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<DIV align=center><STRONG><EM><FONT color=#800000 size=5>Boletín informativo -
Red solidaria de la izquierda radical</FONT></EM></STRONG></DIV>
<DIV align=center><STRONG><EM><FONT size=4><IMG alt="" hspace=0
src="C:\Documents and Settings\EH\Mis documentos\germain 1.JPG" align=baseline
border=0><BR>Año III - 20 de setiembre 2006 - Redacción: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>México</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Paradojas de la resistencia
</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Luis Hernández
Navarro</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>La Jornada, México,
19-9-06</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2> </DIV>
<DIV align=justify><BR>Casi dos meses y medio después de formado, el movimiento
contra el fraude electoral mantiene una vitalidad y una capacidad de
convocatoria notables. Los fuertes golpes que ha sufrido, lejos de mermarlo
parecen robusterlo. Y, pese a que perdió la batalla legal, ha ganado dos grandes
escaramuzas simbólicas en la disputa por el calendario patrio, nada
despreciables en el pleito por la legitimidad: 1º y 15 de septiembre. </DIV>
<DIV align=justify><BR>A pesar de que los medios de comunicación electrónicos le
cerraron espacios ha encontrado la forma de transmitir su mensaje. No obstante
la defección de algunos intelectuales que originalmente apoyaron a Andrés Manuel
López Obrador, ha mantenido viva la adhesión de una significativa parte de la
comunidad intelectual y académica. La impopularidad que el plantón en Reforma le
provocó entre sectores medios no mermó las simpatías entre su base apoyo
principal. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El movimiento cuenta con una sorprendente legitimidad.
Por lo pronto, más allá de su desenlace final, ha ganado ya la batalla por la
historia. En unos cuantos años su versión de las elecciones de 2006 será "lo
realmente sucedido". De hecho, en muchos lugares, dentro y fuera del país, se da
por sentado que Felipe Calderón triunfó merced a un gran fraude electoral.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>No siempre ha sido así. Por el contrario, las
explicaciones críticas sobre conflictos como el que vive México deben remar
contracorriente durante un largo periodo para triunfar. La visión de la sociedad
mexicana que no participó en las protestas de 1968, la lucha contra el fraude de
1988 y el levantamiento zapatista de 1994 era mucho más crítica y desconfiada en
relación con la que la opinión pública tiene en la actualidad del movimiento de
resistencia civil. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Hoy casi nadie duda que en 1968 el gobierno actuó
represiva y autoritariamente, o que en 1988 Cuauhtémoc Cárdenas ganó las
elecciones, o que el levantamiento zapatista fue una sublevación indígena
genuina. Pero cuando estos hechos sucedieron, la percepción pública sobre ellos
era diferente. Se les veía con enorme desconfianza. Para que esta visión se
transformara en el relato sobre "lo que verdaderamente pasó" transcurrieron
varios años. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El movimiento ha rebasado ya su carácter de protesta
contra el fraude y parece encaminarse a la conformación en una coalición
antioligárquica y en lucha por la transformación de las instituciones, pero no
contra el neoliberalismo. Tiene frente a sí el desafío del 1º de diciembre,
fecha en la que deberá de tomar posesión Felipe Calderón, pero posee ya un
horizonte de lucha más allá de este momento. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La convención nacional democrática (CND) proporcionó al
movimiento la visión y el mandato para emprender la lucha por el cambio
institucional. Permitió también un momento de encuentro entre la movilización
social y la representación política institucional en el congreso de los partidos
que hoy integran el Frente Amplio Progresista. No está claro aún si esta
relación entre acción en las calles y representación parlamentaria y gobiernos
locales podrá mantenerse o, por el contrario, como ha sucedido una y otra vez en
el pasado, los legisladores y mandatarios actuarán de acuerdo con sus propios
intereses. No se trata de una especulación. Recordemos lo sucedido con la
contrarreforma indígena, la ley Televisa y la ley Monsanto. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero esta contradicción no es única. El movimiento
plantea alcanzar su objetivo estratégico, el cambio de régimen y la creación de
una cuarta República, sin convocar un nuevo constituyente y sin una nueva
constitución. Es decir, quiere un cambio sin ruptura. Sin embargo, la dinámica
del movimiento desde abajo es muy otra. Su vocación contra el neoliberalismo y
su radicalidad en la acción son evidentes. El viejo pacto social ha sido roto
por el fraude y su reconstitución requiere mucho más que un mero cambio de
régimen. </DIV>
<DIV align=justify><BR>De la misma manera, no es poca cosa que un movimiento
reformador que proclama la necesidad de una nueva política esté conducido por la
vieja clase política de izquierda, acostumbrada a los acuerdos cupulares y al
gradualismo inmovilizador. Tampoco que en una coalición que busca refundar la
República la presencia juvenil sea testimonial y escasa. Los centros de
educación superior, en lo general, y la UNAM, en lo particular, han sido un
factor clave en la lucha por la democracia en México, pero en esta ocasión su
presencia en las jornadas de lucha (y durante la campaña electoral) ha sido
limitada. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Asimismo resulta paradójico que un movimiento que
reivindica una democracia radical tenga un liderazgo vertical y unipersonal. No
es un hecho insignificante que en una movilización de esta naturaleza el peso
político en la toma de decisiones de las organizaciones sociales sea tan
pequeño; conforme pase el tiempo la continuidad de la coalición dependerá en
parte de sus estructuras y recursos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Hasta hoy la autoridad de López Obrador y la gravedad de
la situación política han creado una situación en que estas contradicciones han
pasado a segundo plano, ante la necesidad de responder con rapidez al fraude y
la imposición. La emergencia ha hecho de estos asuntos una cuestión aplazable.
Coaliciones populares de orientación progresista en América Latina tienen en su
interior contradicciones parecidas a las que vive la resistencia civil en
México. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero no hay plazo que no se cumpla. Tarde o temprano, si
el movimiento quiere convertirse en una fuerza transformadora de largo aliento,
necesitará resolver las paradojas de su origen. De no hacerlo, el formidable
impulso que tomó en su despegue podría agotarse, asfixiado por las prácticas y
los vicios políticos que hicieron del PRD la caricatura de lo que quiso ser en
su fundación.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información contenida en el boletín es
de fuentes propias, sitios web, medios periodísticos, redes alternativas,
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firmados no comprometen la posición editorial de Correspondencia de Prensa.
Suscripciones, Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>