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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas</U></FONT><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 20 de noviembre
2006 - Redacción: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Bolivia</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Los funcionarios no asistirán a
ninguna convocatoria del presidente<BR><BR>Seis gobernadores rompen relaciones
con Evo en Bolivia <BR><BR>Sus provincias generan más de la mitad del PBI.
Acusan al presidente de gobernar autoritariamente y de buscar recortarles el
poder. Grupos empresarios protestarán mañana en Santa Cruz de la
Sierra. <BR> <BR>Pablo Stefanoni, desde La Paz</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Clarín, Buenos Aires,
20-11-06</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><BR>La sangre llegó al río y los prefectos (gobernadores)
de seis de los nueve departamentos de Bolivia —que generan más de la mitad del
PBI nacional— decidieron "romper relaciones" con el presidente Evo Morales. Se
anuncia una semana movida, en la que varios sectores se manifestarán a favor y
en contra del gobierno socialista.<BR><BR>Los prefectos de la región conocida
como la "media luna" —Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando— sumaron el sábado en la
noche a los líderes de La Paz y Cochabamba a su cruzada contra el reglamento
impuesto por el oficialismo en la Asamblea Constituyente —que le permite a la
izquierda redactar la nueva Carta Magna casi en soledad—, la ley agraria y un
proyecto para recortar el poder de los prefectos. <BR><BR>La pelea tiene un
trasfondo claro: las autonomías departamentales, que ahora deberán aprobarse en
una Asamblea Constituyente controlada por el oficialismo y en la que la
oposición quedó casi como figura decorativa. Morales no se cansa de decir que
quiere "autonomías para el pueblo y no para la burguesía". Y considera
—polémicamente— que éste fue el mensaje del masivo "Sí" a la autonomía en el
referéndum del 2 de julio pasado en toda la media luna, pese al triunfo del "No"
a nivel nacional.<BR><BR>La resolución firmada por los prefectos en la ciudad de
Trinidad determina "romper la relación con el Poder Ejecutivo Nacional. No
concurrir a ninguna convocatoria que realice el señor presidente de la
república, en tanto no se modifique la línea gubernamental de vulneración de la
ley y desestabilización institucional de las autoridades elegidas por el voto
popular". Una medida simbólica pero clara en el mensaje.<BR><BR>Los prefectos
están en una suerte de limbo jurídico: legalmente deberían haber sido elegidos
por el presidente de la república —ya que Bolivia es un país unitario— pero la
administración de Carlos Mesa apeló a un artilugio legal para que el pueblo
"seleccione" a sus prefectos y el presidente los nombre. Formalmente, siguen
siendo "representantes del Poder Ejecutivo" pero el Movimiento al Socialismo
(MAS) sólo conquistó tres de los nueve departamentos y hoy el gobierno
identifica a esos poderes regionales como trincheras de la oposición a su
"revolución en democracia". <BR><BR>"Si hay transparencia en el manejo de la
plata del pueblo, si hay honestidad, ninguna de las autoridades nacionales
debemos tener miedo al pueblo y a sus instituciones", dijo el primer mandatario
al justificar su decisión de impulsar un proyecto que incluye la fiscalización
de la gestión de los prefectos y otorga al Congreso facultades para censurarlos
y, eventualmente, destituirlos.<BR><BR>Ayer, domingo, la pelea siguió a través
de solicitadas: los empresarios cruceños y el partido Unidad Nacional salieron a
pegarle al Ejecutivo y a preparar el clima para un conjunto de acciones de
protesta que comenzarán mañana con un tractorazo de la agroindustria apoyado por
el Comité Cívico Pro Santa Cruz. "Estamos movilizando a todos los sectores,
desde movimientos sociales y barrios hasta empresarios. La única forma de
demostrar que este gobierno quiere un régimen totalitario era dejarlo hacer,
ahora lo estamos viendo y mucha gente no está dispuesta a que esto siga así", le
dijo a Clarín el dirigente cívico Daniel Castro, quien adelantó que esta semana
se convocará una Asamblea de la Cruceñidad para decidir los pasos a seguir,
además del Gran Encuentro Nacional de la Bolivia Democrática, en Cochabamba,
para "defender la legalidad, la democracia y la unidad de la patria que se
encuentra en peligro".<BR><BR>Además, está previsto el arribo a La Paz de una
marcha indígena con la finalidad de "cercar el Senado" —controlado por la
oposición— que tiene en sus manos la ley de tierras recientemente aprobada por
Diputados y resistida por la agroindustria. El gobierno no oculta su apoyo a los
marchistas y ya suena la amenaza de acabar con la Cámara alta en la Asamblea
Constituyente.</DIV>
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<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Ofensiva opositora</FONT></STRONG>
<BR></DIV>
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<DIV align=justify>La política boliviana parece avanzar a paso firme hacia el
esquema venezolano: la derecha no se cansa de denunciar que el país camina hacia
la dictadura mientras el gobierno descalifica a los opositores acusándolos de
ser meros representantes de quienes "perdieron sus privilegios". Si el temor
original de los sectores acomodados era que Evo "se caía en seis meses" y no se
sabía qué vendría luego, el nuevo fantasma es que "se quede 20 años" con una
oposición incapaz de contrapesar su poder. El reciente "golpe" oficialista para
controlar la Asamblea Constituyente terminó de convencerlos de sus pronósticos.
Por eso el bloque conservador, arrastrado del poder por ola nacionalista
indígena, se atrinchera ahora en Santa Cruz, la región más rica y
dinámica.<BR><BR>No hay que olvidar que el ciclo de puebladas boliviano se dio
con dos velocidades diferentes: mientras en el occidente indígena los partidos
tradicionales implosionaron, en el oriente sobrevive una importante hegemonía
"liberal" que da a la oposición espacios de acción y de legitimidad. <BR><BR>A
diferencia de los gobiernos anteriores, el mandatario tiene un gran capital
político —sostenido en la nacionalización de los hidrocarburos y en la firma de
nuevos contratos petroleros— que contrae la capacidad de reacción del abanico
opositor. Sin embargo, pese a sus desventajas, sus adversarios saben que no
pueden rehuir esta batalla a riego de perder la guerra. Y esta semana pondrán
toda la carne al asador.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
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