<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1">
<META content="MSHTML 6.00.2900.2523" name=GENERATOR>
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas</U></FONT><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 25 de noviembre
2006 - Redacción: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3><STRONG>Chile</STRONG></FONT></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Entrevista al Frente Patriótico
Manuel Rodríguez</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Poder popular y lucha contra el
imperialismo en la América Latina contemporánea </STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Néstor Kohan</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>La Haine y
Corriente(a)lterna</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT><FONT size=+0> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG>Néstor Kohan: ¿Cómo y cuándo
nace el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR)?</STRONG></FONT></DIV><FONT
face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR>Frente Patriótico Manuel Rodríguez: El nacimiento
"oficial" del FPMR fue un 14 de diciembre de 1983, por medio de una acción
armada, un sabotaje al sistema eléctrico nacional, que produjo un apagón en gran
parte del país. Fue el Partido Comunista de Chile (PCCh) el máximo responsable
en la creación del Frente, pero ni fue absoluto ni apacible este papel. Fueron
casi diez años de una compleja lucha ideológica en su interior que significaría
no sólo el nacimiento del Frente, sino toda una concepción político militar que
desembocaría en la política de Rebelión Popular contra la dictadura militar, con
un complejo de estructuras no tan famosas pero tan importantes como el
FPMR.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>N.K.: ¿Por qué eligen ese nombre?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>FPMR: Entre los meses de Julio y Diciembre de 1983
aparece el nombre de FPMR., y según testimonios de algunos participantes, el
Jefe del FPMR, Raúl Pellegrin "Comandante José Miguel" llegó ante sus
subordinados con el nombre de la organización uno o dos meses antes del 14
diciembre de 1983, fecha oficial designada como de su fundación. El nombre
indica la reivindicación histórica de Manuel Rodríguez, héroe de la guerra
contra el colonialismo español en el siglo 19, cuyas acciones guerrilleras
hostigaron y debilitaron a las fuerzas realistas de la misma manera que
mantuvieron vivo el espíritu rebelde y libertario de los patriotas. Lo de
"Frente Patriótico" era en 1983 expresión de una política que buscaba la unidad
de todas las fuerzas antifascistas de Chile.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>N.K.: ¿Cuál es el balance histórico que realiza
hoy el FPMR de la política que fue hegemónica en el seno de la Unidad Popular
(UP) durante el gobierno de Salvador Allende [1970-1973] y de los intentos
alternativos durante aquella época por parte del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR)?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>FPMR: Con el golpe militar de septiembre de 1973 los
militares iniciaron una guerra contra el Gobierno Popular de Salvador Allende y
todos sus partidos políticos y adherentes, que había realizado cambios en
terrenos sensibles para los sectores mas privilegiados de la sociedad chilena y
perjudicaba de manera ostensible los intereses de los EEUU en el país. Sin
embargo esos cambios se pretendían realizar desde, o respetando la
institucionalidad burguesa.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En efecto, el proyecto popular (desde 1952, en que por
primera vez se postula Salvador Allende) carecía de toda idea o planteamiento
sobre cómo defender tales cambios en el terreno militar. "No a la guerra civil"
fue una de las últimas consignas que guiaron a su militancia y sectores
populares. No hubo capacidad de resistir al golpe porque los partidos populares
conductores del proyecto de la "vía chilena al socialismo" no podían en ese
entonces conducir, responder u organizar una guerra.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Múltiples son los argumentos que sustentan esta realidad,
pero creemos que en última instancia, no podrían hacerlo básicamente porque el
proyecto de la Unidad Popular no contemplaba dicha variante, es decir la
destrucción del poder o el Estado burgués como garantía de triunfo de la
revolución. Por ello no podían estar preparados ni preparar al pueblo para
defenderse ni menos pasar a la ofensiva en un escenario de lucha violenta, pues
nunca de manera oficial y planificada se contempló tal posibilidad. No existía
una concepción política, ni militar, ni estratégica que contemplara a la guerra
como un medio necesario y predecible en el camino de la revolución.. Años más
tarde muchos militantes de izquierda aprenderían que una respuesta en ese
terreno debía pasar por un cambio radical en las bases del proyecto y por una
prolongada y compleja preparación multilateral de todos los partidos y los
sectores populares que participaron del Gobierno Popular. En este sentido el
Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, fue de las pocas organizaciones que
sí contemplaba una estrategia de construcción y acumulación de fuerzas en pos
del poder popular y de su defensa a través de la fuerza material, pero este fue
un proceso que no tuvo el tiempo ni la correlación de fuerzas como para
profundizarse. En realidad en ese entonces sólo se pudo resistir el golpe de
aniquilamiento a los partidos y organizaciones sociales y reorganizar un
funcionamiento básico en medio de complejas condiciones.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los partidos populares conductores de esa singular "vía
chilena al socialismo" (es decir vía pacifica) apreciaron a un país distinto, a
unas fuerzas armadas que no eran lo que suponían, a partidos políticos
"democráticos" que escondían su anti-democracia, a una derecha con histórica
tradición de violencia, competente y capaz de las más infinitas crueldades si se
trata de mantener el poder. Apreciar un país que no era, determinó un proyecto
erróneo por definición. Se podía conquistar parte del poder político pero no se
podía predecir ni remotamente el insospechado escenario que se dibujó en el país
a partir de septiembre de 1973. Los ideólogos de aquel proyecto no podían
protegerse ni enseñar a proteger la integridad física ni los sueños y esperanzas
de parte importante de la población y sus dirigentes. Allí está parte de la
cuota de responsabilidad de los conductores de un proyecto derrotado.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>N.K.: En algunos países de América Latina la
concepción del comunismo tradicional utilizó sus aparatos de seguridad y sus
frentes político-militares como elementos de presión para ser empleados en la
negociación política. ¿Se dio este fenómeno en el caso del PC
chileno?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>FPMR: En términos generales podríamos decir que dicho
fenómeno se dio como un proceso, el nacimiento del Frente fue resultado de la
evolución y desarrollo de la política del Partido Comunista de Chile que después
de intentar distintos caminos para enfrentar al régimen militar llegó a la
conclusión de que "están cerradas las opciones pacíficas para la derrota de la
dictadura" y que "el pueblo recurre y recurrirá a todas las formas de lucha,
incluida la violencia aguda, para derrotarla". Surgió un nuevo proyecto
político, la rebelión popular, que entró a cambiar cualitativamente el contenido
de la confrontación política.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Durante la lucha en contra de la dictadura, el trabajo
militar - como un elemento más de la política del PC - estuvo regido por el
objetivo político de terminar con la dictadura mediante el desmoronamiento
político-moral de las FF.AA.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Esto determinó que la construcción y desarrollo del
trabajo militar respondiera a las necesidades de un enfrentamiento destinado a
desmoronar al enemigo mediante golpes orientados a desestabilizarlo y no a
aniquilarlo. Es decir, asumiendo lo militar sólo en sus aspectos operativos y no
inscrito en una estrategia de poder.<BR>Es decir la política militar del PC no
se planteaba una guerra revolucionaria. Podría tener una equivalencia con una
forma de insurrección parcial que no tenía como objetivo la derrota militar del
enemigo sino su derrota política.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ese diseño tal vez fue el "único posible" o el "mejor
resultado" del empuje y la búsqueda de un sector revolucionario dentro del PCCh,
limitaciones que fueron fuentes de contradicciones que después del '86 fueron
determinantes en la conducta política del PC, de sus cuadros y militantes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tras el atentado a Pinochet se dio una ofensiva
estratégica del autoritarismo en que los militares retomaron la iniciativa y
lanzaron la proyección del régimen, en un cuadro favorable al dictador.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pese a que en 1987 permanecía vivo el espíritu de lucha y
movilización en vastos sectores, a la larga primó el partidismo de los
dirigentes sociales y la presión hacia ellos de las cúpulas políticas afines a
una u otra salida de la dictadura. Pues estábamos claramente ante dos proyectos
políticos: el burgués - liderado por la DC [Democracia Cristiana]- y uno
democrático popular - liderado por el PC -, lo que en este nuevo contexto
político llevó a la desunión del movimiento social, a partir de la influencia
política de los partidos en ese campo, en sus organizaciones y en sus dirigentes
sociales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El protagonismo alcanzado por las masas en su lucha
combativa contra la dictadura pasó a ser secundario y lentamente comenzaron a
entrar al escenario los dirigentes políticos en representación de éstas. Ellas
dejaron de ser sujetos sociales combativos y pasaron a ser objetos sociales de
los intereses particulares de los partidos políticos, sus proyectos y sus
disputas ahora netamente electorales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Otro factor que incidió en la desmovilización social fue
la actitud asumida por el PC que frente a la posibilidad de verse aislado,
revisó su línea y readecuó su táctica. Optó por un camino distinto al trazado
por la Rebelión Popular, en que el trabajo militar dejó de ser un elemento
necesario y se transformó en un estorbo que políticamente lo comprometía. Con
ambigüedades en su discurso, paulatinamente se fue incorporando al proyecto
burgués y a una movilización netamente electoral. Este viraje fue el que terminó
provocando el quiebre que hizo romper al FPMR con el Partido Comunista.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La situación política entró en una nueva fase. El régimen
consolidó un nuevo orden político, económico y social y estuvo dispuesto a hacer
concesiones, incluso a costa de perder el gobierno, dando paso al plebiscito. La
oposición burguesa transformó la movilización combativa del pueblo en un combate
electoral, del cual salió exitosa.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>N.K.: ¿Cómo analiza el FPMR el capitalismo actual
en Chile y el ejercicio del poder por parte de sus clases
dominantes?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>FPMR: A principios de los años 80 del siglo XX se imponen
en la conducción de la dictadura militar los intereses de la llamada "burguesía
monopólico financiera", que en alianza con el capital transnacional da forma a
una economía exportadora de materias primas o productos con bajos grados de
elaboración, y a su vez importadora de productos altamente elaborados. En lo
político, teniendo a las FFAA como instrumento principal, se legaliza esta
reestructuración con la Constitución Política impuesta el año 1980, que presenta
severas restricciones en relación con el orden anterior. Junto a ello los
distintos gobiernos civiles han promovido una gestión fuerte del orden público,
entregando amplias facultades a los organismos operativos y de inteligencia, aún
a costa de conculcar muchas veces los derechos de las personas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En definitiva, el Estado es el principal garante del
"neoliberalismo"; la clase dominante ajustó el aparato estatal a sus intereses,
transformando sus mecanismos de intervención económica y social en el país por
la vía de reducir drásticamente su incidencia en ese campo, pero fortaleciendo y
modernizando su rol de control y represión a los sectores sociales y políticos
opositores al sistema, vía por la cual ha podido recurrir tanto a la represión,
como a la institucionalización de las organizaciones sociales para que las
demandas populares no amenacen el esquema instaurado, y el uso de los medios de
comunicación social como una eficiente arma de manipulación ideológica en la
sociedad.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El proyecto Rodriguista enfrenta la realidad de un país
marcado por las contradicciones propias del capitalismo: explotación y cesantía
estructural para las y los trabajadores que ven sus derechos pisoteados por la
legislación laboral, jornadas de trabajo que se extienden a más de 12 horas,
explotación de niños, distribución regresiva del ingreso, sistemas de salud y
educación excluyentes y orientados hacia el lucro, y una sistemática usurpación
de las tierras de la nación mapuche para favorecer el desarrollo del capitalismo
en el sector rural.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Chile es un país que ha fortalecido las cadenas de la
dependencia, que no ha logrado salir del subdesarrollo acentuando el crecimiento
desigual como país exportador de materias primas, proceso controlado por un
puñado de multinacionales y grupos económicos, y también por el mecanismo de la
deuda externa que entrega y la tutela del Fondo Monetario Internacional. Por lo
que el nuestro es un país capitalista dependiente o neo-colonial, carente de
poder de decisión real para trazar sus líneas de desarrollo, donde de nada sirve
votar por parlamentarios o presidentes cuando las decisiones trascendentales se
toman en reducidos círculos patronales criollos o extranjeros.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por eso planteamos que la contradicción principal del
periodo es "Neoliberalismo" versus lo Nacional, ya que hoy día lo "nacional" se
ha transformado en un elemento subversivo, ya que basta plantear algunas
reformas cosméticas para que el imperialismo se sienta amenazado en sus
intereses políticos y económicos</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>N.K.: Durante aproximadamente dos décadas en las
pomposamente denominadas "transiciones a la democracia" del cono sur
latinoamericano se ha priorizado la gobernabilidad por sobre los derechos
sociales de los trabajadores y el pueblo. ¿Cómo evalúa el FPMR esas transiciones
y qué actitud asume ante la gobernabilidad?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>FPMR: Estos 16 años de gobiernos civiles, de la
denominada "democracia representativa", se caracterizan principalmente por un
proceso dirigido a consolidar la convergencia de las instituciones políticas y
del Estado, con los intereses de los grupos económicos nacionales y
transnacionales, la burguesía monopólico-financiera.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La búsqueda de esta convergencia -el consenso neoliberal-
es lo que el bloque dominante ha denominado "transición a la democracia" que en
concreto significa cómo las distintas esferas del poder resuelven y se hacen
cargo de problemas o contradicciones que pudieran afectar la tranquilidad y
legitimidad del modelo y sus actores principales, por ejemplo los temas llamados
de derechos humanos, los "enclaves autoritarios" y la "equidad".</DIV>
<DIV align=justify><BR>En síntesis, nuestra "democracia" representativa en
realidad representa la continuidad del modelo, representa los intereses del
bloque dominante del país, que participa, decide y gestiona directamente la
política, la economía y todos los aspectos de la base y la superestructura de
nuestra sociedad.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En este marco es que al terminar su gobierno, Ricardo
Lagos no pudo evitar la tentación de decretar el "fin de la transición", con una
declaración pomposa que se refiere a las últimas reformas constitucionales que
flexibilizan aspectos del sistema político, como los senadores designados,
vitalicios, etc., y de paso lo legitiman aún más a escala internacional.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo, esta convergencia neoliberal produce también
que la gestión de la política y la economía están cada vez más distanciadas de
los sectores sociales. Los llamados poderes del Estado muestran hoy día su real
carácter, entidades alejadas y por encima de la población, pero que si lo
requiere puede ser represivo y violento, apelando a leyes como la Antiterrorista
y de Seguridad Interior contra sectores que se organizan y luchan por sus
derechos y dignidad, como en el caso del pueblo mapuche.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El mencionado abismo entre los intereses del Estado y los
partidos oficiales respecto a los de la mayoría del pueblo, los hace convertirse
en aparatos electorales que disputan base social con sólo esos fines, que más
bien administran cuotas de poder en su propio seno, haciendo diversos cálculos,
movidas, negociados y "blindajes" con el único fin de asegurar sus propias
parcelas políticas..</DIV>
<DIV align=justify><BR>La disputa no es electoral porque sí, se trata de acceder
a la administración del Estado, ya sea para seguir gozando de sus beneficios
económicos (sobresueldos, contratos a lo amigo, consultorías y asignaciones
millonarias) en el caso de la Concertación, o bien para acelerar a fondo el
saqueo privatizador en el caso de la Derecha. En ambos casos es la disputa de un
jugoso botín.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Esta distancia con la población del bloque dominante y
sus aparatos no es en forma aislada una amenaza a su estabilidad, no genera en
sí misma un antagonismo social capaz de hacerlo temblar. Para esto se requieren
condiciones ligadas a la existencia real de movimiento popular, con perspectiva
de lucha por romper el actual orden político-social y levantar un nuevo proyecto
de desarrollo nacional. Para nosotros esta es una tarea que bajo las actuales
condiciones históricas solo podrán llevarla hasta el final los sectores más
conscientes y avanzados, en un gran movimiento que unifique a la clase
trabajadora y el pueblo en su conjunto, socavando las bases que sostienen al
imperialismo en Chile y América Latina</DIV>
<DIV align=justify><BR>Como escenario de estas reflexiones tenemos que desde
comienzos del año 2006 la movilización social se ha acrecentado; los pobladores
sin casa y deudores habitacionales, los trabajadores del sector público y de
servicios, los subcontratistas de CODELCO, las organizaciones de la nación
mapuche, los estudiantes universitarios, y en especial los secundarios, se han
hecho escuchar y legitimaron en los hechos la movilización de masas como la
principal forma de expresión y participación.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En términos subjetivos, el debate en el seno de la
izquierda se traduce en cómo encarar este proceso, hacia dónde capitalizar y
proyectar la lucha y la organización social, qué proyecto político se fortalece.
En este aspecto de estrategia y táctica, una de las contradicciones principales
tiene que ver con la relación con el Estado y el régimen político. Para el
Rodriguismo, hoy es posible abrir alternativas más allá del rayado de cancha del
poder, y este año 2006 perfiló la oportunidad para que la izquierda
revolucionaria se levante, abandone la marginalidad y encabece la lucha por las
demandas populares y la construcción social.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>N.K.: ¿Cuáles son hoy las líneas directrices y
principales del proyecto político del FPMR?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>FPMR: En términos estratégicos, planteamos que el nuestro
es un Proyecto Revolucionario, en función de resolver la contradicción
fundamental que limita el progreso y el desarrollo de nuestro país, mediante un
proceso de lucha destinado a erradicar el capitalismo y a construir el
socialismo en Chile. Un proceso con expresión continental que sólo es posible
concebir en medio de una constante y creciente confrontación entre las fuerzas
que defienden los intereses del capital y del imperio con las de un pueblo que
aspira a su liberación.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Un Proyecto Patriótico, orientado a construir una
verdadera soberanía del pueblo en los asuntos políticos y económicos del país,
usurpados por el capital financiero transnacional en concomitancia con los
grupos económicos locales. El sello patriótico de este proyecto es determinado
por el carácter anti-imperialista de nuestra propuesta de transformaciones
destinados a conquistar una auténtica independencia nacional, que nos permita
recuperar el control de nuestros recursos naturales y reconstruir la capacidad
productiva, enfrentando así la dependencia financiera creada por la deuda
externa y el Fondo Monetario Internacional, y terminar con la intervención del
imperialismo en nuestra patria.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Un Proyecto Popular, basado en la fuerza de la clase
trabajadora, de los pobladores, estudiantes y todos los que se sientan
identificados, buscando aportar a construir la alternativa de poder del pueblo,
para elevar a los máximos niveles políticos del país la participación popular en
una perspectiva de desarrollo independiente y soberano. En síntesis,
consideramos que los sujetos potenciales o fuerzas sociales principales de este
proceso revolucionario son los Trabajadores, Pobladores y Estudiantes, sectores
cuyo elemento unificador es ser igualmente golpeados por este sistema de
dominación, que los somete a una situación de explotación, pobreza y/o de
dominación estructural irreversible dentro del actual esquema. Esto se refiere a
una dimensión visible, que es la falta de ingresos para satisfacer las
necesidades básicas (salud, vivienda, educación dignos), pero que en su fondo
esta pobreza estructural tiene como causa la relación de explotación inherente
al Capitalismo y que se presenta con exacerbada crudeza en su modelo Neoliberal.
En este contexto, consideramos a los Mapuche (junto a los Aymará, Rapa Nui,
etc.) como una nación originaria, en cuyo seno existen variadas organizaciones y
diversas expresiones ideológicas, políticas y sociales.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>N.K.: ¿ El FPMR tiene actualmente una estrategia
político-militar?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>FPMR: Sobre este punto planteamos que la denominada
"salida revolucionaria" será fruto de una acumulación de fuerzas de tipo social,
ideológica, política y militar que permita la derrota del gobierno y Estado
opresor. Las formas concretas de enfrentamiento, ya sean insurreccionales o de
guerra prolongada, se irán perfilando o combinando en la misma medida que se
agudice el conflicto, por lo que es necesario estar preparados para cualquier
variante que la propia dinámica y el pueblo generen.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En definitiva nuestra estrategia efectivamente es de
carácter Político Militar, porque entendemos que en la perspectiva de la
confrontación del pueblo con el sistema dominante, se deberá transitar por
diversos períodos en la acumulación y movilización de fuerzas, y combinando
formas de lucha tomando en cuenta los escenarios concretos y la correlación de
fuerzas, pero sin perder la perspectiva de que es necesario construir fuerzas
populares con capacidad de expresarse materialmente en pos del cambio
estructural y responder ante cualquier forma de lucha o grado de
violencia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>No hacemos de la violencia un fin, pero consideramos una
irresponsabilidad no tenerla en cuenta y no estar preparados cuando el momento
lo exija, la historia demuestra que la oligarquía y el imperio no dudan en
masacrar al pueblo si ven amenazados sus intereses políticos y económicos. Por
tanto los revolucionarios debemos estar dispuestos ideológica y técnicamente
para tales niveles de confrontación, haciendo de la violencia revolucionaria un
medio determinante en la defensa o avance de las fuerzas populares.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El objetivo estratégico de nuestra política militar
apunta a construir la fuerza material para que la organización política del
pueblo pueda responder a las necesidades de la confrontación armada y, al mismo
tiempo, esté en condiciones de articular fuerzas armadas que aseguren, defiendan
y representen los intereses populares. El movimiento revolucionario no puede
esperar una insurrección o guerra popular espontánea sino que debe dirigir sus
esfuerzos en el seno del pueblo para prepararla y organizarla, el movimiento
revolucionario no impulsa este proceso construyendo por fuera del movimiento
popular ni lo resuelve en su totalidad con aparatos "especiales", así como
tampoco debe confiar en el paso espontáneo de parte de las fuerzas armadas a las
filas populares.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>N.K.: ¿Qué perspectivas asume la lucha
extrainstitucional en el Chile actual?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>FPMR: Para responder esta pregunta hay que remitirse
primero al objetivo fundamental de nuestra política del período, que es la
reconstrucción de Movimiento Popular, teniendo como fuente de esta práctica
territorios y sectores concretos, generando las condiciones para que los sujetos
sociales alcancen mayor madurez y participación, y se hagan protagonistas del
proceso revolucionario. Concebimos a este Movimiento Popular como una fuerza del
pueblo, conciente y politizada, organizada en torno a sus demandas sectoriales y
nacionales, para enfrentar las políticas neoliberales y sus efectos en los
diferentes sectores, ya sean estos; poblacionales, estudiantiles o de
trabajadores.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En función de la construcción de dicha fuerza es que
hemos descartado la inserción en la institucionalidad, llámese alcaldías,
parlamento o presidencia, como paso posible para la mencionada reconstrucción.
El régimen político imperante está en general diseñado para cerrar el paso o
bien absorber y cooptar expresiones políticas distintas a la del bloque en el
poder, situación que en un contexto de desventaja o desorganización de los
sectores populares y revolucionarios a escala nacional, vuelve estériles los
diferentes intentos de enfrentarlo "desde adentro", de hecho dichas políticas no
han logrado siquiera estar "dentro".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Nuestra política en el plano social apunta a la
independencia política de las organizaciones populares en relación con los
gobiernos y Estado capitalista, a la convergencia de las organizaciones sociales
en torno a la lucha reivindicativa y a objetivos comunes; a la generación de
plataformas de lucha en el ámbito territorial y sectorial. La perspectiva a
largo plazo de este desarrollo es la creación de focos o embriones de un futuro
Poder Popular a través de la acción directa de los organismos sociales y
políticos en un sector, mediante asambleas, control territorial, construcción de
espacios alternativos de desarrollo social, cultural y económico, entendiendo
como espacio territorial a todos los sectores sociales coordinados de una zona o
región: pobladores, estudiantes y trabajadores.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>N.K.: ¿Cuál es la política de unidad del FPMR
hacia el campo popular chileno? ¿Hacia qué sectores prioritarios se
dirige?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>FPMR: El proceso de construcción del período contempla la
convergencia de los revolucionarios como una piedra angular de nuestra política,
la cual sin embargo deberá lograrse a partir de nuestra organización, es decir
el desarrollo en lo interno y en nuestra incidencia, y sustentado en una
correcta y sana política de alianzas con todos los que luchen en contra del
sistema establecido. Por ello creemos que la flexibilidad debe ser la base de
nuestra política de relaciones para con todos aquellos que desde distintas
posiciones adopten objetivos inmediatos y estratégicos similares a los
nuestros.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La unidad no se resuelve por el hecho formal y mecánico
de constituir una estructura orgánica, ni tampoco que los revolucionarios estén
al mismo tiempo todos juntos en una misma mesa política, sino que nos parece que
hablar de una estructura tiene más bien relación con la finalidad del proceso y
no necesariamente con el punto de partida.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La unidad de los revolucionarios debe ser una necesidad e
instrumento que potencia un fenómeno simultáneo, que es la unidad del pueblo, de
los sectores populares. El entrelazamiento dialéctico entre la convergencia de
los revolucionarios y el movimiento social se da en tanto que los primeros son
parte integrante de los segundos.<BR>La unidad de los revolucionarios no
resuelve el problema de la construcción de movimiento social, pero sí permite
enfrentar el desafío en mejores condiciones, políticas, orgánicas e
ideológicas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>De esta manera entendemos la unidad no como la simple
yuxtaposición de orgánicas y siglas, sino la construcción colectiva en el ámbito
de los territorios de aquel Sujeto o Conciencia Para Sí que será el portador y
conductor del programa que sintetiza las transformaciones nacionales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Debemos organizar al pueblo -y lo estamos haciendo- en
las distintas formas en que se manifiesta socialmente, ya sea en el terreno
laboral, en la población, en la educación, etc. Es decir, debemos instalarlo en
un proceso de construcción de conciencia de largo aliento, donde las luchas por
las demandas populares sea la piedra angular de esta edificación. En torno a
ellas, se configurará una nueva forma de relacionarnos, el surgimiento de nuevas
prácticas democráticas, como de ir desarrollando una nueva moral y cultura,
vislumbrando la nueva sociedad socialista por la cual luchamos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Nuestro camino de construcción debe ser capaz de abrir
conflictos, de poner a las masas a través de su lucha reivindicativa en la
confrontación con el poder. La construcción de movimiento popular no puede ser
aséptica, con miedo a contaminarse en la lucha con la institucionalidad. No
podemos construir en una burbuja social, encapsulados en un pretendido ya
existente "poder popular" que se construye al margen de toda contradicción con
el poder capitalista. Es en la lucha, en el enfrentamiento, en la pugna con el
poder real de la burguesía donde las masas, armadas con sus reivindicaciones,
adquieren la conciencia social.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Como ya dijimos el tema de la unidad de los
revolucionarios en este ámbito, debe ser un proceso dirigido y con un plan cuyo
cumplimiento de objetivos potencien y amplíen la convergencia. Convergencia
llena de hitos, que instale en la realidad nacional una plataforma de lucha o
programa mínimo por las demandas populares que reflejen las necesidades más
primarias y urgentes de los sectores populares. En este sentido, la unidad por
arriba debe tener su correlato en la unidad por abajo, la primera debe ser un
instrumento la última el fundamento esencial, la finalidad. De esta manera, la
territorialidad en el proceso de convergencia y de construcción del polo
revolucionario será un baluarte fundamental.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La tarea de la convergencia y de la construcción de un
polo revolucionario es una iniciativa política imposible de postergar, porque no
sólo están en juego las reivindicaciones del pueblo, sino también el futuro del
país y nuestra factible contribución a la liberación de América Latina. Caminos
que ya han iniciado otros pueblos del continente, sobre todo si los rodriguistas
no sólo buscamos un proyecto en el ámbito nacional, sino también de carácter
continental.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>N.K.: Tomando en cuenta la abnegación y la
perseverancia de la militancia comunista de base en Chile, ¿cuál es el mensaje
del FPMR hacia los colectivos militantes del PC?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>FPMR: Es verdad que en la militancia comunista hay
compañeros y compañeras abnegados y honestos, hoy en día las diferencias e
incluso los conflictos los hemos tenido sobretodo con la actual dirección de ese
partido, sin embargo, nuestra opción es plantear abiertamente, y a través de
hechos concretos, nuestra política y nuestra visión crítica cuando corresponda.
Los últimos conflictos sociales han demostrado que la izquierda consecuente sí
puede disputar los terrenos que habitualmente controla el reformismo o el
gobierno. Y lo que es estratégico, potenciar la participación de las bases en el
campo de los trabajadores, en el ámbito de los pobladores, en el mundo de los
estudiantes y en diversos sectores sociales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Nuestra propuesta es dejar atrás posiciones que
convierten los defectos en virtudes, es decir exaltan la ambigüedad, las
concesiones y las conductas unilaterales y hegemonistas, que son obstáculos que
debe enfrentar el naciente movimiento popular, sin embargo para otra franja de
izquierda representada por el Partido Comunista, se potencia una política que
busca el entendimiento con la Concertación, e incluso con sectores de Derecha,
con la consigna de "romper la exclusión", en síntesis se asimila la lucha contra
el neoliberalismo con la inserción en la institucionalidad, con la conciliación
con el oficialismo, se asimilan los intereses de un partido con los de un
movimiento popular que aún no está del todo desarrollado y articulado a escala
social y nacional.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Posturas de este tipo tienen mucho que ver con la
"sociología" de los partidos reformistas en Chile y el continente, en cuyo seno
se producen tensiones o tendencias que los empujan a lógicas burocráticas, que
los conduce a considerarse fines en sí mismos, y por ende a adoptar lógicas
conservadoras justificadas con el argumento de la amplitud, la acumulación de
fuerzas, la unidad, etc.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La lucha ideológica está entonces planteada entre estos
distintos proyectos, en todo caso es la propia base militante del PC la que
deberá resolver sus conflictos internos, y nosotros debemos respetar ese proceso
y sus ritmos.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>N.K.: Durante la última lucha estudiantil
secundaria en Chile pudo observarse una creciente influencia política del FPMR
entre los jóvenes. ¿Cuál es la política específica del FPMR hacia la
juventud?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>FPMR: Mas que una política generacional o etárea, es
decir hacia la juventud en general, nos planteamos una construcción o una
política hacia los sectores sociales a los que pertenecen los jóvenes, es decir
en el ámbito laboral, poblacional y estudiantil. Si nos detenemos en este último
nivel, vemos que los estudiantes conviven con la precariedad de la
infraestructura, malas condiciones laborales de los docentes, deserción escolar,
todo esto mediado por la contradicción; dinero (subsistencia) - estudios, entre
otros. Si se pudiere entregar una panorámica muy general, daríamos cuenta que
tanto los jóvenes y sus padres (tanto de los sectores populares como los de capa
media que han tendido a la proletarización) quedan a merced de este mercado que
todo lo cubre, aunque en rigor los mayores beneficiados son aquellos que pueden
pagar por una educación de calidad. En síntesis, hoy la Educación se ha vuelto
un producto de consumo, una mercancía que puede ser adquirida en la medida que
se tengan los recursos para ello, quedando postergado su concepción fundamental
de Derecho Básico.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque las necesidades estén a la vista, los estudiantes
como sector, aún están afectados por la desorganización que caracteriza hoy al
mundo popular, pero aún así, es indudable que serán protagonistas importantes
dentro del proceso revolucionario; que si bien no se han distinguido por
promover durante el presente período un cambio radical en la sociedad, en los
momentos en que su lucha se agudiza, como ocurrió este año 2006, son actores
dinámicos y altamente críticos de las prácticas y discursos que atentan contra
el derecho a la Educación, como también son capaces de acoger aquellos que
puedan conducir de buena forma sus más sentidos anhelos y demandas; es ahí donde
las organizaciones revolucionarias deben tener la capacidad de orientar un
trabajo político que permita develar el verdadero sentido del modelo impuesto y
proyectar al interior del estudiantado niveles de organización que respondan al
contenido de clase que hoy se necesita.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los estudiantes se han caracterizado por una constante
movilidad, generando un grado de participación y organización muchas veces mayor
que otros sectores sociales perfilándolo como un actor principal, aunque estas
cualidades se queden en un aspecto formal y concentradas únicamente en su propia
experiencia lo que termina orientándolos hacia el reformismo y el cortoplacismo
(otra de sus limitantes es que la radicalidad suele ser asimilada más a las
formas o instrumentos que a los objetivos). Sus demandas y reivindicaciones más
sentidas han tenido un matiz económico (asignación de recursos, principalmente
en el ámbito superior), aunque en el último tiempo ya se ha instalado el
cuestionamiento al rol que le compete al Estado con la Educación.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las Federaciones y Centros de Alumnos son espacios
orgánicos socialmente legitimados, que más allá de tener o no legalidad
(personalidad jurídica), son reconocidos por los estudiantes, así como por
autoridades, académicos y funcionarios al interior de las instituciones, e
inclusive por los gobiernos de turno al considerarlos interlocutores válidos del
mundo estudiantil. Pero su principal validez está determinada en tanto son una
necesidad para los estudiantes en la resolución de los diversos problemas que se
presentan en el transcurso de sus estudios.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Al entender la importancia estratégica de estos espacios
(en cuanto su rol conductor), los sectores oficialistas y derechistas se han
insertado en este campo, a través del manejo que realiza de ellos,
manipulándolos según sus propios intereses, privilegiando el electoralismo
(reduciendo a sólo esto, la democracia y la participación), el gremialismo y el
paternalismo en todos sus niveles como forma de control, a lo que también aporta
la ambigüedad e incapacidad de la izquierda, que no ha permitido posicionar a
los estudiantes como reales protagonistas del quehacer en estos espacios.</DIV>
<DIV align=justify><BR>De ahí que los rodriguistas al hacernos partícipes de
estos espacios, debemos promover y practicar la Democracia y Participación real,
como instrumento y metodología en la construcción, fortaleciendo y alentando el
protagonismo de los estudiantes en la toma de decisiones tanto al interior de
dichas organizaciones como al exterior, es decir el ámbito de la política
nacional.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para avanzar en la construcción de niveles mayores de
organización es condición necesaria propiciar, potenciar y fortalecer la
organización de base (llámese Centro de Alumnos o espacios político-sociales,
construir "desde abajo hacia arriba" buscando el debate, la unidad y la
movilización con un claro y definido objetivo político, evitando la
instrumentalización (con fines exclusivamente partidarios) y otras prácticas
nefastas que tarde o temprano originan la marginación de los estudiantes de
estos espacios y la deslegitimación de ellos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sabemos que nuestra apuesta es compleja y ardua, exenta
de recetas en cuanto a los aspectos formales pues, cada configuración orgánica
debe responder a la particularidad de cada nivel, establecimiento e inclusive
territorio. En lo fundamental, estas herramientas deben responder a un contenido
de clase producto del desarrollo cualitativo de la conciencia de los
estudiantes, efecto de la educación y formación que se da en el camino de la
construcción y la lucha por nuestras demandas y más sentidas
reivindicaciones.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>N.K.: ¿Y hacia el campo de la lucha de la clase
trabajadora y de las poblaciones (espacio territorial)?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Las tareas del período tendrán múltiples métodos y formas
de aplicarse según el análisis concreto de las diferentes realidades de cada
sector en el cuál estemos insertos, pero a la vez dotados de contenidos y
criterios fundamentales que caractericen el trabajo de masas rodriguista, el
cual en una síntesis de lo general a lo particular, debe:</DIV>
<DIV align=justify><BR>- Permitir la construcción y fortalecimiento de las
organizaciones sociales por medio de lucha y movilización por los derechos y
reivindicaciones básicas en lo económico, social y cultural (con avances y
retrocesos propios del período). </DIV>
<DIV align=justify><BR>- Promover la articulación y coordinación de los
diferentes grupos que se encuentren trabajando en determinado sector, que
permita además un intercambio político que incentive el protagonismo y la
participación sin sectarismos u otras deformaciones que impidan la convergencia
social y política. Entendiendo que la práctica de la coordinación es la
generación de nuevos espacios o iniciativas entre organizaciones concretas (un
espacio distinto), al calor de un activismo que debe hacer crecer y fortalecer
el trabajo de todos los involucrados en un territorio, pero sin perder la
mencionada perspectiva de establecer o potenciar coordinación y acción en lo
nacional. La unidad de los sectores sociales será el resultado final de este
proceso de convergencia en torno a las luchas y las demandas que se encuentran
hoy parceladas, y debe tener como objetivo final una sola plataforma de lucha
que aspire a la transformación social con miras al socialismo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>- Profundizar la solidaridad como clase o sectores
sociales, para vencer el individualismo generado por el sistema, poner en el
centro la comunión de condiciones y necesidades preexistentes, recuperar y
reivindicar la identidad y el papel protagónico que los sectores sociales tienen
dentro de la historia. Así, se hace necesario impulsar la creación de espacios
de confianzas, cooperación, creatividad y fortalezas tanto individuales como
colectivas, principios que por años el neoliberalismo ha buscado socavar. </DIV>
<DIV align=justify><BR>- La construcción de sujetos sociales se sostiene en la
identidad e independencia de clase, concretada en la autonomía en las decisiones
y en la práctica de las organizaciones sociales respecto a las organizaciones y
partidos afines al sistema o al bloque dominante, los organismos o zonas
intermedias del aparato del Estado o las fundaciones internacionales
dependientes del imperialismo o la socialdemocracia. </DIV>
<DIV align=justify><BR>- Aportar a la capacidad político-militar del pueblo por
medio del desarrollo cualitativo y cuantitativo de la Autodefensa de Masas,
vista como la labor organizada del pueblo en tareas anti-represivas, de
protección, repliegue ordenado y vigilancia popular (proteger locales,
dirigentes y miembros en general, de las organizaciones). <BR></DIV>
<DIV align=justify>Otras características del trabajo de masas rodriguista que
podríamos citar como parte de nuestro proyecto son:</DIV>
<DIV align=justify><BR>- Capacidad de incidir en el desarrollo y conducción
(contenidos y objetivos) del organismo social, lo que no debe confundirse con la
vieja práctica de buscar la dirigencia del mismo como objetivo principal. </DIV>
<DIV align=justify><BR>- Proponer e impulsar métodos y formas de trabajo que
eleven la calidad de la organización y la capacidad de movilización. </DIV>
<DIV align=justify><BR>- Levantar o fortalecer tipos de organización que aspiren
a agrupar a todos los que tengan similares visiones de la realidad, plataformas
y objetivos para el período. </DIV>
<DIV align=justify><BR>- El carácter territorial de nuestra construcción debe
expresarse (y medirse) a través de la incidencia concreta en los espacios y
sectores de construcción y no sólo por un concepto geográfico. </DIV>
<DIV align=justify><BR>- Crear espacios permanentes de formación política y
educación popular, creativos en lo temático y metodológico, con la participación
plena de quienes forman el o los organismos (foros, talleres, jornadas de
encuentro, etc.). En síntesis, el militante rodriguista debe ser capaz de hacer
propuestas políticas y metodológicas concretas y tener una actitud educadora en
la organización social. </DIV>
<DIV align=justify><BR>- Reivindicar con hechos y aportes concretos la
militancia política revolucionaria. La contraposición entre las organizaciones
sociales y las organizaciones políticas sólo existe como problema con base
objetiva cuando la organización o partido en cuestión lo es en el sentido
burgués del término: un aparato organizativo en el cual personas que participan
en el juego político institucional defienden intereses ya sea de los propios
aparatos o de sectores o clases sociales dentro del sistema. Una organización
política cuyo objetivo es transformar la sociedad, acabar con la explotación y
la opresión capitalista, y cuya práctica no es oportunista o aparatista, no
puede tener ninguna contradicción de fondo con una organización social genuina
en el sentido más arriba descrito y al contrario se reforzarán y crecerán
mutuamente. </DIV>
<DIV align=justify><BR>- Propugnar la autogestión material de las organizaciones
sociales, que es resultado del trabajo colectivo y la participación real. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>N.K.: Desde la época de la Organización
Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) [conferencia celebrada en La Habana en
1967 que agrupó a la mayoría y a lo más avanzado de las organizaciones
revolucionarias del continente] y los tiempos de la Junta de Coordinación
Revolucionaria (JCR) [coordinación internacional de distintos destacamentos
revolucionarios del cono sur: estaba integrada por el MIR chileno, el PRT-ERP
argentino, el ELN boliviano y el MLN-Tupamaros de Uruguay] no ha existido un
ámbito de puesta en común de estrategias revolucionarias y radicales de América
Latina y el cono sur. ¿Existe en la actualidad alguna posibilidad de globalizar
en concreto y coordinar las diversas experiencias antiimperialistas y
anticapitalistas?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>FPMR: Recientemente hemos realizado en Chile un encuentro
de organizaciones revolucionarias del Cono Sur de nuestra patria grande, donde
precisamente debatimos e intercambiamos sobre los contenidos de esta pregunta, y
hemos llegado a la conclusión de que en las actuales condiciones no sólo es
posible, sino que es necesario y urgente iniciar un camino de coordinación de
las luchas antiimperialistas. Como señala la declaración posterior al Encuentro,
hoy la dominación imperialista es altamente inestable en todos los puntos del
globo donde intenta imponerse, y como en la historia de todos los grandes
Imperios, en su momento de mayor decadencia es cuando se vuelven más bestiales.
La solución militar de toda la política es un claro síntoma de descomposición de
los imperialistas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por eso es que para nosotros, y las organizaciones que
participaron del Encuentro, no sólo por principio sino fundamentalmente por
estrategia, los revolucionarios organizados en nuestra Patria Grande estamos
obligados a coordinar nuestras luchas y construir una estrategia de derrota
continental al Imperialismo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ahora bien, esta coordinación no se decreta sino que se
construye, y nuestra opción como FPMR es comenzar a materializar un proceso de
solidaridad, intercambio y cooperación entre los sectores revolucionarios del
cono sur de nuestro continente. Para los Rodriguistas el internacionalismo
existe realmente cuando produce resultados que potencien la organización y la
lucha en cada país, y no sólo declaraciones, eventos puntuales o actitudes
festivaleras, por eso es que se deben iniciar y fortalecer prácticas de trabajo
conjunto de corto, mediano y largo plazo, para aportar al fortalecimiento y
desarrollo de la organización y lucha popular en el continente.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Mas que generar apresurados referentes o estructuras
centralizadas, nuestra opción es implementar iniciativas concretas para
cualificar el intercambio político ideológico, la formación de cuadros políticos
y sociales, y la difusión de la idea y la acción revolucionaria a través de
diversos medios desde una dinámica de trabajo continuo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Junto a esto, consideramos un deber buscar vías de
coordinación para materializar la solidaridad con las luchas de los pueblos en
nuestra América, intercambiando experiencias y luchadores, así como de defensa y
apoyo a quienes enfrenten la prisión política o la persecución de los Estados y
sus aparatos represivos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Guiados por estos criterios es que pensamos se podrá
avanzar a generar prácticas e instancias de lucha continental, que por lo demás
es parte de las mejores tradiciones de la lucha revolucionaria en América Latina
desde el siglo 19, en la guerra contra el colonialismo español, hasta las luchas
revolucionarias del siglo 20 en El Salvador, Nicaragua o Bolivia, por citar
algunas experiencias. Esos ejemplos señalan la cartografia ineludible que
debemos seguir si de verdad queremos enfrentar al imperialismo.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
<BR></FONT></FONT></DIV></BODY></HTML>