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<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#800000 size=5>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></EM></STRONG></DIV>
<DIV align=center><FONT size=4><STRONG><EM><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR>Año III - 21 de agosto 2006 - Redacción: </EM></STRONG></FONT><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><FONT
size=4><STRONG><EM>germain5@chasque.net</EM></STRONG></FONT></A></DIV>
<DIV align=center>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Paraguay</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Plataforma para la hegemonía
continental</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><STRONG><BR><FONT size=3></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Raúl Zibechi</FONT></STRONG>
<STRONG><FONT size=3>*</FONT></STRONG><BR><BR><BR><STRONG>Programa de las
Américas del International Relations Center (IRC)</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.ircamericas.org"><STRONG>www.ircamericas.org</STRONG></A><BR><BR></DIV>
<DIV align=justify><BR>Paraguay es un Estado fallido (failed state, en inglés)
según la definición de Washington. Se trata de uno de los 50 estados del mundo
que “carecen de legitimidad política y que no garantizan ni la seguridad ni los
derechos como tampoco el acceso a bienes para la mayoría de sus ciudadanos” 1.
Aunque este tipo de estados son una de las principales fuentes de preocupación,
e intervención, de Washington—ya que se presume son espacios idóneos para el
tráfico ilícito de armas y drogas, y para la instalación de redes terroristas—se
suele dejar de lado que su existencia es producto de siglos de colonialismo e
imperialismo agravados recientemente por las políticas neoliberales que
debilitaron aún más los estados nacionales. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Algunas de las principales prioridades del Comando Sur
confluyen, entre otros, en un país como Paraguay. En particular el segundo de
sus objetivos consiste en asegurar que “los países ejerzan soberanía sobre su
territorio” y que consigan “dominar espacios no gobernados” 2. Ello resulta
clave para poder cumplir con las otras prioridades: asegurar los flujos de
energía y proteger las infraestructuras críticas; asegurar que los países tengan
voluntad de participar en “operaciones combinadas” como acciones
antiterroristas, operaciones de paz y de asistencia humanitaria; impedir que
apoyen a organizaciones terroristas; y que se fortalezcan gobiernos estables en
el continente. Este conjunto de prioridades cobra especial importancia en un
momento signado por el declive de la superpotencia y la emergencia de gobiernos
latinoamericanos—progresistas y de izquierda—que tienen como uno de sus
objetivos primordiales despegarse de la tutela de Washington y emprender rumbos
independientes. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Un escenario
estratégico</FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>El Comando Sur establece como prioridad número uno el
acceso a las fuentes de energía. Al haber ingresado el planeta en la curva
descendente de recursos como petróleo y gas, cobra especial relevancia el acceso
directo a otros potenciales recursos que implican una gama muy amplia: desde la
biodiversidad y el agua hasta cultivos como la soja que pueden llegar a
sustituir parcialmente al petróleo como fuente de energía. La política de
“comercio y seguridad” diseñada por la Casa Blanca como sustituto de la doctrina
de “seguridad nacional”, busca abordar este dilema. Sin embargo, la seguridad es
una definición amplia y abarcativa, incluyendo no sólo al terrorismo sino a los
potenciales desafíos que puedan surgir. Es en este sentido en el que Paraguay
cobra una dimensión especial. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El pequeño país sudamericano (406 mil kilómetros
cuadrados, 6 millones de habitantes, abundantes recursos hídricos y energéticos
y una situación geopolítica estratégica 3), resulta clave para los equilibrios
regionales. Como miembro del Mercosur, es una cuña geográfica y política entre
Argentina y Brasil. Ambos países tuvieron una presencia determinante en Paraguay
desde la guerra de Triple Alianza (1865-1870) 4, estando muy cerca de los ricos
yacimientos de hidrocarburos del sur de Bolivia y con un acceso privilegiado a
la Triple Frontera (Brasil, Argentina, Paraguay). De alguna manera, el control
de Paraguay ha sido definido como la “bisagra” de América del Sur y forma parte
del tercer escenario en importancia para el Comando Sur, luego de Haití y
Colombia. Para “disciplinar los comportamientos regionales… los mandos militares
de Estados Unidos están interesados en tener posiciones seguras y permisivas en
esta zona, que además de su riqueza natural es vista como cuña para desactivar
cualquier proyecto entre Argentina y Brasil que prescinda de la mediación de
Estados Unidos” 5. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En este sentido, los cambios que se vienen registrando en
el continente desde comienzos del siglo XXI, han realzado el valor estratégico
del Paraguay. La cooperación entre Argentina y Brasil, que abarca los terrenos
económico, político y militar, es fuente de preocupaciones para la Casa Blanca.
El presidente del Círculo Militar de Brasil, general Luiz Gonzaga Lessa, señaló
al semanario Brasil de Fato (23 junio 2006) que las fuerzas armadas, que
históricamente estaban orientadas hacia el sur ante la hipótesis de conflicto
con Argentina, en los últimos años fueron reorientadas hacia el norte, “sobre
todo hacia Colombia”. Ahora, el desembarco estadounidense en Paraguay abre un
flanco en la retaguardia brasileña, forzándola a atender dos frentes igualmente
estratégicos 6. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Resumiendo: Paraguay es un Estado débil, incapaz de
asegurar el control de una zona estratégica y enfrentado, como veremos, a
fuertes movimientos de campesinos sin tierra que tiene grandes dificultades para
contener; cuenta con importantes reservas hídricas y energéticas; y es un punto
neurálgico para el control de una región que es visualizada como clave para
asegurar la hegemonía global de los Estados Unidos. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Militarización
interna</FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>En paralelo, Paraguay vive un proceso de militarización
interna focalizado en las áreas rurales. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
La sociedad paraguaya vivió tres largas décadas de dictadura militar (1954-1989)
encabezada por Stroessner, “descendiente de alemanes, admirador del nazismo y
protector de criminales de guerra escapados de Europa” 7. La dictadura contó
siempre con el apoyo de Estados Unidos en virtud de su persecución a los
partidos de izquierda y a los movimientos sociales. El régimen se apoyó en el
Partido Colorado, que durante décadas mantuvo un control estricto de la
sociedad, desde el gobierno central hasta los gobiernos departamentales y
municipales, tejiendo una amplia red de control social que llegaba a todos los
intersticios de la sociedad. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Con el fin de la dictadura creció la politización y la
participación social y se expandieron los movimientos, sobre todo en las áreas
rurales y, con ello, retrocedieron la militarización clásica y sobre todo la
omnipresencia de un Partido Colorado cada vez más deslegitimado. Vale señalar
que el poder político y el latifundismo están fuertemente relacionados y, a la
vez, estrechamente vinculados a los negocios ilegales de tipo mafioso. En
Paraguay coexisten cuatro grupos de poder: los intereses del capital
transnacional de los cuales los cultivadores de soja son una extensión
(estrechamente ligados a las empresas Cargill y Monsanto); los latifundistas;
los narcos, que controlan extensos territorios donde cultivan marihuana y
trafican insumos para la cocaína; y los “pseudo empresarios” (llamados
empresaurios) que forman parte o se benefician del gobierno 8. No existe un
verdadero empresariado, toda vez que nunca hubo un proceso de industrialización
como en la mayor parte de los países sudamericanos, en tanto los empresaurios se
benefician de licitaciones de obras públicas amañadas, el contrabando y del
desvío de fondos públicos 9. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La militarización y paramilitarización del campo
paraguayo están vinculadas al ascenso del movimiento campesino y a la ampliación
de los cultivos de soja, que no crecen sobre las tierras de los latifundistas
sino del pequeño campesino. La soja transgénica comenzó a expandirse en el ciclo
agrícola 1999-2000. Se trata de la segunda oleada de agricultura intensiva; la
primera se había registrado en los 70, con el ingreso de agricultores brasileños
que expandieron la frontera de la soja tradicional desde los estados del sur de
Brasil. El sociólogo paraguayo Tomás Palau asegura que “sin disponibilidad de
tierras fiscales, la frontera de la soja se expande sobre tierras campesinas,
sobre campos ganaderos reconvertidos y sobre lo que resta de monte” 10. La
progresión de cultivos es asombrosa. En 1995 se cultivaban 800 mil hectáreas de
soja; en 2003 se llegó a 2 millones. En el mismo período la producción pasó de
2,3 millones de toneladas a 4,5 millones. Pero en la misma década la extensión
de los cultivos de algodón—de los que viven los pequeños y medianos
campesinos—cayó un 20%, mientras el volumen de producción se redujo a la mitad.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Palau considera que la explosión sojera tuvo dos efectos:
los ambientales , que se agravaron por la desaparición de los últimos bolsones
de bosques en la región Oriental y por el uso indiscriminado de herbicidas y
pesticidas; y los sociales , que “resultan dramáticos en un país que venía
sufriendo un acelerado proceso de empobrecimiento y que ahora debe asistir a una
expulsión masiva de familias campesinas de sus tierras”. El 25% de los
campesinos paraguayos vive en la indigencia. El país sufrió así, según Palau,
una triple pérdida de soberanía: “Depende de las exportaciones de un solo
producto (soja) cuyas semillas serán proveídas por una sola empresa (Monsanto)”;
pierde soberanía territorial, ya que grandes extensiones son adquiridas por
extranjeros, en particular brasileños, los llamados “brasiguayos”; y también una
pérdida de soberanía alimentaria, porque el monocultivo sustituye la diversidad
de cultivos de subsistencia de las familias campesinas. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En los años 90, a medida que se intensifica la lucha
campesina por tierra, los hacendados agrupados en la Asociación Rural comenzaron
a crear grupos armados. “En 1996, cuando arreciaban las ocupaciones campesinas,
crearon una organización paralela, la Comisión de Defensa de la Propiedad
Privada, que en realidad encubría una organización paramilitar” 11. En 2002 la
Federación Nacional Campesina contabilizaba 36 muertos entre sus asociados,
siendo 20 de ellos a manos de civiles armados y el resto por la policía en
cortes de rutas y desalojos 12. Ese año el movimiento social, cuya columna
vertebral es el movimiento campesino, había conseguido frenar las
privatizaciones gracias a potentes movilizaciones nacionales encabezadas por la
MCNOC (Mesa Nacional Coordinadora de Organizaciones Campesinas) y la FNC
(Federación Nacional Campesina) que durante un tiempo confluyeron en el Congreso
Democrático del Pueblo (CDP). </DIV>
<DIV align=justify><BR>Con el ascenso a la presidencia de Nicanor Duarte Frutos,
en agosto de 2003, se produce una inflexión que se resume en una contraofensiva
neoliberal, el acercamiento a Estados Unidos y la militarización de la protesta
social. Ese año el gobierno emitió el decreto 167 que “autoriza a las fuerzas
armadas a actuar en tareas de seguridad interna, en colaboración con la policía
nacional” 13. En noviembre de 2004 el gobierno decide sacar a los militares a
las zonas rurales para contener la ola de ocupaciones de campesinos sin tierra.
En febrero de 2005 se crearon 18 nuevos destacamentos militares en el interior
del país, especialmente en los departamentos de San Pedro, Concepción, Caazapá y
Guairá, que es precisamente la zona de mayor presencia de las organizaciones
campesinas 14. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En este período y bajo el mando del Ministerio del
Interior, se crean los Consejos de Seguridad Ciudadana, que operan
prioritariamente en las áreas rurales. Tienen una estructura piramidal: cada
grupo de unos 20 miembros tiene un jefe (según denuncias estarían integrados por
miembros del Partido Colorado y delincuentes); luego un Consejo Distrital, un
Consejo Departamental y finalmente un Consejo Nacional que depende del
Ministerio del Interior. En estos momentos, según afirman las organizaciones
campesinas, los cuerpos paralelos de seguridad, verdaderos grupos paramilitares
armados por el Estado y promovidos por grandes hacendados y plantadores de soja,
tendrían unos 22 mil integrantes. Las fuerzas de seguridad estatales cuentan con
9 mil miembros de la Policía y 13 mil de las fuerzas armadas, lo que permite
concluir que los Consejos de Seguridad Ciudadana tienen tantos hombres en armas
como la suma de los dos principales cuerpos estatales. Según los datos recogidos
por la Misión Internacional de la CADA (Campaña por la Desmilitarización de las
Américas), unos y otros reciben entrenamiento de miembros del Comando Sur. “Los
empresarios sojeros se valen de una empresa denominada Guardias Rurales S. A.
para realizar las expulsiones y apoderarse de las tierras campesinas, a tal
punto que se habla de ‘zonas liberadas' donde las fuerzas del Estado no
intervienen” 15. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Una muestra del talante del presidente Duarte Frutos se
desprende de sus palabras pronunciadas el 30 de septiembre de ese año, cuando
recorrió siete asentamientos de campesinos sin tierra en el departamento de San
Pedro, una de las zonas más conflictivas del país. Les dijo que debían dejar de
invadir tierras porque de lo contrario sufrirían las consecuencias: “Va a venir
alguien a violar a sus mujeres e hijas y tendrán que callarse. Les darán de
beber de su mismo remedio, la violencia” 16. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Todo indica que campesinos e indios son una molestia a
erradicar, ya que su presencia estorba los negocios empresariales y los planes
de dominación imperial. En 1989 la población rural era el 67% de la población
total del Paraguay, habiendo descendido a sólo el 49% en 2002 y aproximadamente
al 47% en 2006. Por primera vez en su historia, la mayoría de los paraguayos
viven en ciudades. O, mejor dicho, se hacinan en el cinturón pobre e inundable
de Asunción, donde han sido expulsados por el monocultivo de soja. Más aún: 120
personas se van por día del país; un millón y medio viven actualmente en
Argentina. Según Tomás Zayas, dirigente de la Central Nacional de Organizaciones
Indígenas y Populares (CENOCIP), el Banco Mundial aspira que para el año 2015 la
población rural se ubique en el entorno del 10-12%, “para poder producir soja y
caña dulce como sustitutos del petróleo” 17. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Presencia militar
estadounidense</FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>El 5 de mayo de 2005 el Congreso convirtió en ley 2594 la
petición del embajador de los Estados Unidos para el ingreso de tropas con
inmunidad similar a la que gozan los diplomáticos de ese país. El texto de la
ley señala que se “otorgará igualmente la importación y/o exportación, así como
exención de inspección e impuestos locales para los productos”, y que el
gobierno de Paraguay y el de Estados Unidos “renuncian recíprocamente a
cualquier reclamo que cualquiera de las Partes pudiera tener con la otra por
daño personal, lesión o muerte de sus personales civiles o militares” 18. El
acuerdo firmado prevé el desarrollo de 13 misiones conjuntas entre el 1 de julio
de 2005 y el 31 de diciembre de 2006. El objetivo es capacitar a los militares
paraguayos en el combate contra el terrorismo y el narcotráfico, ya que se aduce
que las FARC tendrían actividades en el país a través del grupo Patria Libre y
que existen actividades de narcotraficantes. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El 1 de julio desembarcaron en Paraguay 400 marines del
Comando Sur 19. Pocos días después la prensa paraguaya aseguró que el FBI se
instalará en ese país, cosa que podría efectivizarse recién en 2007 20. En julio
comienzan los primeros ejercicios militares consistentes en instrucción a
militares paraguayos en lucha antiterrorista y antidrogas. Hacia fines de julio
comienzan los primeros operativos médicos (conocidos como Medrete, Medical
Readiness Education and Training Exercises) a cargo de militares
estadounidenses. El embajador en Asunción, John F. Keane, niega que su país
pretenda establecer una base militar en Paraguay. Hacia el 27 de julio, mientras
46 militares estadounidenses realizaban un operativo de atención médica cerca de
la frontera con Brasil, el ejército de ese país movilizó 300 paracaidistas que
simularon la toma de la represa de Itaipú en un operativo “relámpago”
considerado por la prensa como “una sugestiva demostración de fuerza” que
calificaron como “sin precedentes” 21. El 17 de agosto Donald Rumsfeld llegó a
Asunción y se entrevistó con el gobierno paraguayo, asegurando que se trata de
un “gobierno serio que apuesta a la democracia”, pero se mostró preocupado por
la “inestabilidad regional” 22. Un día antes, el subsecretario adjunto del
Tesoro para la lucha contra el financiamiento del terrorismo, Daniel Glaser,
aseguró que “hay financiamiento del terrorismo en la Triple Frontera” 23. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La presencia militar permanente de Estados Unidos en
Paraguay consiste en pequeños grupos de alrededor de 50 militares , que
permanecen algunas semanas o meses, salen e ingresan otros. El aeropuerto
militar de Mariscal Estigarribia, construido en los años 80 con ayuda de los
Estados Unidos, no es hoy una base militar de ese país. La pista de aterrizaje
tiene 3.800 metros de largo y 70 metros de ancho, es la más grande del país y
está preparada para recibir grandes aeronaves como los Galaxy y B-52. En la
población, en el corazón del despoblado Chaco, viven apenas dos mil personas de
las cuales 300 pertenecen al Tercer Cuerpo del Ejército paraguayo. No obstante
la base puede ser operativa en cualquier momento. Es cercana a las provincias
argentinas de Salta y Formosa y está apenas a 250 kilómetros de los yacimientos
de hidrocarburos de Bolivia. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo, todo indica que Estados Unidos busca
posicionarse en la Triple Frontera. Muchos funcionarios de ese país vienen
señalando desde la década de 1990 que es un lugar “peligroso”. En octubre de
2005, el director del FBI, Robert Muller, afirmó en Asunción que en la Triple
Frontera existen actividades de “recaudación de fondos, que en ciertas
circunstancias se podrían utilizar para financiar actividades terroristas en
diferentes partes del mundo” 24. En junio de 2006 el general John Craddock, jefe
del Comando Sur, realizó una visita de inspección a la Triple Frontera.
Finalmente, el 12 de junio la Cámara de Representantes de los Estados Unidos
aprobó, a instancias de la diputada republicana Ileana Ros-Lehtinen, la
presentación ante la OEA de un proyecto para “la conformación de una fuerza
antiterrorista para controlar la región” de la Triple Frontera, que incluye las
ciudades Foz de Iguazú (Brasil), Puerto Iguazú (Argentina) y Ciudad del Este
(Paraguay) 25. Aunque el proyecto aún no cuenta con sanción del Senado, en las
consideraciones se menciona que cerca de 30 mil libaneses viven en la Triple
Frontera y que pueden conseguir fondos para Hamás y Hezbollá. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Ayuda humanitaria</FONT></STRONG>
</DIV>
<DIV align=justify><BR>La mayor parte de los “operativos” que realizan las
tropas estadounidenses en Paraguay son de carácter “humanitario” y se realizan
en la zona de mayor presencia de movimientos campesinos, en la franja de los
departamentos de Concepción, San Pedro, Caaguazú, Itapuá, Alto Paraná y
Misiones. Los operativos Medrete dependen del Comando Sur que integra unidades
de entre 15 y 30 profesionales militares en salud para prestar atención médica,
odontológica y oftamológica en regiones remotas o no atendidas por los estados.
En 2001 el Comando Sur realizó más de 70 operativos Medrete atendiendo a unas
200 mil personas 26. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En Paraguay se desarrollan operativos Medrete—antes se
realizaron los Nuevos Horizontes—en comunidades rurales pobres. Pero estas
acciones son rechazadas por los movimientos campesinos que objetan varios
aspectos: <BR>1. Por el convenio de inmunidad, la aduana paraguaya no registra
ni revisa el tipo de medicamentos que el Comando Sur ingresa al país, por lo que
se desconoce qué tipo de medicinas se proporciona a la población. Las
autoridades sanitarias del país que acoge el Medrete ceden su capacidad soberana
de controlar los medicamentos que recibe la población. Según la CADA, “un mismo
medicamento se aplica al parecer colectivamente a pesar de que las dolencias no
sean similares”. </DIV>
<DIV align=justify><BR>2. Las comunidades reciben atención una sola vez, ya que
es muy raro que el Medrete retorne al mismo lugar. De ese modo, la supuesta
acción “preventiva” que señala el Comando Sur queda sin efecto y la acción
“humanitaria” tendría más bien un carácter propagandístico y de acostumbramiento
de la población al contacto con tropas estadounidenses. </DIV>
<DIV align=justify><BR>3. Los militares no sólo atienden a la población. Llenan
una ficha de la persona con múltiples datos que vuelan junto a la misión
“humanitaria”. En el primer operativo desarrollado en julio de 2005 en
Canindeyú, sólo 16 de los 45 militares que acudiron se encargaban de la atención
a la población 27. El resto se ocupan de otras tareas no especificas, pero
testimonios recogidas por la CADA aseguran que “incluyen operativos adicionales
de filmación del lugar, infiltración en las comunidades y recolección de datos”.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según los datos disponibles, los operativos
“humanitarios” forman parte de la construcción de una suerte de panóptico, un
sistema integral de vigilancia , sobre las poblaciones más pobres, o sea
aquellas que pueden provocar situaciones de inestabilidad. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En vista de este proceso de creciente presencia militar
de Estados Unidos en Paraguay, se encendieron muchas alarmas. Eunicio Lima de
Figueiredo, titular del Núcleo de Estados Estratégicos de la Universidad Federal
Fluminense (Rio de Janeiro), señaló que existe preocupación en Argentina y
Brasil en el sentido de que “Paraguay puede convertirse en un inmenso
portaaviones en el medio del Mercosur” 28. La cancillería brasileña fue clara en
mostrar en varias ocasiones su malestar, y a fines de septiembre de 2005 el
ejército brasileño realizó un nuevo operativo militar en Foz de Iguazú con 700
soldados de un batallón de infantería motorizado 29. </DIV>
<DIV align=justify><BR>De todos modos, la presencia militar estadounidense
presenta diferencias notables con la de períodos anteriores y la imagen del
“portaaviones” no parece adecuada para describirla. La ocupación militar
tradicional de una potencia implicaba la presencia masiva de tropas y por lo
tanto la construcción de enormes bases militares dispersas en el territorio e
interconectadas por diferentes medios. Sin embargo, en esta etapa esas grandes
bases permanentes con grandes contingentes, si bien siguen existiendo, no son la
única forma de operar militarmente, ni siquiera la más habitual. Sin embargo, la
no visibilidad de esas grandes infraestructuras no quiere decir que el
militarismo no esté avanzando. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Actualmente la militarización se abre paso fabricando
“escenarios” (como la imagen de la presencia terrorista en la Triple Frontera o
acusando a los movimientos campesinos de desestabilizadores o aliados del
terrorismo) y formando una verdadera red de pequeñas y hasta
microinstalaciones—que no operan como “bases extranjeras” porque las nuevas
teconologías permiten mayor flexibilidad—que pueden ser activadas en el momento
oportuno. Además de construcciones y cuarteles hay que hablar de flujos y
movimientos, y sobre de todo de potencialidades. La guerra y la militarización
se comportan hoy como la producción posfordista, que combina todas las formas,
desde el trabajo semiesclavo hasta el trabajo inmaterial. Del mismo modo, en
Paraguay se combinan enormes infraestructuras—como la base de Mariscal
Estibarribia—con operativos humanitarios, pequeñas instalaciones y la
militarización interna del país. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Los movimientos
campesinos</FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>Paraguay tiene la peor distribución de tierra del
continente: 1% de los propietarios concentran el 77% de la tierra. El 40% de los
agricultores, con menos de 5 hectáreas, tienen apenas el 1% de la tierra.
Existen 350 mil familias sin tierra mientras 351 propietarios concentran 9,7
millones de hectáreas. Paraguay es el cuarto exportador mundial de soja, que
ocupa el 64% de la superficie agrícola del país. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En los años 60 surgieron las Ligas Agrarias Cristianas
que fueron desarticuladas por la represión en 1976. En 1980 comienza una nueva
etapa con la creación del Movimiento Campesino Paraguayo (MCP) y en 1986 la
Coordinadora Nacional de Productores Agrícolas (CONAPA). A raíz de la crisis del
algodón en 1993, cultivo del que dependen los pequeños agricultores, se formó la
Coordinadora Interdepartamental de Organizaciones Campesinas que realizó una
marcha de 20 mil campesinos a Asunción en marzo de 1994. Ese mismo año se
transforma en Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (MCNOC)
que se mantuvo unida hasta 1997, cuando se fractura y surge la Federación
Nacional Campesina (FNC). En 1997 se separa de la MCNOC la Organización Nacional
Campesina (ONAC) de carácter cristiano y posteriormente la Central Nacional de
Organizaciones Indígenas y Populares (CENOCIP). De todos modos los movimientos
más fuertes son MCNOC y FNC, la primera vinculada al partido Convergencia
Popular Socialista y a Vía Campesina, y la segunda, que se declara
marxista-leninista, se relaciona con el partido Paraguay-Pyahurá. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El conjunto del movimiento campesino abarca unas 30 mil
familias, alrededor de 150 mil personas. La MCNOC tiene unos 600 Comités de
Productores y la FNC una gran cantidad de Comités de Base. La primera participa
en el Frente Nacional de Lucha por la Soberanía y la Vida y la segunda el Frente
por el Patrimonio y los Bienes Públicos. Existe además una organización de
mujeres, la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres Rurales e
Indígenas (CONAMURI). Los movimientos campesinos denuncian cien muertos por la
represión desde 1989 y dos mil dirigentes procesados. </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>* Raúl Zibechi es miembro del Consejo de Redacción del
semanario Brecha de Montevideo, docente e investigador sobre movimientos
sociales en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor a varios
grupos sociales. Es colaborador mensual con el IRC Programa de las
Américas.<BR> <BR><STRONG><U></U></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><U>Notas</U></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Mariano Aguirre, “Al borde del abismo: los estados
frágiles”, CIP, España, 2004, en www.lainsignia.org. <BR>Tom Barry, “Nuevas
prioridades para el Comando Sur”, junio de 2005, en IRC Americas Program,
www.americaspolicy.org. <BR>La represa hidroeléctrica binacional
(Paraguay-Brasil) de Itaipú es la más grande del mundo, provee el 24% de energía
que consume Brasil y el 95% de la de Paraguay. <BR>En 1865 Brasil, Argentina y
Uruguay, impulsados por el imperio británico y la banca Baring Brothers,
desencadenaron una guerra genocida contra Paraguay aduciendo una cuestión de
límites. En los hechos Paraguay era el único pais del continente que había
construido un desarrollo económico importante fuera del campo de influencia de
las potencias imperiales. <BR>Ana Esther Ceceña y Carlos Ernesto Motto, ob. cit.
p. 11. <BR>Raúl Zibechi “Estados Unidos-Brasil: sorda rivalidad regional”, La
Jornada, 26 agosto de 2005. <BR>“Guía del Mundo 2003-2004”, Instituto del Tercer
Mundo, Montevideo, 2003, p. 456. <BR>Tomás Palau, “El movimiento campesino en el
Paraguay” en Marielle Palau y Arístides Ortiz, ob. cit. pp. 22-23. <BR>Idem.
<BR>Tomás Palau, "Capitalismo agrario y expulsión campesina”, Ceidra, Asunción,
2004, p. 25. <BR>Diego Piñeiro, ob. cit. p. 149. <BR>Idem. <BR>CADA,
“Conclusiones generales de la Misión de Internacional de Observación", Asunción,
20 de julio de 2006. <BR>“Derechos Humanos en Paraguay”, ob. cit. p. 494.
<BR>CADA, ob. cit. <BR>Revista OSAL No. 15, diciembre de 2004, p. 145.
<BR>Entrevista a Tomás Zayas (CENOCIP) por el equipo de la Misión Internacional
de CADA, Asunción, 17 de julio de 2006. <BR>Ley 2.564 citada por Ana Esther
Ceceña y Carlos Ernesto Motto, ob. cit. p. 25. <BR>Santiago Millán, ob. cit. p.
112. <BR>Ultima Hora, 13 de julio de 2005, p. 7. <BR>ABC, 28 de julio de 2005.
<BR>ABC, 18 de agosto de 2005. <BR>Cable de AFP fechado en Buenos Aires el 16 de
agosto, publicado en ABC, 17 de agosto de 2005. <BR>ABC, 28 de octubre de 2005.
<BR>Ultima Hora, 19 de julio de 2006. <BR>En www.gobalsecurity.com. <BR>ABC, 25
de julio de 2005, p. 6. <BR>Ultima Hora, 14 de setiembre de 2005. <BR>Ultima
Hora, 29 de setiembre de 2005. <BR>Raúl Zibechi es miembro del Consejo de
Redacción del semanario Brecha de Montevideo, docente e investigador sobre
movimientos sociales en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor
a varios grupos sociales. Es colaborador mensual con el IRC Programa de las
Américas (www.americaspolicy.org).
<BR><STRONG> <BR><U>Recursos</U></STRONG></DIV>
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Progama de las Américas, junio de 2005, www.americaspolicy.org. <BR>Campaña por
la Desmilitarización de las Américas (CADA) “Presencia militar de los Estados
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la Misión Internacional de Observación”, Asunción, 20 de julio de 2006.
<BR>Ceceña, Ana Esther y Motto, Carlos Ernesto. Paraguay: eje de la dominación
del Cono Sur, Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, Buenos Aires, 2005.
<BR>CODEHUPY. Derechos Humanos en Paraguay 2005, Codehupy, Asunción, 2005.
<BR>Millán, Santiago (comp.) Las tropas norteamericanas y la geografia del
saqueo, BASE-IS, Asunción, 2005. <BR>Palau, Marielle y Ortiz, Arístides
“Movimientos sociales y expresión política”, BASE-IS/SEPA/-SPP, 2005.<BR>Palau,
Tomás. Avance del monocultivo de soja en el Paraguay, Ceidra, Asunción, 2004.
<BR>Piñeiro, Diego. En busca de la identidad. La acción colectiva en los
conflictos agrarios de América Latina, Clacso, Buenos Aires, 2004. <BR>Riquelme,
Quintín. Los sin tierra en Paraguay, Clacso, Buenos Aires, 2003. <BR>ABC (diario
de Asunción): www.abc.com.py. <BR>BASE Investigaciones Sociales:
www.baseis.org.py. <BR>CEIDRA (Centro de Estudios e Investigaciones de Derecho
Rural y Reforma Agraria): www.uc.edu.py. <BR>CABICHUI (web alternativa):
www.cabichui.org.py. <BR>CODEHUPY (Coordinadora de Derechos Humanos del
Paraguay): www.codehupy.org. <BR>Ultima Hora (diario de Asunción):
www.ultimahora.com.
<HR>
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<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>