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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U><FONT size=5>boletín informativo - red
solidaria de revistas</FONT></U><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 17 de
diciembre 2006 - Redacción: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Guantánamo
</FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Muertos en
vida</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Zofeen Ebrahim
</FONT></STRONG></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>IPS, Karachi</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A href="http://www.ipsnoticias.net/"><STRONG><FONT
size=3>http://www.ipsnoticias.net/</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify>El padre y el hermano de Zahra Paracha están prisioneros en
Guantánamo. La acusación contra estos dos respetados empresarios pakistaníes
tiene muchos puntos oscuros. Y Zahra, a sus 14 años de edad, ya está cansada de
defenderlos ante la prensa. <BR><BR>"Guantánamo trae imágenes de un hombre en
overol anaranjado, de cabeza gacha y un soldado sosteniéndolo por la nuca, como
un perro atado. A los animales se los trata mejor", dijo Zahra a IPS.
<BR><BR>"¿Qué sentido tiene que hable con usted?", pregunta, mientras sus ojos
se nublan. "Estoy cansada de decirle a los periodistas que mi padre es inocente.
Hace tres años, en la primera conferencia de prensa, abrí mi corazón, pero eso
no trajo a mi padre de regreso." <BR><BR>"Pienso que nadie nos puede ayudar, ni
el gobierno ni el presidente Pervez Musharraf", volvió a lamentarse.
<BR><BR>"Cuandos los pakistaníes vendimos el alma y nos convertimos en aliados
de Estados Unidos, perdimos todo poder de negociación", agregó Farhat Paracha,
esposa de Saifullah Paracha y madre de Uzair Paracha. Ambos están presos en la
base naval estadounidense en la bahía de Guantánamo, Cuba <BR><BR>Pero Muneeza
Paracha, su hija mayor, una graduada en administración de empresas de 24 años
que mantuvo a flote el negocio familiar, se muestra más tranquila. "La
situación, de algún modo, es diferente que en 2003", evaluó. <BR><BR>"Creo que
el gobierno de Bush está bajo inmensa presión para clausurar Guantánamo. Los
medios hicieron mucho y todavía son sensibles a la difícil situación de los
prisioneros, lo cual me genera muchas esperanzas", añadió. <BR><BR>Pero Muneeza
no niega que la vida sin su padre ha sido dura. <BR><BR>Saifullah Paracha,
exitoso empresario y filántropo de 60 años que residía en esta meridional ciudad
portuaria pakistaní, está preso en la cárcel de Guantánamo desde septiembre de
2004. <BR><BR>Mientras se dirigía a una reunión empresarial en julio de 2003,
fue capturado en el aeropuerto de Bangkok y conducido al celdario de la base
aérea estadounidense en la localidad afgana de Bagram. Pasó 15 meses allí hasta
que lo llevaron a Guantánamo. <BR><BR>Cuatro meses antes, Uzair Paracha, de 23
años, había sido arrestado por agentes de inteligencia cuando viajaba a Estados
Unidos por negocios. Se le acusó de conspiración terrorista y presuntos vínculos
con la red terrorista Al Qaeda. <BR><BR>Esta organización islamista, liderada
por el magnate saudita Osama bin Laden, es responsabilizada de los atentados que
dejaron 3.000 muertos en Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001.
<BR><BR>"Mi esposo era una persona muy fuerte, pero el secuestro de Uzair lo
quebró. Fue entonces que lo vi llorar por primera vez. Se sintió impotente por
no poder ayudar a su hijo", relató Farhat. <BR><BR>"No sé si viviré para ver a
mi hijo. Ésa es mi peor pesadilla. Lo condenaron a 30 años de cárcel", dijo
Farhat, de 56, que sobrevive con antidepresivos y la llamada mensual de 15
minutos que le hace su hijo. <BR><BR>"Él era como cualquier joven de más de 20
años, con el mundo a sus pies y una novia. Ellos estaban desesperadamente
enamorados y solamente aguardaban a que él terminara sus estudios. Ella se casó
hace poco y no la culpo, porque no podía esperar eternamente", agregó, con la
voz temblorosa. <BR><BR>Según ella, él engordó porque evita salir a hacer
ejercicio, porque para eso se les exige desnudarse para un registro corporal.
"Pasa mucho tiempo leyendo y también reza regularmente". <BR><BR>El único
contacto de Farhat con su esposo desde julio de 2003 fue a través de su abogado
o de correos electrónicos de algunas organizaciones de derechos humanos, además
de cartas que son "breves garabatos apurados en el dorso de documentos de la
Cruz Roja". <BR><BR>Sin haber sido acusado de ningún delito, Saifullah Paracha
fue declarado sospechoso de vinculación con Al Qaeda, lo que él niega.
<BR><BR>"Lo consideran partícipe de un plan de Al Qaeda para introducir
explosivos en Estados Unidos", dijo Zachary Katznelson, de la organización no
gubernamental británica Reprieve. <BR><BR>Katznelson se reunió con Saifullah
Paracha dos veces, la última de ellas en octubre, y habló una vez con él por
teléfono en noviembre. <BR><BR>"Él nunca ocultó haberse reunido con Bin Laden en
1999. De hecho, solía alardear de ese encuentro y quedó bastante sorprendido por
su hablar suave. Dice que quería conocerlo para que le diera su versión", relató
Farhat. <BR><BR>Acerca del posible vínculo entre el secuestro del padre y el del
hijo, Katznelson dijo que "las acusaciones de ambos se relacionan con contactos
que tuvieron con Majid Khan, otro prisionero pakistaní en Guantánamo".
<BR><BR>Khan, acusado de ser miembro de Al Qaeda, negó que los Paracha tengan
vínculos con esa red o con actividades terroristas. Los conoció como empresarios
pakistaníes. <BR><BR>Saifullah Paracha está prisionero en el Campamento 5 Delta,
que, según su esposa, es "como vivir en su propia tumba". "El Campamento 5 es
una prisión de máxima seguridad", explicó Katznelson. <BR><BR>Cada celda tiene
unos dos metros por dos metros y medio. Las luces están encendidas las 24 horas.
A los prisioneros se les permite salir de allí dos horas por día. Durante mucho
tiempo, los guardias sometieron a los prisioneros a temperaturas extremas.
<BR><BR>Afortunadamente, desde el comienzo del Ramadán, los guardias dejaron de
hacerlo y mantuvieron una temperatura generalmente fresca. <BR><BR>Las dos
ocasiones en que Katznelson estuvo con Saifullah Paracha, el prisionero estaba
con grilletes. <BR><BR>"La primera vez estaba en el hospital de la prisión.
Tenía brazos y piernas encadenados a la cama. La segunda vez, en una sala de
reuniones en el Campamento 5, estaba encadenado al piso. A mi solicitud, le
quitaron la cadena de la mano, pero no la de la pierna", recordó <BR><BR>Aparte
de exponer a los prisioneros a temperaturas extremas, los guardias practicaban
un violento desvío de las normas, dijo Katznelson. <BR><BR>"Por ejemplo, si un
prisionero que era conducido a una ducha miraba a otro prisionero o le hablaba a
alguien, era golpeado. También si colocaba su bandeja de comida vacía en el
lugar equivocado", explicó. <BR><BR>"Cualquier guardia en cualquier momento
podría ordenar una golpiza, o el aislamiento de un prisionero. En condiciones de
aislamiento, las barbas y las cabezas de los reclusos son afeitadas por la
fuerza". <BR><BR>Pero el reciente cambio de comandante derivó en una reducción
de las golpizas, afirmó Katznelson. <BR><BR>Los largos años de encarcelamiento
dejaron huellas en Paracha. Según el activista, "experimentó varios dolores de
pecho y está en grave riesgo de sufrir un ataque cardiaco". <BR><BR>El recluso
fue noticia hace poco, pues se le rechazó su pedido de traslado a un centro
médico civil para ser sometido a un procedimiento cardiaco. <BR><BR>Su esposa
explicó que "él encuentra inadecuadas y riesgosas las instalaciones del
campamento para llevar a cabo un cateterismo. No es una decisión impulsiva sino
racional". <BR><BR>"Él no está recibiendo atención médica adecuada. Su vida está
en riesgo. El gobierno pakistaní debe intervenir a la brevedad posible para
hacer que el señor Paracha vuelva a casa", opinó Katznelson.
<HR>
<STRONG><FONT color=#000080 size=3><EM>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </EM></FONT></STRONG><A
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size=3><EM>germain5@chasque.net</EM></FONT></STRONG></A>
<HR>
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