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<DIV align=center><FONT size=4><STRONG><U><FONT size=5>boletín informativo - red
solidaria de revistas<BR></FONT></U><EM><FONT color=#800000
size=6>Correspondencia de Prensa</FONT></EM><BR>Año IV - 30 de diciembre 2006 -
Redacción: </STRONG></FONT><A href="mailto:germain5@chasque.net"><FONT
size=4><STRONG>germain5@chasque.net</STRONG></FONT></A></DIV>
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<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT
size=3>Venezuela</FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>¿Cuál
Socialismo?<BR></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Carlos Lanz Rodríguez
</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Aporrea y
Corriente(a)alterna</FONT></STRONG><BR><BR><STRONG>Carlos Lanz es el responsable
de la experiencia de autogestión en la principal empresa de aluminio de
Venezuela: ALCASA. Ex-comandante guerrillero, en este artículo mantiene
posiciones interesantes sobre el modelo de transición al socialismo en cuanto a
la organización de la economía y la autogestión.<BR></STRONG>
<BR></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>En la actual coyuntura que vive la revolución venezolana se
viene generando un clima de debate y reflexión en torno al socialismo, proceso
éste donde se comienza a presentar las diversas concepciones, teorías,
experiencias, sueños y esperanzas, en torno al cambio revolucionario.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Se trata de un debate inconcluso en el seno de los
revolucionarios no sólo en Venezuela sino en todo el mundo, el cual ha cobrado
fuerza en diversos momentos y ha producido montones de artículos, textos, sin
dejar de dejar de señalar la ola de sanciones, expulsiones, excomuniones y otros
expedientes propios de la burocracia partidista que silenció cualquier
discrepancia con el dogma oficial del momento. Esto es harto conocido y puede
rastrearse documentalmente en las historias de las Internacionales comunistas o
trotskistas, y en los diversos agrupamiento consulares en los que se dividió la
izquierda mundialmente (pro-soviéticos siguiendo los Manuales de la Academia de
Ciencia de la URSS, pro-chinos con el pensamiento Mao Tse Tung, pro-albaneses
seguidores de Henver Hoxa, pro-coreanos adoradores del Kim il Sung,
pro-libios fanáticos del “libro verde” de Kadhafi). Cuando escribía estas
notas vino a mi memoria los nombre de grupos o individualidades que en Venezuela
fueron actores de ese proceso cismático originado en gran parte por el
colonialismo intelectual, el dogmatismo y el sectarismo. Habiendo vivido en
carne propia este proceso recuerdo como en décadas anteriores el PCV defendía el
“socialismo científico“ canonizado por la URSS como el dogma de una iglesia o
como Bandera Roja migró del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tse Tung al
pensamiento de Hoxa, Domingo Alberto Rangel conformó un grupo pro-libio para
promover el libro verde, Nuñez Tenorio formó también un grupo para difundir el
pensamiento de Kim il Sung.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En el mismo contexto teórico e histórico hay que hacer
justicia en reconocer que entre nosotros Douglas Bravos y los compañeros del
PRV-Ruptura, enarbolaron la “herejía – utopía” como una búsqueda diferenciada de
la izquierda tradicional, incluyendo la revalorización de Bolivar, la
reivindicación del cimarronaje y la resistencia indígena.<BR><BR>Esta rápida
evocación de una parte del proceso de copia y calco de aquella época, nos señala
la inmensa responsabilidad intelectual que demanda el debate actual: la cuestión
del socialismo no se puede simplificar ni banalizar, así como tampoco debemos
reproducir el dogmatismo-empirismo.<BR><BR>En relación a esta última pareja
epistemológica, también podemos señalar por experiencia que la simple repetición
de recetas y categorías aplicadas mecánicamente y su combinación con el tareismo
no puede conducir sino al fracaso, unas premisas no contextualizadas
históricamente amarradas con una práctica ciega, conduce al oportunismo
ideológico.<BR><BR>Aquí puedo testimoniar (después de varias décadas de
militancia comprometida) como grupos e individualidades super radicalizados en
la repetición de esquemas y recetas, esterilizados en el pensamiento y en la
acción, terminan saltando la tranquera o adaptándose al momento por realismo
político.<BR><BR>Superar el dogmatismo no es una cuestión sencilla, sobre todo
si el proceso formativo es manualesco,. En mi caso, la formación como militante
comunista se centró en las lecturas de textos de autores inspirados en el
marxismo soviético, en consecuencia como revolucionario estuve durante mucho
tiempo bajo la influencia de un tipo de interpretación sesgada de
Marx.<BR><BR>Cuando tuve la ocasión de estudiar sistemáticamente la obra de
Marx, básicamente en los 8 años de prisión en el Cuartel San Carlos en la década
del 70, pude comprobar que la Economía Política de Nikitin, por ejemplo, era una
determinada manera de entender los aportes del marxismo por parte de los rusos,
donde estaban ausentes varios trabajos de Marx considerados como no
“científicos”, “obras juveniles”, entre ellos los Manuscritos
Económicos-Filosóficos de 1844, los Grundrisse, el Capítulo VI Inédito de El
Capital, entre otros.. Precisamente, se trataba de aquellos escritos donde Marx
desarrolla la crítica de la economía política desde una perspectiva humanista,
condenando la explotación del trabajo desde el proceso inmediato de producción.
Esta última lectura de Marx no permite justificar en su nombre la adopción de un
“modelo de acumulación socialista”, ni la aplicación de la Ley del Valor-Trabajo
en la construcción de la nueva sociedad, muchos menos pudiese justificar un
concepto de productividad de base taylorista tal como lo desarrollaron los
soviéticos.<BR><BR>Algún lector no consustanciado con tales referencia
bibliográficas ni con sus implicaciones en la construcción socialista, puede
pensar que se trata de una problemática teoricista, propia de
académicos.<BR><BR>Sostengo que este es un nudo crítico de cualquier
cambio revolucionario, es decir, definir estos aspectos de lecturas es básico en
la superación del capitalismo. Los soviéticos no sólo fracasaron por las
prácticas burocráticas del partido, sino porque reprodujeron la lógica de la
acumulación capitalista en una óptica economicista y tecnocrática: no eliminaron
la extorsión del trabajo, aplicaron los desarrollos científico-técnico sin
crítica, adoptaron el taylorismo bautizado para la época como
“stajonismo”.<BR><BR>Esta reflexión no es gratuita porque en Venezuela hay
grupos e individualidades identificadas con el marxismo soviético que quieren un
“socialismo científico” fundado en el desarrollo de las fuerzas productivas, en
la aplicación de la ciencia y la tecnología sin discusión, en la
perpetuación de la división social del trabajo.<BR><BR>El aspecto dilemático del
socialismo como negación del capitalismo, es la superación de la Ley del Valor,
como teoría y práctica de la explotación del trabajo, hoy por hoy la clave es
eliminar la enajenación del obrero que vive las consecuencias de la
fragmentación de la tarea.<BR><BR> De allí, la urgencia de responder las
siguientes 5 preguntas:<BR><BR>¿Puede construirse el socialismo
manteniendo la contradicción entre el proceso de trabajo y la valorización o
aceptando la primacía del valor de cambio por encima del valor de uso? </DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Puede construirse el socialismo sin poner en discusión
la obtención de plusvalía, el pillaje legalizado del plustrabajo, trabajo
excedente o trabajo no pagado al obrero? <BR></DIV>
<DIV align=justify>¿Puede construirse el socialismo aceptando los paradigmas
industriales propios del capitalismo, como son el taylorismo, el fordismo o el
neofordismo? </DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Puede construirse el socialismo partiendo de la
concepción de la productividad del trabajo que se fundamenta en la parcelación
del saber y de la tarea, es decir, en la profundización de la separación entre
el trabajo intelectual y el trabajo manual del obrero? </DIV>
<DIV align=justify><BR>¿De qué socialismo estamos hablando? ¿Capitalismo de
Estado?<BR><BR>Esta son interrogantes que demandan respuestas por parte de los
revolucionarios que creemos en el socialismo. No responderlas es reproducir la
vieja conseja gatopardiana: CAMBIAR PARA QUE NADA CAMBIE.<BR><BR>En nuestro
caso, tal emplazamiento es más pertinente porque estamos al frente de una
empresa como es CVG ALCASA donde 3.000 trabajadores sufren las múltiples
implicaciones del paradigma taylorista. Es qué acaso me voy a hacer el loco
frente a dicha realidad y comenzar hablar de “productividad”, “competitividad”
sin considerar las condiciones de trabajo de los alcasianos. Sería una verdadera
capitulación teórica u oportunismo político no trabajar por los cambios
estructurales en las empresas básicas. Es por esto, que ubicado en la tarea
histórica que apunta desarrollar una política rumbo al Socialismo, en ALCASA
hemos conceptuado la cogestión como cambio en las relaciones de producción,
donde no sólo hemos desarrollado la democracia de los trabajadores y hecho
justicia en términos de la relación salarial que ocurre en la esfera de la
circulación y el intercambio (cancelación de deudas y pasivos, aumentos y
mejoras en la distribución del ingreso), sino que avanzamos hacia modificaciones
en el proceso inmediato de producción, con los planteamientos de la humanización
de la jornada de trabajo y la reducción del tiempo laboral, enfrentando la
división del trabajo y despotismo de fábrica. <BR><BR>Tal proceso modulado por
las anteriores interrogantes, no sólo es pertinente para ALCASA y las demás
industrias básicas, si no que atraviesa de alguna manera todo el debate sobre la
Economía Popular y el Desarrollo Endógeno, las Empresas de Producción Social y
las Cooperativas como células del nuevo modelo productivo. ¿Cuál
Socialismo? Es el reto de la hora.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
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