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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas</U></FONT><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 28 de
diciembre 2006 - Redacción: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Economía</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Joseph E. Stiglitz: ¿el opio de los
globalizados? <BR></STRONG></DIV></FONT>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT face=Arial>Alfredo Jalife-Rahme<BR></FONT><FONT
face=Arial></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>La Jornada y
Rebelión</STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2></FONT><FONT face=Arial
size=2></FONT>
<DIV align=justify><BR><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2>Pese a las evidencias cada vez más
prístinas, existe un segmento de economistas superinfluyentes quienes han
alcanzado cumbres legendarias de reconocimiento mundial y que infructuosamente
intentan suavizar y reformar la presente globalización perniciosa, a fin de
transformarla en una "globalización democrática" (una verdadera antinomia), como
es el caso del israelí-estadunidense Joseph E. Stiglitz, quien colaboró
activamente en la expansión del modelo en su fase radiante: la década de los 90,
que vivió las turbulencias financieras en los "mercados emergentes/detergentes",
benficiando unidireccionalmente a la banca israelí-anglosajona.<BR>Fue
justamente durante esta etapa aciaga que Stiglitz, paradójicamente un icono
intocable de los críticos de la globalización totalmente desinformados, colaboró
en la cúspide del poder que controla el modelo globalizador como jefe del
Consejo de Asesores Económicos de Clinton (1995-1997) y vicepresidente senior
del Banco Mundial (1997-2000).</FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR>Sus valiosas críticas pecan de ciclopía y parcialidad, y
se ejercen a posteriori de sus funciones ejecutivas cuando la globalización
había entrado ostensiblemente en crisis y adquiere notoriedad mundial con su
libro La globalización y sus descontentos, un año después a la obtención de su
Premio Nobel de Economía compartido, que cautivó a un segmento importante de
altermundistas muy cándidos, quienes no entendieron que simboliza una corrección
y ajuste del modelo, pero no su extinción deseada.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A nuestro juicio, Stiglitz representa el opio intelectual
que los globalizadores administran a los globalizados ingenuos y desinformados
para atenuar el dolor incoercible que provoca la gloabalización, mediante sus
críticas muy selectivas hacia los disfuncionales organismos multilaterales (FMI,
Banco Mundial y OMC) que controla Estados Unidos con la ayuda del G-7.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Stiglitz no ataca el fondo: la patología cancerígena de
la globalización como fenómeno antihumano. Su libro La globalización y sus
descontentos significa una meritoria crítica, pero se queda en la superficie y
en la tangencialidad, y acaba por crear una hoja de parra para intentar tapar lo
inocultable: las atrocidades "invisibles" de la globalización financiera.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Amén de que nunca aborda en forma extraña a la
"globalización financiera" y su ominosa desregulación (el arma letal del modelo)
con su parafernalia de "cuentas invisibles" (off-balance sheet), "paraísos
fiscales" (off-shore) y megabancos, afronta más bien algunas excrecencias de la
globalización económica.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las "reformas" que propone para mejorar a la irremediable
globalización son muy etéreas, por lo que en su reciente libro Hacer que
funcione la globalización desemboca en cul-de-sac, en una verdadera aporía, sin
aportar una solución para un modelo que gobierna en forma desequilibrada a más
de 6 mil millones de seres humanos. Nadie ha dicho que no funciona, pero en
beneficio exclusivo de una plutocracia oligopólica, en detrimento de 80 por
ciento de la humanidad que ha sido marginada de su maná financiero
ultraselectivo, lo cual ha desquiciado la armonía planetaria.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Critica el sistema al que perteneció, pero nunca reniega
de él. Supone que la globalización puede ser una "fuerza positiva" para los
pobres, siempre y cuando los organismos internacionales se regeneren (¡cómo
no!): "quienes vilipendian la globalización muy seguido pasan por alto sus
beneficios". ¿Cuales? Beneficios existen y a raudales para el G-7, extensivo al
G-10/11. ¿Y los demás?</DIV>
<DIV align=justify><BR>La dislocación humana que ha producido la
"deslocalización" ha sido peor que el beneficio que ha conseguido la plutocracia
oligopólica, gracias a la instauración unilateral de un modelo que rememora el
feudalismo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los organismos internacionales, establecidos en Bretton
Woods por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, tampoco operan en el
vacío y reflejan el control del poder de los vencedores sobre los
vencidos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pese a su crítica feroz de los organismos
internacionales, asevera que en los años recientes han promovido la "estabilidad
(¡súper-sic!) financiera mundial", la prosperidad y el librecomercio, lo cual
pudo haber sido cierto hasta 1971, cuando Nixon en forma unilateral desacopló el
dólar del patrón-oro e hizo entrar al mundo a la flotación de las divisas que
provocó la inherente inestabilidad financiera del sistema.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Como George Soros, su aliado político bajo la férula del
ex presidente Bill Clinton, fustiga el "fundamentalismo del mercado". Pero,
¿cómo podría tener vigencia la globalización sin la dictadura del mercado que
controla el G-7? ¿No son, acaso, antinómicos "mercado" y "humanismo"?</DIV>
<DIV align=justify><BR>A su juicio, la globalización económica ha rebasado tanto
las estructuras políticas como la sensibilidad moral que se requieren para
asegurar un mundo justo y ambientalmente sustentable. ¿No es todo lo que ha
destruido la globalización depredadora del medio ambiente y devastadora de la
armonía social? ¿Cómo puede existir un libre mercado sin regulación, cuando los
recursos en el planeta son finitos y la población sigue multiplicándose,
mientras fomenta el individualismo egoísta por encima de los mejores valores
civilizatorios humanistas de solidaridad y filantropía universales? El peor
defecto de la globalización es que no aporta civilización alguna.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las muy plausibles medidas que propone, como la
disminución de las deudas nacionales, el retorno a empréstitos contra-cíclicos,
la implantación de leyes internacionales de quiebra y la restructuración del
inestable sistema financiero agobiado por las enormes deudas de Estados Unidos,
son tardías y han quedado rebasadas por la realidad de los desequilibrios
especulativos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Qué hacer con la acumulación "virtual" de capitales y
sus flujos irrestrictos desregulados que maneja la banca israelí-anglosajona y
supuestamente controlan los bancos centrales del G-7 adictos al
monetarismo?</DIV>
<DIV align=justify><BR>Propone más globalización, pero con mejor regulación (no
dice qué tanto, ni expone cómo, ni por quién), para paliar sus excesos, y
soslaya las estructuras reales de poder que la impusieron para su exclusivo
beneficio unidireccional: la unipolaridad geoestratégica de Estados
Unidos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La globalización no ha funcionado y no vemos cómo las
"reformas" puedan crear una "globalización equitativa (¡súper-sic!)" cuando los
mismos organismos internacionales se encuentran en vías de extinción. Hoy China
dispone alrededor de cuatro veces más de reservas en divisas que el FMI y los
países preferirán mejores empréstitos sin las castrantes
"condicionalidades".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Stiglitz sucumbe en flagrantes reduccionismos de corte
economicista sin abordar su paraguas geoestratégico, y es traicionado por sus
afinidades afectivas, por lo que se le escapa que la globalización es
"inequitativa" por antonomasia: es el espejo del unilateralismo y la "guerra
preventiva" de la "doctrina Bush", y antes de la "doctrina Clinton" ­su
patrón­, pero, sin duda, mucho más inteligente para impulsar el pernicioso
modelo antihumano con una amplia sonrisa.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>