<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.2900.2523" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=5><U>boletín informativo - red solidaria de
revistas<BR></U><FONT color=#800000 size=6><EM>Correspondencia de
Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 29 de octubre 2006 - Redacción:
</FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=5>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>México</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Bradley Roland Will
</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Esta es la última información enviada a
Indymedia por el camarógrafo y reportero estadunidense Bradley Roland Will,
antes de ser asesinado a tiros por efectivos paramilitares asociados a las
autoridades oaxaqueñas. El estilo y la redacción fueron respetados.
</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Muerte en
Oaxaca </FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>La Jornada,
29-10-06</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Traducción de José Galán</FONT></STRONG>
<BR><BR></FONT><FONT face=Arial size=2><BR></FONT><FONT face=Arial
size=2>Primeras horas de la tarde del 16 de octubre... </FONT></DIV><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR>Ayer fui a caminar con la buena gente de Oaxaca. En
realidad, caminé todo el día. Entrada la tarde, me enseñaron el muro donde se
impactaron las balas. Enumeraban cada una de las que iban encontrando. Me
recordó la entrada de la casa de Amadou Diallos 1 , pero en este caso los
grafitis estaban desde antes de que ocurriera el tiroteo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Una de las balas que no pueden ser contadas en la pared
aún está en su cabeza. Tiene 41 años, y se llama Alejandro García Hernández,
presente cada noche en la barricada del barrio. Una de ellas salió a unirse con
su mujer y sus hijos para permitir el paso de una ambulancia. Pero una camioneta
pick up trató de pasar inmediatamente después del vehículo de emergencia.
Recibió la bala cuando dijo a los ocupantes que no podían pasar. Y nunca lo
hicieron. Esos ocupantes, militares en ropas de civil, se abrieron el paso a
tiros para salir del lugar. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Un joven que sólo desea ser conocido como Marco estaba
con la familia cuando ocurrió el tiroteo. Una de las balas le atravesó el
hombro. Se encontraba en un evidente estado de conmoción cuando nos conocimos.
Tiene 19 años. Me dijo que aún no había informado a sus padres del hecho -como
otros, se presentaba en las barricadas noche tras noche-, y que, tan pronto como
la herida sanara, regresaría a ellas. Definitivamente. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pocos días antes llegó una delegación de senadores, cuya
visita tenía por objeto determinar si había ingobernabilidad en el estado.
Apenas tuvieron una probadita. Corrió la voz para cerrar el resto del gobierno.
Docenas de personas salieron a pie del zócalo oaxaqueño empuñando grandes palos
y cargando una caja con docenas de botes de pintura en aerosol. Se apoderaron de
tres autobuses de transporte urbano y por la mañana recorrieron toda la ciudad
para visitar los edificios gubernamentales e informar a la gente en su interior
que quedaban cerrados. Y que agradecerían su cooperación voluntaria. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La gente salió, inquieta, aunque otorgando su
colaboración. Mientras desalojaban el último edificio, tres pistoleros llegaron
y abrieron fuego. Ya se habían retirado dos autobuses. Estalló el alboroto. Fue
una batalla con piedras, tiros de resortera y gritos que duró diez minutos. Dos
heridos, uno en la cabeza y otro en una pierna, fueron llevados al hospital
mientras continuaba la refriega. La radio dio la alerta y llegó gente de todas
partes. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Los pistoleros estaban a la vuelta del edificio. Pero
lograron huir. Nadie estaba seguro, pero parecía que estaban adentro, vigilando.
Se informó de policías encubiertos cerca del hospital, y pronto salieron hacia
allá varios hombres dispuestos a vigilar a los heridos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Lo que se puede decir de este movimiento, de este momento
revolucionario, es que está creciendo, aumentando, tomando forma -uno lo puede
sentir-, tratando desesperadamente de lograr una democracia directa. En
noviembre, la APPO sostendrá una conferencia para buscar conformar una Asamblea
Estatal del Pueblo de Oaxaca, o AEPO. Hoy en día existen 11 de 33 estados que
han anunciado la conformación de asambleas populares al estilo de la APPO. Y
también unas cuantas al otro lado 2 , en Estados Unidos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Y los marinos han regresado al mar, aunque la policía
federal que devastó Atenco permanece en las cercanías. Mientras, el reciente
campamento (de la APPO) 3 en la ciudad de México ha iniciado una huelga de
hambre porque el Senado puede hacer renunciar a Ulises Ruiz Ortiz. </DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Qué sigue? Nadie está seguro. Es como si la luz
atravesara el cristal. O bien lo quema o bien pasa a través de él. Lo que está
claro es que esto es más que una huelga, más que la expulsión de un gobernador,
más que un bloqueo, que la unión de diferentes elementos. Es una revuelta
popular genuina. Y luego de décadas del priísmo gobernando mediante el soborno,
el fraude y las balas, la gente está cansada. Llaman a ese partido la tiranía, y
está dispuesta a destruir ese autoritarismo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En la calle se puede escuchar el murmullo de la selva
lacandona. En las esquinas la gente decidiendo permanecer junta. Uno les ve las
caras: indígenas, mujeres, niños, tan bravos y alertas en la noche, orgullosos y
resueltos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Regresé caminando de la barricada donde me encontré con
Alejandro, junto con un grupo de seguidores del movimiento, que vinieron de un
distrito lejano, a media hora de camino. Iba hacia la morgue con un grupo
enfurecido. Entramos y vimos al propio Alejandro. No había visto muchos cuerpos
en mi vida. Tremenda sensación. En la esquina, una pila de cuerpos, casi todos
los que han muerto, sin refrigeración. Y el olor. Tuvieron que abrirle el cráneo
para extraerle la bala. Regresamos caminando todos juntos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Y ahora Alejandro se mantiene a la espera en el zócalo,
como los demás en los otros plantones. Espera una tregua, un cambio, un avance,
una salida. Una solución. Esperando que la tierra cambie y se abra. En espera de
noviembre, cuando pueda sentarse con sus seres queridos, el Día de Muertos, y
compartir comida y bebida y cantar. Esperando que la plaza se le venga encima y
arda. Sólo espera hasta la mañana, pero esta noche espera que el gobernador y su
entorno se vayan para nunca regresar. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Una muerte más, otro mártir en esta guerra sucia, otro
momento para llorar y lastimarse, otra oportunidad de conocer el poder y su
horrible cabeza, otra bala rasga la noche, otra más en las barricadas. Alguien
mantiene las fogatas. Otros se envuelven y duermen. Pero todos están con él
mientras descansa, una última noche, bajo su mirada. </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><U>Notas</U></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>1. Joven oriundo de Guinea que, en 1999, cayó cerca de su
departamentito en el Bronx, en Nueva York, herido de muerte por 19 de las 41
balas que agentes encubiertos de la policía le dispararon al confundir su
billetera con un arma. <BR>2. En español, en el original <BR>3. Nota del
traductor
<HR>
<FONT color=#000080 size=3><EM><STRONG>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </STRONG></EM></FONT><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><FONT color=#000080
size=3><EM><STRONG>germain5@chasque.net</STRONG></EM></FONT></A>
<HR>
<BR></FONT></DIV></BODY></HTML>