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<BODY bgColor=#ffffff background=""><FONT face=Arial size=2>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT size=5><U>boletín informativo - red
solidaria de revistas</U></FONT><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 2 de enero 2007 -
Redacción: </FONT></STRONG><A href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Argentina</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Un informe estremecedor y minucioso
sobre la trata de mujeres</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT face=Arial><STRONG>El infierno de ser una mujer y
tener precio</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT face=Arial><STRONG>Una investigación de la
Organización Internacional para las Migraciones, a la que tuvo acceso Página/12,
revela que la trata de mujeres crece en el país. La connivencia policial y
política. Dónde y cómo se reclutan mujeres y niñas. Los secuestros. El engaño.
Los proxenetas. Las terribles formas para mantenerlas sometidas y silenciadas.
En los prostíbulos pierden contacto con el mundo exterior. Sólo circulan dentro
del local y quedan encerradas bajo llave.<BR><BR>Mariana
Carbajal</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Página/12, Buenos Aires,
2-1-06</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial size=2></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT face=Arial size=2>La trata de mujeres crece en la
Argentina de la mano de la “connivencia policial y política” y la “escasez de
acciones orientadas a investigar y perseguir este delito”. Esta es una de las
conclusiones de un extenso informe de la Organización Internacional para las
Migraciones (OIM), al que accedió Página/12 en forma exclusiva, que revela la
trama oculta de las redes de trata con fines de explotación sexual de mujeres y
niñas en el país. La investigación constató que este fenómeno “compromete todo
el territorio argentino” y que hay personas y organizaciones que
“específicamente” se dedican a la venta de mujeres. Por una mujer se paga entre
100 y 5000 pesos, dependiendo de la zona, de la edad y las características de la
“mercadería”. La práctica más común de captación es el engaño, pero también está
extendido el secuestro, particularmente en el noroeste. Misiones fue
identificada como el área principal de reclutamiento. Las provincias de destino
son Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Entre Ríos, Santa Cruz, Chubut y Tierra del
Fuego. De Santa Fe, Mendoza y Entre Ríos provienen los proxenetas más
importantes que operan en las redes de trata, algunos de los cuales regentean
hasta 30 mujeres que alquilan a distintas whiskerías del país y las van rotando.
La pesquisa determinó que puede pasar mucho tiempo hasta que una mujer puede
liberarse del proxeneta que la explota y “hay casos en que nunca lo
logra”.</FONT></DIV><FONT face=Arial size=2>
<DIV align=justify><BR>El “Estudio exploratorio sobre trata de personas con
fines de explotación sexual en Argentina” es escalofriante. La investigación no
apunta a determinar estadísticamente el alcance de este delito en el país, sino
a comprender cómo se desarrolla. El informe, de casi doscientas páginas,
describe los mecanismos de las redes, cómo opera cada uno de sus eslabones,
cuáles son las rutas del tráfico de mujeres y cuál es el perfil de las víctimas.
Las prácticas de sometimiento y esclavitud de las mujeres no han cambiado
demasiado de las que utilizaba la famosa Zwi Migdal, la red de polacos tratantes
que operó en los años ’20 en todo el continente y fue la primera asociación de
proxenetas de la historia del país.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para la investigación, que se desarrolló entre marzo y
diciembre de 2006, se relevaron 47 causas penales por delitos vinculados a la
trata, y se realizaron 55 entrevistas entre funcionarios nacionales y
provinciales, del ámbito legislativo y de la Justicia e integrantes de ONG; 30
entrevistas en profundidad a víctimas y tres a tratantes. Los resultados
obtenidos se resumen a continuación:</DIV>
<DIV align=justify><BR>- Hay un predominio de la trata interna, aun cuando
fueron identificados casos de trata internacional, sobre todo de mujeres de
nacionalidad paraguaya que ingresan por Misiones y Entre Ríos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>- Aunque el estudio no cubrió todo el territorio
argentino, el trabajo de campo y el contacto con distintas fuentes de
información permitió inferir que “todas las provincias están implicadas”:
algunas como puntos de origen, como Misiones y Santa Fe, y otras como puntos de
destino, como Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Entre Ríos, Santa Cruz, Chubut y
Tierra del Fuego.</DIV>
<DIV align=justify><BR>- Se constató que la práctica del secuestro es común para
captar mujeres, particularmente desde la provincia de Tucumán hacia La
Rioja.</DIV>
<DIV align=justify><BR>- Las víctimas son mujeres mayores y menores de edad de
origen humilde que viven en zonas muy pobres, con precario nivel educativo, que
reduce sus posibilidades laborales y un entorno familiar inestable y no
contenedor.</DIV>
<DIV align=justify><BR>- La forma más común mediante la cual logran escapar las
mujeres es con la ayuda de algún cliente con el que llegan a establecer una
relación de confianza y al cual revelan la realidad de su situación.</DIV>
<DIV align=justify><BR>- En las investigaciones judiciales aparecen implicados
“en forma recurrente funcionarios públicos y políticos”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>- Se observaron “con preocupación” prácticas que van
desde “la tolerancia omisiva hasta la activa protección de los tratantes por
parte de miembros de fuerzas de seguridad”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>- El análisis de las causas judiciales revela que
fiscales y jueces “carecen de conocimientos básicos para el abordaje de estas
formas de delincuencia”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>- Otro “déficit” de la resolución de los casos radica en
que en las pocas condenas que existen tras extendidas investigaciones, “la
comprobación de los hechos se agota en la identificación del regente o dueño del
prostíbulo en el mejor de los casos”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>- En la provincia de Buenos Aires, en el marco del
relevamiento judicial, se identificaron casos de trata en Avellaneda, Cañuelas,
Dolores, José C. Paz, La Plata, Los Polvorines, Luján, Mar del Plata,
Necochea-Quequén, Pablo Nogués, Salto, San Miguel y Zárate-Campana.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Reclutadores</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La investigación detectó tres tipos de tratantes:
reclutadores, proxenetas y regentes de prostíbulos. Para su trabajo recurren a
la protección de “funcionarios públicos” y de “miembros de las fuerzas de
seguridad”. Pero los tratantes también necesitan de la labor de otros
“operadores secundarios”, como empleados de empresas de transporte que
garantizan pasajes para el traslado de mujeres o documentación de viaje a
disposición, personal de compañías de telefonía celular que proveen líneas
“seguras” e individuos encargados de confeccionar documentación falsa para
menores y extranjeros.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El estudio de la OIM encontró que “la captación mediante
engaño” es la principal forma de reclutamiento de mujeres para su explotación
sexual. La provincia de Misiones es el territorio proveedor más importante. Son
vendidas a prostíbulos de distintos puntos del país mujeres de las ciudades
misioneras de Posadas, Puerto Iguazú, Eldorado, Oberá, El Soberbio, Apóstoles,
San Vicente, Campo Grande, Vapiovi, Puerto Rico, San Ignacio y Wanda, entre
otras. Las reclutan a través de falsos ofrecimientos de empleo: las propuestas
pueden variar desde trabajar en un restaurante, una rotisería o una fábrica,
cuidar bebés o ancianos o participar de promociones. Hay reclutadores que
trabajan “en relación de dependencia” para los regentes de los prostíbulos y los
que lo hacen en forma independiente.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Otra modalidad común, aunque más sofisticada, a través de
la cual operan los reclutadores es la realización de un “casting” en un hotel de
las zonas de captación de chicas. La convocatoria se hace mediante la
publicación de avisos clasificados en un diario o propaganda en alguna
radio.</DIV>
<DIV align=justify><BR>También es frecuente que la actividad de reclutamiento
quede en manos de mujeres que ejercen la prostitución en determinados lugares: a
veces son obligadas a reclutar a otras mujeres bajo coacción, indica el informe
de la OIM. “Los regentes de los prostíbulos amenazan a las mujeres con dañar a
su familia en su lugar de origen si no regresan o si lo hacen con menos chicas
de las encargadas”, advierte el estudio.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los investigadores pudieron verificar que en muchos casos
los reclutadores actúan en pareja y simulan ser un matrimonio, a veces, incluso,
con niños. “De esta manera brindan mayor confianza a las mujeres y sus familias
para creer en el ofrecimiento de trabajo como niñera o empleada doméstica y el
engaño se vuelve más efectivo, tal como lo confirmaron en entrevistas algunas
víctimas”, destaca el paper.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En algunos casos, los reclutadores funcionan como
“comisionistas” y tienen contactos con prostíbulos en distintos lugares del país
de los que reciben pedidos específicos o a los cuales ofrecen las mujeres que
hayan reclutado, señala el estudio. Por cada mujer captada los prostíbulos
suelen pagar una comisión que varía entre 100 y 500 pesos, dependiendo de la
“calidad” de las mujeres: “cuanto más jóvenes, más costosas”, sostiene la
investigación. Se han detectado casos donde específicamente se solicitan mujeres
menores de edad con documentos falsos. En otros, les piden que no busquen
mujeres mayores de 23 años.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los comisionistas pueden trabajar con terceros como
remiseros, taxistas, vendedores ambulantes o vecinos que “bajan al terreno”: el
informe aclara que pueden o no saber el verdadero destino de las mujeres o las
condiciones del trato propuesto y cobran un precio estimado de 50 pesos por
mujer captada.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Secuestro</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La investigación detectó “numerosos casos de víctimas de
trata que han sido secuestradas por proxenetas, regentes de prostíbulos o sus
empleados, personas y organizaciones que se dedican al rapto de mujeres para su
posterior venta a los otros operadores de la red”. El noroeste del país, señala
la OIM, muestra “una asombrosa frecuencia” de esta metodología de captación de
mujeres. Se trata de una práctica habitual de los proxenetas santafesinos,
aunque también se han encontrado casos en Tucumán y Chaco.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El secuestro no se realiza improvisadamente. “En primer
lugar, se efectúa un trabajo previo de inteligencia mediante el cual se
identifican y “marcan” mujeres que cumplen las exigencias de los circuitos de
trata. Posteriormente se monta un operativo tipo comando del que participan un
grupo de personas donde las mujeres son interceptadas en la vía pública y
forzadas a subir a un automóvil. Inmediatamente son drogadas para evitar que
opongan resistencia y son trasladadas a un lugar donde son violadas y golpeadas
una y otra vez. De este modo, las mujeres son sometidas y “preparadas para ser
explotadas sexualmente”, señala el informe. El caso de Marita Verón, la joven
secuestrada el 3 de abril de 2002 en plena calle de San Miguel de Tucumán y
posteriormente trasladada a prostíbulos ubicados en La Rioja y otras provincias
del país, es un “caso paradigmático” de trata mediante secuestro, puntualiza la
OIM.</DIV>
<DIV align=justify><BR>De acuerdo con el estudio, los casos judicializados
analizados muestran que quienes utilizan el secuestro como medio de captación o
reclutamiento “gozarían de vínculos directos con autoridades políticas,
judiciales y policiales”.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Proxenetas</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>A diferencia de los regentes de prostíbulos que tienen a
su cargo la administración y gestión de estos lugares, los proxenetas obtienen
ganancias de la explotación sexual de una o más mujeres de su propiedad que
circulan a través de las distintas instancias de la red, pero que no cuentan con
establecimientos propios para que estas trabajen. “La explotación puede darse
sobre mujeres que previamente ejercían la prostitución o que nunca antes lo
habían hecho”, destaca el estudio. El relevamiento de causas judiciales y la
entrevista a víctimas de trata reveló que el medio “más clásico” de
reclutamiento de los proxenetas es el “enamoramiento”, por ello se los denominan
también “maridos”. “Es decir –describe el informe–, simulan una relación
sentimental y utiliza la vulnerabilidad que dicha relación genera en las
mujeres”. Una de las modalidades constatadas por los investigadores mediante la
cual los proxenetas consolidan el vínculo “sentimental” al tiempo que aseguran
la coacción sobre sus mujeres es tener con ellas un hijo al que reconocen
legalmente.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Santa Fe, Mendoza y Entre Ríos han sido identificadas por
distintos informantes calificados como las provincias de donde provienen los
proxenetas “más importantes que operan en las redes de trata”, revela el informe
de la OIM. Ellos envían a sus mujeres –algunos pueden llegar a tener treinta–
bajo el sistema de plazas o alquiler a distintos cabarets y whiskerías en todo
el país, especialmente Córdoba, La Pampa, Entre Ríos, Chubut y Santa Cruz, donde
son explotadas sexualmente, señala el estudio. Algunas mujeres que pueden
generar hasta 1200 pesos por día. Y un proxeneta puede alcanzar una ganancia
neta de 13 mil dólares por año por mujer.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Generalmente pasa mucho tiempo hasta que una mujer logra
liberarse del proxeneta que la explota y hay casos en que nunca lo logra”,
señala el estudio. Las modalidades detectadas mediante las cuales una mujer
puede romper esa relación son: comprar su libertad mediante una suma de dinero,
reclutar a otra mujer que pueda ocupar su lugar o ser abandonada por el propio
proxeneta cuando la edad, una enfermedad o alguna otra razón le impide producir
las ganancias esperadas.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>El infierno</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La investigación cuenta que las mujeres engañadas o
secuestradas que llegan a los locales se reconocen fácilmente porque son “las
que lloran”. Si la mujer opone resistencia y se niega a ser explotada
sexualmente, el regente o sus empleados ponen en marcha los distintos mecanismos
de disciplina. “La mujer es violada y golpeada una y otra vez hasta que asuma su
nueva condición y acepte pasar al salón a prostituirse. Asimismo, en estos casos
suelen amenazarla con matarla o lastimar o matar a su familia en su lugar de
origen”, describe el informe.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En los prostíbulos las mujeres pierden todo contacto con
el mundo exterior. “Su circulación se reduce al salón principal del local y las
habitaciones donde se efectúan los pases y en las cuales generalmente se
encuentran encerradas bajo llave cuando no trabajan”, precisa la investigación
de la OIM. Los preservativos que usan y la ropa con la que trabajan, tangas y
corpiños, se las cobran: los gastos se anotan en una cuenta en la que ellas
siempre terminan debiendo dinero al regente del local. Cuando les permiten
efectuar llamadas telefónicas a su familia también lo hacen vigiladas para
evitar que revelen su verdadera situación. Se han detectado casos de locales con
sofisticados sistemas de vigilancia con circuitos cerrados de televisión con
cámaras en todos los espacios del local, vidrios blindados o altos muros
alrededor del cabaret o whiskería.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
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