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<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#800000 size=5>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></EM></STRONG></DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><EM><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR>Año III - 17 de septiembre 2006 - Redacción:
</EM></FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4><EM>germain5@chasque.net</EM></FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Chile</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Mineros de La
Escondida...</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Triunfo obrero en el paraíso
neoliberal </FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Isidoro Cruz
Bernal</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Socialismo o Barbarie</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://www.socialismo-o-barbarie.org/"><STRONG>http://www.socialismo-o-barbarie.org/</STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><BR></DIV>
<DIV align=justify>La mina La Escondida se encuentra a 3.000 metros de altura,
cerca de Antofagasta en la región norte de Chile. De aquí se extraen 1,3
millones de toneladas anuales de cobre, el 8% de la producción mundial. La mina
es propiedad de la empresa británica BHP Billinton (57,5%) y del consorcio
minero australiano Río Tinto (30%). Es la primera gran huelga obrera en décadas
y podría estar significando la recuperación del proletariado, de ahí la
importancia: un sector neurálgico del proletariado chileno se ha comenzado a
poner de pie. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Las ventas de la mina pasaron de 1.600 millones de
dólares en 2003 a casi 8.200 este año y sus ganancias de 731 millones a casi
7.000 millones. Este impresionante auge se debe a la creciente demanda mundial
de cobre en la actualidad. Y refleja también un proceso más general de expansión
económica latinoamericana causada por el aumento del precio de las materias
primas con respecto a los productos industriales. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Toda esta repentina prosperidad no se reparte de forma
precisamente equitativa. Si las ganancias de La Escondida llegaban a casi 7.000
millones de dólares, la masa dineraria que se emplea en pagar los salarios de
los trabajadores es de un orden del 1% de esa cantidad (aproximadamente 70
millones de dólares según el diario ultraconservador chileno “El Mercurio”).
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los 2.052 mineros que trabajan en La Escondida (conocidos
como “patos negros”) se hartaron y vieron necesario barajar y dar de nuevo, que
si la mina da ganancias fabulosas para los patrones, algo de eso debe volver en
términos de salario. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La huelga minera, que concluyó hace pocos días, obtuvo
una serie de reivindicaciones para los trabajadores. Fueron 25 días de huelga
que terminaron a inicios de setiembre. Los trabajadores consiguieron un 5% de
aumento salarial y un bono de 12.500 dólares por trabajador. Lo obtenido es
menos de lo demandado. Pero hay que tener en cuenta algunas cosas. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Una, de orden muy general, es que esa dinámica es la más
habitual en los conflictos sindicales (el sindicato obtiene menos de lo que
pide, la patronal termina pagando más de lo que ofrece). Eso lo sabe cualquier
compañero que haya participado en un conflicto. En la huelga de La Escondida el
sindicato comenzó pidiendo un 13% de aumento, luego se bajó a 10% y después a 8%
más un bono. La patronal ofreció un 3% de aumento más un bono que representaba
la mitad del que planteaban los trabajadores. </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>El conflicto se resolvió, en ese sentido, por vías normales.
Cabe aclarar por supuesto que llegar a ese plano de “negociación normal” entre
obreros y patrones no es nunca una tarea fácil. Es necesario que los
trabajadores estén firmes y resistan los ataques que la patronal siempre lanza
para quebrar a cualquier conflicto en sus inicios. Requiere firmeza y astucia
táctica poder frustrar esos intentos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Tratándose de la empresa que cubre el 8% de la producción
mundial de cobre no se podía esperar otra cosa que una ofensiva total contra la
huelga. Los medios masivos de “comunicación” salieron con todo a atacar la
huelga con el argumento del “interés nacional” que implica la producción de
cobre. También difundieron la mentira de que los mineros ganaban 4.700 dólares
por mes cuando la realidad es que sus salarios oscilan entre 540 y 1.400
dólares, los cuáles en el muy desregulado mercado laboral chileno es un buen
ingreso en comparación con la media general pero que está a años luz de las
mentiras de la burguesía. Los mineros de La Escondida son trabajadores
relativamente privilegiados en el contexto chileno. Pero cuando el conjunto de
la patronal los ataca no lo hace precisamente en solidaridad con “los que ganan
menos”. Son lágrimas de cocodrilo bien hipócritas. Ataca a los mineros porque
teme que el aumento salarial que éstos obtuvieron pueda tener algún efecto de
arrastre entre otras capas de trabajadores. Quieren mantener bien abajo el piso
salarial aunque ellos se llenen los bolsillos. Ilustra también un elemento común
del actual ciclo económico expansivo latinoamericano: la economía se mueve (al
contrario de la época de los ajustes permanentes), los empresarios se llenan los
bolsillos pero en los salarios de los trabajadores eso no aparece. Ni siquiera
en las capas más favorecidas de la clase obrera como en este caso, que, no hay
que olvidarlo, está tremendamente segmentada en niveles de ingreso, condiciones
de trabajo, formas de contratación, etc. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Otro obstáculo que tuvieron que enfrentar los mineros fue
la presión que hizo la empresa tratando de usar ciertas fracturas entre los
trabajadores. Estas se dieron por un lado a través de los trabajadores que no
están sindicalizados y, por otro trayendo a contratistas para desbalancear el
poder de la huelga. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En los campamentos que hicieron los mineros también
aparecieron para presionar los capataces de la mina (protegidos por los
Carabineros que los dejaban actuar con bastante impunidad, en nombre de
“mantener el orden”) que trataban que alguna franja de los huelguistas se
plegasen a la negociación individual con la empresa, modalidad conocida en Chile
con el exacto mote de “descuelgue”. Esto solamente fue aceptado por una veintena
de trabajadores. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El punto más fuerte de la lucha de los mineros fue su
habilidad para nacionalizar el conflicto y ponerlo en lo más destacado de la
escena política nacional, transformándolo en tema obligado de conversación a
causa de la expectativa que concitó. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Lo más difícil que tuvo el conflicto fue el hecho de que
los trabajadores nunca lograron parar el 100% de la mina, a pesar de la fuerte
determinación que mostraron. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Aparentemente la empresa se manejó con una táctica de
intransigencia ante los reclamos obreros. Pero hubo un factor que terminó
llevando al conflicto hacia un cierre negociado que fue la repercusión que tuvo
la huelga en el precio del cobre que se disparó hacia arriba. Esto aparentemente
podría satisfacer a la empresa que ve subir a los cielos el valor de cambio de
su producto. Pero en la configuración actual del capitalismo, con mercados en
tiempo real en lo financiero, generó una serie de oleadas de compra y venta de
acciones (durante la huelga) que introdujeron una importante dosis de
inestabilidad al mercado de metales. Esto terminó presionando en favor del
arreglo y minó las posibilidades que tenía la táctica de la minera por llevar el
conflicto a un callejón sin salida. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los trabajadores de La Escondida han obtenido un aumento
salarial enfrentando a un verdadero monstruo oligopólico que dispone de enorme
poder económico y social. Su triunfo se debe en parte a su determinación y a la
habilidad demostrada en sacar afuera el conflicto y también a elementos de la
coyuntura económica que sirvieron de apoyo para poder pelear. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Queda por ver qué repercusión tiene la pelea de los
mineros de La Escondida en el resto de la clase obrera chilena. En lo inmediato,
en el resto de los mineros, ya que los que trabajan para la estatal Codelco se
aprestan a negociar su convenio. El gobierno, por supuesto, les adelantó que no
se hagan ilusiones. Pero también en el resto de los trabajadores, ya que existe
la posibilidad de que la huelga de La Escondida funcione como “efecto
demostración” de que, a pesar de toda la legislación anti-obrera vigente en el
régimen pospinochetista neoliberal, es posible pelear por mejorar las
condiciones de vida de la mayoría trabajadora. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Sabemos que aún pesan elementos de la derrota vivida por
los trabajadores en 1973. El más evidente es el hecho de que después del golpe
la clase obrera no pudo volver a colocarse en el centro de la escena política
nacional, cosa que había sido una realidad en la mayor parte de la vida política
y social chilena en el siglo XX. Nuestros deseos, nuestro compromiso y nuestra
expectativa van hacia esa dirección. Veremos qué dirección toman los próximos
eventos de esta compleja coyuntura latinoamericana.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información contenida en el boletín es
de fuentes propias, sitios web, medios periodísticos, redes alternativas,
movimientos sociales y organizaciones políticas de izquierda. Los artículos
firmados no comprometen la posición editorial de Correspondencia de Prensa.
Suscripciones, Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>