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<DIV align=center><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT
size=4></FONT></EM></STRONG></A></DIV><FONT size=5><STRONG><U>boletín
informativo - red solidaria de revistas<BR></U><EM><FONT color=#800000
size=6>Correspondencia de Prensa</FONT></EM><BR>Año IV - 26 de octubre 2006 -
Redacción: </STRONG></FONT><A href="mailto:germain5@chasque.net"><FONT
size=5><STRONG>germain5@chasque.net</STRONG></FONT></A>
<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Socialismo</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Julio Antonio Mella<BR><BR>Marxismo
y tradición nacional <BR><BR>Juana Rosales García</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Corriente
Práxis</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><A
href="http://www.corrientepraxis.org.ar/"><STRONG>http://www.corrientepraxis.org.ar/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2> </DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>En Mella se verifica puntualmente de forma singular,
algo que constituye una regularidad del pensamiento cubano en este siglo: la
asunción del marxismo y el leninismo a partir de una inicial formación que se
alimenta del pensamiento martiano y de la tradición de lucha del pueblo cubano.
Desde los primeros momentos comprendió la necesidad de rescatar las raíces de
esa tradición histórica, fundamentalmente el ideario democrático,
revolucionario, antimperialista y nacional liberador de José Martí.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El conocimiento de la obra martiana le indujo a buscar,
en el pensamiento universal, la teoría capaz de dar respuesta a los nuevos
problemas que le planteaba su época. Posteriormente, con las armas del marxismo
y el leninismo, realizará una lectura más profunda aún del pensamiento del
Apóstol. El antimperialismo y latinoamericanismo, los ideales de unidad,
justicia social e independencia nacional, fueron descubiertos en su verdadera
dimensión.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Dicha asunción del marxismo y el leninismo estuvo
condicionada al limitado y fragmentado conocimiento de las obras de los clásicos
que existía entonces. Debido a ello y a las propias condiciones en que el joven
desarrolló sus luchas, su visión del marxismo tiene las limitaciones comunes al
movimiento comunista internacional de aquellos años.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Antimperialismo y
latinoamericanismo</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El antimperialismo martiano convoca a Mella muy joven a
la praxis revolucionaria y a la negación de las consignas colonizadoras que
instaban a oponer la virtud doméstica a la injerencia extranjera.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Desde la etapa de luchas universitarias Mella expresará
la necesidad de rescatar las principales raíces de la tradición histórica y de
lucha de la nación cubana. Asímismo no cejará en su empeño por demostrar la
absoluta vigencia de la causa independentista y por denunciar al imperialismo
norteamericano como el principal enemigo de Cuba, tal y como lo había hecho José
Martí. Si bien otros patriotas expresaron ideas similares, Mella es el primero
en cohesionarlas y traducirlas en principios de su acción revolucionaria. Es el
primero en plantear la necesidad de un programa nacional para el logro de la
total y definitiva independencia, y el avance de la justicia social.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los artículos de Mella en Alma Mater, así como su
discurso ante la asamblea magna de estudiantes, expresan los objetivos del
joven, ante el progreso del movimiento estudiantil. Para Mella la reforma
universitaria y el gesto cívico de la juventud tendrían por ley histórica que
surtir efectos en aquella república. "La Revolución universitaria ... es en la
vida de las universidades latinoamericanas, lo que en la vida de los pueblos fue
la Gran Revolución. Es un movimiento de libertad y progreso. Es una formidable
revolución de ideas y métodos de enseñanza y en la sociedad ... La
reorganización de la Universidad podía servir de base para la reorganización de
la patria cubana", afirmaba.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Estas ideas, como podemos apreciar, estaban aún
enmarcadas en una concepción liberal de la educación, la cual privilegia la
cultura e instrucción de la sociedad como vía para lograr las transformaciones
sociales que Cuba necesitaba. La concepción antimperialista y latinoamericanista
de Mella, expresada en los materiales escritos a principios de 1923, todavía
reflejan un pensamiento condicionado por las posiciones liberales dominantes
entre los patriotas antimperialistas. Sus manifestaciones se limitan a reformar
la universidad caduca y ponerla a tono con los nuevos tiempos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En estos momentos el antimperialismo de Mella se
manifiesta en el sentido de trabajar por la unidad continental frente a las
agresiones yanquis, como antes lo hiciera José Martí. Para Mella, como para
Martí, el ideal de Bolívar debía ser nuestro ideal y el de Monroe, nuestra
muerte.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En su veloz evolución ideológica Mella llegará a
comprender y demostrar a los estudiantes, que la lucha por la reforma
universitaria era inseparable del combate patriótico por la plena independencia
nacional, y por cambios radicales en el sistema político y social. En este
sentido Mella supera -como lo hiciera Martí en su momento a través del método
histórico político- las tesis liberales con respecto a la educación y al
progreso social, y parte del análisis martiano respecto a la profunda relación
existente entre sistema social-sistema educacional, lo cual deviene punto de
partida importante en el proceso de articulación del marxismo y el leninismo con
las tradiciones nacionales revolucionarias cubanas, especialmente el pensamiento
martiano.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hacia finales de 1923 Mella había alcanzado madurez
política. Ahora tenía ya una definida posición ideológica marxista y leninista.
Aquel primer aprendizaje del pensamiento martiano y de lo mejor de las
tradiciones patrióticas, que había influido en su formación antimperialista, lo
preparó para la comprensión y asunción de la ideología del proletariado. Mella
entendió cual era el camino a seguir en las nuevas condiciones. Por ello no se
limitó solamente al recinto universitario, sino que comenzó a involucrarse en
las luchas de la clase obrera. El joven marxista accede a la profundización del
conocimiento de la obra y la acción revolucionaria de José Martí bajo la
influencia de Carlos Baliño y Alfredo López, y desde la posición de un dirigente
estudiantil fuertemente influido por aquel movimiento de reforma universitaria
desde una perspectiva continental, latinoamericanista y antimperialista. Estas
fuentes nutricias explican, a nuestro juicio, que Mella centre sus reflexiones
teóricas iniciales en la concepción del antimperialismo y el
latinoamericanismo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Su primer encuentro de Mella con las ideas de Marx,
Engels y Lenin se produce desde muy temprano y coincide de forma simultánea con
el inicio de sus actividades estudiantiles y obreras.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La incorporación del marxismo y el leninismo por parte de
Mella se expresó no sólo en la evolución de su pensamiento político e
ideológico, sino sobre todo en su acción social. El líder estudiantil ingresa en
la Agrupación Comunista de La Habana en 1924. Desde las filas de esta
organización, Mella será, junto a Baliño y un pequeño grupo de líderes obreros,
el alma de la naciente vanguardia política de la clase obrera, del primer
partido comunista fundado en agosto de 1925.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las ideas unitarias de Alfredo López en relación con el
movimiento obrero son aprovechadas por el joven Mella en relación con el
estudiantado universitario. Maestro del proletariado cubano lo llamaría con
motivo de su muerte.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La relación de Julio Antonio con Baliño, que representaba
el antecedente más vital del ulterior proceso de articulación del pensamiento
martiano con la teoría del marxismo y el leninismo, fue determinante.9 En su
lucha por la formación de las primeras organizaciones marxistas cubanas, Baliño
había defendido y divulgado sin descanso el ideal independentista y en este
sentido trató de introducir en aquellos incipientes grupos -muy influidos por la
emigración europea- la preocupación por el problema nacional.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En octubre de 1923 Mella organiza el Primer Congreso
Nacional de Estudiantes, el cual constituirá una expresión de la nueva
proyección a la cual ha arribado el joven universitario. Allí se declaró enemigo
de todos los imperialistas; reclamó la solidaridad con la Revolución de Octubre,
y planteó la necesidad de lograr la unidad de trabajadores y estudiantes como
algo imprescindible para la lucha revolucionaria. El Congreso estudiantil
rescató los vínculos del movimiento filosófico, pedagógico y literario con las
causas abolicionistas e independentistas iniciaron Varela y Heredia y que con
Martí, a fines de la pasada centuria, es visto desde las perspectivas de los
intereses de las masas populares, consideradas por el Apóstol como dirigentes de
las revoluciones verdaderas. A fines de 1923, Mella funda la revista Juventud.
Los trabajos allí publicados dan cuenta de sus ideas en torno a la liberación
nacional en los nuevos tiempos que corren. Argumenta que la sentencia de que
"Todo tiempo futuro tiene que ser mejor" es precisamente la demostración
efectiva de acción y de lucha que el futuro de la patria necesita.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La Universidad Popular José Martí (UPJM), creada por
acuerdo del congreso, indicaba la articulación ideológica entre el ideario
martiano y las ideas socialistas. Alejado ya desus tesis iniciales de corte
liberal en relación con la educación y la cultura a que hemos hecho referencia
con anterioridad, el joven marxista retorna a la concepción martiana que concibe
la revolución como revolución cultural, capaz no sólo de transformar a la
sociedad, sino al propio hombre. Se trata de la continuidad de la labor
educativa y cultural desarrollada por el Partido Revolucionario Cubano. Para
Mella como para Martí, era vital e inaplazable la educación del sujeto de la
Revolución: solo con masas cultas y formadas podría realizarse la obra
revolucionaria.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La fundación de la Liga Antimperialista como frente único
de obreros, campesinos, estudiantes e intelectuales, constituyó otro hito
importante en la concreción de las concepciones martianas, marxistas y
leninistas de Mella. El Manifiesto Programa de la Liga, redactado por Mella, es
de un gran valor para su época, por la profundidad del riguroso análisis que en
él se realiza sobre la penetración del imperialismo yanqui en Cuba y en América
Latina, y porque señala el deber inaplazable de los revolucionarios de luchar
por la segunda independencia de sus pueblos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los conceptos de patria y patriotismo ocuparon un lugar
prominente en el ideario político martiano. En las nuevas condiciones históricas
de finales del siglo XIX, Martí le añade un contenido socio-político, económico
y etnocultural al contenido del concepto de patria, en el sentido multiclasista;
establece, además, una relación más profunda entre patria cubana y
latinoamericana y la humanidad.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Mella, partiendo de la tradición cubana, especialmente
del concepto de patria de Martí, añade y desarrolla el contenido clasista, en
concordancia con su concepción de la revolución, y las fuerzas directrices de la
lucha por la independencia nacional, de ahí que insista, al criticar el
significado oficial politiquero de este concepto desde los días en que surgiera
el Movimiento de Veteranos y Patriotas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Mella como Martí da al concepto patria, un contenido
ético valorativo y sentimental, en el que aparecen bien claras las virtudes y
los valores étíco-morales; pero insiste mucho más en el verdadero carácter
antinacionalista del patriotismo burgués, y levanta la bandera del nacionalismo
obrero al identificar los intereses nacionales y las luchas de los trabajadores
por el socialismo a nivel mundial. Para el martiano Mella, patria y patriotismo
eran conceptos que trascendían las fronteras del país para convertirse en un
verdadero patriotismo militante expresado en el internacionalismo. Se podía ser
patriota y ser internacionalista, pero "ningún revolucionario del momento actual
puede dejar de ser internacionalista, pues dejaría de ser revolucionario".</DIV>
<DIV align=justify><BR>En sus Glosas al pensamiento de José Martí 15 Mella
destaca la relación entre el patriotismo militante y el internacionalismo en las
ideaciones del Maestro, pues a su juicio "Martí jamás ignoró el carácter
internacional de la lucha revolucionaria. Se decía que era un hijo de la
América". Como en Martí, en Mella, lo latinoamericano será el punto de partida
del vínculo de lo nacional y lo internacional; pero en el joven marxista y
leninista, se trata, además, de los nexos entre la revolución nacional
liberadora y la revolución socialista.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A principios de 1927, Mella concentró todas sus fuerzas
en la organización y movilización continental para el Congreso Internacional
contra el Imperialismo y la Opresión Colonial que se celebrara en Bruselas.16
Por entonces para Mella, convertido en líder de talla continental, la
posibilidad del triunfo de la revolución en Cuba exigía una amplia solidaridad
latinoamericana y la unidad popular latinoamericana frente al imperialismo
yanqui.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para Martí el objetivo cardinal de la lucha en su momento
histórico fue el logro de la independencia total de Cuba sin soluciones
mediatizadoras. Es por ello que no se dio tregua en la fuerte crítica que
emprendió contra les posiciones del anexionismo y el autonomismo. Mella condenó
el anexionismo como tendencia antinacional, la cual constituía un grave peligro
para la patria soberana que quería fundar.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Desde posiciones similares a las de Martí, y coincidiendo
con las críticas que entonces hacían Mariátegui y otros marxistas de Perú y
México, Mella fustigó fuertemente a aquellos que tras una falsa postura
marxista, trataban de ocultar su oportunismo y reformismo expresado a través de
un leguaje seudomarxista, como, por ejemplo, la Alianza Popular Revolucionaria
Americana (APRA).</DIV>
<DIV align=justify><BR>En ¿Qué es el ARPA?, Mella define que su objetivo no es
solo refutar los planteamiento de su fundador, Víctor Haya de la Torre, sino,
sobre todo, desenmascarar lo que este grupo representaba: "la organización del
oportunismo y el reformismo latinoamericano".18Asumiendo una postura
antidogmática, Mella plantea que no se trata de "una defensa del dogma porque
sus principios sean antimarxistas, anticomunistas y antileninistas sino porque
-y esto es lo fundamental desde su óptica- están en contra de la realidad
americana, son impracticables, reaccionarios, utópicos"...</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Proyecto de revolución</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Mella asume creadoramente aquel pensamiento martiano que
se opone al esquematismo y asimilaciones miméticas de experiencias
revolucionarias, realizadas por otros hombres y en escenarios diferentes. La
concepción de Mella en relación con esta cuestión, puede apreciarse cuando
expresa -en un artículo con motivo de la muerte de V.I.Lenín-: "no pretendemos
implantar en nuestro medio copias serviles de revoluciones hechas para otros
hombres, en otros climas (...) pero seríamos ciegos si negásemos el paso de
avance dado por el hombre en el camino de su liberación".</DIV>
<DIV align=justify><BR>La creatividad del pensamiento de Mella lo conduce a
valorar profundamente la obra de Lenin. En este sentido habla de "los principios
científicos que Karl Marx hizo axiomas teóricos y que Lenin hizo monumentos
magníficos de belleza y justicia", al referirse a la aplicación consecuente de
esos presupuestos teóricos generales del marxismo a la realidad específica de la
Rusia de principios de siglo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La posición que el joven marxista asume en favor de un
ambiente crítico en relación con teorías y criterios válidos en otros
escenarios, la realiza a partir de la seria y respetuosa valoración de lo
universal y lo nacional, de las experiencias revolucionarias de otros pueblos y
en especial de la experiencia soviética. "Sí la revolución social fuera a
producirse sólo en el antiguo país de los Zares, habría que creer que el
esfuerzo gigantesco de los bolcheviques es inferior al de los revolucionarios de
1789, que hicieron sentir la fuerza de su credo hasta en la independencia de la
lejana América", afirma. Con ello muestra una cabal comprensión de la
repercusión mundial de la creación del primer estado socialista en el
planeta.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En esa misma línea se pronunciaba su contemporáneo, el
marxista José Carlos Mariátegui, cuando expresaba que el socialismo en América
Latina no podía ser calco y copia, sino creación heroica y afirmaba: "Tenemos
que dar vida con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje al
socialismo indo - americano", argumentaba.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En su medular artículo "Los nuevos libertadores", afirma:
"La causa del socialismo en general es la causa del momento, en Cuba, en Rusia,
en la India, en los Estados Unidos y en la China. En todas partes. El solo
obstáculo es saberlo adaptar a la realidad del medio". Así establece claramente
un problema medular que estaría en el centro de los debates del movimiento
revolucionario en América Latina y el Mundo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Mella explica el contenido progresista de la revolución
socialista, cuyas ideas con diferentes matices se arraigan en distintas
latitudes. En este sentido resulta sumamente interesante la revisión que hace
del folleto Cuba un pueblo que jamás ha sido libre en 1928. En las reflexiones
que entonces elabora, precisa con respecto a la revolución socialista que "habrá
modalidades para cada país, pero el principio será uno: todo el poder para el
pueblo trabajador y fin de la explotación del hombre por el hombre".</DIV>
<DIV align=justify><BR>El proceso de articulación del marxismo y las tradiciones
nacionales, especialmente el pensamiento martiano implica la distinción de nexos
de continuidad: la lucha nacional liberadora, mientras que los nexos de ruptura
y superación se expresan en los objetivos socioeconómicos, fuerzas directrices
de la revolución, y la estructura clasista del sujeto revolucionario, como
factores condicionantes de última instancia. del modelo de república al que se
aspira en cada momento.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque para Martí, acertadamente, el problema más
inmediato era el logro de la independencia, no estimaba que la lucha por la
liberación nacional era el fin de su obra revolucionaria, sino una etapa de
ella, "de modo que en la conquista de la independencia de hoy vayan los gérmenes
de la independencia definitiva de mañana". El joven marxista retoma esta
concepción martiana de revolución, que plantea la distinción de esta como un
real y profundo proceso de cambios en la sociedad y en las vías y los métodos
para lograr la independencia, o sea, la diferenciación entre la revolución
política que nos liberaría de España: la insurrección y transformación de la
estructura política de la sociedad cubana, aspectos esenciales para la
preparación de condiciones para poder iniciar las transformaciones
socioeconómicas, y la revolución social que contemplaba los cambios más
profundos que se llevarían a cabo en la República.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En Glosas..., Mella expresa sus ideas en relación con la
concepción materialista de la historia, el carácter determinante en última
instancia del factor económico en el devenir de la sociedad y la teoría de la
lucha de clases como motor de la historia. En este sentido traza el camino hacia
un modo superior de compresión de la historia y de las transformaciones
sociales. Mella defendió las tesis leninistas sobre la permanencia, el rescate y
el enriquecimiento de la tradición democrática y popular que se hallaba presente
en nuestras naciones. La incorporación de estos elementos en la elaboración de
la táctica y la estrategia de la lucha revolucionaria sería una constante de su
estilo de análisis y acción.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por ello, Mella insiste en la necesidad del "análisis de
los principios generales revolucionarios de Martí a la luz de los hechos de
hoy", desde las posiciones del marxismo y el leninismo y del movimiento obrero
cubano. "El orgánicamente revolucionario, fue el intérprete de una necesidad
social de transformación en un momento dado" y agrega: "Hoy, igualmente
revolucionario habría sido quizás el interprete de la necesidad social del
momento, o sea, la revolución social, gracias a la profundidad y objetivos
populares de sus ideas democráticas".</DIV>
<DIV align=justify><BR>La idea de la clase obrera como sujeto de la revolución
planteada por Mella también encuentra un punto de partida en el pensamiento
martiano, el cual había considerado al proletariado como la clase más confiable
en la lucha por la independencia nacional, aunque en el seno de un sujeto
necesariamente multiclasista, tal y como lo exigía la esencia nacional
liberadora de la lucha en su momento histórico, posición que no contradice el
principio leninista de la clase obrera como sujeto de las revoluciones de
liberación nacional, democrático burguesas en función de crear las condiciones
para la revolución socialista, que es en definitiva el fundamento de la
perspectiva mellista acorde con las nuevas circunstancias históricas de la
tercera década de este siglo. En relación a la clase obrera argumenta: "La causa
del proletariado es la causa nacional. El es la única fuerza capaz de luchar con
probabilidades de triunfo por los ideales de libertad en la época actual. ... El
quiere destruir al capital extranjero que es el enemigo de la nación. El anhela
establecer un régimen de hombres del pueblo, servido por un ejército del pueblo,
porque comprende que es la única garantía de la justicia social".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las reflexiones de Mella acerca de la constitución del
Partido Revolucionario Cubano (PRC), fundado por Martí en 1892, en el cual la
clase obrera desempeñó un importante papel dentro del sujeto multiclasista de la
revolución, lo conducen a medulares conclusiones que lo llevan a extraer
críticamente la lección dialéctica de la obra de Martí, como un arma de lucha en
un contexto nacional e internacional que ha cambiado. Mella dirige
fundamentalmente su análisis a la necesidad de "desentrañar el misterio del
programa ultra-democrático del PRC, el milagro-así parece hoy- de la cooperación
estrecha entre el elemento proletario de los talleres de la Florida y la
burguesía nacional; la razón de la existencia de anarquistas y socialistas en
las filas del Partido Revolucionario. etc., etc" Considera que la estructura
orgánica del PRC era original y nueva en América, como partido creado para la
organización de la revolución. Por otra parte su programa antimperialista e
internacionalista no llevado a cabo aún significaba la continuidad de estas
concepciones en la etapa actual de lucha.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Al estudiar el PRC, descubre las similitudes de este con
el partido de los comunistas: complejo de organizaciones, carácter celular, con
bases y estructuras democráticamente aprobadas. Mella valora además los aportes
extraordinarios de la concepción martiana de partido revolucionario: democracia,
centralismo y militancia activa en la organización de base.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La más importante lección que Mella recibe de Martí en
relación con el partido de la revolución, es ese carácter de frente amplio capaz
de aglutinar a todas las fuerzas sociales interesadas en la independencia
cubana, como única posibilidad histórica de impedir -como había advertido el
Apóstol- a tiempo que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan
con esa fuerza más sobre los pueblos latinoamericanos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La concepción martiana de partido y de unidad
revolucionaria tendría continuidad en Julio Antonio Mella: la estrategia y la
táctica de la revolución de la liberación nacional en las condiciones de Cuba,
necesitaba la más amplia unidad de todos los patriotas. Los hechos posteriores
en los cuales el joven comunista se involucra demostrarán cuán profundamente le
habían llegado esas enseñanzas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Muy relacionada con la concepción de revolución, vemos la
concepción de unidad revolucionaria de Mella. Ya desde 1923 postuló la
continuidad de las luchas del 68 y el 95 en la nueva época. Plantea dos
consignas de unidad: "Proletarios de todos los países, uníos" y "Juntarse es la
palabra del mundo".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Mella conocía que la revolución de liberación nacional
encabezada por José Martí, pretendía realizarse con la unión del esfuerzo de
todos los patriotas cubanos interesados en la independencia del país. No
obstante es necesario señalar que hay diferencias entre el sujeto multiclasista
martiano y el que propone Mella para la etapa nacional liberadora.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El proyecto de revolución Mellista, se enfrenta al
imperialismo como fenómeno internacional en pleno desarrollo. Cuenta con la
unidad de todas las fuerzas antimperialistas en la que deberá alcanzar la
hegemonía el proletariado como fuerza directriz. Esta concepción marxista de
frente único se desarrolla profundamente en ¿Qué es el ARPA?, en el cual expresa
su concepto de nacionalización en las nuevas condiciones, que consistirá en la
socialización de la tierra y las fábricas donde el proletariado ocupe el poder
por medio de la revolución.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En Mayo de 1928 se celebraba el VI Congreso de la
Internacional Comunista (IC) y su tesis de "Clase contra Clase" le llegan pocos
meses después de terminado este. Los documentos de la IC planteaban la
concepción de que la burguesía nacional no tenía ya la significación de una
fuerza que lucha contra el imperialismo. En este sentido, Mella, al igual que
todos los dirigentes comunistas, recibe la orientación de "rechazar cualquier
coalición del partido comunista con la oposición reformista." De hecho triunfan
en el seno de la IC las tesis y consideraciones tácticas que Mella venía
rechazando. No será el quien aliente divisiones inútiles que dañen la unidad del
movimiento revolucionario, no obstante trabajar de hecho en otra concepción de
unidad.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En este proceso de conformación de la unidad
revolucionaria, donde se podían dar alianzas temporales con la burguesía, Mella
nos aporta su concepción de unidad y aclara la posición que debían asumir los
comunistas cubanos, que "sin fusionarse con el partido nacionalista, guardando
la independencia del movimiento proletario, lo apoyarían en una lucha
revolucionaria, por la emancipación nacional verdadera, si tal lucha se lleva a
cabo".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hacia 1928 el joven realizará una sostenida acción
política contra la tiranía machadista, cuya culminación fue la fundación de la
Asociación Nacional de Emigrados Revolucionarios Cubanos (ANERC). Mella había
interpretado la esencia del partido político fundado por José Martí para unir a
todos los cubanos que optaran por la independencia de la patria.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La ANERC no constituía para Mella una organización más,
sino que le atribuía fines estratégicos en relación con la situación interna de
Cuba. Su proyecto de programa mínimo: "Nuestro proyecto de programa para
unificar al pueblo cubano a una acción inmediata por la restauración de la
democracia", constituye el primer conjunto de propuestas políticas, económicas y
sociales capaces de crear una base para la confirmación de un frente único
antimachadista. La ANERC implicaba la asunción de la necesidad táctica de
privilegiar un sujeto multiclasista para derrocar la tiranía. En este sentido,
planteará la alianza temporal con los elementos revolucionarios de las bases
nacionalistas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El programa de la ANERC no planteaba "medidas
socialistas" que pudieran asustar a los burgueses antimachadistas, no obstante
algunos de los postulados que se contemplaban en sus diferentes capítulos tenían
un fuerte enfoque revolucionario y democrático como los relacionados con los
derechos del proletariado, la formación de milicias proletarias y campesinas
armadas y la eliminación de la discriminación racial hacia la población negra y
mestiza .</DIV>
<DIV align=justify><BR>Mella escribe en un artículo del primer número de Cuba
Libre que "toda Cuba es hoy un Baire. Más para que el próximo grito no pueda ser
traicionado, para que sea uno verdaderamente popular y democrático, le añadimos
el complemento `para los trabajadores`" . Tal sentido de pertenencia se plantea
como la "única manera de aplicar los principios del partido revolucionario
cubano de 1895 a 1928". De los elementos nacionalistas vendría la solución
pasajera; pero la definitiva solo podrá venir de los trabajadores.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La propuesta de unidad revolucionaria de Mella parte de
las tesis leninistas discutidas en el Segundo Congreso de la Internacional
Comunista (IC) en 1920 sobre la lucha de los pueblos coloniales y dependientes
por su liberación nacional y era de hecho coincidente con la línea de frente
único del Partido Comunista de Cuba materializada en la fundación de la Liga
Antimperialista. La concepción de unidad de la ANERC implicaba una refutación
explícita a las tesis de "Clase contra Clase" del VI Congreso de la IC. El
"Programa para unificar al pueblo cubano...", elaborado por Mella, representó
para nuestro continente un intento teórico y político de probar la viabilidad de
un camino propio y un método hacia la revolución socialista.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Modelo de sociedad</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La construcción de la nueva sociedad, la sociedad
socialista, fue siempre para Mella el objetivo final de la lucha
revolucionaria,. En diferentes artículos de 1928 podemos encontrar algunas
argumentaciones acerca de la república socialista .</DIV>
<DIV align=justify><BR>En relación con la concepción de república martiana,
Mella analiza el alcance y las limitaciones de ese proyecto en el siglo XX;
plantea la necesidad de un estudio de los principios generales revolucionarios
del modelo de sociedad que Martí proponía, a la luz de los momentos actuales:
"Habría que ver los antagonismos nacientes de las fuerzas sociales de ayer. La
lucha de clases de hoy " refiriéndose a la inevitabilidad de la batalla social
en las nuevas condiciones.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Mella conocía al Martí que expresó "... moriremos por la
libertad verdadera, no por la libertad que sirve de pretexto para mantener a
unos hombres en el goce excesivo y a otros en el dolor innecesario. Se morirá
por la república si es preciso, como se morirá por la independencia primero"; al
Martí que en carta a su amigo Fermín Valdés Domínguez le anunciaba: "Y juntos,
probablemente, moriremos en el combate necesario por la conquista de la libertad
o en la pelea que con los justos y desdichados del mundo se ha de mantener
contra los soberbios para asegurarla." En sus últimos textos Martí llega a
admitir como una necesidad, incluso contra sus deseos, la revolución social en
Estados Unidos y Europa. En América Latina la situación, según Martí era
diferente. El Apóstol hace una distinción en cuanto a la revolución social en
los pueblos jóvenes o nuevos de nuestra América y plantea que en éstos la
revolución podía desarrollarse por otras vías: "con lentitud juiciosa y por
allegamientos moderados en analogía con su propio espíritu". No obstante tampoco
descarta la revolución social en estos países si llegado el momento se hiciera
inevitable.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En "Glosas al pensamiento de José Martí", Mella expresa
un cambio de perspectiva con respecto a algunas concepciones del pensamiento
martiano en relación con la democracia y el modelo de república cuando
aaaargumenta: "Martí cree en la democracia pura, la igualdad de todas las clases
sociales. Soñaba con una República `CON TODOS Y PARA TODOS`" y concluye:
"Conveniente sería que hubiese vivido hasta nuestros días ¿Qué hubiera dicho y
hecho ante el avance del imperialismo, ante el control de la vida política y
económica por el imperialismo, ante las maniobras de este entre los nacionales,
para salvaguardar sus intereses?..." Martí no pudo apreciar en toda su dimensión
la importancia del factor económico en la determinación de las clases y los
intereses de clases. "NO HAY DEMOCRACIA POLÍTICA DONDE NO HAY JUSTICIA
ECONÓMICA", hubiera tenido que agregar en las nuevas circunstancias, plantea
Mella.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En cuanto a la concepción de equilibrio social implícita
en el pensamiento martiano: "El gobierno no es más que el equilibrio de los
elementos naturales del país", Mella argumenta que "Puede ser. Pero donde no hay
equilibrio, donde no hay `elementos naturales`" -sino explotados y explotadores-
"donde no hay gobierno, donde no hay nada. Es necesario eliminar los elementos
no `naturales`". Mella conoció al Martí preocupado por la desigualdad social,
las clases y sus luchas, pero que no pudo percibir la esencia, el origen de la
división clasista de la sociedad: la existencia de relaciones económicas basadas
en la propiedad de los medios fundamentales de producción en sus diferentes
formas históricas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El modelo de república esbozado por Julio Antonio Mella
en sus últimos trabajos, expresa la necesidad de una revolución socialista que
mediante la toma del poder por la clase obrera y el campesinado "entregue los
bancos y las grandes industrias al Estado proletario e imponga la repartición de
total de la tierra", primera condición para crear una situación económica
favorable a la casi totalidad de la población. En la nueva sociedad comunista o
socialista -apunta Mella- tanto el producto intelectual como el de "las máquinas
y los brazos", será social.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En relación al aspecto de la educación y la cultura
dentro del proyecto de república mellista, este argumenta, dando prueba de total
coincidencia con los planteamientos esenciales de las ideas martianas sobre
educación: "Seamos avanzada en el campo de la cultura y las instituciones de
enseñanza del nuevo Régimen Socialista. Lo que los Sindicatos son en un orden:
embriones de la futura organización económica socialista, y los partidos del
proletariado en otro: embriones de la futura armazón política del estado
proletario, seremos nosotros en nuestro campo: iniciadores de los batallones que
lucharán al lado de ellos en la rebeldía y en la construcción del nuevo Sistema
Social." Y agrega que sólo así puede ser útil nuestra cultura, que "No se ha de
forjar tan sólo en la cátedra y los libros" pues, " Necesitamos experimentar
para no ser engañados y probar los postulados en la realidad.". Para Mella, como
para Martí era incuestionable el papel de la práctica.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por otra parte la Universidad siempre estará vinculada a
los intereses de los oprimidos, será una universidad nueva que haga en el campo
de la cultura lo que en la producción harán las fábricas del mañana. Una
universidad "de ciencias y no plutocracia."</DIV>
<DIV align=justify><BR>El modelo de sociedad o república de Mella, expresa un
cambio de perspectiva con relación a la concepción de república martiana. Martí
aspiraba al equilibrio clasista en la república, una sociedad donde existiera la
distribución equitativa de las riquezas. Mella conocía que solo podía
construirse tal sociedad desde la hegemonía política de la clase obrera y que
tal distribución de la riqueza social tenía como prerrequisito el paso de los
fundamentales medios de producción a manos del pueblo trabajador. En
consecuencia en las ideaciones mellistas en torno a la nueva sociedad, los
conceptos de democracia, igualdad y justicia social van a sufrir nuevas
interpretaciones desde el punto de vista marxista y leninista, en el cual va a
jugar un rol determinante el análisis clasista de la sociedad y el papel del
factor económico en las nuevas condiciones.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Concluyendo podemos plantear que Martí constituyó junto a
Marx, Engels y Lenin, el sustrato de una apreciación teórica, práctica de hacer
revolución en nuestra patria. Mella expresa en sus hechos -idea y acción- que el
socialismo es la continuidad histórica del desarrollo del movimiento nacional
liberador cubano en la época contemporánea. Por todo ello, el ideario de este
luchador revolucionario mantiene vigencia y continúa ofreciendo alternativas
para la interpretación de la realidad cubana y latinoamericana.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
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<HR>
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