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<DIV align=center><FONT size=4><STRONG><U><FONT size=5>boletín informativo - red
solidaria de revistas</FONT></U><BR><FONT color=#800000
size=6><EM>Correspondencia de Prensa</EM></FONT><BR>Año IV - 12 de enero 2007 -
Redacción: </STRONG></FONT><A href="mailto:germain5@chasque.net"><FONT
size=4><STRONG>germain5@chasque.net</STRONG></FONT></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Brasil</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>El irresistible retorno de los
escuadrones</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Milicias, paramilitares, escuadrones
de la muerte, no son nombres desconocidos en el vocabulario político-social
brasileño, aunque se los imaginaba en desuso en plena democracia. Durante la
dictadura militar (1964-85) fueron formas de acción impulsadas desde arriba,
pero ahora volvieron a ocupar las primeras planas a raíz del recrudecimiento de
la violencia urbana en Rio de Janeiro.<BR><BR>Mário Augusto Jakobskind, desde
Rio de Janeiro</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Semanario Brecha, Montevideo,
12-1-07</FONT></STRONG><BR><BR></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Casi cien favelas han sido ocupadas por milicias integradas
por paramilitares que enfrentan a los narcotraficantes y reciben el apoyo de
políticos, empresarios y autoridades electas, aunque éstas apelan a un doble
discurso para evitar críticas y hasta posibles acciones judiciales por apoyar a
grupos ilegales. Es el caso del alcalde de Rio, César Maia, del Partido del
Frente Liberal, que en un blog escribió un largo artículo intentando explicar y
justificar el nacimiento de los paramilitares, aunque no deja de reconocer,
tímidamente, que el Estado debería ser el encargado de combatir a los narcos.
Maia compara al crimen organizado en Rio con el accionar de las farc en
Colombia.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>EN DEFENSA DE LA ILEGALIDAD</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Un diputado estatal en la asamblea legislativa de Rio,
conocido como “Sivuca”, ex policía, enarbola como lema de sus campañas
electorales que “el buen bandido es el bandido muerto”. Sivuca cuenta con
seguidores en la comunidad Orkut Sem Lei, de Internet, frecuentada por unos 40
mil internautas radicales de clase media, que defienden los asesinatos de
delincuentes, estimulan linchamientos, ejecuciones y que la propia población
enfrente a los delincuentes haciendo justicia por mano propia o formando grupos
de exterminio.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El estudiante Alejandro Pattacini Júnior, de 20 años, de
la comunidad internauta Campanha Linchamento já, es un buen ejemplo del
pensamiento de este sector: “Estoy juntando amigos para limpiar Lagoa* de
aquellos que ensucian la imagen de nuestra ciudad maravillosa. Mi propuesta es
formar grupos de linchamiento de ladrones en diversos barrios de Rio. Ya que la
policía no agarra a los ladrones, vamos a acabar con esa raza”. Victor Sbisa,
participante de comunidades como Rachas e Pegas, no esconde sus prioridades:
“Luego de visitar algunas páginas de Orkut me asquearon las escenas que vivimos
hoy en Brasil. ¡Pido que apoyen el retorno del Escuadrón de la Muerte!”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En los hechos, los escuadrones continúan actuando, no
sólo en Rio sino también en San Pablo y Vitoria, capital de Espíritu Santo. El
apoyo explícito a los escuadrones por los internautas de la comunidad Orkut fue
denunciado por la Agencia Reporter Social (www.reportersocial.com.br) y mereció
comentarios de abogados en el sentido de que “hacer apología de la violencia es
un crimen previsto en el Código Penal”. La sensación de anonimato que otorga
Internet parece haber incentivado sus llamamientos a la barbarie.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las milicias que actúan en las favelas cuentan con apoyos
mucho más efectivos y directos, entre los que se encuentran jefes policiales
como la inspectora Marina Magessi, recién electa diputada federal por Rio de
Janeiro. Magessi, miembro del Partido Popular Socialista, formado por ex
comunistas, defiende abiertamente las milicias porque están terminando con el
narcotráfico en las favelas. Las justifica como parte de una “reacción social”
y, al igual que el alcalde Cesar Maia, reconoce que la ausencia del Estado en
las áreas pobres es el principal motivo de la aparición de los
“justicieros”.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>FUEGO CRUZADO</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Las milicias paramilitares están integradas por policías,
civiles, militares, ex policías y una red de informantes. Cobran “impuestos”
para hacer una tarea que le corresponde al Estado. Los habitantes de las favelas
viven una situación sobrecogedora: si no pagan a los “justicieros” pueden sufrir
represalias, de la misma manera que las sufren a manos de los narcos si no
aceptan sus “reglas de juego” dictadas por el comercio ilegal de drogas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En los hechos, las milicias ocupan el lugar de los
narcos. Se reparten el dinero de los “impuestos” entre sus miembros, que de ese
modo reciben sueldos muy superiores a los que perciben como funcionarios
policiales. En los últimos tiempos, los “milicianos” cobran impuestos hasta a
los circuitos ilegales de tevé que funcionan en las favelas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para los favelados, estar entre el fuego cruzado de
milicias y narcos es vivir en el filo de la muerte. La “disputa de mercado”
entre ambos grupos se ha cobrado decenas de víctimas, entre las que sobresalen
los 19 asesinatos cometidos en los últimos días de diciembre. Según los medios,
la mayor parte de las víctimas lo fueron como represalia de los narcos contra
los milicianos que los combaten. En una de las acciones, supuestos
narcotraficantes incendiaron un autobús en una de las principales avenidas de
Rio, dejando siete muertos carbonizados.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>HERENCIA DE LOS SESENTA</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Ya en los sesenta grupos policiales actuaban con cierta
autonomía contra el crimen. Es el caso de la célebre Scuderie Le Cocq, apellido
de un agente muerto por marginales en una favela carioca. En la Baixada
Fluminense, donde se localizan los principales municipios “dormitorios” de Rio,
este grupo ilegal era conocido como “policía minera”. Una característica común a
todas las bandas parapoliciales era que estaban financiadas por comerciantes y
empresarios empeñados en poner fin al crimen sin las demoras y obstáculos que
impone la justicia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según numerosos analistas, este tipo de violencia nunca
consiguió sus objetivos ya que las bandas financiadas por los comerciantes se
autonomizaron y, ya durante la dictadura militar, en 1968, un grupo formado por
policías cariocas llegó a ejecutar cerca de mil personas. Nunca hubo castigo.
Peor: muchos policías integrantes de escuadrones acabaron uniéndose al crimen
organizado. Uno de los más conocidos de la época, Mariel Mariscot, fue muerto en
un enfrentamiento con mafiosos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Uno de los más conocidos torturadores de presos
políticos, el ex teniente Ailton Guimarães, conocido como “Capitán Guimarães”,
se convirtió en jefe de un grupo marginal que controla zonas enteras del juego
clandestino. Hoy es una figura reconocida del Carnaval carioca y se desempeña
como director de la Liga Independiente de Escuelas de Samba. Gracias a un
acuerdo con la alcaldía de Rio, esta liga pasó a controlar el desfile de escolas
do samba, fuente de elevados ingresos. Durante la dictadura, Guimarães enseñaba
las artes de la tortura a jóvenes aspirantes a ingresar al ejército y comandaba
personalmente sesiones de tortura a los presos políticos, según denunció el
grupo Tortura Nunca Más. Finalmente Guimarães fue separado del ejército, no por
torturador sino por contrabandista.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>MEDIDAS DE EMERGENCIA</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>El aumento de la violencia urbana en Rio, San Pablo, Minas
Gerais y Espíritu Santo provocó una reunión de emergencia del Gabinete de
Gestión Integrada de Seguridad de la región sudeste. Los gobernadores, dos de
ellos del pmdb y otros dos del psdb, prometieron mayor integración de las
respectivas policías y pidieron al gobierno federal que controlara las fronteras
para inhibir el tráfico de armas y drogas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sergio Cabral, gobernador de Rio, consiguió que se
anticipe la presencia de la Fuerza Nacional de Seguridad Pública en su estado,
que comenzará a actuar en 19 lugares a partir del lunes 15. Estaba previsto que
esa fuerza se estrenara durante los Juegos Panamericanos de julio, pero la
gravedad de la situación impuso un adelanto de su presencia. Efectivos de las
fuerzas armadas también comenzaron a participar en acciones policiales
preventivas en las inmediaciones de los cuarteles.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La atemorizada población de Rio aplaude la
intensificación de la vigilancia y la represión. Los más escépticos, sin
embargo, recuerdan que en los últimos años los gobernadores electos prometieron
acabar con la violencia en seis meses, lo que terminó por llevarlos a las
páginas de humor de los periódicos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Quienes dudan de las medidas de emergencia se preguntan
si no se repetirán los mismos fuegos de artificio del pasado, que se han apagado
una vez pasados los momentos críticos. Día a día son más los que sienten que, de
no modificarse las políticas económicas que concentran riqueza y pobreza en
polos opuestos, nada podrá cambiar.</DIV>
<DIV align=justify><BR>* Barrio de clases medias altas del sur de Rio de
Janeiro.
<HR>
<STRONG><EM><FONT color=#000080 size=3>La información difundida por
Correspondencia de Prensa es de fuentes propias y de otros medios, redes
alternativas, movimientos sociales y organizaciones de izquierda. Suscripciones,
Ernesto Herrera: </FONT></EM></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><EM><FONT color=#000080
size=3>germain5@chasque.net</FONT></EM></STRONG></A>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>