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<DIV align=center><FONT size=4><U><STRONG><FONT size=5>boletín informativo - red
solidaria de revistas</FONT></STRONG><BR></U><STRONG><EM><FONT color=#800000
size=6>Correspondencia de Prensa</FONT></EM></STRONG><BR><STRONG>Año IV - 27 de
diciembre 2006 - Redacción: </STRONG></FONT><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><FONT
size=4><STRONG>germain5@chasque.net</STRONG></FONT></A></DIV>
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<DIV align=justify><FONT size=3><STRONG>Irak</STRONG></FONT></FONT></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>La guerra está perdida sin remedio
<BR><BR>Tariq Alí </STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>The Guardian y La
Haine</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Traducción para sinpermiso.info:
Daniel Raventós</STRONG> </FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial></FONT><FONT size=2> </DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT face=Arial>Cuando una guerra va rematadamente mal y
las justificaciones de la misma se revelan puras mentiras, insistir en que un
Irak “democrático” está al alcance y en que “debemos mantener el rumbo” se
convierte en una fantasía total. ¿Qué hacer? </FONT></DIV><FONT face=Arial>
<DIV align=justify><BR>En EE.UU. se reclutó a un grupo de veteranos del
Departamento de Estado para que confeccionaran un informe. Admitieron lo que
todo el mundo (salvo Downing Street) ya sabía: que la ocupación es un desastre y
que la situación resulta allí más y más infernal. Después de que los ciudadanos
de EE.UU. votasen en consecuencia en las elecciones de la mitad del período del
actual gobierno, la Casa Blanca sacrificó al señor de la guerra del Pentágono,
Donald Rumsfeld.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo, el señor de la guerra de Downing Street anda
suelto, cual zombie obstinado en negar que algo importante vaya rematadamente
mal en Bagdad o Kabul. Todo, para él, puede remediarse con una dosis de medicina
humanitaria (un veneno tan poderoso y audaz, que no hay antídoto que se le
resista). Ha quedado en ridículo tanto en las capitales árabes amigas como en la
Zona Verde de Irak con sus intentos desesperados de interpretar el papel de
hombre de estado. Irak es el cordón umbilical que lo ata a su destino.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Mas los veteranos reclutados en Washington no pueden
menos de reconocer la magnitud del desastre. Sus descripciones son recias; sus
prescripciones, débiles y patéticas: “Estamos de acuerdo con el objetivo de la
política de EE.UU. en Irak, conforme ha sido enunciado por el Presidente: un
Irak que pueda gobernarse a sí mismo, sostenerse a sí mismo y defenderse a sí
mismo”. En otro lugar recomiendan un acuerdo con Teherán y Damasco para
preservar la estabilidad después de la retirada, lo que da a entender que Bagdad
no puede ser nunca independiente. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Finalmente, tuvo que ser un militar realista, el teniente
general William Odom, quien exigiera una retirada total durante los próximos
meses, opinión compartida por los iraquíes (tanto chiítas como suníes) en
sondeos sucesivos. La ocupación, según nos informa Kofi Annan, ha creado una
situación peor que bajo Sadam.</DIV>
<DIV align=justify><BR>¡Qué diferente fue en los embriagadores días que
siguieron a la captura de Bagdad! Dos líneas de acción se dibujaban para el
bando victorioso. El Pentágono buscaba un rápido acuerdo con los generales de
Sadam, a fin de establecer un nuevo régimen para que EE.UU. y las tropas
comparsas pudiesen retirarse a las bases del norte de Irak, y Kuwait supervisar
el resultado. Pero el Departamento de Estado y su auxiliar en Downing Street
querían la aplicación inexorable de un “poder duro” y una larga ocupación que
instituyera un nuevo Irak como modelo de un “poder blando” de EE.UU. para el
conjunto de la región.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Jamás fue ésta una opción seria. El apoyo incondicional
de EE.UU. a Israel descarta cualquier posibilidad de poder blando en Irak o en
cualquier otro sitio. Servirse de Fatah para promover el conflicto civil en
Palestina no es probable que mejore las cosas. Incluso los regímenes árabes más
proestadounidenses en la región –Arabia Saudí, Egipto, Jordania y los estados
del Golfo, que hacen lo que antoja a Washington— se permiten virulentas
denuncias de las políticas occidentales en los medios de comunicación para
contener a su propia ciudadanía.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ninguna de las posibilidades barajadas en la campaña
electoral en Washington, incluidos las del partido demócrata, prevé una retirada
total de las tropas estadounidenses. Una derrota demasiado insoportable para
enfrentarla de cara. Pero la guerra ya se ha perdido, junto con la vida de medio
millón de iraquíes. La vía de aplazar la derrota (como en Vietnam) con
recurrentes “incrementos” de tropas difícilmente puede funcionar.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El parlamento británico, más indolente aún que su
equivalente estadounidense, votó contra cualquier investigación oficial –aun en
un caso como el Hutton (1)— sobre la participación británica en la guerra, a
sabiendas de que una mayoría del país se opone a la continuación del conflicto.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>El fanatismo ideológico de Blair ha contribuido a la
destrucción de Irak, al rebrote de los talibanes en Afganistán, al aumento de la
amenaza terrorista en Gran Bretaña y a la introducción de leyes represivas que
ni siquiera lograron imponerse durante la Segunda Guerra Mundial. Su desdichado
partido y la oposición han sido condescendientes con tales medidas repulsivas.
Llegó aquí la hora de un cambio de régimen.<BR><BR>(1) Nota del traductor: La
investigación Hutton (por Lord Hutton, el juez) fue la encargada de aclarar la
muerte de David C. Kelly en julio de 2003, un experto en guerra biológica y uno
de los inspectores de armas en Irak. Su extraña muerte puso bajo sospecha al
gobierno de Blair. Kelly estaba acusado de ser la fuente informativa de la BBC,
en dónde se habló de las pruebas exageradas sobre armas de destrucción masiva
que sirvieron de justificación para invadir Irak. Las armas de destrucción
masiva que nunca aparecieron.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
<BR></FONT></FONT></DIV></BODY></HTML>