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<HR>
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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas<BR></U></FONT><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 31 de diciembre
2006 - Redacción: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Venezuela</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2><STRONG><FONT size=3>"Puede ocurrir
una profunda crisis política dentro del chavismo, ante la propuesta del partido
único"</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Roberto López Sánchez
</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Aporrea </FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A href="http://www.aporrea.org/"><STRONG><FONT
size=3>http://www.aporrea.org/</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Prensa de Frente</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A href="http://www.prensadefrente.org/"><STRONG><FONT
size=3>http://www.prensadefrente.org/</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>La propuesta de partido único parece estar destinada
a remover profundamente la estructura política del chavismo, aunque ese no haya
sido su objetivo original. <BR><BR>Primero que todo expondremos esquemáticamente
nuestra visión sobre los modelos o criterios organizativos que deberían regir la
construcción del socialismo del siglo XXI, para luego profundizar en las
consecuencias inmediatas de la propuesta de partido único.<BR><BR>1) Una de las
deficiencias centrales del socialismo soviético (lo llamaremos en términos
genéricos “socialismo real”) fue la ausencia de democracia. Esta limitación de
la democracia se extiende, por supuesto, a los modelos “socialistas” ensayados
por la socialdemocracia europea, que no trascendieron la representatividad
partidista propia del liberalismo burgués.<BR><BR>2) El siglo XX fue el siglo de
la hegemonía de los partidos políticos, los cuales a duras penas han llegado a
este nuevo siglo XXI, acosados por nuevas expresiones organizativas que amenazan
su dominio en todo el mundo. El siglo XXI probablemente será el siglo de los
movimientos sociales, caracterizados por su diversidad política, ideológica y
organizativa.<BR><BR>3) Estar pensando en fundar partidos en el siglo XXI es,
por tanto, un contrasentido histórico. Y más contrasentido es hablar de partido
único, al mejor estilo de la aberración que impusieron los bolcheviques en
Rusia, modelo que lamentablemente se extendió a todo el socialismo real.
Recordemos que Marx y Engels nunca hablaron de partido único, y tampoco de
economía estatizada, falsos paradigmas del modelo ruso.<BR><BR>4) La
organización de la Venezuela socialista debe fundarse en los poderes
comunitarios y locales, en una estructura política que nazca desde las bases
populares, y se erija en sentido contrario a cómo funciona el actual estado
burgués (que funciona de arriba hacia abajo, con una minoría dirigente dominando
sobre la gran mayoría popular). Los consejos comunales bien pueden convertirse
en los embriones de esa estructura política del nuevo estado, que como tal,
repetimos, sería la antítesis del estado burgués (de esa manera, se cumpliría la
premisa de Marx de que el estado debe avanzar hacia su extinción, en la medida
en que aumentan los mecanismos democráticos de participación y control popular
sobre todas las instituciones).<BR><BR>5) Un partido único clientelar, o una
serie de partidos clientelares, como existen ahora en Venezuela, no tienen
cabida en un sistema que busca superar el modelo de democracia representativa
propia del liberalismo burgués. La democracia participativa y protagónica
implica la desaparición de los políticos profesionales como categoría inherente
al modelo burgués de hacer política. La democracia protagónica supone un
ciudadano capaz de ejercer la política directamente, sin intermediarios; todos
los ciudadanos ejercen sus derechos y no los delegan en “representantes”. Al
desaparecer los políticos profesionales, los partidos tradicionales (tanto del
chavismo como de la oposición), integrados por esos políticos profesionales (al
mejor estilo de la cuarta república), dejan de tener vigencia como tales, pues
todo ciudadano deberá ser capaz y tener el derecho a ejercer cualquier cargo de
representación popular, siempre sujeto a la contraloría social, a la rendición
de cuentas, al mandato específico, y al derecho a ser revocado en cualquier
momento.</DIV>
<DIV align=justify><BR>6) Tendrán vigencia formas organizativas, que pudiéndose
llamar partidos, sean en realidad representativos de tendencias políticas
diferenciadas sobre el modelo de sociedad que se pretende construir en el país.
Estas organizaciones políticas, o partidos, no tendrán semejanza alguna con los
actuales partidos clientelares que buscan repartirse cuotas de poder dentro del
estado burgués (diputados, ministerios, alcaldías, gobernaciones, etc). Esta
nueva manera de entender a los partidos tendrá siempre vigencia, en respeto a la
diversidad que existe en todos los colectivos humanos, y será el fundamento de
los debates políticos a desarrollar sobre el camino a recorrer para profundizar
las transformaciones socialistas en Venezuela.<BR><BR>7) Por tanto, siempre
existirán tendencias políticas diferenciadas (que pueden o no llamarse
partidos). La existencia de un pretendido “partido único” nunca borrará las
diferencias ideológicas y políticas propias de la compleja sociedad en que
vivimos. En el socialismo siempre existirán personas y grupos de personas que
piensen distinto, que representen la diversidad política, social y cultural del
país, del continente y del mundo entero. <BR><BR>8) El sistema político
apropiado para la Venezuela socialista debe prescindir de las representaciones
partidistas. En eso, el actual sistema imperante no ha trascendido en nada a la
cuarta república. Seguimos votando por partidos, y fortaleciendo las maquinarias
burocrático-clientelares que se disputan el control de parcelas de poder dentro
del estado. La selección o votación de los representantes públicos no debe
hacerse a través de los partidos, sino a través de postulaciones uninominales, o
en todo caso provenientes de organizaciones sociales (comités de tierras, de
salud, consejos comunales, sindicatos, colegios profesionales, asociaciones
civiles, cooperativas, consejos obreros, etc.).<BR><BR>9) Una medida sana,
acorde con los principios de la democracia protagónica, es que los actuales
dirigentes bolivarianos, con 8 largos años en funciones, abandonen sus cargos y
pasen a cumplir labores cotidianas en la actividad productiva o cualquier otra
responsabilidad laboral específica, y den lugar a nuevos representantes
populares, los cuales a su vez, darán paso en un plazo perentorio a nuevos
representantes del colectivo popular. De esta forma, nunca se podrá conformar la
partidocracia que caracterizó a la cuarta república, y que existe por igual en
todos los países del mundo, comenzando por los Estados Unidos y las grandes
potencias europeas, e incluyendo a los pretendidos países “socialistas” como
Cuba.<BR><BR>10) La división del trabajo entre trabajadores manuales y líderes
intelectuales es uno de los fundamentos del régimen capitalista. Prolongar un
sistema basado en partidos políticos, o en partido único, sería prolongar la
dominación del capital sobre el pueblo trabajador, aunque el capital se disfrace
de “estado socialista”, como ocurría en la URSS y ocurre hoy en China
“comunista”. <BR><BR>11) Por tanto, el centro del debate no debe estar entre un
partido único burocrático y clientelar o un multipartidismo burocrático y
clientelar, porque son la misma cosa. El centro del debate está en cómo se
construye una verdadera democracia, en la cual las minorías intelectuales, con
poder económico y político, no puedan avasallar a las grandes mayorías sociales
trabajadoras. Eso sólo se puede construir colocando cabeza abajo a nuestro
actual sistema político, derribando el estado burgués y construyendo una
organización sociopolítica de abajo hacia arriba, sin partidos superpuestos que
pretendan dirigirla.<BR><BR>12) En cuanto a cómo resolver el problema de la
unidad de las fuerzas organizadas e individualidades que respaldan el proceso
bolivariano, lo correcto sería conformar una mesa de concertación en la cual
converjan democráticamente todas las tendencias políticas chavistas, como
ocurrió de manera imperfecta cuando se creó el Comando Político de la Revolución
en el 2001. Esta organización debería convertirse progresivamente en una
vanguardia colectiva, que perfeccione los mecanismos democráticos y supere la
tendencia mesiánica y unipersonal que hasta ahora ha predominado en esta
revolución. Esto sería de manera transitoria, porque la progresiva consolidación
del poder popular nacido desde la base organizada, permitiría finalmente que el
pueblo tuviera realmente el poder en sus manos, por encima de cualquier
individuo o partido que pretendiera conducir al país de acuerdo a sus criterios
personales o grupales.<BR>Ahora bien, luego de estas reflexiones nos encontramos
con la propuesta específica que acaba de realizar el presidente Chávez: unificar
a las fuerzas chavistas en un partido único que se llamaría Partido Socialista
Unido de Venezuela. <BR><BR>Es cierto que la gran mayoría de las organizaciones
políticas existentes son producto del afán burocrático por alcanzar cuotas de
poder dentro del estado. No se diferencian unas de otras en cuanto a programas
políticos, y la mayoría responden a liderazgos personales. Es lógico pensar que
todo ese chiripero de burócratas y de aspirantes a burócratas se debieran
unificar en un solo partido, cuyo programa sería acorde a los postulados de la
socialdemocracia. De hecho, nuestros partidos “emblemáticos” de la revolución,
el MVR, Podemos, el PPT, se comportan como partidos socialdemócratas, sus
programas políticos no tienen diferencias y no proponen nada que supere al
liberalismo burgués más avanzado. Es más, pocas veces actúan en base a sus
programas políticos, si es que los tienen, sino en base al más prágmático
interés de ocasión.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero organizar un gran partido socialdemócrata, por medio
de la unificación de todos los partidos chavistas que se parecen entre sí, no
resolvería nada en cuanto a los problemas de ejecución que viene presentando la
obra de gobierno del presidente Chávez. Sería construir una nueva Acción
Democrática, sin las virtudes que dicho partido tuvo en sus orígenes, y con la
potenciación extrema de los vicios que condujeron a AD a la debacle histórica
que hemos presenciado en las dos últimas décadas.<BR><BR>Existen además otros
partidos con programas algo distintos a la socialdemocracia tradicional. Nos
referimos a los denominados “marxista-leninistas”, como el PCV, la Liga
Socialista y el PRS (es decir, la variante trotskista del leninismo).
Unificarlos junto a los socialdemócratas sería construir un arroz con mango, un
saco de gatos, del cual no se sabría el resultado. Por ejemplo, los amigos del
PCV, junto a la influencia cubana, han promovido purgas y persecuciones contra
sectores revolucionarios bolivarianos, apelando al expediente de descalificarlos
como “trotskistas” Personalmente me anoto en primera fila para ver como se
piensan unificar estas dos tendencias abiertamente contrapuestas (que por cierto
son diferencias sutiles y que responden a realidades históricas que quedaron
atrás en la década de los 30 del siglo XX). <BR><BR>El expediente del
“trotskismo” y del “ultraizquierdismo” le ha servido también a la burocracia
para perseguir y excluir de la administración pública y de las organizaciones
sociales a quienes mantienen posiciones críticas ante el burocratismo y la
corrupción. Un buen ejemplo de ello lo es la lucha a lo interno de la Unión
Nacional de Trabajadores, en donde las mafias burocráticas de los partidos
chavistas han movido cielo y tierra para impedir que los genuinos líderes
obreros encabecen la UNT, afincándose en sus influencias gubernamentales y
levantando todo tipo de intrigas y calumnias.<BR><BR>Más aún, existen tendencias
políticas que parten de la crítica tanto a la socialdemocracia como al
leninismo, como es el caso de la organización en la cual milito, el Movimiento
13 de Abril-Proyecto Nuestra América, que no se asemeja en lo absoluto con
ninguna de ambas tendencias mencionadas (socialdemócratas y leninistas), cuya
concepción de la organización revolucionaria trasciende la visión tradicional de
partido, y que probablemente se le hará difícil vincularse al futuro partido
socialista unido ( si éste se conforma de acuerdo a los parámetros tradicionales
de la representatividad burguesa).<BR><BR>La unificación del MVR, PPT, Podemos,
PCV y demás tendencias socialdemócratas y leninistas en un solo partido
generaría un cataclismo político de grandes dimensiones, pues durante 8 años el
actual Estado Bolivariano se ha construido sobre la base del reparto de cuotas
de poder entre estos partidos, y entre las tendencias internas de dichos
partidos. Modificar esta forma de actuar del chavismo oficial colapsaría a casi
toda la administración pública. ¿Por qué razón? Porque difícilmente quienes
tienen espacios de control burocrático los van a ceder por las buenas. Se ha
construido toda una red clientelar a nivel nacional, de repartidera de cargos,
dádivas y contratos, de enriquecimiento fácil y vertiginoso para algunos, que
difícilmente vaya a desaparecer porque Chávez lo ordene.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En épocas recientes, hemos observado cómo estos grupos
burocráticos han ampliado progresivamente su control a más y más instituciones.
Las persecuciones contra los revolucionarios honestos están a la orden del día
en todas partes, desde PDVSA y Corpozulia hasta la alcaldía más pequeña y
remota. Las constantes purgas contra los verdaderos revolucionarios han ido
dejando vacío de contenido al estado bolivariano. Quienes se han mantenido en
puestos de la administración pública es porque están en cargos muy secundarios
que no deciden sobre cuestiones de relevancia, o porque se han doblegado a las
presiones y han adoptado el estilo arribista, jalabolista, sumiso y obediente de
todo burócrata que pone su cargo primero que su honorabilidad y sus ideales (con
las excepciones del caso, que abundan, aunque sean minoría).<BR><BR>Es
prácticamente imposible que los actuales dirigentes del chavismo oficial se
puedan poner de acuerdo siquiera sobre cómo organizar el fulano congreso
ideológico que permitiría el nacimiento del partido único (o de nuevas formas
organizativas para hacer avanzar la revolución). La pelea será realmente
encarnizada, no en las definiciones del temario y de las cuestiones ideológicas,
sino en lo que ellos hacen cotidianamente: el reparto de cargos. Difícilmente se
lograrán acuerdos en cuanto a los mecanismos de selección de los delegados a
dicho congreso, y más difícil aún, en la forma de escogencia de los directivos
del nuevo partido socialista. En este debate podemos estar años, tal vez
décadas, y jamás habrá acuerdos.<BR><BR>Sólo podrá avanzarse si se adoptan
medidas drásticas, como la separación de sus cargos de toda la dirigencia de los
principales partidos, sobre todo la del MVR, y que sean nuevos personajes
quienes asuman el debate sobre el partido único. Obviamente, nada se habrá hecho
si quienes sustituyan a los dirigentes actuales sean simplemente personajes
cooptados por ellos mismos. Las mafias burocráticas actuales tratarán de
prolongar su reinado utilizando caras poco conocidas, pero fieles a las mismas
prácticas nefastas del clientelismo y la corrupción. Será necesario buscar en
las organizaciones populares de base a los cuadros que asuman este debate, los
cuales por cierto abundan, con experiencia política y formación teórica que
supera con creces la de cualquier diputado, alcalde o gobernador chavista.
<BR><BR>Saludamos la idea del Congreso Ideológico, y estaríamos dispuestos a
participar en el mismo, si nos lo permiten. No para hacer bulto y aplaudir a los
burócratas, sino para llevar y debatir propuestas para profundizar la revolución
y avanzar hacia el socialismo.<BR><BR>Finalmente hacemos la siguiente reflexión.
Desde 1989 se abrió una época de revolución en Venezuela, similar a la que se
abriera entre 1810 y 1812. La hemos caracterizado como proceso de
insubordinación popular generalizada. Este proceso de insurgencia popular tiene
sus altos y sus bajos (como lo tuvo en su momento el período anterior entre 1812
y 1863), y en algún momento va a concluir. La insubordinación popular, el
espíritu revolucionario del pueblo decaerá y dará paso a un período de pasividad
social. Nuestro interés se orienta a tratar de que esta época de revolución se
prolongue lo más posible, de manera que permita avanzar en el camino de las
profundas transformaciones sociales que necesita Venezuela y toda América
Latina. Si se decreta la conformación de un partido único mediante mecanismos
burocráticos, se pudiera estar constituyendo una camisa de fuerza que en vez de
potenciar la revolución, sirva para desestimular la participación protagónica
del pueblo. El partido único pudiera ser el fin de la insubordinación popular
generalizada, y el comienzo de un período de pasividad social que culmine
confiscando las esperanzas de cambio del pueblo venezolano, como ha ocurrido
tantas veces en nuestra historia. Pensemos bien antes de
actuar.<BR><BR>Concluimos con las siguientes propuestas, dirigidas a los
sectores revolucionarios que durante estos ocho años hemos venido actuando al
margen de las estructuras y dinámicas clientelares, que en muchos casos cargamos
encima una experiencia luchadora de décadas, y que hemos sido expulsados,
excluidos, purgados y arrinconados de las diferentes instituciones del estado y
organizaciones sociales.<BR><BR>Disponernos a participar en el Congreso
Ideológico y preparar desde ya documentos reflexivos que permitan profundizar el
debate sobre el socialismo del siglo XXI y las formas organizativas que debe
asumir el pueblo para avanzar en este camino de profundas
transformaciones.<BR><BR>Fortalecer las instancias unitarias existentes, como el
Bloque Socialista que se ha conformado aquí en el Zulia, y que integra a la Liga
Socialista, Utopía, Vía Socialista, Movimiento 13 de Abril-Proyecto Nuestra
América, Escuela de Formación Domingo Verde, Fuerza Unitaria de Trabajadores
Ezequiel Zamora, estudiantes de la UBV y una serie de individualidades
vinculadas a la lucha social. A partir de este tipo de instancias unitarias se
pueden promover iniciativas que permitan confluir en planes comunes de lucha
social y acción institucional.<BR><BR>Elaborar planes de acción unitarios de
corto, mediano y largo plazo, que permitan fortalecer los ejes de intervención
social de las fuerzas revolucionarias.<BR><BR>Promover instancias de debate como
foros, talleres, cursos, asambleas populares, publicación de folletos, uso de
los medios de comunicación, referidas a los temas planteados: unificación de las
fuerzas revolucionarias, socialismo del siglo XXI y reforma
constitucional.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Trabajar por la unidad de la clase obrera,
específicamente de la Unión Nacional de Trabajadores, convocando una instancia
unitaria que defina un plan de trabajo común, un mecanismo de funcionamiento
democrático, un nuevo congreso de trabajadores y los mecanismos de elección de
la directiva nacional y directivas regionales de la UNT.<BR><BR>Desarrollar
movilizaciones y denuncias contra los funcionarios e instituciones que vienen
violentando los derechos del pueblo, exigiendo destituciones y cambios en un
plazo inmediato.<BR><BR>Exigir reforma inmediata del poder judicial, alto a la
impunidad. Destitución masiva de los jueces y fiscales que siguen con las mismas
prácticas de la cuarta república (comenzando por los miembros del Tribunal
Supremo), vendiendo sus decisiones a favor de los poderosos y perjudicando al
pueblo trabajador. La UNT tiene una larga lista de jueces, fiscales y
funcionarios del mintrabajo que actúan en contra de los trabajadores,
desconociendo y burlando sus propias decisiones institucionales, y vendiéndose a
los patronos.<BR><BR>Fortalecer la actividad de los consejos comunales, mediante
la participación en los mismos y el desarrollo de talleres de formación que
profundicen su programa político.<BR><BR>Hacer énfasis en que los actuales
dirigentes pasen a la reserva, a cumplir labores productivas en sus profesiones
específicas, y que se convoquen a genuinos líderes populares para encabezar el
Congreso Ideológico y la instancia unitaria que se constituya.<BR><BR>Mantener,
fortalecer y ampliar nuestra actividad sociocomunitaria. Ella es la garantía de
que este proceso de cambios no se detenga. Aunque se sigan presentando
deformaciones y prácticas cuarta republicanas, el trabajo popular de base
permitirá acumular las fuerzas necesarias para modificar el rumbo torcido de las
instituciones y los dirigentes.<BR></DIV>
<DIV align=justify>¡¡ Hasta la victoria, siempre!!
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>