
México tendría que haber declarado en suspenso la aceptación de su constancia
como jefe de Gobierno de esta ciudad hasta que se dilucide la elección
presidencial. El festejo realizado sin atender a lo que está ocurriendo con esta
elección me parece impropio. Y lo mismo digo para otros cargos electivos
resultantes de estos comicios. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Para que el pueblo sienta que puede movilizarse a fondo
en defensa de su voto, de sus derechos ciudadanos y de sus candidatos, tiene que
ver que éstos están convencidos, se empeñan en la lucha con el mismo vigor y, de
verdad, se la juegan con ese pueblo que los votó. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Lo demás es humo de palabras, negociación de trastienda y
amargo desaliento de quienes, una vez más, creyeron. </DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Estarán dispuestos los electos del PRD y sus aliados a
ponerse a la cabeza de la protesta popular y, como prenda, poner sus constancias
de mayoría sobre la mesa? Es lo que nunca quisieron hacer, salvo alguna aislada
excepción, los electos del FDN en 1988. ¿Están dispuestos los electos del 2006,
con el respaldo de la indignación y también la amargura popular, a jugársela en
serio? </DIV>
<DIV align=justify><BR>Lo que haya de verse, se verá. Pero si no se ve, como en
la campaña no se vio, después no digan que el pueblo no responde.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080>La información contenida en el boletín es de
fuentes propias, sitios web, medios periodísticos, redes alternativas,
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firmados no comprometen la posición editorial de Correspondencia de Prensa.
Suscripciones, Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
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color=#000080>germain@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>