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<HR>
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<DIV align=center><FONT size=4><STRONG><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas</U></FONT><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 31 de diciembre
2006 - Redacción: </STRONG></FONT><A href="mailto:germain5@chasque.net"><FONT
size=4><STRONG>germain5@chasque.net</STRONG></FONT></A></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Irak</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Nuestra complicidad murió con
él</STRONG></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV><FONT face=Arial><STRONG>Robert Fisk </STRONG></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>The Independent<BR>Traducción
para La Jornada de Gabriela Fonseca</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>Lo hicimos callar. El momento en que el encapuchado verdugo
de Saddam jaló la palanca que abrió la trampa de la horca en Bagdad, la mañana
del sábado, los secretos de Washington quedaron a salvo. El vergonzoso, excesivo
y oculto poder militar que Estados Unidos y Gran Bretaña dieron a Saddam durante
más de una década sigue siendo la historia terrible que nuestros presidentes y
primeros ministros no quieren recordar. Ahora Saddam, quien sabía la verdadera
dimensión de ese apoyo occidental que le permitió perpetrar algunas de las
peores atrocidades desde la Segunda Guerra Mundial, está muerto.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Se ha ido el hombre que personalmente recibió ayuda de la
CIA para destruir al Partido Comunista de Irak. Después de que llegó al poder,
la inteligencia estadunidense le daba a sus serviles colaboradores la dirección
en que vivían comunistas, tanto en Bagdad y como en otras ciudades, con el fin
de desbaratar la influencia que tenía la Unión Soviética sobre Irak. Los
mujabarats de Saddam visitaban cada hogar, arrestaban a todos sus ocupantes y
luego los asesinaban. Los ahorcamientos públicos eran para los saboteadores;
para los comunistas, sus esposas e hijos se reservaba un trato especial:
torturas extremas antes de ser ejecutados en Abu Ghraib.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Existe en todo el mundo árabe la evidencia de que Saddam
sostuvo una serie de reuniones con funcionarios estadunidenses de primer nivel
antes de su invasión a Irán de 1980. Tanto él como el gobierno estadunidense
estaban convencidos de que la república islámica se derrumbaría cuando Saddam
enviara a sus legiones al otro lado de la frontera, por lo que el Pentágono
recibió instrucciones de dar asistencia a la maquinaria militar iraquí
proveyendo inteligencia sobre las técnicas de batalla de los iraníes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Un helado día de 1987, no muy lejos de Colonia, me reuní
con un traficante de armas alemán, quien inició esos primeros contactos directos
entre Washington y Bagdad por órdenes de Estados Unidos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>"Señor Fisk, muy al principio de la guerra, en septiembre
de 1980, fui invitado a ir al Pentágono", dijo. "Ahí, me entregaron las más
recientes fotos satelitales que Estados Unidos había tomado del frente iraní.
Podía verse todo en esas imágenes. Había emplazamientos de artillería iraní en
Abadan y detrás de Jorramshar, trincheras en la ribera este del río Karun,
barricadas antitanque ­miles­ a todo lo largo de la frontera iraní hacia
el Kurdistán. Ningún ejército podía desear más que esto. Yo llevé esos mapas en
un avión de Washington a Francfort y de ahí me trasladé directo a Bagdad en uno
de Iraqui Airways. ¡Los iraquíes estaban muy pero muy agradecidos!"</DIV>
<DIV align=justify><BR>En ese entonces yo cubría la guerra con los comandos de
avanzada de Saddam, bajo las granadas iraníes, y ahí noté que los militares
iraquíes alinearon sus fuerzas de artillería en posiciones muy alejadas del
frente de batalla, lo que decidieron con base en los detallados mapas de las
posiciones iraníes con que contaban.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sus bombardeos contra Irán en las afueras de Basora
permitieron que los primeros tanques iraquíes cruzaran el río Karun en sólo una
semana. El comandante de esa unidad de tanques alegremente rehusó decirme cómo
fue que adivinó cuál era el único puente que el ejército iraní no tenía
defendido. Hace dos años nos encontramos de nuevo, en Ammán, y sus subalternos
lo llamaban "general", rango que Saddam le concedió después de ese ataque de
tanques al este de Basora, cortesía de la información de inteligencia de
Washington.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La historia oficial iraní de la guerra de ocho años con
Irak registra que la primera vez que Saddam usó armas químicas fue el 13 de
enero de 1981. El corresponsal de Ap en Bagdad, Mohamed Salaam, fue llevado a
ver el lugar en que se consumó la victoria militar iraquí al este de
Basora.</DIV>
<DIV align=justify><BR>"Comenzamos a caminar y a contar los cuerpos", relató.
"Caminamos kilómetros y kilómetros en esa mierda de desierto, contando. Cuando
llegamos a alrededor de 700, perdimos la cuenta y tuvimos que comenzar de
nuevo... Los iraquíes habían usado, por primera vez, una combinación: gas
nervioso que paralizaría los cuerpos de sus enemigos y gas mostaza para
ahogarlos desde los pulmones, por eso es que todos habían vomitado
sangre".</DIV>
<DIV align=justify><BR>En ese momento los iraníes denunciaron que Estados Unidos
había dado ese terrible coctel a Hussein y Washington lo negó. Pero los iraníes
tenían razón. Las largas negociaciones que llevaron a la complicidad de Estados
Unidos en esta atrocidad continúan siendo un secreto. Se sabe que el ex
secretario de Defensa estadunidense Donald Rumsfeld era en ese momento uno de
los punteros del presidente Ronald Reagan. Seguramente Saddam conocía a detalle
esta historia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero un documento del Senado que pasó casi desapercibido,
titulado "Las exportaciones de agentes químicos y biológicos para uso dual y
relacionado con actividades bélicas y su posible impacto en la salud durante la
Guerra del Golfo Pérsico", afirmaba que antes de 1985 y posteriormente,
compañías estadunidenses mandaban cargamentos de agentes biológicos a Irak.
Estos incluían el bacilus antracis, que produce el ántrax y el escerichia coli
(E. coli).</DIV>
<DIV align=justify><BR>Dicho reporte del Senado concluía: "Estados Unidos ha
proveído al gobierno de Irak con materiales de 'uso dual' que ayudaron al
desarrollo de programas de armamento químico, biológico iraquíes, y programas
misilísticos, incluyendo elementos para la construcción de una planta química de
producción de agentes, dibujos técnicos y un programa para la elaboración de
equipo para la guerra química".</DIV>
<DIV align=justify><BR>El Pentágono tampoco ignoraba hasta qué grado Irak usaba
armas químicas. En 1988, por ejemplo, Saddam dio personalmente permiso al
teniente coronel Rick Francona para visitar la península de Fao después de que
las fuerzas iraquíes recapturaron esta zona que los iraníes habían tomado.
Francona era un oficial de inteligencia defensiva de Estados Unidos, y uno de
los 60 funcionarios estadunidenses que secretamente daba información sobre los
movimientos militares de Irán a miembros del estado mayor iraquí.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El reporte que Francona hizo a su regreso a Washington
decía que los militares iraquíes habían usado armas químicas para lograr su
victoria. El encargado de la inteligencia de la defensa en ese entonces era el
coronel Walter Lang, quien dijo que el hecho de que los iraquíes usaran gas en
el campo de batalla "no es asunto que nos preocupe profundamente, desde un punto
de vista estratégico".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Yo, sin embargo, vi los resultados. En un largo tren
hospital, que volvía a Teherán del campo de batalla, encontré a cientos de
soldados iraníes que tosían sangre y moco que provenía de sus pulmones. Los
vagones apestaban tanto a gas que tuve que abrir las ventanas. Tenían los brazos
y la cara llenos de pústulas en las cuales, en momentos, crecían nuevas
ampollas. Muchos presentaban quemaduras espantosas. Esos mismos gases después
fueron usados contra los kurdos de Halabja. No es sorpresa que Hussein haya sido
juzgado en Bagdad primordialmente por una matanza de chiítas,y no por sus
crímenes de guerra contra Irán.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Aún no sabemos ­y tras la ejecución de Saddam quizá
nunca sepamos­ la magnitud de los créditos que Estados Unidos concedió a
Irak desde 1982. El primer tramo, la suma que se pagó por armamento
estadunidense proveniente de Jordania y Kuwait, fue de 300 millones de dólares.
Para 1987, a Saddam se le había prometido un crédito por mil millones de
dólares. En 1990, justo antes de la invasión a Kuwait, el comercio entre Irak y
Estados Unidos había crecido a 3 mil 500 millones de dólares al año.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Presionado por el secretario de Estado, el mismo James
Baker cuyo reporte pretende sacar a George W. Bush de la catástrofe, concedió
nuevas garantías de préstamo a Irak por mil millones de dólares.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En 1989, Gran Bretaña, que también estaba dando ayuda
militar secreta a Saddam, garantizó 250 millones de libras esterlinas a Irak
poco después del arresto, en Bagdad, del periodista de The Observer Farzad
Bazoft. El reportero estaba investigando la explosión de una fábrica en Hilla
que estaba usando los mismos componentes químicos enviados por el gobierno de
Estados Unidos, y quien posteriormente fue ahorcado en prisión.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Un mes después de la detención de Bazoft, William
Waldegrave, ministro de la Oficina del Exterior, señaló: "Dudo que exista, en
algún otro lugar del mundo, otro posible mercado a una escala similar a ésta en
la que Reino Unido esté tan bien posicionado, siempre y cuando juguemos nuestras
cartas diplomáticas correctamente... Unos cuantos Bazofts más u otro brote de
opresión interna lo harían más difícil".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Aún más repulsivas fueron las observaciones del entonces
primer ministro adjunto, Geoffrey Howe, en lo referente a relajar el control
sobre la venta de armas británicas para Irak. Guardó este secreto, según
escribió, porque "se vería muy cínico si tan pronto como expresamos nuestra
repulsión por la forma en que se trató a los kurdos adoptamos un enfoque más
flexible a las ventas de armas".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Saddam conocía también los secretos en torno al ataque
contra el USS Stark cuando, el 17 de mayo de 1987, un jet iraquí lanzó una
ráfaga de misiles contra una fragata de Estados Unidos, matando a más de una
sexta parte de la tripulación de la nave, que estuvo a punto de hundirse. El
gobierno estadunidense aceptó la disculpa de Hussein, quien alegó que el navío
fue confundida con un barco iraní. Además, se le permitió a Saddam negar el
permiso para entrevistar al piloto iraquí.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Toda la verdad murió con Saddam Hussein en la ejecución
que tuvo lugar en Bagdad la madrugada del pasado sábado. Muchos en Washington
deben haber suspirado con alivio, una vez que el viejo quedó silenciado para
siempre.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
<BR></FONT></DIV></BODY></HTML>