<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.2600.0" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#800000 size=5>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></EM></STRONG></DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR>Año III - 23 de agosto 2006 - Redacción: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Internacionalismo</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Una Internacional de la Salud es
posible...</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><FONT size=2></FONT><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG></STRONG></A></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Los nuevos "médicos
descalzos"<BR><BR>Hernando Calvo Ospina *</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial
size=2>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Le Monde Diplomatique, "el Dipló"</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Nº 86, Buenos Aires, agosto
2006</STRONG><BR><BR><BR>Apenas constatada la magnitud del desastre humano que
dejó el pasó del huracán “Katrina”, agosto-septiembre 2005, la gobernadora de
Louisiana, Kathleen Babineaux, pidió ayuda urgente de personal médico.
Inmediatamente el gobierno cubano respondió ofreciendo poner en Louisiana,
Mississipi y Alabama, en un máximo de 48 horas, un contingente de 1.600 médicos
especializados para actuar en este tipo de circunstancia. Ellos llevarían 36
toneladas de medicamentos y otros recursos necesarios. Todo como ayuda
humanitaria. Ese ofrecimiento, ni el realizado directamente al presidente George
W. Bush, obtuvieron respuesta.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Aún estaba latente la tragedia del “Katrina”, cuando el 8
de octubre del 2005 se produce en Pakistán uno de los peores terremotos de la
historia, creando un drama humano y sanitario de inmensas proporciones,
particularmente en las regiones más pobres y aisladas del norte del país. El 15
de octubre llegaron los primeros 200 médicos cubanos con varias toneladas de
equipos de emergencia. Ante la gravedad de la situación, pocos días después se
fue enviando desde la Isla lo necesario para armar y equipar 30 hospitales de
campaña. No fueron pocas las regiones a donde por primera vez llegaba un médico.
No faltaron los pobladores que descubrían la existencia de humanos de piel
negra, llegados de un lugar llamado Cuba. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Para no contrariar la tradición, las cubanas se cubrieron
el pelo. Ellas fueron el 44% de los casi tres mil médicos que estuvieron
desplazados hasta mayo 2006, apoyados por compatriotas paramédicos, ingenieros y
técnicos. Tan solo en el hospital de campaña ubicado en Data, los profesionales
de la salud llegaron a ser 32 mujeres y 23 hombres, dirigidos por una colega
mulata. Ahí se asentaron desde el 12 de noviembre, teniendo que empezar por
adaptar el terreno de lo que había sido un campo de maíz con la ayuda del
Ejército pakistaní, y bajo un intenso frío glacial. La necesidad de atención
médica y la interrelación lograda en tan poco tiempo, a pesar de las grandes
diferencias culturales, permitió que muchos pakistaní aceptaran que un cubano
sanara a su esposa o hija.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A primeros de diciembre esas comunidades fueron
declaradas libres del riesgo de epidemias. Para fines de abril 2006, a pocos
días de su partida, el equipo médico cubano había atendido a millón y medio de
personas, mayoritariamente mujeres, habiendo realizado unas trece mil
intervenciones quirúrgicas. Aunque la mayoría de los pacientes fueron atendidos
en sus lugares de residencia, con el material traído desde Cuba e instalado en
casi todos los 30 hospitales de campaña, se lograron realizar análisis de
laboratorio, rayos X, ultrasonidos, electrocardiogramas, además de cirugía
ortopédica. Unos pocos pacientes con traumas en extremo complicados fueron
trasladados a La Habana. <BR><BR>En 1998 el gobierno cubano empezó a estructurar
la ayuda médica masiva a pobladores de países pobres afectados por desastres
naturales. Fue a partir del paso de los huracanes “George” y “Mitch” por
Centroamérica y el Caribe que Cuba ofrece sus médicos y técnicos para trabajar
en los “Programas Integrales de Salud”. República Dominicana, Honduras,
Guatemala, Nicaragua, Haití y Belice, aceptaron la ayuda. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Ante el desastre humanitario que produjo el huracán
“George” en Haití, el gobierno cubano ofreció enviar todos los médicos que
fueran necesarios, proponiendo al gobierno francés de aportar parte de los
medicamentos que los pobladores de su ex colonia necesitaran. París nunca
contestó: prefiriendo enviar tropas. Cuba, entonces, envió sus médicos -2.500
desde 1998- y las toneladas de medicamentos que su débil economía le ha
permitido.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por su efectividad sanitaria, la gratitud total del
servicio, y el hecho de que los médicos atienden en zonas donde no van los
galenos nativos, el programa fue requerido por otros países, especialmente
africanos. Los médicos, que reciben el salario de su gobierno, se comprometen a
no interferir en los asuntos de política interna, así como a respetar las leyes
y costumbres. Para el 2005 ya eran los pobladores de las zonas más humildes de 6
países de América Latina, y 20 de África los beneficiados. Se atendieron, hasta
fines del 2005, más de medio millón de partos, 1.657.867 intervenciones
quirúrgicas, y aplicado casi 9 millones de vacunas. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Cuba envió su primera brigada médica internacional en
1963, apenas cuatro años después del triunfo de la Revolución, y precisamente a
la Argelia recién liberada del colonialismo francés: 58 galenos y técnicos.
Desde esa fecha y hasta fines del 2005 ya habían sido unos 100 mil los médicos y
técnicos de la salud que han prestado sus servicios en 97 países, especialmente
de África y América Latina. Hasta marzo del 2006 habían 25.000 profesionales en
68 naciones.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A ello se debe de sumar la atención brindada en su propio
territorio. En Cuba fue tratada aquella niña que desnuda corría por una
carretera llorando, con la piel quemada por los bombardeos con “NAPALM” del
Ejército estadounidense en Vietnam, y cuya escena impactó terriblemente al
mundo. Cuba fue el único país que recibió 19 mil niños y adultos, de las tres
repúblicas soviéticas afectadas por el accidente nuclear de Chernobil, en 1986.
La mayoría fueron atendidos en los momentos en que Cuba pasaba la peor crisis
económica de su historia, al haber desaparecido, precisamente, la Unión
Soviética que había sido su primer socio comercial, mientras Estados Unidos le
reforzaba el bloqueo económico. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Cuba no es solo uno de los países que más ha desarrollado
programas de prevención y medicamentos para combatir el SIDA, sino que cuenta
con uno de los índices de contagio más bajo: 0.09%, que contrasta con el 0.6% de
Estados Unidos. Por ello, durante la sesión extraordinaria de la Asamblea
General de la ONU sobre el tema, julio 2001, su gobierno fue el único que hizo
ofrecimientos concretos e inmediatos para ayudar a frenar la epidemia: “Los
médicos, pedagogos, psicólogos y otros especialistas que se requieran para
asesorar y colaborar con las campañas de prevención del SIDA y otras
enfermedades. Los equipos y kits de diagnósticos necesarios para programas
básicos de prevención del SIDA. Además el tratamiento antirretroviral para
30.000 pacientes...” Y si el proyecto se quisiera ampliar, como debería de ser,
“Solo sería necesario que la comunidad internacional aporte las materias primas
para los medicamentos. Cuba no obtendría ganancia alguna, y aportaría los
salarios de su personal...” La respuesta ha sido casi nula y el flagelo no se
detiene. De todas maneras, en 8 países de África y 6 de América Latina se ha
desarrollado el proyecto “Intervención educativa sobre VIH/sida”, que ha
permitido 15.516 programas radiales, 2.097 programas televisivos, además de
consultar 208.100 pacientes y ofrecer capacitación directa a 529.700
trabajadores de la salud.<BR><BR>Poco después de haber llegado al gobierno, el
presidente venezolano Hugo Chávez Frías firmó un acuerdo con el cubano. Este
permitió adelantar un programa masivo de salud llamado “Misión Barrio Adentro”,
establecido en los barrios y regiones más pobres del país. Para ello llegaron 14
mil médicos cubanos, que han convivido el día a día con los pobladores. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Luego, los dos gobiernos emprendieron la “Operación
Milagro”, que en diez meses del 2005 devolvió la vista a 79.450 venezolanos.
Muchos de ellos eran prácticamente ciegos. A ninguno le costó un centavo, aunque
debían de viajar a Cuba para la operación. Entonces se amplió la “Operación”:
Hasta marzo 2006 se habían realizado 210 mil intervenciones quirúrgicas a
latinoamericanos y caribeños afectados de ceguera, cataratas y otras
deficiencias visuales. A mediados del 2005, en tan solo 81 días, el número de
caribeños pobres operados en Cuba fue de casi 4.300. Venezuela aporta los
recursos económicos, y Cuba los especialistas, el material de operación, y la
infraestructura para tenerlos en su territorio mientras dura el tratamiento.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>En el mundo, hasta ese momento, ningún gobierno, entidad
privada, u organismo internacional había logrado estructurar un programa que
diera respuesta efectiva y en gran escala a los necesitados. Y dentro de los
planes de la “Operación Milagro” está el de trasladar hasta Cuba a
estadounidenses y europeos de escasos recursos económicos para curarlos. Y que
no son pocos. Según lo proyectado, se aspira a operar de los ojos hasta un
millón de personas al año. Parecen cifras irreales, pero en Cuba existen
especialistas que, con la alta tecnología con que se cuenta, pueden operar hasta
50 pacientes en diez horas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A pocas horas de posesionarse, el primer acuerdo
internacional que firmó el mandatario Evo Morales fue con el presidente Fidel
Castro. En él se acordaba crear una unidad cubano-boliviana para atención
oftalmológica gratuita a la población. Cuba aportará los especialistas y
equipamiento. Además del Instituto Nacional de Oftalmología de La Paz, recién
equipado por Cuba, también se contará con un centro en las ciudades de
Cochabamba y Santa Cruz. Esto se sumaría a lo que ya vienen realizando 60
especialistas cubanos dentro de la “Operación Milagro”, que ya han tratado a
5.500 personas en la misma Bolivia, campesinos en su inmensa mayoría. En este y
otros programas participarán los jóvenes médicos bolivianos que se gradúan en la
Escuela Latinoamericana de Medicina, ELAM.<BR><BR>En 1998, mientras Cuba
empezaba a enviar médicos al Caribe y Centroamérica, inauguró la ELAM. Ubicada
en una antigua base naval, a las afueras de La Habana, tiene como tarea el
formar a jóvenes provenientes de familias pobres. En la formación participan
todas las 21 facultades de medicina con que cuenta Cuba. Aunque esta pequeña
nación invierte cuatro veces más en educación que en defensa, caso único en el
continente latinoamericano y quizás del mundo, el proyecto fue tomado
inicialmente como descabellado, pues apenas la economía intentaba salir de la
crisis. Pero ya en julio 2005 se graduaban los primeros 1.610 médicos
latinoamericanos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Hasta comienzos del 2006, la ELAM contaba con unos 12.000
estudiantes: 10.209 de 24 países latinoamericanos y caribeños (incluidas 63
etnias indígenas), 65 jóvenes de Estados Unidos, 777 de África subsahariana, 42
de África del norte y Medio oriente, 61 de Asia, y dos de Europa. Cada año
ingresan unos dos mil jóvenes, que tienen asegurada la formación, la
alimentación, el alojamiento, y los elementos básicos para la práctica. Todo
gratuito. El único compromiso con el gobierno cubano es de tipo moral: que
regresen a brindar los conocimientos a sus comunidades de origen.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Dentro de los planes conjuntos con el gobierno de
Venezuela, está el de graduar gratuitamente a 10 mil médicos anuales
latinoamericanos, o sea cien mil en diez años, y no sólo en academias de Cuba,
pues se está preparando la infraestructura en la propia Venezuela. <BR><BR>Pero
ya en varios países gremios médicos y de oftalmología han lanzado campañas
contra estos aportes urgentes y humanitarios. <BR>En el informativo del Consejo
Argentino de Oftalmología (1) se decía de los oftalmólogos cubanos: "Ni sabemos
si son médicos". Aunque el 20 de febrero 2006 se reconocía: “La operación
Milagro recluta pacientes de bajos recursos de distintos lugares del mundo,
preferentemente de Latinoamérica y el Caribe, donde comenzó. Con este programa
se trata de devolverle la vista a seis millones de personas que padecen de
cataratas...” Pero inmediatamente pasaba a mentir para denigrar: “Esta técnica
realizada en Cuba no posee ningún aval científico internacional...” El Consejo
de Oftalmología, aparte de anunciar que va a “iniciar gestiones” con algunas
organizaciones no gubernamentales caritativas para que financien un programa
medianamente parecido, brinda como alternativa el pedir a quienes padecen de
retinosis pigmentaria, de comunicarse con la institución, donde “encontrarán
respuesta con la seriedad y respeto que todo paciente merece...”</DIV>
<DIV align=justify><BR>En abril 2005 una decisión judicial del Estado brasileño
de Tocantins obligó a partir a 96 médicos cubanos que trabajaban en 28
localidades dentro de un programa de salud familiar. El gobernador no estuvo de
acuerdo pero nada pudo hacer, fuera de “reconocer el valor profesional de los
médicos, quienes aquí estuvieron muy bien recibidos y sólo tenemos que
agradecerles”. La demanda fue instaurada por el Consejo Regional de Medicina. En
la sentencia “el juez comparó a los médicos cubanos con curanderos”. (2) </DIV>
<DIV align=justify><BR>Las protestas y presiones políticas de los gremios
aumentan en la medida que ven la avalancha de jóvenes que vendrán desde las
universidades cubanas a competirles, pues aunque lo nieguen, ellos saben de la
buena reputación que tiene la medicina cubana. El temor es profesional pero
también económico, al existir la gran posibilidad de que los nuevos galenos
rebajen extremadamente las tarifas o hasta regalen parte de sus servicios. Y así
la atención médica dejaría de ser un servicio elitista y comercial.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ya se amenaza hasta con no reconocer los títulos
obtenidos en Cuba. O como sucede en Chile, donde muchos de los jóvenes que se
graduaron en el 2005 no han podido registrar sus títulos por el precio tan
elevado de los timbres y demás trámites burocráticos. Pero como dice la BBC, si
los colegios médicos en América Latina se obstinan en oponerse, “les podría
resultar difícil lograr el apoyo de una población que cada día tiene menos
acceso a los servicios de salud y para la cual este proyecto aparece como una
pequeña luz en la oscuridad.” (3)</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo, la situación más difícil es para los
estudiantes de nacionalidad estadounidense, pues ellos se arriesgan a una
condena de 10 años de prisión y multas hasta de 250 mil dólares, porque las
leyes del bloqueo prohíben hasta una visita a Cuba. Ello, a pesar de lo
necesarios que serían para un país con 40 millones de personas sin cobertura
médica, y donde formar un médico cuesta 300 mil dólares.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque algunos siguen tomando todo este aporte
humanitario de Cuba como una “hábil maniobra” de Fidel Castro, las declaraciones
de un “diplomático occidental” a la cadena BBC no estarían lejos de la realidad:
“se trata de una iniciativa con tantos beneficiados que bien podría ser
aplaudida incluso por sus enemigos políticos”. (4)</DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>* Hernando Calvo Ospina es periodista y escritor colombiano
residente en Francia.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><U>Notas<BR></U></STRONG>. <BR>1) “Jugando a las
escondidas”. PIO (Periódico Informativo Oftalmológico) Editorial. N° 37.
Diciembre 2005 . Buenos Aires. 26 Diciembre, 2005.<BR>2) AFP, 14 abril
2005.<BR>3) BBC, 5 de abril 2001.<BR>4) BBC; 5 de abril 2001.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información contenida en el boletín es
de fuentes propias, sitios web, medios periodísticos, redes alternativas,
movimientos sociales y organizaciones políticas de izquierda. Los artículos
firmados no comprometen la posición editorial de Correspondencia de Prensa.
Suscripciones, Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>